Dazai continuo el camino con los dos soldados, pronto anochecería así que Akutagawa dicto que acamparían, Dazai hizo una fogata mientras la rubia y el azabache ponían tiendas de campamentos. Higuchi estaba emocionada como cada cruzada, el azabache estaba alerta. Dazai miraba las estrellas. – Dazai-san

― ¿si?

― ¿no podrá una tienda?

― No, - sonrió mirando las estrellas – dormir viendo el espectáculo de la vida es hermoso

― ¿seguro?

― Sip, gracias

― Usted... Realmente no parece un brujo

― Siéntate a mi lado chico

Akutagawa dudo pero aun así se acercó a él y se sentó – cuando era joven, Odasaku siempre me traía a lugares así

― Si era tan amigo de mi padre ¿Por qué se volvió un brujo?

― Cuando lo conocí yo ya lo era, no puedes negar la brujería

― Ya veo...

El pequeño gato apareció de entre las ropas del azabache y esté solo suspiro, Dazai sonrió – parece que te tomo aprecio

― ¿Por qué su gato me persigue?

― Mi pequeño Tora es un gato maldito, busca el calor y la energía de las grandes fuerzas. Tú debes ser muy fuerte. Usualmente solo se pega a mi

― ¿Por qué un gato seria maldito?

― ¿y por qué no? ¿has oído sobre "la curiosidad mato al gato" hay veces que ese gato no muere, y se queda eternamente a un brujo

― Comprendo, así que es su polizonte

― Algo así – dijo sonriente – mi mascota

― Pobre Tora – menciono acariciando al gato. Este maulló alegre – me iré a dormir – dijo seguro de sí mismo mientras tomaba al gato entre sus brazos

― Descansa – sonrió mirando las estrellas – mañana no te vayas a asustar – susurro alegré