30

Jimin estaba contra la pared soltando suaves jadeos mientras qué Yoongi le besaba el cuello y le acariciaba una pierna, ambos no sabían cómo era que habían llegado a esa situación. Cuando Yoongi le tocó la espalda, Jimin se quejó y lo alejó, Yoongi miró al chico el cual le dio la espalda y se acomodó su ropa.

—Vete. —hablo. —ya tienes esposo y yo muy pronto me casaré.

—No creo que nadie te acepté en tu actual estado. —le dijo.

—Lo más importante ahora para mi reino es que ya haya herederos. —se giró y lo vio. —mi hijo ya es príncipe de silla y yo muy pronto ascenderé a emperador.

—Jimin. —lo vio. —sé que cometí un error y me arrepiento.

—Es tarde. —sonrió. —después de todo en tu reino ya saben que tu concubino y el hijo que esperaba en su vientre están muertos a causa tuya y el castigo que le pusiste.

—¿Cómo lo hiciste? —le pregunto. —¿Fingir tu muerte y la de mi hijo?

—No pensé que el rey confundiera sangre de cerdo con la humana. —acarició su vientre. —después de todo, al no curar mis heridas a tiempo, tú provocaste que tu hijo muriera y que tu concubino con el dolor de su pérdida se suicidara.

—Me engañaste. —dijo.

—Así es. —hablo. —así como tú me utilizaste para placer, yo te utilice para llegar a mi reino y traer un heredero digno del reino de Silla.

—Hacer esto es declararme la guerra. —lo señaló.

—No lo es. —negó. —de todas formas, si lo haces, tengo pruebas que acreditan que estaba en tu reino y puedo amenazar, que tú provocaste la muerte de mi familia y que me obligaste a ser tu concubino hasta que logre escapar.

Yoongi se quedó sin palabras, sabía que el doncel era inteligente, pero lo había subestimado. Jimin se acercó al pálido y le dio un corto beso en los labios para luego reír otra vez de manera juguetona, podía amar al Rey Min, pero por todo lo que le hizo lo haría pagar.

—Tal vez si no hubieras aceptado el deseo de tu abuelo. —le acarició el abdomen hasta llegar a la entrepierna del pálido. —tú y yo hubiéramos compartido mi reino y ahora fueras emperador, pero eres débil Min.

—Yo siempre cumplo con mi palabra. —lo alejo. —y prepárate para una guerra.

—Bien. —se giró. —solo recuerda que si lo haces la vida de tu hijo estará en peligro.

Yoongi apretó los puños y salió de la habitación molesto, Jimin sonrió mientras salía de la habitación y se dirigía a la suya. Cuando iba caminando se encontró a su mano derecha, el cual al verlo le hizo reverencia.

—Majestad. —hablo.

—¿Está todo bien? —le pregunto. —¿Jungkook ya se encuentra mejor?

—Él está bien majestad, muchas gracias. —agradeció. —pero es sobre el posible asesino de sus padres, encontré algo que debe de ver.

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