23
Ya había pasado una semana de la boda y todo parecía ir de mal en peor, Yoongi mantenía un mal humor que a Jimin le preocupaba, pero lamentablemente el pálido no dejaba que este se le acercara, incluso ya no lo visitaba por las noches. Jimin iba caminando por todo el palacio, quería hablar con el rey sea como sea, él iba caminando hasta que vio al esposo de Yoongi el cual se acercó y sonrió.
—Te dije que el rey se olvidaría de ti. —lo vio. —no te echa a la calle porque es bueno.
—Escuche, no tengo tiempo para hablar con usted. —quiso pasar. —muévase.
—Oh ya entiendo. —rio. —¿Pensaste que el rey te amaba?
Jimin no dijo nada, solo lo miraba molesto, quería tomarlo del cabello y tirarlo a la alberca para ver si así se callaba.
—A veces me pregunto cómo el abuelo de su majestad quiso que su nieto se casara con alguien incapaz de darle un hijo. —hablo Jimin.
Jimin cerró los ojos al recibir una cachetada del príncipe, Jimin se tocó la mejilla y lo vio burlón.
—No sé por qué me pegas si es verdad, todos hablan de ello. —le dijo. —además, mantenga su lugar como el esposo del rey, como yo mantengo el mío como primer concubino.
—Tú no tienes derecho a hablar, solo eres o mejor dicho fuiste la puta del rey. —hablo con media sonrisa. —y eso seguirás siendo.
Esta vez Jimin le dejó ir una cachetada al príncipe, el cual se tocó la mejilla y corrió hacia el pálido, el cual venía.
—Majestad ese chico me golpeó. —se tocó la mejilla.
—Solo me defendí. —hablo Jimin.
—Soy tu rey y cuando te diriges a mí debe de ser con respeto. —hablo el pálido. —ahora discúlpate con mi esposo.
—No lo haré. —dijo Jimin. —menos cuando él me provocó.
—¡Soy tu rey obedece! —exclamó el pálido.
—Majestad. —lo vio. —debo decirle algo importante.
—Lo harás hasta que te disculpes. —ordeno. —hazlo.
Jimin sonrió y se dio la vuelta dispuesto a irse, pero fue tomado por dos guardias que lo llevaron ante el pálido. Jimin cerró los ojos al sentir como el pálido lo tomaba del cuello.
—Tú solo eres un maldito chico que me abre las piernas. —le dijo.
Jimin se movió hasta lograr soltarse y llevó sus manos a su cabello tomando el adorno de cabello y lo tiró al suelo haciendo que se rompiera.
—En ese caso ya no deseo ser su concubino. —lo vio con los ojos llorosos.
Jimin cayó al suelo al recibir una fuerte cachetada por parte del pálido, los guardias lo tomaron y Yoongi lo vio.
—Tú no tienes voz aquí. —hablo. —discúlpate o recibirás azotes por no cumplir con una orden de tu rey.
—Solo me defendí. —lo vio con odio. —prefiero el castigo majestad.
—Bien. —hablo. —guardias, él recibirá treinta azotes.
Jimin fue arrodillado y su espalda fue descubierta, Jimin se quería mover, pero le era imposible, sus ojos tenían lágrimas.
—¿Tienes algo que decir? —preguntó el pálido.
—Vas a lamentar este día Min. —juro Jimin.
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