💜FINAL💜
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Eun Woo avanzó tan pronto como pudo al ver a su alfa. La preocupación de lo que podría haber pasado en esa conversación lo tenía con los sentidos en alerta, más al mirarlo calmado y con una leve sonrisa en el rostro, la tranquilidad empezó a posarse en su organismo.
— ¿Cómo estás, cariño? ¿Te hizo algo? — fueron una de las tantas preguntas que dijo Sanha puesto que él sí se adelantó y el omega menor decidió darles su espacio.
— Estoy bien, papá. Ya aclaré todo lo que necesitaba. — se dejó abrazar mientras Rocky llegaba a ellos y él observaba a Eun Woo con ojitos de adoración.
Resulta que la pareja mayor había decidido acompañarlos. Sanha se rehusaba a esperarlos en casa. Estar cerca de su cachorro le daba más confianza y si a ese señor se le ocurría hacer algo, él no dudaría en enfrentarlo.
— Ya, no es como si hubiera encarado a un criminal peligroso. — ironizó mientras rodaba los ojos, recibiendo un beso en la frente por su progenitor.
— Estoy muy orgulloso de tí. — le susurró para que solo sea escuchado por ambos. El lobo del alfa se alzó en orgullo y él fue ahora quien lo abrazó para darle un casto beso en la sien.
— Aprendí del mejor.
Eun Woo estaba maravillado con lo que acontecía frente a él, su corazón estaba en calma y no pudo reprimir que las comisuras de sus labios se alzaran sutilmente.
— Y bien... ¿A dónde vamos? — animó Moonbin, pasando hasta quedarse al lado del castaño y rodeando su cintura.
— El más emocionado es él, parece un bebé.
— Tengo planeado muchas cosas. — aplaudió feliz el alfa. — Ahora es mejor ya que tu papá andaba con los nervios al mil y nuestro lazo empezaba a picar.
Sanha se sonrojó pues el tema de la marca ya se había dado, no obstante, aún se sentía como un joven enamorado. Todos tomaron hacia la entrada de aquel inmenso centro comercial, respectivamente con sus parejas pero con esa misma aura de comodidad y paz.
— ¿Por qué no me llamaste? — inquirió Eun Woo mientras balanceaba sus manos entrelazadas.
— Todo estaba yendo con normalidad. — se encogió de hombros. — Pensé que escucharía mejores fundamentos de él, pero creo que lo que hizo no tiene alguna buena justificación en realidad.
El omega se detuvo en frente de Moonbin, aprovechando que Sanha y Rocky se encontraban en la fila para comprar las entradas del cine.
— ¿Cómo estás entonces? — habló suave, prestándole toda su atención.
— Uhm... quizás no a un cien por ciento al ser reciente. Pero no dudes que esa etapa en donde me encerraba yo mismo y me negaba a sentir algo por un omega, acabó hace mucho. — bromeó, abrazándolo por la espalda y posando su mentón en el pequeño hombro. — Tengo a las personas que amo — unió ambas manos a la altura del abdomen del omega y dio una leve mirada a la pareja mayor. —, y son mi mayor motivación ahora. Es una felicidad compartida.
Eun Woo acarició la mejilla del alfa con ternura. Ambos caminando en esa posición hasta ingresar a una de las salas. Había muchas personas alrededor que los miraban con dulzura, ellos tan solo iban perdidos en su propia burbuja.
— ¿Se puede saber por qué escogiste esa película? ¡Odio las de terror! — exclamó Sanha horrorizado, frunciendo el ceño al escuchar a Rocky reír. — No es gracioso.
— Fue una buena excusa para poder abrazarte. ¿Quién es el bebé ahora?
Le dio una sonrisa altiva mientras se cruzaba de brazos y el omega estuvo a nada de enfurruñar. Se vio interrumpido al ver a los más jóvenes recién salir de la sala.
— Wow. ¿Qué pasó aquí? — fingió sorpresa. — La carita de mi papá da mucho miedo.
El alfa le siguió el juego, ambos se llevaban muy bien en el tiempo que convivían. — Nah, es solo su momento de hacer berrinche.
— ¿Yo, berrinche? — se señaló con indignación.
Rocky negó con diversión, entrelazando su brazo con el de Sanha — Y de ustedes dos. ¿Quién se asustó?
— Eun Woo.
— Moonbin.
Respondieron al unísono, mirándose con expresión incrédula.
— No es cierto, Wonnie. Fuiste tú el que por poco y cierra los ojos para no ver las escenas más fuertes.
El omega menor alzó una ceja. — ¿Estás seguro de lo que dices?
— Totalmente.
— Pues no voy a tomar tu mano, ni abrazarte por el resto del paseo.
— ¡Está bien, fui yo!
Confesó con un puchero casi imperceptible que fue besado casta y efímeramente.
Sanha agrandó los ojos. — Por la Diosa Luna. ¿Pero qué es lo que veo? — sonrió. — Mi cachorro está completamente domado. Muy bien, Eun Wonnie, me enorgulleces mucho más.
El castaño fue contagiado por la expresión de alegría y dejó que Moonbin siguiera quejándose como niño pequeño. — Solo le estoy enseñando a no mentir. Fue él quien casi me asfixia de tanto abrazarse a mi cuello.
— ¡Estás exagerando!
Eun Woo se cruzó de brazos.
— Bueno, quizás no tanto.
— Con esto ya sabemos quiénes son los miedosos. — alegó Rocky.
Padre e hijo se quejaron ante el apelativo, negando a que fuera cierto.
— Anotado, Rocky hyung.
Después de hallar nuevamente la calma, salieron con dirección a una gran feria de juegos. Dispuestos a seguir disfrutando de la tarde y noche que se les preparaba.
En cierto momento, Sanha y Rocky tomaron otro rumbo cuando prefirieron entrar al laberinto de espejos. Moonbin dejó que fueran porque necesitaba aunque sea un corto tiempo junto al omega, solo ellos dos.
— Estás loco si piensas que me subiré a esa cosa.
— Vamos, Bebé. — reforzó el agarre en la cintura del más bajo. — Será divertido.
— ¡¿Divertido?! — sus ojitos se expandieron con miedo. — ¡Vamos a morir allá arriba!
—Solo es una rueda de la fortuna. Mira — lo tomó de los hombros para darle media vuelta. —, a mí tampoco me agrada estas alturas, pero realmente quiero ir contigo.
Eun Woo mordió su labio inferior, dubitativo para al fin dar un suspiro.
— ¿Prometes que no me soltarás la mano?
Lo miró fijamente, notando como los ojos del alfa se achinaban ante la amplia sonrisa.
— Te lo prometo.
El omega se dejó llevar, ambos apresurándose a buscar una cabina que tenga asiento doble.
— Veremos un pedazo de la ciudad en pleno atardecer.
— Eso sonó muy cursi. — le replicó fingiendo asco. Dando un leve salto al notar que empezaban a elevarse. — ¡¿Qué haces?!
Se alarmó al ver que Moonbin lo soltaba para intentar sentarse a su lado.
— Vamos, Amor. Los dos juntos y no verte al frente, es mucho mejor.
El alfa lo abrazó por la cintura nuevamente para que este se sentara en su regazo. Eun Woo pareciendo un gatito totalmente asustado, juntó sus piernas para acomodarlas en una sola dirección y aferrarse al cuello de Moon.
— No me cabe la menor duda, estás loco.
Quiso reprocharle, obteniendo muchos besos por todo el rostro.
— ¿Acaso me vas a decir que esto no es mejor? Para mí lo es, te tengo entre mis brazos y ambos podemos contemplar la salida de la luna en un par de segundos.
El omega le dio un golpe en el pecho, dejando de esconder su rostro para dejar que una de sus mejillas rozara con la del peligris. Eun Woo poco a poco fue olvidando el tema de la altura. La rueda dejó de girar para que los que estuvieran en lo más alto disfrutaran del cambio del día a la noche como siempre acostumbraban.
— Tenías razón, es precioso.
Admitió anonado, viendo como a la lejanía del lado Este, el satélite natural hacia su aparición.
— Sí, demasiado precioso. — repitió Moonbin en cambio, admirando el perfil del omega y no a la salida de la luna. Reforzando el agarre en la mano contraria pero que sentía tan suya.
Eun Woo ladeó su cabeza, notando la profunda mirada del alfa en él, avergonzándose inevitablemente.
— ¿Puedo decirte algo?
El asentimiento le dio el pase. Moonbin acunó con su mano derecha el rostro que nunca se cansaría de apreciar por el resto de su vida.
— Te amo.
Fue el susurro profundo que salió de lo más sincero de sus sentimientos por el omega. Era esa suave ventisca en los labios ajenos que hace tanto quería soltar, demostrarle en palabras y acciones lo mucho que le encantaba tenerlo a su lado. Estaba agradecido con la Diosa Luna al haberle concedido la mejor oportunidad para aprender el significado impecable de lo que era amar a su pareja destinada.
Las mejillas de Eun Woo se colorearon de un adorable carmín, sonriendo para terminar con la casi nula distancia. Mientras terminaban la vuelta, sus labios encajaron en un agradable compás. El omega con las manos en el cuello adverso mientras Moonbin se aferraba a su fina cintura.
Al separarse y al bajar de la rueda, Eun Woo lo abrazó con fuerza, con absoluta entrega. Acarició con su nariz de botoncito el cuello de su alfa, inhalando el cálido aroma de menta y canela.
— Te amo mucho más.
Respondió con seguridad, con ese valor y confianza que con el tiempo aprendió de las personas que más quería, de aquellos que le daban vitalidad importancia para seguir en el futuro.
Alfa y Omega con un lazo trascendente en esta y todas las vidas que seguían; siendo más que el príncipe y el plebeyo.
Siendo un amor incondicional, reciente pero con un valor incalculable.
FIN.
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🎉 Has terminado de leer el príncipe y el plebeyo ✶ Binwoo ★, sean bienvenidos a mi perfil para que sigan disfrutando de muchas más historias, les aseguro, todas con final feliz. 🎉
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