Estaban en la pradera frente a un rio, Higuchi recolectaba agua, Dazai había desaparecido y el azabache se había quedado con el fiel minino. El gatito solamente se le encimaba y buscaba jugar, mordía sus manos y se subía por su chaqueta. - ¿puedes calmarte? – pidió al gato pero esté siguió tirando de su gabardina – déjame maldito gato tigre

El gato siguió tirando y Higuchi quien había llegado lo tomo del pescuezo – Tora deja a Akutagawa-sempai – el gato maulló y rasguño a la chica a la cara. Higuchi lo dejo caer, el gato estaba erizado y gruñéndole a la rubia, lamió su pata y acomodo su pelaje después fue con Akutagawa y se hecho en su regazo – parece que está adaptado a usted, sempai

― Maldito gato tigre – se quejo

Dazai miro desde un árbol, después miro hacia la copa de los arboles - ¿ya viste la torre? – le pregunto a su cuervo, esté regreso a su hombro – ya veo... seguiremos caminando, así Tora se acostumbrará más a los humanos

― Dazai-san ¿está listo para seguir? – pregunto la rubia quien lo vio jugando con una ardilla

― Claro – sonrió Dazai

― ¿Por qué juega con los animales?

― Es un brujo, los animales son parte de la naturaleza

― Ridículo

El pequeño gatito salto en el hombro de Akutagawa y se acomodó. Miro a Higuchi molesto – esto no me hace un brujo

― No para nada – sonrió Higuchi 

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