Cinco |Final|
Louis seguía gruñendo, ya sus padres lo estaban viendo serios. Harry seguía sin hacer ningún movimiento, su mirada estaba perdiendo brillo.
—No.— Gruñó el alfa menor.
—Por favor, necesito hablar con Harry.—
Louis se colocó de pie y lo vio, negó.
—No.—
—Príncipe es mi hijo.—
—Nunca se notó, dejó que la reina hiciera cualquier cosa a mi omega.— Suspiró profundamente.
—Yo solo tenía conocimiento que lo inyectábamos y le dábamos supresores...— El alfa interrumpió.
—¿Y eso no es ser cómplice?— Un suspiro se escuchó.
—Por favor, suplico hablar con mi hijo.—
—Yo no quiero hablar contigo, papá.— Se escuchó la voz del omega.
—Harry por favor.—
—¿Te vas a ir para siempre si te escucho?—
—Es imposible eres mi hijo...—
El omega de colocó de pie, vio a su padre. Louis se colocó enfrente de Harry, así poder protegerlo.
—Te escucho, pero te vas.— Suspiró.
—Harry...—
—Ese es el trato, si no lo aceptas, vete.— Su padre estuvo de acuerdo.
—Esta bien.—
El omega llevó su mirada hacia los reyes, ellos asintieron sabiendo a lo que se referían.
—Vamos al salón.—
—No.— Volvió a susurrar Louis.
—Cachorro deja que hablen.— La reina caminó hacia el alfa menor.
—No.— Gruñó, siendo recibido por una mirada sería de su madre. —No mamá.— Suspiró al notar los ojos rojos del alfa, sabía que su lobo estaba hablando.
—Si, vayan.— Harry asintió.
Le dijo a su padre que lo siguiera, caminaron hacia el salón.
Aún con los gruñidos del alfa.
—¡Cachorro ya!— Lo reprendió el rey.
—No.— Debatieron con su mirada, aunque Louis perdió y suspiró.—Bien, pero estaré cerca.—
Asintieron.
Harry estaba enfrente de su padre.
—Dime ¿Qué pasa?—
Fingía no tener miedo, pero su aroma lo delataba.
—No te haré daño, cachorro.—
—Más daño del que me han hecho no.— Soltó.
—Cachorro...—
—Habla rápido.—
— Perdóname.— Se arrodilló enfrente de Harry.
El omega frunció el ceño, la presión en el pecho comenzó a aumentar.
—¿Qué?— Preguntó incrédulo.
¿Su padre disculparse? Él jamás lo hace.
—Perdóname cachorro, en serio perdón, te hice daño... —
—Papá.— El rey comenzó a llorar.
—Se que no merezco tu perdón, esta bien... Pero por favor, nunca fue mi intención dañarte... Perdóname cachorro por favor, suplico tu perdón. — El omega se agachó a la medida del rey.
—No sabes cuanto daño me hiciste... Me hiciste dudar de todo, de mi físico, de mi autoestima, de mi nutrición... Para ustedes siempre fui una deshonra, siempre me gritaban por todo, pero yo no tenía la culpa de nacer omega... Papá a ustedes nunca les importaba como me sentía, solo les importaba lo que diría el pueblo, papá... Te perdono, pero eso no quita el daño que me hicieron desde los diez años, vete y déjame ser feliz con personas que si me quieren como soy. — Se colocó de pie.
—Harry no quería que sufrieras lo que yo sufrí.— Frunció el ceño.
—¿Qué? ¿De que hablas, papá? — El rey elevó su mirada, ahora se encontraba llorando.
—Cuando tenía quince, me enamore de un omega... Pero mis padres me hicieron pasar lo peor, me escape a los diecisiete años, vine aquí con mi omega... Aunque fue imposible mis padres me separaron de él, solo supe que tuvimos un cachorro... Luego mis padres me presentaron a tu madre, pero nunca la ame. —
El rey tomó las manos de Harry, pero un gruñido se escucho.
—Quieto alfa. — Se escuchó la voz de un amigo de Louis.
—No lo toque. —
Harry llevó su mirada hacia atrás. Ahí estaba Zayn, Niall y Liam agarrando a Louis para evitar que se acercará, la reina y el rey estaban frente a él.
—Mi hermano murió. — Habló la reina.
Todos fruncieron el ceño.
—¿De qué hablas, mamá?— Preguntó Louis.
—Hace años mi hermano se enamoró del príncipe de Londres... Su amor era correspondido, hasta que los padres del príncipe los separaron, semanas después nos enteramos que mi hermano estaba esperando un cachorro... Pero por la depresión que le causo la perdida del príncipe... Murió junto al bebé, no quería ser marcado por nadie, mis padres aceptaron su petición y murió amándolo.—
Louis se había controlado, todos estaban en silencio, el rey de Londres se encontraba llorando.
Los amigos de Louis vieron la reacción del omega, él suspiró y bajó su mirada, soltaron a Louis, el alfa lo abrazó.
Vieron como la reina se acercaba al rey de Londres, se agachó a su medida.
—Lo siento si me meto en algo que no es de mi incumbencia, pero es necesario. — Suspiró. — Aunque tu hayas sufrido eso... No significa que quiero que mi yerno y mi hijo sufran lo mismo, mis padres jamás te dieron la espalda, te apoyaron aunque fueran contra las reglas. —
—Yo... —
—No, no justifiques nada, porque sabes que mis padres nunca inyectaron o le dieron supresores a mi hermano... Él era libre ¿No crees que hubieras hecho lo mismo con tu hijo? Si tu te enamoraste de un omega varón... ¿Por qué le niegas a tu hijo enamorarte de un alfa? Cuando tú lo hiciste así, te enamoraste de un omega varón... —
—En el reino es mal visto... —
—¿Por que no fomentaron la igualdad? Eres el rey ¿No? Tu hijo no hubiera sufrido de discriminación, pero en lugar de que el pueblo le hiciera daño... Fueron ustedes ¿Ilógico? Se que mi hermano hubiera sufrido a tu lado. —
—¡No! Es imposible... Yo lo hubiera amado, lo sigo amando... — La reina suspiró profundamente.
—Lo haces... Pero siempre le tuviste miedo a tu padre. — El rey elevó su mirada.
—Si. — Confesó. —Pero estoy arrepentido por el daño que le cause a mi hijo, jamás quería discriminar. —
—¿Sabes? Cuando mi hermano murió comencé una lucha contra la discriminación, todos tenemos los mismo derechos... El rey me conoció gracias a una protesta, pero logramos cambiar al pueblo, su parecer, ahora apoyamos... Lo que ustedes se negaron a hacer, ustedes siguen con aquel maldito manual que solo ocasiona miedo y daño en tu autoestima. —
—Lo siento. —
La reina se colocó de pie y caminó hacia Louis. El alfa seguía abrazando a Harry, el omega tenía su mirada apagada.
Harry se separó del abrazo, aunque su alfa se negaba, lo logró...
—Papá te perdono, pero vete de mi vida... No estoy listo para verte, quiero mejorar mi vida primero... Cuando esté listo te buscaré. — El rey suspiró y asintió.
—Esta bien. — Se colocó de pie. Caminó hacia el omega.—Feliz cumpleaños, cachorro... —
Una lágrima paso por la mejilla del omega, el rey de Londres salió del castillo.
—¿Estás bien? — Preguntó el alfa abrazándolo.
—Por primera vez después de años... Papá me deseo un feliz cumpleaños. — Susurró limpiando sus lágrimas.
—Ya mi amor, todo estará bien.— Asintió.
Luego de todo ese momento, se dispusieron a ir al pueblo, en donde Louis tenía una sorpresa.
Llegaron al salón de eventos, el omega fruncía el ceño.
—¿A donde vamos?—
—Es una sorpresa.—
Entraron al lugar, todo estaba apagado. Hasta que se encendieron las luces, todo el pueblo gritó un "Feliz cumpleaños, príncipe."
El omega sonrió y abrazó a su alfa.
—Gracias.— Susurró.
—No hay de que amor, te mereces esto y más.— Sonrió.
—Ahora vamos a celebrar.— Asintieron.
La fiesta comenzó, todos estaban felices conviviendo.
Harry frunció el ceño a un punto de la fiesta, ya que no encontraba a Louis.
—¿Haz visto a mi alfa?— Le preguntó a Zayn.
—Oh si, en unos minutos viene, fue por tu pastel.—
—¿Otro?— Sonrió asintieron.
—Tienes a mi amigo muy enamorado.— Rieron.
— Príncipe, ¿Podría venir un momento?— Se escuchó una voz, llevó su mirada hacia esa persona, era Louis.
—¿A dónde me llevará?— Camino hacia él, lo abrazó.
—Al escenario, leí un diario en donde un omega tan encantador amaba bailar, quiero ser la primera persona en invitarlo a bailar.— Sonrió y asintió.
—Claro que si mi príncipe, acepto bailar contigo.—
Tomó su mano y lo llevo al centro de salón, la música comenzó, el omega sonrió. Se posicionaron para bailar, tomó la mano de su omega, el chico sonrió y le dio su mano. El omega dejó su otra mano en el hombro del príncipe, el alfa sonrió y dejó su otra mano en la cintura del omega.
Comenzaron a moverse conforme a la música.
El alfa se acercó al oído del omega.
—Solo disfrútalo mi amor.— Dejó un corto beso en el cuello.
—Gracias.— Sonrió.
Estuvieron bailando más canciones, siguieron bailando al ritmo de la música, al terminar el alfa se separó, todo el público estaba en silencio.
—Mi amor.— Llamó.
—¿Qué pasa?— La música se apagó, frunció el ceño. —¿Esta todo bien?— Asintió.
—Todo perfecto, cariño.— Se alejó un poco.
—¿Entonces que pasa?—
—Cariño, se que han pasado cosas, algunas muy rápido, pero... Príncipe te amo tanto que no quiero desperdiciar ningún minuto sin ti, quiero estar a tu lado y que mejor día que hoy... Aunque comenzamos mal, pero hubieron buenas noticias, así que quiero otra alegría para ti y para mi, bueno, mi querido príncipe...— Se arrodilló enfrente de Harry.—¿Acepta usted casarse conmigo y poder formar nuestro propio cuento de hadas?— Sacó un anillo.
Todos comenzaron a gritar emocionados, el omega comenzó a llorar.
—Amor ¡Si! Acepto.— Le colocó el anillo, después de eso unieron sus labios en un tierno beso.
—Te amo tanto.— Susurró separándose del beso.
—También te amo, alfa.— Sonrieron.
Todos gritaron emocionados y felicitándolos, aunque su día comenzó mal, estaba terminando bien...
—¿Todo el pueblo estará invitado?— Preguntaron los pequeños.
Harry se agachó a su medida, los pequeños lo abrazaron.
—Si, van a tener mucha comida.— Gritaron emocionados.
—¡Si! Te queremos mucho, príncipe.— Lo abrazaron más fuerte.
—Yo también los quiero mucho.— Sonrieron.
Los niños se fueron a comer, el omega sonrió.
Llevó su mirada hacia atrás, donde Louis lo veía sonriendo.
—¿Crees que seré una buena madre?— El alfa asintió.
—Serás una excelente madre, cariño.— Sonrió.
—Te amo demasiado.— Lo abrazó feliz.
—Te amo más omega.— Sonrieron. Sus aromas se mezclaron, cautivándolos debido al aroma que formaban.
La fiesta paso de lo más alegre, al volver a casa, el omega seguía sonriendo.
Llegaron a la habitación, el omega se quitó el vestido, colocándose un hermoso camisón. El alfa lo tomó de la cintura.
—Gracias por hacerme el príncipe más feliz.— Dejó un beso en su cuello.
—Gracias a ti por hacerme vivir mi propio cuento de hadas.—
—Así que príncipe amado... ¿Me permite hacerle el amor esta noche?—
Las mejillas del omega se tiñeron de rojo, se dio la vuelta así visualizar a su alfa.
—Solo si mi príncipe me marca.—
—¿En serio quieres...?— Asintió.
—Si, quiero ser tuyo.— Sonrió.
—Esta bien, amor.—
Comenzaron a besarse tranquilamente, Louis lo guio a la cama, lo acostó poco a poco, él subió a Harry, sin dañar su vientre.
—Te amo.— Sonrió.
—Yo más omega.— Sonrieron.
El alfa quitó aquel camisón que portaba su acompañante, comenzó a besar su cuello, bajó lentamente hasta el pecho, succionó y lamió varias veces, mientras que los gemidos del omega llegaban a sus oídos.
Bajó lentamente hasta el miembro del omega, se lo llevó a la boca, lamió y succionó el miembro del omega, saboreó completamente. El aroma de Harry llegaba a las fosas nasales del alfa, excitándolo más. Vio como el lubricante comenzaba a salir sin parar.
El alfa se separó, le dio la vuelta al omega, acercó su rostro a la entrada del omega, comenzó a lamer la entrada.
—Joder, alfa.— Gimió al sentir la lengua del príncipe.
Louis comenzó a comerse la entrada de su acompañante, hasta que Harry se corrió sin previo aviso. El omega chilló.
—Yo...—
—Shh...— Le dio la vuelta, comenzó a besar sus tetas, el omega gimió.
—Más.— Susurró.
Llevó sus manos al cabello del alfa, lo unió más a su pecho.
—Ya quiero que lactes.— Murmuró.
—Te tendré pegado a mis tetas todos los días ¿No?—
—Si.— Mordió.
Se separó y quitó su ropa, el miembro de Harry comenzaba a sacar el pre-esperma, nuevamente. Posicionó su miembro en la entrada del omega, comenzó a penetrarlo lentamente.
—Ah.— Gritó al sentir el miembro en su interior.
El omega comenzó a moverse, sonrió y comenzó a embestirlo fuerte.
—¡Joder más!—
Buscó los labios del alfa, los unió con los suyos en un tierno beso.
—¡Amor!—
Las embestidas fueron más rápidas, logrando tocar su punto dulce.
—Me voy...—
—Hazlo.— Exigió.
Harry se corrió, manchando a Louis con su esencia, el alfa lo siguió embistiendo fuerte, hasta que su orgasmo se hacía llegar.
El alfa se preparó para marcar a su omega, se escondió en el cuello mientras que lo embestía, hasta que su nudo llego, se corrió soltando un gruñido, al mismo tiempo marco a su omega. Harry soltó un grito de excitación combinado con dolor.
Louis lo marco, las feromonas del alfa se esparcieron, haciendo que el dolor disminuyera... Las feromonas del omega llegaron a las fosas nasales del alfa, suspiró.
Comenzó a lamer la marca, en la cual sangraba aún, el omega se quejó, pero sintió como su lobo estaba feliz.
El nudo bajó, sonrió y salió de su interior, tomó a su omega, lo sentó en su regazo, seguía besando la nueva marca.
—Mio, mío, mío, mío, son míos.— Susurró buscando los labios del omega.
Harry correspondió el beso, estuvieron besándose tranquilamente por un tiempo.
—Soy tuyo alfa, somos tuyos amor.— Tomó la mano del alfa y la dejo un su vientre.—Somos tuyos cariño.— Louis sonrió y bajó su mirada.
—Este pequeño es la prueba de nuestro amor.— Asintió.
—Si amor, podremos ser felices juntos, ya soy tuyo, ya no pueden separarme de ti.— El alfa sonrió y besó la marca de Harry.
—Ya nadie te va a separar de mi omega, eres mío, eres la persona que más amo en la vida... Joder a veces deseo haberte conocido antes, así hubiera evitado todo ese dolor e inseguridades.— Se separó un poco, los ojos del omega tenían lágrimas, pero las limpió rápido negándose a llorar. —Hey no, llora, está bien amor, no te niego que también tengo ganas de llorar por la noticia de nuestro cachorro.— Sonrió, Harry comenzó a llorar, se recostó en el pecho del alfa, siguió llorando.
—Te amo, en serio alfa... Jamás creía en el amor, no desde que mis padres me obligaron a cambiar... Te amo mi príncipe de ojos azules.— Soltó una risita, Louis sonrió.
—Te amo omega.—
En la habitación se sentían varias emociones, Louis cautivado por el olor de Harry, chicle y lavanda, mezclado con el aroma a menta y crisantemo, pero ahora había un olor a jazmín muy fuerte que salía del omega.
—Nuestro cachorro será el más feliz.— Sonrió.
—Si amor, haré todo lo posible para que nuestro cachorro no sufra.—
—Nunca sufrirá, la persona que le haga daño morirá.—
—Vamos a dormir...— Asintió.
—Esta bien.—
Se acostaron en la cama, cubrieron sus cuerpos con sabanas... Poco a poco se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente se despertó con un ramo de tulipanes a su lado, sonrió.
—Buenos días, cariño.— El alfa se sentó en la cama, Harry lo abrazó.
—Hola alfa, gracias por los tulipanes.— Se acercó a sus labios.
—No hay de que amor mío.— Unió sus labios. Al separarse sonrieron. —El desayuno esta listo, te quería comentar que iré al reino. ¿Te gustaría acompañarme?—
—Si, dame unos minutos y te alcanzo en el comedor.— Salió de la cama.
—¿No quieres que te ayude con tu vestido?— El omega corrió al servicio.
—¡Si! Espérame por favor.— Soltó una risa.
—Esta bien, tomate tu tiempo amor.—
Comenzó a arreglar la habitación, tiro las sabanas sucias a la cesta, hasta que la puerta se abrió.
—Príncipe, yo venia a cambiar las sabanas.— Le dijo una sirvienta.
—Ya lo realice, ¿Podrías ayudarme a llevarlas a la lavandería?—
—No se preocupe, ahora me encargo.— Tomó las sabanas y se las llevo consigo.—Los reyes salieron, vendrán en la noche.—
—Esta bien, muchas gracias.—
—Con permiso.— Asintió. La sirvienta salió de la habitación.
Louis cerró la puerta, su omega salió del baño, portaba una bata blanca.
—¿No te duele la marca?— Negó.
—No amor, tampoco arde.— Se acerco a Louis, el alfa escondió su rostro en el cuello del omega, ronroneo. —Solo me vestiré.—
—Ya me arrepentí, mejor quedémonos en casa.—
—No, vamos al pueblo alfa.—
—No.—
—Sí, vamos.— Se separó un poco, aunque el alfa se negó.
—Déjame estar contigo.—
—Estarás conmigo, pero vamos y por favor ayúdame con el vestido.—
—Esta bien.—
Se separó el omega caminó hacia el armario, sacó un vestido color blanco bordado con flores color oro, con un escote en forma de V, el vestido traía de acompañamiento unos guantes bordados con flores de oro.
—¿No te gustaría colocarte ese vestido solo para mi?— El omega negó riendo.
—No, mejor ayúdame.—
Se colocó el vestido con ayuda del alfa, el cual ayudó a amarrar el corsé de la espalda, dejando un corto beso en su cuello.
—¿Te pondrás un collar?— Negó mientras se colocaba unas zapatillas con un tacón pequeño.
—No, me gustaría que se vea la marca.— Sonrió.
—Esta bien, vamos.—
Se colocó los guantes, el alfa lo tomó de la mano, salieron de la habitación. Llegaron al comedor, degustaron de su desayuno.
Los meses pasaron rápido.
Ahora el omega se encontraba viéndose al espejo, su vientre estaba hinchado, digno de un vientre de seis meses, Harry tenia una sonrisa en su rostro.
Portaba un vestido totalmente blanco, con un poco de relieve, tenia puesto guantes blancos hasta el codo, con una mano acariciaba su vientre, en la otra mano tenia un ramo de rosas blancas.
—¿Listo cariño?— Llegó la reina.
—Si, vamos.—
Salieron de la habitación, subieron al carruaje. En todo el camino iban sonriendo. Al llegar, la reina bajo primero, luego ayudó al omega.
—Vamos, todo esta listo.— Asintió.
Caminaron hacia el pórtico de la iglesia, la reina ayudo al príncipe con su velo, colocándose enfrente.
—¿Me concede su brazo?— Llegó el rey.
—Sera un honor.— Sonrió.
El rey llevaba del brazo al omega, la reina llevaba a su hijo del brazo un poco antes que el omega.
La música comenzó a sonar, todo el pueblo se colocó de pie, el rey sonrió.
—¿Listo?— Asintió.
—Si, vamos.—
Comenzaron a caminar, Harry sonrió al ver a su alfa en el altar con su traje totalmente blanco.
Llegaron al altar.
—Te entrego al príncipe, cuídalo porque viene un cachorro.— Sonrió y tomo la mano del omega.
—Lo dos son mi vida, papá. Claro que los voy a cuidar.— Sonrieron.
El rey sonrió y asintió, bajó del altar y caminó hacia su asiento al lado de su amada reina, ambos sonrieron y se abrazaron.
—Ya serán felices para siempre.—
—Si.—
—Estamos reunidos aquí para unirlos en sangrado matrimonio, si hay alguien entre nosotros que no este de acuerdo a que este sacramento se lleve, que hable ahora a calle para siempre.—
Toda la iglesia se quedo en silencio, el párroco asintió.
—Muy bien, continuemos con el sagrado sacramento.—
Estuvieron de acuerdo, el párroco siguió la ceremonia.
Para el omega todo era un sueño, jamás se había imaginado entrando de blanco y caminando hacia el altar donde se encontraba el amor de tu vida.
Harry quería realizar la boda cuando su cachorro naciera, pero luego Louis logró convencerlo para hacerla lo más pronto posible y por ese motivo se casaba ahora estando con un vientre hinchado, agradecía que la dueña de la tienda de telas, ajustará a la perfección su vestido, sin apretar tanto a su cachorro.
Faltaban solo tres meses para recibir a su cachorro y todo el pueblo estaba pendiente a su estado, las personas del pueblo eran las más amables.
El omega, gracias a la ayuda de los reyes y de su alfa, lograron mejorar la educación del pueblo, contrataron a los mejores maestros de Alemania, para enseñarles a los pequeños, tanto niños como niñas iban a recibir sus clases, la escuela se expandió y más niños de otros reinos llegaban.
De sus padres no sabia nada, se alegraba en cierta parte de eso, tenia aquella paz mental que hace años le hicieron perder, ahora su vida era todo lo contrario... Ya no se sumergía en agua, ya no lo golpeaban, yo no tenia que temer al dormir, ya podía bailar, reír y vestirse con los hermosos vestidos que siempre soñó tenerlos puestos en su cuerpo.
Perdió todo ese miedo, esas inseguridades, ahora era libre y así quería seguir siendo... Libre.
—Príncipe Louis, ¿Acepta usted al príncipe Harry como su legitimo esposo?—
El omega salió de su burbuja de recuerdos, sonrió al ver los anillos al lado de Louis.
—Sí, acepto.— Tomó el anillo y tomó la mano del omega.—Prometo protegerte y cuidarte en todas las formas que pueda. Desde este día en adelante, tu seguridad será mi prioridad y tu felicidad mi mayor recompensa, estaré a tu lado en los buenos y malos momentos, como un alfa fiel. Juntos, enfrentaremos los desafíos que nos depare la vida y celebraremos nuestras victorias en unidad, prometo honrar y respetar nuestro vínculo único, nutriéndolo con amor y devoción cada día de nuestras vidas juntos, ofrezco mi fuerza para sostenernos en los momentos difíciles y mi ternura para reconfortarte en los momentos de vulnerabilidad. Prometo ser tu apoyo constante, tu compañero de vida en esta travesía que emprendemos juntos, seré tu fuerza en los momentos de debilidad, tu luz en la oscuridad, y tu compañero en cada paso del camino. Con humildad y gratitud, acepto el regalo de tu corazón y te prometo el mío en retorno, ahora y para siempre.— Le colocó el anillo.
El omega sonrió con lagrimas en sus ojos. Tomó el anillo y la mano de su alfa.
—Príncipe Harry, ¿Acepta usted al príncipe Louis como su legitimo esposo?—
—Acepto.— Elevó su mirada, los ojitos del alfa tenían un brillo tan especial.—Mi amado príncipe, en este día tan especial, quiero expresar mi gratitud por tu amor y tu protección. Como omega, me comprometo a ser tu compañero fiel y tu apoyo incondicional. Prometo honrar nuestra unión, valorando tu fuerza y tu ternura por igual. Estoy emocionado de caminar contigo de la mano, enfrentando juntos los desafíos que la vida nos depare, entiendo la importancia de nuestro lazo y la fortaleza que encontramos el uno en el otro. Prometo estar a tu lado en los momentos difíciles, confiando en tu liderazgo y ofreciéndote mi amor y mi apoyo en todo momento, prometo ser tu refugio en la tormenta, tu consuelo en los momentos de dolor y tu alegría en los momentos de felicidad. Mi corazón late al unísono con el tuyo, y juntos formamos un lazo eterno que trasciende las barreras del tiempo y el espacio. Juntos, construiremos un futuro lleno de amor, confianza y felicidad.— Le colocó el anillo.
—Yo los declaro oficialmente esposos, puedes besar a tu omega.—
El alfa sonrió, sus labios se unieron lenta y profundamente, todo el pueblo gritó de la felicidad.
—Te amo.— Susurró al separarse del beso.
—Te amo más omega.— Dejó un beso en su frente.
Tomaron sus manos y bajaron del altar, caminaron hacia la salida de la iglesia...
La fiesta fue un éxito, después de inaugurar la pista de baile, Harry desapareció de la fiesta, Louis al darse cuenta salió de la fiesta sin que se dieran cuenta, corrió hacia la habitación.
Al llegar se escucho ruido en el baño, corrió y lo abrió.
Vio a su omega cambiándose de sujetador.
—¿Estas bien, amor?— Preguntó.
—Si, solo que la leche comenzó a salir sin parar.—
—¿Me das?— Caminó hacia el omega.
—Amor, tenemos que seguir en la fiesta.— Negó abrazando a su omega.
—Dame.— Bajó un poco el sujetador, dejando expuestas las tetas del omega.
—Esta bien, ven.—
Acunó al alfa, lo llevó a su pecho, Louis comenzó a succionar rápido. Ronroneo complicado.
—Despacio, alfa.— Acarició su cabello.
—Espere tanto este momento para beber de tus tetas.—
Soltó una risita. El alfa terminó de beber en una teta, se pasó a la otra.
Harry acariciaba el cabello de su alfa. Cuando Louis terminó sonrió y se separó.
—¿Te ayudo?— Preguntó viendo el sujetador.
—Por favor.—
El alfa le ayudo a abrocharse el sujetador, subió el vestido y cerró el corsé.
—¿Ahí está bien?— Asintió.
—Si alfa, vamos.—
Salieron del cuarto de baño, el alfa lo llevaba abrazado.
—Mi amor, ¿Te gustaría que nuestro cachorro naciera en el hospital?— Preguntó al estar en el último escalón.
—Me gustaría aquí en nuestro hogar— Asintió.
—Esta bien amor, así tenemos todo listo para el parto.—
—Esta bien, pero si amor, quiero el parto aquí en nuestro hogar.—
—Como gustes cariño, ahora vamos a disfrutar de la fiesta...—
Tomó la mano del omega y caminaron hacia el salón, donde todo el pueblo seguía bailando, comiendo y riendo.
Caminaron hacia sus amigos, comenzaron a hablar de cualquier tema...
Al terminar la fiesta, los príncipes emprendieron su rumbo al nuevo hogar, aún con la reina y el rey diciendo que mejor se quedarán hasta que naciera el bebé. Pero los príncipes dijeron que podían vivir ellos solos.
El castillo de Louis no queda tan lejos, eran solo diez minutos a carruaje. Se despidieron aún con lágrimas en sus ojos.
En todo el camino iban abrazados, el alfa acariciaba el vientre del omega.
—¿Será alfa u omega?— Preguntó Harry.
—Lo que sea esta bien amor, lo amaré de la misma forma.— Sonrió.
—¿Si es omega varón lo amarás?—
—Claro que si cariño, es nuestro hijo y él solo merece amor.— Sonrió.
—Te amo tanto alfa.— Murmuró.
—Te amo más mi omega, los amo mucho más a los dos.—
Llegaron al castillo, bajaron, Louis llevó las maletas a la habitación con ayuda del chófer, al terminar se retiró, dejando solo a la pareja.
—¿Te quitarás el vestido o te lo puedo quitar?—
Las mejillas del omega se tiñeron de rojo.—Puedo aceptar la segunda.—
—Ven y quítamelo.— Sonrió.
El alfa se acercó sin dudar, comenzó a desatar el corsé, después de aquello la parte superior del vestido comenzó a descender, dejando expuesto el sujetador. Desató la falda, así su omega quedó solo en lencería frente a él.
Acarició su vientre hinchado, siendo recibido por algunas patadas de parte de su cachorro. El alfa se arrodilló a medida del vientre.
—Hoy me prestaras a mamá un rato cachorro...— Dejó cortos besos en su vientre.
Después de aquello se colocó de pie y tomó a su omega de la cintura, comenzó a besarlo, lo guio a la cama, tomó asiento, su omega se colocó alrededor de sus piernas.
Desabrochó el sujetador, lo tiró por algún lado de la habitación, vio como las tetas del omega expulsaban leche. Se acercó y comenzó a succionar. Mientras que con su mano derecha bajo hasta la ropa interior, se metió en ella y buscó la entrada del omega, sintió el lubricante en sus dedos. Metió dos dedos de golpe, obteniendo un gemido fuerte. El omega tomó el cabello del alfa uniéndolo más a sus tetas, se negó a que se separará.
—Más.— Suplicó.
El alfa metió el tercer dedo, jugando con la entrada de su esposo, sonrió y sacó sus dedos demasiados lubricados. Se separó del pecho, acarició con el propio lubricante del omega, lleno las tetas de Harry con el lubricante. Soltando varios jadeos, la entrada del menor seguía produciendo gran cantidad de lubricante.
El omega llevó su mano hacia su entrada, tomó lubricante con sus dedos, los llevo a la boca del alfa, el cual recibió los dedos complacido, los lamió sin dejar ninguna gota de lubricante.
Volvió a tomar una de las tetas del omega, soltó un gruñido complacido al saborear el lubricante y la leche de su acompañante, se comió desesperadamente las tetas del omega, Harry estaba más que complacido pidiéndole que siguiera y no se detuviera.
—Come de mi, aliméntate, mis tetas son todas tuyas, alfa.— Sonrió.
—Hmm... Me encanta esto, mi amor. Joder voy a dejarte cachorros más seguido.—
Una sensación llego al estómago del omega, su miembro suplicaba que lo liberará de la ropa interior, sentía como su pre-esperma manchaba la ropa, llevó su mirada hacia abajo, su alfa seguía devorando sus tetas, mordiendo, lamiendo y succionando toda la leche.
Tomó la mano del alfa y la llevó hacia su miembro, el alfa apretó, gimió. Sacó el miembro del omega y comenzó a acariciarlo.
Al terminar de tomar la leche se separó, el omega tenía sus mejillas rojas, sus labios hinchados, sonrió levemente. El alfa se desabrochó su camisa, aunque el omega comenzó a desabrocharla rápido, se notaba su desesperación, Louis soltó una risita.
—Voy a disfrutar esta noche.— Besó su cuello.
—Pero por favor anúdame, quiero tu nudo alfa, quiero estar lleno de ti, por favor.— Se separó.
—Como órdenes príncipe.—
Bajó a Harry, sacó rápido su pantalón y su ropa interior, dejó al omega acostado en la cama, subió sin lastimar su vientre.
—Ábrete.— Ordenó.
El menor abrió sus piernas, dándole vista al alfa de una entrada llena de lubricante, el alfa sonrió y metió sus tres dedos, el omega gimió. Rasguñó y pellizcó la entrada, sacó sus dedos, posicionó su miembro en la entrada del omega.
Comenzó lentamente a entrar, los gemidos de Harry comenzaron a escucharse más fuerte, entró completamente, el omega soltó un grito, su respiración se entrecortó.
—Oh, alfa muévete.— Pidió.
Las embestidas comenzaron, fueron fuerte desde el principio, el omega se aferró al cuello del alfa, rasguñó la espalda del alfa, gimiendo fuertemente, sus cuerpos volvieron a unirse, Louis gruñía cada que su miembro tocaba el punto dulce de Harry, por parte el omega se podía quedar si voz de tanto gemir el nombre del príncipe.
Las sensaciones de paz y liberación llegaron después de varias embestidas, el nudo del alfa hizo que el omega terminará exhausto y cayera en los brazos de Louis, aunque el alfa seguía pegado a las tetas de su esposo, no podía negar que tenía una obsesión por aquellos pedazos de carne, que actualmente lo alimentaban.
Cuando el nudo bajó, Louis salió lentamente sin despertar al omega, cubrió sus cuerpos con sábanas, limpio el sudor del omega, luego de eso, bajo hasta el vientre, dejó varios besos en aquella parte.
—Mi cachorro... Se que vivirás en un hogar feliz, de eso me encargaré, junto a mamá te haremos feliz mi amor, si alguien llega a dañarte, te juro que lo decapitaré.— Una patada se sintió.—Bueno, exageró un poco, está bien, pero no sé quedará impune el acto, te amo mi pequeño cachorro en tres meses tendré el privilegio y honor de tenerte en mis brazos, en ver a mamá teniéndote en sus brazos. Te envidio porque tienes a mamá para alimentarte solo a ti, pero aún así te amaré tanto mi cachorro, espero ser un buen padre para ti, te amo, ahora duerme, que mamá ya se quedó dormida.— Dejó unos últimos besos, su bebé pateo por última vez.
Se separó y se acostó entre las tetas de su esposo, se quedó dormido en aquel lugar, su omega lo abrazó aún dormido.
El tiempo pasaba rápido, Louis era demasiado protector con su omega y su cachorro, no dejó que nadie se acercará a su esposo, ni siquiera los reyes.
—Cachorro, ya, soy la abuela del bebé.— Sus ojos seguían rojos, estaba abrazando al omega.
—Alfa, llama al doctor, el bebé ya va a nacer.—
—¿Ya?— Preguntó.
—Si, ya viene.— Un dolor llegó a su vientre.
Louis se colocó de pie y salió corriendo de la habitación para llamar al doctor.
—Tranquilo cariño, ven, vamos a ponerte un atuendo que te facilitará.— Asintió.
Se colocó de pie, pero su fuente se rompió, el omega suspiró y un dolor llegó.
—Cachorro espera, tu mamá aún no está lista.— Susurró la reina.
—¿Me puede traer el camisón rosa, por favor?— Asintió.
La reina corrió hacia el armario, tomó el primer camisón y corrió hacia Harry, lo ayudó a colocárselo, tiró algunas sábanas y ayudó a posicionar a Harry.
Las contracciones comenzaron, el omega chilló del dolor.
—Tranquilo, respira, no tardan en venir.— Asintió.
La reina lo ayudó con la terapia respiratoria, pero el dolor era más fuerte. El doctor entró corriendo. Saludó a todos.
—¿Puedo revisarte?— Asintió gimiendo del dolor.
Louis se acercó a Harry, le colocaron una sábana encima de sus piernas, lo colocaron en posición de parto.
—Ya tienes diez de dilatación, está bien, vamos a comenzar.— Asintieron. —Empieza pujando lo más que puedas.— Estuvo de acuerdo.
La reina estaba al lado izquierdo de Harry, Louis estaba al lado derecho del omega, tomándolo de la mano.
—Vamos mi amor, puja.—
El omega comenzó su labor de parto, no sabe cuánto tiempo pasaba, solo escuchaba al doctor decirle que pujara más fuerte. Pujo por última vez, su cuerpo sintió una energía, suspiró aliviado al escuchar el llanto de un bebé.
—Es un pequeño alfa, saludable.— Sonrió.—Disculpe reina, solo voy a limpiarlo y dárselo a la madre.— Asintió dándole paso.
El doctor limpio al bebé, el cual seguía llorando, Harry comenzó a llorar y se recostó en el hombro de Louis, el alfa dejó un beso en su sien.
—Tranquilo mi amor, ya está con nosotros.— Sonrió y asintió.
—Si cariño.—
El doctor regresó con su bebé en brazos, se lo entregó a Harry, el omega lo dejó cerca de su pecho, dejó un beso en su frente, su bebé dejó de llorar.
—Bienvenido mi amor.— Susurró.
Llevó su mirada hacia Louis, el alfa tenía lágrimas en sus ojos.
—Oh mi amor, ten a tu hijo.— Lo tomó en sus brazos, el alfa lo abrazó y lloró en escondidas.
—Bien príncipe, solo tengo que limpiarte, no te muevas.— Asintió.
Todo el dolor se había desaparecido, su lobo estaba exhausto, pero feliz. El omega podía sentir la felicidad del alfa, el cual se fue a un lado de la habitación a llorar de felicidad. La reina había salido a buscar a su esposo.
—Listo príncipe Harry.— Arregló las sábanas de la cama.
—Muchas gracias doctor.—
—No hay de que, cualquier consulta estoy para servirles.— Louis regresó junto a ellos.
—Gracias.—
—No hay de que, felicidades, los dejo disfrutar de su pequeño.— Asintieron.
El doctor salió, dejando solos a los príncipes.
El omega vio a su esposo, tenía los ojos llenos de lágrimas.
—Te amo.— Susurró.
—Te amo mucho más mi alfa.— Sonrió.
—Ahora, mi príncipe que odiaba los cuentos de hadas... ¿Ya creyó en los cuentos de hadas?—
—Si amor, ya creo en los cuentos de hadas, ahora se que seré feliz al lado de mis dos hermosos alfas.— Vio a su pequeño en los brazos de Louis.
El pequeño bebé seguía dormido, tomando fuertemente el dedo de su padre.
—Gracias por hacerme creer en los cuentos, gracias mi príncipe por hacerme feliz, te amo demasiado.— Dejó un corto beso en los labios del alfa.
—Gracias por darme la oportunidad amado mío de demostrarte que podemos crear nuestro propio cuento de hadas...—
Unieron sus labios en un tierno beso, al separarse, se abrazaron entre lágrimas de felicidad...
Y vivieron felices para siempre...
FIN
🤴🏻👑
OMGGG, muchas gracias por el apoyo, mil gracias, pronto nos veremos con nuevas historias.
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