Capítulo 39

Aiden

Mientras conduzco al palacio, no puedo sacarme de la cabeza la conversación que Jess y yo hemos tenido en casa, he sido bastante atrevido al proponerle que viva conmigo, pero es algo que he pensado desde hace un par de semanas atrás desde que he tenido una agenda mucho más ajustada de lo usual, quiero pasar tiempo con ella y poder disfrutar de los pequeños momentos a su lado y sé que vivir juntos es un enorme paso en nuestra relación.

Es imposible no pensar en la coronación y en que cada vez tengo menos tiempo para mí y hacer actividades normales, sé que sí Jess aceptara vivir conmigo en el palacio de mis padres, las cosas podrían ir bien entre los dos y así Edward tampoco tendría oportunidad de buscarla, no se lo dije, pero he hablado con William sobre el tema, no le he contado todo porque no quiero que se levante sospechas en el palacio, pero le he pedido que investigue un poco sobre qué ha estado haciendo Edward durante estos últimos meses y como es una tarea complicada para él, se ha asegurado de conseguir un detective privado que haga el trabajo por los dos solo que yo no tengo que presentarme, ya que William es el intermediario.

Qué haría yo sin Will, pienso. Desde que fue asignado a mí, me ha sido leal y puedo decir que es una de las personas a las que más cariño le tengo, me he contenido de contarle a Jessica sobre ello porque no quiero preocuparla, pero William y yo hemos estado conversando un poco y hemos descubierto un par de cosas que pueden servir para saber más sobre la muerte de mis padres y quizá ayudaría a saber por qué de pronto Edward tiene tanto interés en Jessica.

—Hola, Will.

—Alteza —inquiere William con una pequeña reverencia que encuentro innecesaria, pero como estamos a la vista de cualquier persona en el palacio, siempre se mantiene fiel al protocolo, le hago una seña con la cabeza para que me acompañe a mi habitación.

No hablamos mientras nos dirigimos a mi habitación, debería de estar en clases ahora, pero tengo asuntos reales que atender más tarde, uno de ellos es una reunión con el primer ministro de Irlanda, por lo que William y yo tenemos poco tiempo para hablar sobre lo que ha averiguado y después ponernos al tanto sobre el tema que hablaremos con el ministro. Mentiría si todo este asunto no me estresa, quiero dar lo mejor de mí, pero a veces siento que no es suficiente.

—¿Y bien? ¿Alguna novedad? —pregunto cuando por fin estamos solos dentro de la seguridad de mi habitación, William se cerciora poniéndole llave a la habitación, se aleja de la puerta y recorre la habitación con lentitud. Por mi parte, me he recargado en mi escritorio, esperando a que hable.

—Aiden, no sé si esto sea lo correcto —inquiere, sé que todo el asunto le resulta raro y no tiene una idea del por qué le he pedido que investigue a Edward, pero necesito tener respuestas—. Sabes que, si ha sucedido algo malo, lo adecuado es hablarlo con la reina...

Suelto un suspiro pesado, seguro que piensa que se trata de un asunto real más que un asunto personal y por mucho que quiero mantener todo esto en privado, creo que puedo confiar en él, jamás me ha dado razones para dudar de él, es la persona más leal que conozco.

—William, en verdad necesito tu ayuda en esto. —No usar el apodo habitual con el que me dirijo a él pone el asunto serio y él deja de caminar de un lado a otro. Hago una pausa para pensar como decirle lo siguiente—. Tengo un problema.

Sus cejas se enarcan con asombro y para escucharme mejor, se sienta en el borde de mi cama atento a mis palabras.

—No estaría diciéndote esto si no estuviese seguro de ello. —Aún no lo estoy, pero mis sospechas son grandes y necesito sacarme de dudas—. Sucede que... Dios, no sé cómo decirte esto, conociste a mis padres y sabes lo importante que son para mí, sabes lo complicado que ha sido la vida sin ellos y aunque han pasado años desde su muerte, sigo pensando en que no ha sido un simple accidente.

Una vez hablé de ello con William, si bien recuerdo, ambos estábamos solos en los jardines del palacio, estaba triste y deprimido, tenía dieciséis cuando le confesé a William de mi presentimiento de la muerte de mis padres, al principio, no dijo nada, solo me abrazo, algo que no es muy común y recuerdo que me dijo que quizá estaba afligido en ese momento, pero si en un futuro continuaba con esa loca teoría, quizá podíamos investigarla. Sé que estimaba a mis padres.

—Aiden, yo... —Lo observo tragar con fuerza, el ambiente en la habitación se siente pesado y de pronto siento emociones encontradas—. ¿Estás seguro de ello?

Asiento tímidamente. A pesar de que William es un empleado del palacio real, siento gran respeto por el como el que siento por Marcus, es imposible no verlos con cariño, ambos se han comportado como un padre para mis hermanos y para mí.

—Bien, yo... —Puedo ver que está sorprendido de que siga creyendo que la muerte de mis padres ha sido planeada, pero no puedo dejar de pensar en ello y siento la necesidad de hablarlo en voz alta y no callármelo—. Estoy sorprendido, creí que ese tema había quedado olvidado hace mucho tiempo.

Niego.

—No lo he podido olvidar —confieso. Nunca he sido la clase de persona que se aferra a una cosa cuando no es buena, prefiero olvidar aquello que me lastima, pero nunca he podido dejar pasar el tema de mis padres, aún se siente real, la herida está fresca y en lo único que pienso es en que todo fue planeado. Me alejo del escritorio y ahora soy yo el que camina por toda la habitación—. Lo presiento Will, lo presiento dentro de mí y no voy a quedarme tranquilo hasta tener una respuesta certera, de lo contrario, la duda siempre estaría presente.

—¿Y piensas que Edward tiene que ver con ello?

Pregunta, hay cierta duda en su mirada y por mucho que quiera tener una respuesta concreta no la tengo.

—No estoy seguro —bufo, sé que a Will no les gustan las respuestas a medias, ya que él siempre da una respuesta clara y precisa. Tomo una respiración profunda y la dejo caer en un suspiro pesado—. Me gustaría decir que me equivoco, pero Edward oculta algo y estoy seguro de que tiene que ver conmigo, tiene una extraña actitud y mi presentimiento no es bueno.

—Alteza, hacer una acusación como esa hacia su tío puede ser peligrosa.

—Lo sé, por eso te lo cuento a ti, eres la persona en la que más confío y necesito sacarme de dudas, necesito averiguar sobre lo que sea que está ocultando.

William hace una larga pausa, luce reflexivo y está considerando mis palabras, entendería si me dice que no quiere ayudarme, si alguien más descubre que me está ayudando para averiguar más sobre Edward podrían despedirlo y sería toda mi culpa.

Su mirada se alza y se encuentra con la mía, hay firmeza en sus ojos marrones.

—Te aprecio y te veo como un segundo hijo para mí, tienes mi apoyo incondicionalmente y si tienes dudas pues las averiguaremos juntos.

Siento un gran alivio cuando termina de decir esto y mi instinto es llegar a él para abrazarle, nuestro abrazo es cariñoso y sincero y como ha pasado un buen rato desde la última vez que abrace a alguien como William, me aferro unos segundos más de lo normal a nuestro abrazo, sintiendo el afecto que un padre puede llegar a sentir por su hijo.

—Gracias, prometo que no voy a involucrarte en algo malo, esto tiene que ser bastante confidencial entre tú y yo —cuento cuando me aparto de él para observarlo asentir—. Ni mis hermanos pueden enterarse de ello, ni siquiera Eric.

—Ten por seguro que no lo harán, sabes que soy una tumba cuando se trata de guardar un secreto.

—En verdad te lo agradezco, no sé qué haría sin ti.

Vuelvo a decir, la sonrisa que me regala es sincera y lo vuelvo a abrazar, William es el apoyo moral que he estado necesitando todo este tiempo para continuar investigando sobre Edward.

Continuamos conversando un poco, William no ha podido conseguir ninguna información que me dé indicios de que Edward oculta algo, ya que su rutina es bastante ordinaria, por mucho que quiero contarle más sobre el tema, el palacio no me resulta el lugar adecuado para expresar todo y ambos acordamos vernos en otro lugar en los siguientes días. Después de esa larga conversación, los dos salimos de mi habitación mientras termino de ponerme al corriente con el tema que se hablará hoy en la reunión en la corte, aunque William siempre asiste a ellas, le ha salido un imprevisto de último momento con uno de sus hijos que hace que tenga que irse y dejarme solo.

Como es de costumbre, me siento junto a la reina y el primer ministro, trato de mostrarme lo más interesado que me es posible, pero lo cierto es que no tengo idea de qué están hablando, al menos, mi cabeza se encuentra en otro mundo que es imposible concentrarme, no puedo evitarlo, soy una persona que siempre tiene mil cosas en la cabeza y necesita pensar en todo, suelo preocuparme bastante y aunque aprovecho algunas ocasiones para relajarme, no suelo sentirme cómodo sabiendo que he dejado trabajos pendientes a un lado. En pocas palabras, soy bastante responsable y trato de cumplir las cosas al pie de la letra porque de lo contrario, siento que lo que hago no es lo suficientemente bueno, no me considero perfeccionista porque estoy muy lejos de serlo, pero creo que estoy en un punto intermedio.

—Aiden. —Se inclina la reina para susurrar muy cerca de mí.

—¿Sí? —inquiero con discreción mientras el ministro habla.

—Cenaremos con el ministro de Grecia más tarde.

—¿Se quedará a cenar? —cuestiono con asombro, ella da un pequeño y discreto asentimiento.

—Sí, así que no puedes irte de casa, sé que has pasado la noche fuera.

Después de esto, vuelve a recuperar la compostura y nos enfocamos en la reunión. Edward llega quince minutos antes de finalizar la reunión, lo cual hace que todos dirijamos nuestra atención a él, intento ser lo más discreto posible porque no puedo despegar mi mirada de él mientras pienso en que ambos debemos hablar, necesito saber las razones por las que busca a Jessica y pedirle que la deje fuera de lo que sea que este tramando.

Cuando la reunión se acaba, me despido de todos lo más rápido que me es posible, deseando ganarle al tiempo para poder hablar con Edward a quien logro encarar en uno de los pasillos del palacio. Veo que bajo su hombro trae una carpeta amarilla con documentos, luce gruesa y tengo curiosidad de ella.

—¿Estabas buscándome? —pregunta cuando por fin estamos solos, inseguro, me acerco más a él para tener privacidad.

—Sí, hay un asunto importante del que me gustaría hablar contigo.

—¿Ahora? —Enarca una ceja y asiento, la pequeña mueca en sus labios me dice que esto no es mucho de su agrado. Edward checa el reloj en su muñeca—. ¿Es importante? Tengo asuntos pendientes y...

—No tomará mucho tiempo —interrumpo con la intención de que no desee evadirme—. Por favor.

Digo cuando presiento que está por rechazarme, se queda en su lugar mirándome fijamente por unos segundos y después asiente.

—De acuerdo, podría quedarme unos minutos —dice, y siento un pequeño alivio en mi interior. Ambos comenzamos a caminar por el palacio sin ningún rumbo en específico—. ¿De qué es eso que tanto quieres hablar?

Su voz es seria y no existe curiosidad en ella, a veces Edward suele ser un tanto inexpresivo, es difícil saber las emociones de él. No hace falta que le dé vueltas al asunto, con Edward es mejor ir directo, tomo una respiración profunda como si necesitara armarme de valor para poder decir lo siguiente.

—¿Qué sucede con Jessica? ¿Por qué tienes tanto interés en ella? —suelto sin más y detengo mi paso para posarme frente a él y poder ver sus expresiones faciales, las cuales no dicen mucho. No hay asombro en él por mi pregunta, pero si tiene una mueca que resulta un intento de sonrisa.

—Veo que ya te has enterado, ¿eh? ¿Te lo ha dicho ella?

Su falta de descaro me sorprende, esperaba más que lo negara en vez de confesarlo a la primera.

—Es no es relevante, ¿por qué tienes tanto interés en ella? —vuelvo a preguntar y opto por una postura más rígida, soy un par de centímetros más alto que Edward, aun así, sigue demostrando tanta seguridad en él que me siento inseguro estando solo con él.

No me responde de inmediato, se toma su tiempo antes de responder a mi pregunta, como si tuviera que pensar bien su respuesta. El suspiro pesado que suelta no me da una buena sensación.

—Solo es mera curiosidad, hijo. —La forma en que salen sus palabras me hace sentir que es ridículo, su sonrisa socarrona se burla de mí—. ¿Por qué ella? Teniendo a miles de chicas a tu alrededor por qué elegir a una chica...

Antes de que pueda hacer un comentario que solo consiga molestarme, vuelvo a interrumpirlo.

—Porque la quiero, solo por eso.

Mis palabras son firmes y no hay duda en ellas. Las cejas de Edward se enarcan con asombro y por esta vez, me deja ver su dentadura cuando sonríe.

—Ya decía yo que eras igualito a tu padre —espeta esto de una manera que me hace sentir cierto desprecio de su parte y es inevitable no sorprenderme, Edward siempre se muestra un poco reservado ante las conversaciones, que esté burlándose de mí y mi padre me molesta.

—Mi padre no tiene nada que ver con esto, preferiría que no lo menciones —me quejo, mi cuerpo ya está tenso, no soy bueno controlando mis emociones cuando se trata de mis padres, no importa si es bueno o malo, siempre logra colarse en mis nervios.

Edward da un paso al frente, acortando la distancia entre nosotros y toma una postura más seria.

—¿No? Aiden, te recuerdo que tu padre se casó con Sofía, ¿y quién era ella? —No digo nada, me quedo en silencio, queriendo conocer su respuesta—. Tu madre no era nadie en la realeza, no poseía un título ni mucho menos tenía dinero, no era...

—Por favor, detente —digo esto en un tono de voz alta, solo espero que no haya nadie a los alrededores para escucharme—. No te permitiré que hables de mi madre o la insultes, ella fue digna de pertenecer a la realeza, incluso más que cualquiera que haya nacido dentro de ella.

—Como tú y tus hermanos —dice con una sonrisa burlona—. Hay cosas que aún no entiendes Aiden, la realeza no es cualquier cosa y Cristina siempre ha sido muy blanda con ustedes, a veces siento que llevará el país a la ruina por consentirlos demasiado.

—Eso no es de tu incumbencia.

—Es de mi incumbencia cuando yo también me he criado con esta vida, te recuerdo que mi padre fue el rey.

—Tú lo has dicho. Tu padre, no tú. —Le echo en cara con un poco de molestia, creo que estoy entendiendo un poco hacia donde van las cosas—. Mi abuela es la reina y ella dirige el país como mejor lo considere.

Edward me sostiene la mirada por un largo tiempo y como no estoy de buen humor por esta reciente conversación intento controlarme para volver a hablar.

—Te lo pido de nuevo, deja a Jessica fuera de lo que sea que tengas en mente, estoy seguro de que tu asunto es más conmigo que con ella.

—Vaya, tenemos a un futuro rey inteligente —se burla, mi comentario anterior lo ha molestado—. Siempre me has dado la impresión de ser más astuto que tu padre.

—Te prohíbo que insultes a mi padre —alzo la voz, está colmando mi paciencia y lo sabe, sus comentarios son apropósito. Edward alza las manos a modo de defensa y retrocede, tomando distancia entre los dos.

—Veo que este no es el mejor momento ni el lugar para tener esta conversación, será mejor que me vaya. —Se alisa las arrugas de su traje y quiero decirle que es mejor que terminemos esta conversación aquí y ahora, pero tiene razón, no estamos en el mejor lugar para hablar, alguien podría escucharnos y esto podría hacerse un problema mayor—. Te veré luego.

Dice y lo observo marcharse porque no tiene caso que lo detenga. Intento calmar mi ansiedad mientras me quedo en mi lugar y cuando creo estar bien, voy a mi habitación donde me encierro por el resto del día sin ánimos de ver a nadie.


----------------------------------------------

¡Hola a todos! ¡Feliz Jueves! He tenido una semana ocupada y esperaba venir a actualizar antier pero con los trabajos de la universidad no me dio tiempo de terminar el capítulo hasta hoy así que aquí estoy! Espero que disfruten del capítulo, ¿Qué creen que pasará después? ¿Será que Aiden descubra lo que oculta Edward?

Por cierto, ya son +80k lecturas!!! No me lo puedo creer, me hace muy feliz que lean esta historia, aprecio muchisimo el apoyo que me dan con cada una de mis historias!

Si quieren enterarse de spoilers y más sobre esta historia y el resto de las demás, les dejo mi instagram, me encuentran como "andreabonnelll" <3

Nos vemos luego y en verdad, muchas gracias por todo su apoyo<3

Los quiere,

Andrea <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top