Capítulo Extra II
Aiden
Las manos me sudan al estar frente a la puerta del dormitorio de Jessica, aun así, me armo de valor para tomar una profunda bocanada de aire y tocar.
Tu puedes hacerlo, me repito una y otra vez intentando darme ánimos.
Había estado ignorando las llamadas de Jessica por los siguientes dos días, tampoco me molesté en llamarle o dejarle saber si estaba bien, no podía, al menos, no encontraba el valor suficiente para hacerlo, necesitaba procesar las cosas por mi cuenta hasta que me sintiera listo.
Por eso estoy frente a su puerta llamando.
─Aiden ─dice cuando la puerta se abre minutos más tarde, tiene una expresión de preocupación y sus ojos escudriñan mi rostro intentando encontrar una respuesta.
─Hola Jess, ¿puedo pasar? ─Pregunto elevando una ceja y ella se hace a un lado para dejarme entrar, debo verme como un patán por no saludarla, pero creo que es lo menos importante ahora, al menos, en caso de que ella me rechace, lo mejor es mantener mi distancia hacia ella, de lo contrario, las cosas se volverán más complicadas de lo que ya lo están.
─¿Estás bien? Estuve llamándote ─dice al cerrar la puerta, tomo asiento en el sofá y ella se coloca a mi lado, por unos minutos, no respondo a su pregunta, me cuesta hacerlo, en especial cuando volteo a verla y me encuentro con su mirada.
─Las cosas han estado un poco diferentes en el palacio ─es lo primero que se me ocurre decirle, ella asiente levemente y tiene el entrecejo fruncido, me permito suspirar y colocar mi mano en su rodilla, no pasan muchos segundos para que Jessica coloque su mano junto a la mía y las entrelace.
─Algo no anda bien, ¿no es así?
Pregunta y dejo de andarme con rodeos para negar.
─La reina sabe que estás embarazada ─siento que el color de su rostro se desvanece ante ello y me apresuro a hablar antes de que pueda asustarla─. Que sepas que no le ha hecho gracia, pero estoy dispuesto a hacerme responsable, Jess. No soy la clase de hombre que va a abandonar a un hijo y menos si es de la mujer a la que amo.
Siento la necesidad de explicarle, la veo tragar con fuerza y espero unos segundos a que ella diga algo, pero no dice nada.
─Jess... ─consigo decir su nombre solamente porque se me hace un nudo en la garganta el intentar explicarle lo que ha sucedido.
¿Cómo puedo decir que ya no soy el siguiente heredero de Inglaterra sin sentir una punzada de dolor en el corazón?
─Tengo que irme de Inglaterra ─termino diciendo por fin y veo que la confusión aumenta en su cara.
─¿Qué dices?
Mis ojos miran directo a los suyos por unos largos segundos.
─Le he dicho a la reina que no pienso abandonarte y no me importa lo que el parlamento opine, me ha hecho escoger entre tú o la corona ─le confieso, no espero que entienda lo difícil que ha sido para mí tomar una decisión, porque por mucho que sea una persona comprensible, solo yo sé realmente lo gravedad de lo que estoy haciendo, estoy abandonando todo lo que conozco desde que tengo uso de razón por ella, por la chica a la que amo sin importarme si tendremos un futuro estable y no es que sea negativo o no crea en el felices para siempre, pero sé que no todas la historias de amor siempre terminan bien.
─¿Y me has escogido a mí?
Se atreve a preguntar y aprieto los labios con fuerza mientras asiento.
─Aiden...
Susurra con voz queda.
─Escucha, quizás aun somos jóvenes, pero te amo, Jess y estoy seguro que mis sentimientos por ti no van a cambiar. Sé que es mucho pedirte que me sigas, que te quedes conmigo fuera de Inglaterra, pero estoy dispuesto a tomar el riesgo si decides escogerme, si decides aceptar estar conmigo a pesar de todo.
─Perdón, pero no estoy entendiendo, ¿qué quieres decir con quedarse fuera de Inglaterra?
─La reina me ha exiliado ─cierro los ojos con fuerza intentando de mantener mis emociones estables, no es sencillo, decirlo en voz alta duele como nunca─. Me ha dicho que, si te escojo a ti y al bebé que llevas dentro, tendré que dejar Inglaterra.
─Pero eres el futuro rey.
─Ya no más si aceptas venir conmigo.
Soy consciente de la posición complicada en que la pongo, pedirle que abandone todo para irse del país conmigo no es algo que pueda procesar tan rápido. A mi también me costaba creerlo.
─Aiden, yo... ─hay una pequeña pausa─. No sé qué decirte, esto tiene que ser una broma...
Está incrédula y no la culpo, es difícil de creer que la decisión de la reina sea el exilio.
─No es una broma, Jess ─niego, mi voz es seria y algo ronca─. No quiero a la corona si no se me permite estar con la mujer a la que amo, sé que es difícil lo que te estoy pidiendo y tal vez es egoísta venir hasta aquí y pedírtelo, pero me gustaría que... te quedarás conmigo.
Consigo decir y siento el estómago revolvérseme. Las posibilidades de que rechace mi propuesta son grandes teniendo en cuenta la gravedad de la situación.
Sus ojos se cierran y suspira.
─Dime, ¿realmente tienes qué dejar el trono?
─No tengo otra opción.
─¿Y si te quedas?
Eleva una ceja y niego.
─Quedarme aquí y asumir mi derecho al trono significa perderte y quizás sea para siempre. ─Me veo respondiendo a su pregunta─. No creo que podría soportar la idea de ello.
─Tampoco yo, no creo que podría estar lejos de ti.
Con esas palabras, siento una pizca de alivio en mi interior, me permito estirar mi brazo y rodearla para darle un beso en la cabeza.
Nos quedamos en silencio por unos segundos.
─¿Aiden?
Susurra con delicadeza.
─¿Sí?
─¿Realmente quieres marcharte? ¿abandonar el trono? Sé que es todo lo que conoces y...
─Si eso significa que voy a estar junto a la mujer que amo y mi futuro hijo, sí ─la interrumpo porque sé que esta pensando las cosas, sé que tiene miedo de que no sea la mejor decisión para mí─. Te quiero en mi vida Jess y no estoy dispuesto a cambiar eso, ni siquiera por el trono.
─Es una situación difícil.
─Lo sé. ─Cierro mis ojos con fuerza─. Aun me cuesta asimilarlo.
─¿Qué hay de tus hermanos?
─Ellos no lo saben ─respondo con una mueca─. Pero seguro lo sabrán más adelante.
─Al ser exiliado ─menciona alejándose de mi para mirarme a los ojos─. ¿significa que jamás puedes volver a Inglaterra?
─Sí. ─Digo con voz seria y un poco de nostalgia en ella─. No voy a obligarte a seguirme, pero... podría negociarlo con la reina, por tu familia, quizás tu podrías quedarte aquí e ir a verme de vez en cuando... No te haré responsable de mis acciones yo... estoy dispuesto a hacerme responsable del bebé aun si decides acabar nuestra relación ahora, tengo el dinero suficiente para mantenerte a ti y a él o ella hasta que cumpla la mayoría de edad y...
─No ─dice colocando una mano en mi mejilla, una diminuta sonrisa que desvanece al segundo se forma en ella─. Si tu no vas a abandonarme tampoco yo pienso hacerlo.
─¿Eres consciente de que irte conmigo significa jamás volver a Inglaterra?
Le pregunto como si necesitara confirmar que sabe la gravedad de las cosas.
─Mi familia podría entenderlo.
─Jessica...
─Aiden, te amo y pienso seguirte a donde sea que vayas. Ni siquiera necesitas darme alguna otra razón, quiero estar contigo, en Inglaterra o lejos de ella.
La respuesta de Jess es suficiente para que me incline hacia ella y le robe un dulce beso, después le doy un cálido abrazo que siento que me hacia falta. El nerviosismo con el que había llegado ha desaparecido y me siento más aliviado al saber que está dispuesta a ir conmigo.
─Gracias ─digo acariciándole el cabello y la mejilla cuando nos separamos.
─No tienes qué agradecerme.
─Hay otra cosa ─murmuro alejándome un poco más de ella para buscar entre los bolsillos de mi pantalón lo que he traído conmigo.
─¿Qué cosa? ─Me pregunta frunciendo el cejo.
Creo que lo había olvidado por completo, estaba más mortificado por la idea de ser rechazado que lo siguiente. De los bolsillos de mi pantalón, saco una cajita de color negro, me alejo de Jess y me arrodillo frente a ella.
─¿Qué...?
Puedo ver total confusión en su rostro.
─Esperaba que esto fuera de otro modo y quizás nuestras circunstancias mucho mejores, pero no me gustaría irme de aquí sin antes pedirte que seas mi esposa ─abro la cajita para revelar el anillo de compromiso que he traído conmigo. La mirada de Jessica divaga entre la mía y el aniño de diamante que tengo.
─Aiden...
─Jessica, ¿te gustaría ser mi esposa?
─Oh por Dios... ─susurra sin poder creer mi propuesta, sus ojos me miran con amor y ternura antes de asentir frenéticamente─. Sí, claro que sí.
Una enorme sonrisa se posa en mi boca, retiro el anillo de la cajita y procedo a colocárselo, después me siento de nuevo junto a ella y le doy un nuevo beso, es corto pero tierno.
─Es el anillo de mi abuela, ella alguna vez me dijo que se lo daría a alguien a quien yo amara, que sabría quien era la indicada cuando llegara el momento y estoy seguro de que eres tú, Jess.
─Es precioso ─dice admirando el anillo─. Gracias.
Termina riendo.
─Dios, no sé qué decir después de esto ─ríe de nuevo─. No todos los días un príncipe te pide irse del país contigo y te pide matrimonio el mismo día.
Rio también porque definitivamente es algo que no estaba previsto.
─Bueno, siempre hay una primera vez para todo, ¿no crees?
─Claro que sí ─se inclina a besarme de nuevo─. Y tomaré el riesgo que conlleva seguir al príncipe.
─Aunque ya no seré un príncipe.
─Tal vez no, pero seguiré considerándote uno si eso te sirve, alteza.
─Interesante, señorita.
Los dos reímos antes de volver a besarnos.
─¿Tendremos que irnos pronto?
─Sí ─suspiro cuando nos separamos─. Te daré tempo para que lo hables con tu familia.
─¿Qué hay de la tuya?
─La reina y yo no hemos hablado desde... ─no puedo terminar de decirlo y afortunadamente, Jessica lo entiende─. Mis hermanos no pueden enterarse, al menos, no ahora. Los lastimará y solo odiaran a la reina, ella...
─Sinceramente, no creo que esté tomando la mejor decisión de todos, ¿desterrarte? ─eleva las cejas─. ¿No crees que es un poco extremista?
─Es la reina, no puedo contradecir sus peticiones, además... ─suspiro─. Quizás sea lo correcto, la corona lleva una gran responsabilidad, lo sé mejor que nadie y, aunque sienta que mi esfuerzo por seguir los pasos de mi padre tal vez haya sido en vano, no me arrepiento de nada.
Y lo digo en serio, tal vez toda mi vida creí estar destinado a gobernar, pero a veces la vida tiene otros planes aun cuando no los comprendemos de todo.
Estoy por decir algo, pero mi celular timbra y me apresuro a revisarlo, es Will pidiéndome ver en un restaurant cerca de su casa, seguramente la reina lo ha puesto al tanto de la situación. Me despido de Jessica prometiéndole volver a buscarla, cuando estoy en el interior de mi auto, le envío un mensaje a Will diciéndole que nos veremos en dos horas aproximadamente ya que tengo otras cosas qué hacer.
Voy hacia uno de los supermercados a comprar flores y después me dirijo a la iglesia para ir a colocar flores hacia la tumba de mis padres, me quedo allí contemplando la lapida por un largo tiempo cuando por fin llego y me permito llorar en silencio.
─Solo espero estar haciendo lo correcto ─les digo a los dos como si pudieran escucharme─. Y espero no decepcionar a ambos, saben que odiaría hacerlo, pero ustedes me enseñaron que debo seguir a mi corazón antes que a mi cabeza y sé que, si estuvieras en una posición similar a la mía, habrías escogido a mamá antes que la corona, ¿acaso no es eso lo que hiciste? ─me arrodillo frente a la lapida y eso es suficiente para romperme─. Los amo a los dos, siempre.
Me beso la yema de los dedos y después los coloco sobre la lapida como una despedida y no solo se siente como una despedida hacia ellos sino a todo lo que conozco, al palacio, mis hermanos, la reina, todo lo que alguna vez conocí como mi mundo.
****
¡Holaaa a todos! Ha pasado mucho tiempo desde que vine por aquí con esta historia pero EPI recien llegó a las 600K lecturas y bueno, saben que la historia formó parte del programa de Historias Pagadas aquí en Wattpad y para agradecerles por todo su apoyo y cariño con la historia de Jess y Aiden quise venir con un extra!
El extra sucede antes de que Aiden se vaya de inglaterra, es cuando se lo propone a Jess! Espero que lo hayan disfrutado y muchas gracias por apoyar la historia, significa mucho para mí❤️
Dejenme saber qué les pareció el capítulo, los leo a todos❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top