Era ya mediados de febrero, oficialmente se cumplía un mes desde su llegada al palacio, podría decirse que ya se acostumbro, pero no sería el caso, las clases no eran difíciles, pero no quitaba el hecho que fueran pesadas, las citas con las modistas eran siempre molestas, siempre terminaba con un pinchazo de aguja en alguna parte del cuerpo, y sin duda, lo más molesto era encontrarse con la reina Chaeyoung, que lo miraba como su fuera inferior a ella, cosa que Jisung desmintió, diciendo que, en aquellas  circunstancias, quien tenía más poder era Hyeongjun, pues llevaba la sangre del rey Jinsoo

Ahora mismo se encontraba en camino a Uri, para visitar a su abuelita, era muy diferente a viajar solo al pueblo, pues la distancia entre Uri y Jael, la capital de Jisunitt, era de doce horas en tren, ahora mismo estaban en Ill, por lo que solo le faltaban dos horas para llegar, pero habían decidido detenerse y admirar el paisaje un poco, pues, al estar más cerca de la costa, era más cálido y no necesitaba de un abrigo afelpado para salir

-es muy lindo- exclamó con una gran sonrisa, viendo las calles que rodeaban la estación- ¿Acaso has visto un pueblo tan lindo Seungmin?- indagó hacia su guardia, que había sido el único que bajo con el, pues Jungsu y Jiseok aún seguían dormidos, entendible si tomamos en cuenta que tomaron el tren durante la madrugada y ya eran las tres de la tarde

-nunca alteza- contesto con respeto- crecí en Uri y solo salí de ella cuando el general Bang me reclutó para formar parte de la protección del castillo, cuando tenía 16 años

-¿Y tus padres no te llevaron a algún lugar? ¿Cómo a Tefell, Ich o Nahell?- pregunto, recordando la vez en que su madre lo llevo a Ich y conoció la nieve por primera vez

-lamentablemente no- reveló, mostrando una mueca de tristeza- mi padre doncel murió dando a luz cuando yo tenía dos años y mi otro padre murió ahogado antes de mi cumpleaños número diez

-lo lamento- respondió apenado por sacar el tema- ¿Que paso con tu hermano?

-era una niña y falleció dos días después de nacer- contó, mirando al cielo-  después de la muerte de mi padre, estuve solo por tres días antes de que una familia de comerciantes provenientes de Tut me descubriera y me llevará a un orfanato que estaba ligado a la academia militar

-¿Fue difícil?- pregunto mientras miraba su perfil

-un poco- asintió- pero me hizo lo que soy ahora y me ayudó a encontrar a la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida- expreso con una sonrisa pequeña y Hyeongjun sabía que hablaba de Jiseok, pues el mago se lo había revelado semanas atrás

-alteza- escucharon cerca de ellos- el conductor dice que debe volver de inmediato, el tren está por partir

-gracias Taehyun- fueron sus palabras ante el sub general de la legión mágica antes de empezar a seguirlo con Seungmin detrás de él.

Eran casi las cinco de la tarde cuando el tren se detuvo en la estación de Uri, donde los esperaba una caravana que los guiaría hasta el palacio

-sea bienvenido alteza Hyeongjun, es un placer conocerlo en persona- expreso aquella peli negra mientras daba una elegante reverencia- soy Jang Wonyoung y seré su guía aquí en Uri

-un placer señorita Jang- el azabache respondió la reverencia con elegancia, cómo lo había practicado durante sus clases de etiqueta, a sus espaldas, Jungsu copio la acción, en cambio, Jiseok miro de mala manera a la chica- el placer es todo mío

-su carruaje lo espera...alteza- solo fue un segundo en el que sus miradas se toparon, pero fue suficiente para que la brillante sonrisa de ella disminuyera por una milésima de segundo, a su vez, el de melena bicolor, sonriera con un poco de superioridad- por aquí- indico mientras indicaba el vehículo y Hyeongjun empezaba su recorrido hacia el interior de la estación

-¿Que haces aquí?- murmuró la chica cuando Jiseok paso a su lado

-soy el doncel protector del príncipe, mi deber es seguirlo a todos lados- contesto de igual forma mientras la chica caminaba a su lado

-¿Y Minnie oppa?- pregunto, mirando de reojo al grupo de guardias que venía detrás

-mi prometido está dentro del tren, hablando con el sub general Kang- las mejillas de Wonyoung se tiñeron de rojo por el enojo ante lo dicho

-el no es tu prometido- dijo enojada

-juzgalo tu, cariño- fue la respuesta del doncel, levantando su mano izquierda, donde estaba su loto y un anillo en el dedo anular

-¿Cuando...?

-en mi cumpleaños- respondió- fue tan lindo

-nos es justo, de seguro le lanzaste un hechizo o algo

-nos seas boba, los magos no usamos ese tipo de hechizos para nuestro beneficio, si me propuso matrimonio fue por el mismo, yo no hice nada

-no te creo- fue la última respuesta de la joven antes de alejarse de el y acercarse a Hyeongjun

-asi que es ella- escucho a su lado- no se parece nada a lo que describiste

-solo se comporta así por el príncipe, ya verás cuando nos la topemos sin Hyeongjunie cerca- contesto a Jungsu- es una auténtica bruja.

-¡Abuela!- exclamó el menor corriendo hacia la mujer de cabello Cano

-mi niño- respondió con una gran sonrisa, abriendo los brazos para recibir al chico, todos observaban la escena, unos con grandes sonrisas y otras con lágrimas acumuladas en los ojos- pero mírate, te ves tan apuesto- halago viendo de pies a cabeza a su nieto

-tu te ves muy hermosa- fue turno de Hyeongjun de halagar a su abuela, que parecía una reina con aquel vestido lila que llegaba a sus tobillos- tengo mucho que contarte- confesó mientras empezaban a caminar hacia el interior, siendo seguidos solo por Jiseok, pues Jungsu estaba estático gracias a la nota que había aparecido mágicamente frente a su rostro

Nos vemos en la escalinata al anochecer

No había necesidad de alterarse, sabía de lo que se trataba

Su esposo estaba ahí.

-¡Atención! Su deber será garantizar el bienestar del príncipe Hyeongjun durante su estancia en Uri- grito al grupo de jóvenes uniformados con aquel traje morado oscuro- será su última prueba, un solo rasguño en el príncipe o sus donceles y todos repiten el semestre ¿Alguna duda?- varias manos se levantaron

-¿El príncipe debe saber dónde estamos?- indagó una chica de cabello rubio con matices verdes

-no, su alteza Hyeongjun no debe sabor siquiera que estamos aquí- indico, mirando de reojo al de mechón albino que estaba en las primeras filas- si los ve, es reprobar, también aplica para los acompañantes de su alteza

-mi novio está aquí ¿Podré verlo?- indagó el chico de cabello morado

-siempre y cuando no represente una distracción- respondió. Gunil continúo contestando las preguntas una por una, por más tonta que fuera, y cuando todo estuvo aclarado, se dirigió hacia el cuartel  mágico de Uri, que quedaba a treinta minutos de la estación de tren y, en medio de la caravana, una nota llegó a el

Más te vale no tardar

Sonrió sutilmente, su esposo seguía siendo un poco brusco con las palabras, pero, al menos, está vez si le respondió

Estoy en camino amor mío.

Tenía planeado este capítulo desde hace dos semanas, pero los exámenes no me dejaban, en fin, ya tengo el final, pero aún falta para eso😉.