29
Ambos reyes por problemas en su carruaje se tuvieron que quedar en el palacio del príncipe Park, el cual no tuvo ningún problema en aceptarlos, Hoseok había salido a pasear hasta que vio al castaño viendo las rosas.
—Príncipe Park. —se acercó con una sonrisa.
—Oh Hoseok. —sonrió. —¿Pensé que estaría con su esposo en la habitación que les preparé?
—Decidí tomar un paseo. —lo vio. —espero que no le moleste.
—Para nada. —negó.
—Sabe es gracioso porque tú te pareces mucho a alguien que conocí. —lo examinó de pies a cabeza
Jimin sonrió y se acomodó un mechón de su cabello para ver las rosas y luego al chico que estaba a su lado, le recordó esa vez que por su culpa recibió azotes, por lo cual muy pronto se lo iba a devolver.
—Desde que volví me han dicho eso. —hablo. —dicen que me parezco a un concubino de su esposo.
—Ex concubino. —dijo. —el chico murió lamentablemente.
—Ya veo. —asintió. —¿No le molesta que su esposo tenga concubinos?
—Dejó de tenerlos para preocuparse por mí. —sonrió. —él dedicará todo su tiempo a mí y al reino.
Jimin lo vio y asintió para ver cómo su mano derecha venía corriendo hacia él y se inclinaba.
—¿Taehyung qué ocurre? —lo vio preocupado.
—Es mi pareja majestad, está enfermo. —contestó.
—Ve con un guardia para que lo traigan aquí y que lo revise el médico. —le dijo. —se quedará aquí en el palacio después de todo, yo siempre cumplo con mi palabra.
El chico asintió y se fue, Jimin se giró y vio al otro el cual lo miraba curioso, Jimin comenzó a caminar para alejarse, pero el otro chico lo comenzó a seguir. Hoseok quería saber más sobre ese príncipe y su extraño parecido al concubino, el cual se detuvo y lo vio serio.
—Con todo respeto rey Hoseok tengo asuntos que resolver. —hablo. —le recomendaría que fuera a descansar.
—Tienes razón. —le dijo. —espero que mañana podamos pasar tiempo juntos.
—Así será. —dijo para irse.
Jimin caminaba a paso lento, pero se detuvo para ver al pálido el cual lo vio, Jimin sonrió y camino a la par de él, pero Yoongi lo tomó del brazo para detenerlo.
—Desea algo rey Min. —habló.
—Necesitamos hablar. —susurro.
—Lo siento, pero debo ir a ver a mi primer general. —lo vio serio. —tu esposo te busca.
—No lo amo. —soltó a Jimin.
—Si es así, no te hubieras casado. —rio.
—No podía negarme al deseo de mi abuelo. —suspiro.
—Yo sí me negué al deseo de mi abuelo. —lo vio amenazante. —el cual fue enamorarme de un Min.
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