~ 07 ~


Daban miedo, esa era la verdad, quiza se traba de su atuendos oscuros o de las armas extrañas.

Quiza tenian miedo tambien a los lobos salvajes que se acercaban al mismo tiempo que el chico de ojos amatista.

Pero el ejercito parecia retroceder mas por miedo, que por el verdadero poder de los tres atancantes.

Dentro del castillo las cosas no estaban mejores.

—Ven conmigo,porfavor—Me rogo la madre de Ruben a una de las ayudantes de cocina—,es peligroso que vayas a la salida con los demas—Aclaro, mirandola con esperanza.

—Estare bien—Le sonrio la mujer, acariciandole una mejilla para tranquilizarla, la castaña la miro un momento mas, pero asintio decidida.

—Cuidate, no se que haria sin ti—Le murmuro.

Salio de la cocina de manera apresurada, buscando a su marido en busca de respuestas, no era posible que Ruben se quedara solo con Luzu, pero el rey no parecia querer colaborar demasiado en su rescate.

Enserio que le habia tocado un esposo muy idiota.

———

—Luzu—Murmuro Ruben, mirando como el castaño se encontraba parado en la puerta, nervioso e inquieto.

—Si Rabis?—Pregunto, mirandolo solo un segundo para devolver de nuevo su vista a la puerta.

—¿Que pasa?—Dudo, y observo a Luzu tensarse. Definitivamente sucedia algo.

—N-no pasa nada Rabis, es...—Intento excusarse el ojicastaño pero la mirada decepcionada de Ruben y sus nervios, no le permitieron dar una respuesta coherente.

—Dime que pasa Luzu—Reclamo Ruben, levantandose de la cama y mirandolo con enojo, Luzu suspiro.

Abrio la boca para contestar, pero antes de que fuera posible se escucharon golpes en la puerta, Luzu los escucho con atencion, y a cierto numeros de golpes,abrio la puerta con entusiasmo.

—¿Madre?—Detras de la puerta, la mujer castaña se veia intranquila, pero se acerco a su hijo con cuidado, y con su dulce voz le llamo—Ruben, debemos irnos—Le murmuro con una sonrisa.

Ruben asintio todavia sin saber de que hablaban, pero se levanto y junto con Luzu y su madre salieron de la habitacion, sin embargo Ruben no pudo evitar observar su mano un momento.

El hilo estaba tenso.

———

—Explosion por aqui!—Grito el ojiambarino, aventando hacia los guardias una de sus tantas bombas caseras—Y otra por aqui!—Agrego, soltando otra.

Le encantaba sentir lo podereso que era con esas cosas siendo solo una persona.

—Hey!—Escucho y pudo observar a Willy gritarle algo al azabache.

—Que quieres?—Le contesto el otro, esquivando una flecha que le llegaba de cerca—Eh idiota mas cuidado—Se burlo del guardia.

—Ve por el principe!—Le grito y el ojimorado asintio.

El rey estaba cooperando bien.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top