6

Jimin miró la habitación del pálido y acarició las sábanas de seda, Yoongi miró al chico el cual estaba concentrado en las sábanas, "Soobin" irradiaba inocencia. El pálido se acercó y se puso detrás de él, asustando un poco al castaño, el cual se giró y lo vio nervioso.

—Sus aposentos son muy diferente al que yo poseo majestad. —sonrió.

—¿Te gustan mis aposentos? —le acarició la cintura.

—Sí majestad. —llevó su mano al pecho del pálido.

Yoongi lo tomó de ambas mejillas y le dio un corto beso, Jimin a duras penas le pudo seguir el beso y como consecuencia de eso le mordió el labio con fuerza que le sacó sangre. El pálido se alejó y Jimin al ver lo que hizo se agachó, Yoongi al ver la actitud del chico se acercó y lo levantó.

—Debí preguntarte si sabías besar. —le dijo.

—Perdóneme majestad. —bajo el rostro. —debo de ser castigado por lastimarlo.

—Fue un accidente. —le levantó el rostro. —pero puedes complacerme con algo más.

—Lo que su majestad me diga. —sonrió.

—Levántate y quítate la ropa. —lo vio.

Jimin se levantó y a movimientos lentos fue deslizando la ropa hasta que cayera al suelo, el castaño tenía un sonrojo, pues jamás pensó que un hombre lo viera desnudo. Él sintió un escalofrío al sentir el aliento del mayor en su cuello y las manos frías en su desnuda cintura.

—Esta clase será muy diferente. —le susurro en el oído.

—Majestad. —dejo salir un suspiro.

—Tocaré cada parte de tu cuerpo y tú me dirás qué sientes. —lo fue recostado en su cama.

El castaño miraba cada acción hecha por el pálido, se acercó y le besó el cuello, Jimin cerró los ojos mientras suspiraba bajo. Yoongi fue bajando sus besos por todo el pecho de Jimin hasta llegar a uno de sus pezones, el cual le dio un leve tirón.

—Ah~. —gimió Jimin. —majestad.

Yoongi sonrió y se alejó para acercarse a los labios del chico, el cual mantenía los ojos cerrados, el paso, su lengua en los abultados labios del menor.

—Este día te voy a hacer sentir placer. —le acarició los muslos. —sentirás que es ser tocado por un hombre de verdad.

Jimin abrió los ojos y su mirada conectó con la del hombre que estaba encima de él y no supo explicar lo que sentía, pues su corazón se aceleró un poco y sentía un poco de calor en sus mejillas.

—Majestad. —susurro Jimin.

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