Jimin miraba como el médico revisaba al pálido, el cual estaba dormido por la medicina que le habían dado, Jimin tenía miedo de lo que su esposo podía llegar a tener.

—Dígame que tiene mi esposo. —dijo Jimin con lágrimas en los ojos.

—Majestad. —habló el médico. —el veneno de hace cinco años lo está matando.

—¿Veneno? —dijo confundido. —pero él también tomó el antídoto.

—Su majestad el emperador Min dijo que únicamente había para una persona. —lo vio. —al tener usted más veneno en su interior prefirió darle a usted el antídoto aún si él moría lentamente.

—¿Por qué no me dijo nada? —dijo molesto.

—El emperador Min me hizo jurar que no le dijera nada. —hizo reverencia el hombre.

Jimin cerró los ojos mientras más lágrimas resbalaban por sus mejillas, se maldecía por no haber matado cuando tuvo oportunidad a Hoseok. Abrió los ojos y miro a su esposo el cual descansaba en la cama, Jimin le acarició el rostro y luego miro al médico.

—Sus venidas al reino no eran por una simple gripe de él. —hablo. —¿Verdad?

—Así es majestad. —agacho la cabeza. —el emperador se sometía a un tratamiento para retener el veneno.

—Entonces haga el tratamiento otra vez. —se levantó y se arrodilló. —salve a mi esposo se lo suplico.

—Majestad aunque quisiera ya no puedo. —se arrodilló el hombre. —el tratamiento dejo de funcionar hace unos meses, además por un largo tiempo se buscó otro antídoto, pero no hubo resultado alguno, ya que el veneno era muy raro y difícil de conseguir.

Jimin cerró los ojos y asintió, el hombre se fue a petición de Jimin el cual estaba todo el día con su esposo. Jimin le limpiaba el rostro y el cuerpo a su esposo, a veces dejaba que su hijo pasará tiempo con su padre, una noche Yoongi abrió los ojos y vio a Jimin el cual lo veía con una sonrisa llena de nostalgia.

—Pensé que era broma cuando decías que querías pasar todo el día conmigo. —le beso la mano.

—Jimin perdoname. —le dijo.

—No importa amor. —le acarició la mejilla. —estamos juntos.

—No llores. —le limpio las lágrimas de los ojos.

—Me es difícil sabes. —sonrió. —pasamos muchas cosas buenas juntos.

—Lo sé. —tocio.

Jimin le limpió la boca y lo ayudó a sentarse para seguir hablando, por su tono de voz Jimin sabía que lo iba perdiendo poco a poco.

—Tenemos un hijo muy inteligente. —sonrió Jimin.

—En eso se parece a ti. —dijo con dificultad. —parece que heredó todo de ti y de mí solo mi tono de piel.

Jimin río y comenzó a acariciarle la mejilla a Yoongi mientras le cantaba suave, Yoongi tenía su mano en la mejilla de Jimin. El pálido quería mantener sus ojos abiertos, pero poco a poco los iba cerrando por lo cansado que se sentía, Jimin al sentir la mano en su hombro cerró los ojos y le dio un beso en la frente mientras lloraba y se ocultaba en su pecho. Esa noche había perdido al amor de su vida, a la persona a la cual se entregó y con el que tuvo un hijo, esa noche había perdido a Min Yoongi.

«Fin»