Luego de asegurarse de que el príncipe dormía, ambos dejaron la habitación bien cerrada y se dirigieron hacia las habitaciones que les habían asignado, Jiseok y Seungmin se despidieron en cuanto entraron a su habitación, en cambio Jungsu solo entro a la suya para tomar algo que lo ayudara a abrigarse, pues la noche era un poco fría. Camino sin prisa por los pasillos, llegando hasta las grandes puertas del palacio, donde ya lo esperaban

-¿Que haces aquí?- le pregunto cuando bajaban por la escalinata

-vengo con los académicos, su prueba final es aquí- comento el otro

-¿Cuando llegaste?- pregunto

-una hora después de ti- fue la respuesta que recibió, al tiempo que llegaban donde un par de caballos los esperaban, uno blanco y uno pinto- pero eso no es lo importante ahora, quiero mostrarte un lugar- fueron sus palabras antes de que ambos montarán sus respectivos corceles.

Se suponía que las luces debían estás apagadas y todos en sus camas, durmiendo plácidamente, pero eso no era así, un trio de chicos se encontraba fuera del cuartel, acorralando a una chica que pasaba por ahí, los jóvenes le hacían insinuaciones de todo tipo, incomodando a la chica, que realmente quería que esos tres se alejaran. Al parecer sus plegarias fueron escuchadas, por qué, cuando empezó a sentir la mano de uno de ellos en su mandíbula, tres cadenas salieron disparadas hacia ellos, atando sus cuerpos por completo

-son una vergüenza para la academia- dijo aquel chico con una mueca, viendo como la pelirroja salía corriendo- los profesores y el general Goo se enteraran de esto

-liberanos Lee- ordenó uno de ellos, de cabello verde oliva- tienes a toda la academia a tus pies, déjanos divertirnos un poco

-tu definición de diversión me enferma- fueron sus palabras ante de darse media vuelta e irse- se quedarán ahí a menos que puedan liberarse- demandó mientras se alejaba

-por favor Lee, hace frío- grito otro, de cabello rojo fuego

-entonces usa tu magia ¿No eras bueno con la magia de fuego? vamos, derrite las cadenas- Jooyeon siguió su trayecto, y, de un instante a otro, una extraña neblina comenzó a rodearlo, cuando está ya no está, tampoco lo estaba el de mechón albino, en su lugar, había un
águila calva, que había emprendido el vuelo al instante.
.
.
.
.
La majestuosa ave voló por los alrededores del castillo, observando las distintas ventanas, buscando a cierto chico de azabache cabello, luego de varios minutos buscando, logró localizarlo, sin hacer mucho ruido, aterrizó en la terraza fuera de la habitación de Hyeongjun, rápidamente volvió a su cuerpo real, sacando un lirio y una carta de su saco, las dejo en el suelo y dio tres toques en la puerta de cristal, cuando vio la figura del mayor levantarse fue cuando escapó, saltando por la barandilla, volviendo a ser un águila en el proceso y emprender el vuelo al instante.

Tres extraños golpes en la puerta que daba hacia el balcón ocasionaron que despertara, con pereza dejo la cama y se acercó a investigar, volteo a todos lados, en busca de lo que golpeó la puerta, sin resultado, cuando iba a volver al interior fue cuando noto la flor en el piso y la hoja doblada, tomo ambos objetos en sus manos y volvió a la habitación. Cuando estuvo entre las sábanas de la cama fue cuando desdobló la carta y empezó a leerla, con ayuda de una vela que tenía cerca

Hyeongjunie adivina: estoy en mi última prueba para ser legionario,
Pero estoy en Nahell ahora mismo, casi en la frontera con Moonleck, así que no puedo verte, aún así, mi promesa sigue en pie.
Tarde o temprano conocerás Jay, mi águila calva (fue un regalo de mi padre, deberías ver el pavo real que le dio a Felix) es muy inteligente y rápido, sabrá encontrarte y entregarte mis cartas y flores.
Espero que la pases increíble en Uri junto a tu abuelita, a la próxima te juro que te acompañaré.
Atte: Jooyeonie<3
Pd. Si algún día quieres alimentar a Jay antes de que vuelva a mi, por favor, no le des insectos, los vomita ;-;

Hyeongjun río ante lo último antes de dejar la carta y la flor en el mueble a su lado y apagar la vela, durmiendo minutos después gracias a la melodía que salía de la cajita musical.

-¿Has oído la leyenda de la diosa Homin y la reina Seungji?- fue la pregunta de Gunil cuando caminaban entre los árboles

-la reina que se convirtió en diosa para poder estar con su amada— recito el menor con una sonrisa pequeña- Yongsun noona me la contaba antes de dormir

-entonces sabes del lago mirror, donde la reina Seungji acepto el trato de los dioses y se convirtió en la diosa de la fertilidad, protectora de mujeres y donceles- el menor asintió mientras su esposo le tendía la mano para que no se cayera de aquel trocó caído

-claro que lo conozco, quise conocerlo desde pequeño- reveló, acomodando un poco la caperuza sobre su cabeza

Gunil no dijo nada, solo le pidió que lo siguiera, pasaron caminado un par de minutos hasta llegar a un lago bellamente iluminado con la luz de la luna

-Es...- el ojiverde ni siquiera termino la frase por lo maravillado que estaba, viendo como las piedras debajo del cuerpo de agua brillaban gracias a la iluminación del satélite

-el lugar donde la reina Seungji renunció a su vida mortal para vivir a lado de la diosa de la magia, Homin- el castaño se acercó a la orilla, tomando una pequeña piedra que se encontraba levemente sumergida- ella, a cambio, dejo un regalo para los mortales, encantando este lago y el agua que lo conforma

-cuando dos almas unidas por Jinhyun naden en sus aguas, se iluminará tan bellamente que aquel que lo presencié deseara estar en su lugar- continúo el menor, recordando aquellas noches en las que su hermana mayor le contaba esa historia cuando era pequeño junto a sus otras tres hermanas

-y todo objeto sumergido en ella, brillará al ser tocado por estás almas- delicadamente, Gunil dejo la piedrita en la mano del menor y, antes de que despegará su mano, el mineral empezó a desprender una luz azulada- pero también dejo un regalo a aquellos que desencadenan toda su magia, y es que podemos ver nuestra otra alma- susurro con una ligera sonrisa en su rostro, admirando las mejillas sonrojadas del otro

-¿Desde cuándo lo sabes?

-desde que te vi en la plaza de Kabech, eras quien mas resaltaba  entre aquellas mujeres y donceles- recordó con una sonrisa, sentandose a su lado- brillabas tal como una estrella, opacando a todo lo que te rodeaba

-¿Por eso ofreciste tanto por mi?- le pregunto, recordando ese mismo día, el día de la subasta- diste 5,000,000 de piezas de oro, fue la cantidad más grande que se recaudo ese día

-era la única manera en la que pensé que estarías mejor, además, evite que te casarás con el señor Yeon- dijo, con una fugaz sonrisa

- y aún así ¿Quieres darme el divorcio?- le pregunto

-lo que más deseo es que seas feliz, y yo sé que esa felicidad no la encontrarás a mi lado- fueron las palabras de Gunil- si eres feliz, yo también lo seré, aunque estés con alguien más

-no digas tonterías- murmuró el rubio, recibiendo una mirada confusa del contrario- ¿Cómo seré feliz si tú no lo eres? se que no lo demuestro mucho, pero me preocupo por ti, demasiado- confesó, sonrojado

Poco a poco el ambiente cambio a uno cálido, donde solo hablaban entre ellos, olvidando todo lo que había sucedido en el pasado, prometiendo un mejor futuro y disfrutar del presente, donde ambos podían ser ellos sin restricciones.

Mucho trabajo, exámenes a la vuelta de la esquina, exposiciones toda la semana 😭 ya quiero vacaciones para avanzar más rápido.