Jimin miraba a su bebé estaba muy feliz de tenerlo ya a su lado, Yoongi por su parte quería cargarlo y besarlo, pero Jimin no se lo permitía y aunque quería reclamarle no podía, el bebé ahí nacido en Silla y reclamar que era suyo no podías más si ya se sabía que su hijo con el concubino habían muerto, además si decía algo podría traerle problemas a él.

—El pequeño Park Yeonjun. —sonrió. —serás todo un rey para Silla, mi pequeño príncipe.

—Si ya estás casado. —hablo Yoongi. —¿Por qué mantienes tu apellido real?

—Si mi familia estuviera viva no tendría problema en cambiarlo. —vio al pálido. —sin embargo ellos están muertos y es mi deber mantener el apellido Park.

—Ya veo. —miró al bebé. —al menos tu reino estará feliz al dar a luz a un varón.

—En este punto ya no importa si es hombre o mujer. —arrullo a su bebé. —lo que importa es que el linaje Park ya no terminará conmigo.

Yoongi deseaba cargar a su hijo, besarlo y poder criarlo, enseñarle a usar la espada y a montar a caballo. Jimin miró la mirada de Yoongi hacia el bebé y sonrió para llamarlo y que lo cargara.

—Puedes cargarlo. —le dijo.

Yoongi se acercó y sintió como le era entregado el bebé el cual abrió los ojos al ver a su otro padre y se puso a reír con este. Yoongi sonrió al ver sus ojos en el pequeño bebé el cual estiraba sus pequeñas manitas para alcanzar el rostro de su padre.

—Te reconoce como su padre. —dijo Jimin mientras se levantaba. —la fiesta será en tres días, llama a tu esposo que venga.

—Jimin dile a todos que es mi hijo. —suplico.

—Te di hace nueve meses esa opción. —le quitó el bebé a Yoongi. —ahora todos reconocen a Yeonjun como hijo de Taemin.

—Si crece se darán cuenta. —se quiso acercar, pero Jimin le apuntó con una daga y le quitó con delicadeza al bebé.

—No permitiré que se vuelva del clan Min. —dijo serio. —será del reino de Silla y punto perdiste todo el derecho cuando preferiste a Hoseok sobre mí y tu hijo.

—Jimin. —lo llamó.

Jimin se giró mientras arrullaba a su bebé, Yoongi bajo el rostro se sentía estúpido al pensar que el doncel aceptaría ser su amante y criar a escondidas al bebé que fue fruto de su unión.

—Si debo elegir entre mi reino y tú. —dijo Jimin. —elijo a mi reino, después de todo tú hiciste lo mismo que conmigo.