17

Jimin miró al pálido el cual le extendió una pequeña caja, Jimin la tomó y la abrió dejando ver una hermosa joya de jade para su cabello.

—La vi y pensé en ti. —sonrió mientras la tomaba y la ponía en el cabello del chico.

—Su majestad se va a casar. —hablo. —es a su prometido a quien debería darle regalos, no a su concubino.

Yoongi negó mientras lo abrazaba, Jimin se ocultó en el cuello del pálido el cual le besó la cabellera castaña. Jimin se alejó y lo vio a los ojos, Yoongi río y le dio un beso en la frente.

—Pensándolo bien, tú me debes de dar un regalo a mí. —hablo Yoongi. —ahora que lo recuerdo.

—¿Por qué? —pregunto.

—En unos días cumplo años. —contestó mientras lo tomaba del mentón y le daba un corto beso en los labios. —y he decidido casarme una semana después de mi cumpleaños.

—No se preocupe majestad. —dijo Jimin. —le daré un regalo que sé que le va a encantar.

Yoongi sonrió mientras comenzaba a besarle el cuello a Jimin, este comenzó a quitarle la ropa al pálido para dirigirse a la cama del concubino. Jimin besaba el pecho del pálido hasta llegar al pene erecto del rey y llevárselo a la boca, Yoongi soltó un gruñido placentero ante el acto del menor. Mientras ellos dos se sumergían en placer, un chico estaba furioso, no iba a permitir que un asqueroso chico le arruinara sus planes, lo iba a matar sea como sea; no iba a permitir que le quitarán lo que había conseguido con mucho esfuerzo, nada ni nadie. Tras eso él salió de la habitación para ir a un lugar donde sabía que lo iban a ayudar, al irse en una habitación del palacio se encontraba un chico sobre otro mientras se movía rápido. Jimin saltaba sobre el rey, el cual gemía al sentirse aún más profundo dentro del chico.

—Ah~ Yoon~gi~. —gimió Jimin ante el placer que sentía.

Yoongi sonrió complacido al escuchar su nombre en los gemidos del chico que haría suyo siempre, Jimin se movía más rápido, pero se detuvo por lo cansado que estaba.

—Majestad. —suspiro agotado.

—Aún no terminamos cariño. —le mordió el lóbulo de la oreja. —terminaremos hasta que te corras y yo lo haga en tu interior.

Jimin asintió y en un cambio de pociones, Jimin quedó debajo del rey, el cual lo penetraba con fuerza, sacándole aún más gemidos a "Soobin" de placer. Yoongi busco la boca de Jimin y la besó como si no hubiera un mañana, ambos se entregaban el uno al otro, solo eran ellos dos haciendo el amor en aquella habitación del palacio.

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