Un joven se encontraba en el río refrescándose un poco hasta que el ruido de un caballo lo asusto, se giró y se cubrió al ver un hombre en un caballo negro, salió del agua mientras tomaba sus ropas ante la atenta mirada del hombre.

—Perdón. —habló el hombre tratando de evitar ver al hermoso joven que estaba en el río.

—Discúlpeme a mi majestad. —dijo el chico mientras se vestía rápido y hacía una corta reverencia.

El hombre a caballo miró al chico el cual miraba al caballo y sonrió mientras se acercaba y acariciaba al animal.

—¿Cómo sabes que pertenezco a la realeza? —le pregunto curioso.

Él pareció meditarlo hasta que acarició el emblema que colgaba del cuello del animal y luego miraba al pálido hombre.

—Su caballo tiene el sello real. —sonrió. —además, si fuera un guardia real, llevaría la bandera de su majestad y un casco.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó el hombre mientras se bajaba del caballo.

—Me disculpo majestad. —se inclinó. —pero no poseo nombre, ya que pertenezco a uno de los pueblos más pobres.

El pálido lo analizo bien, era un chico muy bonito y atractivo para ser un simple pobretón, tenía una belleza que lo cautivaba y llegaba a hipnotizar.

—Ya veo. —hablo mientras miraba al chico acariciar al caballo. —¿Te gusta mi caballo?

—Es un hermoso caballo negro majestad. —sonrió. —nunca había visto uno, bueno, al menos no uno de cerca.

—¿Tienes familia? —pregunto.

—No majestad. —contestó. —no tengo familia, solo soy yo.

—Ya vete. —dijo el pálido.

El chico de cabellos castaños hizo reverencia y se alejó de ahí, para dirigirse a donde vivía, al llegar entró a la casa y miró al otro chico que al verlo lo abrazó.

—Majestad no debió salir estando en peligro. —dijo su guardián.

—Taehyung calma. —sonrió. —todo está bien.

—¿A dónde fue? —le pregunto.

—Deja las formalidades, me pones incómodo. —hizo una mueca.

El chico vio como el otro se ponía de rodillas y bajaba la cabeza sumiso ante él, el castaño suspiro y lo levantó.

—Sé que debes de protegerme. —dijo. —pero seguirme a todos lados será sospechoso.

—Es el último heredero del reino de silla, mi deber es mantenerlo con vida. —llevó su mano a su pecho.

—Lo sé, pero ya tengo un plan. —miro el lugar.

—¿Cuál plan? —lo vio. —príncipe Park.

—Entraré al concubinato del rey Min. —lo vio.

—Majestad se volvió loco. —lo tomó de ambos hombros. —es una locura, no puede rebajarse a ese nivel.

—Todos saben lo promiscuo que es el rey Min. —dijo. —además, nadie sospechará que estoy en su palacio.

—No puedo permitir que caiga tan bajo. —negó.

—Taehyung escucha. —lo vio. —todos saben que el reino de silla con el reino de los Min no se llevan bien, nadie sospechara que estoy ahí.

—Majestad. —suplico.

—Escucha estando ahí podré saber el estado de mi reino. —lo vio. —solo serán unos meses, ya que no tenemos dinero y estando ahí podré obtener lo suficiente para volver a mi reino.

—¿Pero cómo está tan seguro que el rey Min lo va a tomar como concubino si ante sus ojos es un simple pobretón? —hablo.

—Cuando eres una cara y cuerpo bonito, no hay nadie que se resista. —sonrió. —de todas formas buscaré la forma de entrar a su palacio.