Capítulo 17

Aiden

No me sorprende para nada que los paparazzi se encuentren presentes, es un evento público y es común que aparezcan en cualquier momento, sin embargo, esta no es cualquier ocasión, Jessica está conmigo y sé que fotografiarnos solo despertará una polémica en la que realmente no quiero verme en vuelto.

—Alteza, baje el rostro y camine, nosotros nos encargaremos de la señorita, conoce el protocolo.

Claro, Jessica no es un miembro de la realeza y si nos ven dirigirnos juntos al auto generaremos un escándalo, le doy un asentimiento a William quien le hace señas al resto del personal de seguridad y nos separan, dos guardias me escoltan hacia mi auto y William se va con Jessica hacia el auto en el que él ha venido.

—¡Alteza! ¡Alteza!

—¿Quién es la chica? ¿Es la princesa Carmín?

—¿Está saliendo con alguien, alteza?

—¡Alteza!

Como de costumbre, ignoro todas las preguntas con las que los paparazzi me apaciguan y consigo subir a mi auto junto con los dos hombres de seguridad, le entrego las llaves a uno de los hombres, quien conduce con rapidez para alejarnos del resto antes de que ellos puedan subirse a sus autos y seguirnos. Nos alejamos lo suficiente del lugar donde nos encontramos, hasta parece que vamos en dirección hacia el palacio, sin embargo, cuando estamos bastante alejados de la ciudad, los autos se detienen y todos bajamos de ellos.

—¿Se encuentra bien, alteza?

Pregunta William, quien se ajusta su traje mientras camina en mi dirección, le doy un asentimiento y poso toda mi mirada en Jess quien luce extrañada de lo que acaba de suceder. No sé cómo sentirme al respecto porque sé que esto es nuevo para ella, incluso estoy considerando en que ha sido una pésima idea haberla traído al partido de polo como primera cita, es casi aburrido.

—Hola, ¿estás bien? —le pregunto cuando me acerco a ella. Sus ojos marrones me observan por unos largos segundos antes de asentir y le ofrezco una pequeña sonrisa, agradezco que después de todo, no nos hayan alcanzado a seguir.

—Lo estoy.

Consigue decir después de un tiempo, me aparto de ella y me acerco a hablar con William para decirle que no iré de vuelta al palacio con él, que llevaré a Jessica de vuelta a la universidad a pesar de que eso no es del todo cierto, solo que no voy a contarle mis planes, lo último que deseo es que mande a un guardia a seguirme solo para asegurarse de que estaré bien.

Después de convencerlo de que puedo arreglármelas por mi cuenta, le hago una seña a Jessica para que ambos subamos a mi auto, William y el resto de los guardias no se van hasta que me ven marcharme del lugar y cuando estamos lo bastante apartado de donde nos encontrábamos hablo.

—Lamento que los paparazzi hayan aparecido, por un momento había olvidado que estarían allí.

En realidad, esto no es mentira, sabía que estarían presentes en el evento, pero no asechándonos en el estacionamiento, aunque no estoy sorprendido de ello. Jessica suelta un suspiro y volteo a verla con rapidez.

—Honestamente, no esperaba eso. No tengo ningún comentario al respecto.

Puedo ver que la situación aún no termina de hacerle peso y solo puedo desear que no quiera alejarse de mí solo por este incidente, mis antiguas relaciones han sido de la realeza así que nunca he tenido que preocuparme del todo en que ellas estén bien teniendo en cuenta que saben lidiar con esto, sí, me preocupaba por su bienestar y el escándalo en el que probablemente nos veríamos involucrados, pero no en como lidiarían con los paparazzi.

—Bueno, de nuevo lo siento, sé que puede ser muy abrumador y...

—Aiden no necesitas disculparte por algo que no has tenido que ver, quizá no pertenezca a tu mundo y sea nuevo para mí, pero comprendo que eres el príncipe del país, sé que estas bajo el ojo público de Inglaterra.

—Vaya, tienes razón.

Inquiero reflexionando sus palabras, encuentro todas ciertas.

—Bien, ¿a dónde iremos ahora?

Por supuesto, Jessica reconoce que no estamos volviendo a la residencia de la universidad, una sonrisa ladeada se forma en mi boca y respondo.

—Pensaba en que es muy temprano para que nuestra cita acabe —hablo sin despegar mi mirada del frente, checo la hora en el tablero del auto—. ¿Tienes hambre? Podemos comprar algo antes de nuestra parada.

—Claro, pero antes dime que tienes en mente.

Insiste y sonrío a manera que puede ver mis dientes.

—La verdad es que se me ocurre que podemos ir a algún museo local de por aquí cerca, sé que no es algo común para una cita, pero siempre he querido hacer cosas de turistas en Inglaterra.

Una risita sale de Jessica mientras niega.

—¿Hablas en serio?

—¿Te parece que bromeo?

Niega antes de recargar su cabeza en el asiento.

—Eso es demasiado espontáneo de tu parte, el príncipe de Inglaterra queriendo hacer de turista por su país, impresionante.

Puedo percibir cierto asombro en sus palabras.

—¿Te animas?

Digo dándole una mirada rápida y veo que se muerde el labio inferior, de pronto tengo ganas de besarla porque sus labios se ven suaves y porque recuerdo lo bien que fue besarla por primera vez.

—Claro, hacer de turista con el futuro rey de Inglaterra es una oportunidad que no estoy dispuesta a desaprovechar.

Río por su comentario y de pronto mi ánimo incrementa, sé que es una locura querer hacer de turista en mi propio país, pero es una idea que siempre he tenido en mente y creo que Jessica es la persona perfecta para pasar un día así.

Terminamos yendo a un local cerca de comida rápida donde ambos encargamos dos hamburguesas.

—Bien, según internet hay diez cosas que podemos ver en Liverpool —dice Jessica checando su celular—. La primera en la lista es ver el Albert Dock y dice que es una de las mejores cosas que puedes hacer en tu vida.

—¿Eso dice?

—Más o menos.

Asegura entregándome su celular, leo el artículo completo, lo cual me toma tiempo y de pronto tengo ganas de tratar de visitar todos esos lugares que están mencionados en el artículo.

—Bien, creo que, si nos apuramos a comer, podemos visitar más de un lugar, ¿Qué dices?

Es una idea perfecta.

***

El Royal Albert Dock es un complejo de edificios de muelles y almacenes en Liverpool, mientras caminamos a los alrededores, hay un par de turistas lo cual es un poco fácil pasar desapercibido, ya que muchos están tan enfocados en el lugar, sacarse fotos y otras cosas que no se molestan en saber si estoy aquí.

—Este lugar es asombroso —inquiere Jessica admirada, puedo ver que es su primera vez aquí como la mía, hay un par de barcos a los alrededores, ambos nos acercamos a la barandilla que hay a la orilla del muelle para evitar caerse—. Inglaterra es hermosa.

—Lo es —agrego en segundos, mientras centro la vista en los barcos y el agua, siempre he estado orgulloso de mi nación—. A veces pienso en que soy muy afortunado en pertenecer aquí.

Su mirada esta posada en mí, no tiene miedo de ocultar que está viéndome, contemplo unos segundos más la maravillosa vista frente a mis ojos antes de voltear a verla.

—Perdona si soy curiosa, pero ¿alguna vez has pensado en que sería de ti si no tuvieras la vida que tienes ahora? ¿Si jamás hubieses sido el príncipe de Inglaterra?

Tengo que decir que su pregunta me toma por desprevenido un par de segundos, pero es una pregunta que me he hecho un par de veces, de nuevo, dirijo mi vista al frente y contemplo el lugar antes de soltar un suspiro y hablar.

—Sé que querría ser alguien en la vida, quizá algún político, doctor, contador, músico o cualquier otra profesión y otras veces pienso en que no conozco otra vida, solo conozco esto, conozco sobre cotilleos, tratados, leyes y monarquías, en parte me gusta mi vida y no me imagino viviendo de otro modo cuando es todo lo que he conocido hasta hoy.

A menudo pensamos en qué es lo que nos gustaría cambiar de nosotros, nos enfocamos más en las cosas malas que en las buenas, somos conformistas para muchas cosas, pero inconformes para otras.

—¿Qué hay de ti? ¿Cambiarias algo de tu vida?

Pregunto luego de un tiempo, Jessica suspira.

—No, a pesar de las cosas malas no. Me gusta mi vida, no es perfecta, pero tampoco es mala.

—Te entiendo —digo, el recuerdo de mi padre viene a mi mente, a pesar de que era solo un niño cuando él falleció, siempre conversábamos sobre la vida—. Mi padre siempre decía que a veces es bueno aceptar la situación en la que nos encontramos por mucho que no deseemos hacerlo, sí, es difícil, pero aceptar lo que estás pasando en ese momento no significa que te estás rindiendo, a veces es bueno intentar comprender lo que pasa, aceptarlo y buscar una salida.

—El rey tenía razón con eso —dice con una diminuta sonrisa en la boca—. Tiene sentido para mí.

—También para mí. A menudo, ambos solíamos conducir hasta Bristol e ir a la playa allí, sentarnos en la arena y conversar por horas sobre la vida.

Un vago recuerdo de papá conmigo en la playa viene a mi cabeza, recuerdo una de nuestras últimas conversaciones, él estaba orgulloso de su nación y aunque nuestra vida no era perfecta sé que él la disfrutaba y estaba contento de ella. Intento deshacerme de aquellos pensamientos por un momento, ya que recordarlo siempre consigue ponerme un poco nostálgico.

—Eso suena bastante agradable, puedo ver que eras apegado a ellos.

Dice refiriéndose a mis padres, una vaga sonrisa se forma en mí.

—Lo era, sé que como reyes no siempre tenían tiempo suficiente para nosotros, pero se aseguraron de que el tiempo que estuvieron con nosotros fueran los mejores años de mi vida.

Jessica se acerca más a mí y sin timidez alguna, toma su mano con la mía.

—Estoy segura de que aún continúan contigo, quizá no físicamente, pero lo hacen.

Asiento, a menudo pienso en ello.

—Gracias.

Le doy un apretón a su mano y no se molesta en soltarla, agradezco que no lo haga, sostenerla es agradable, en general, Jessica es bastante agradable y estar con ella, aunque sea por un par de segundos me gusta.

—Bien, creo que no estamos haciendo muchas cosas de turistas —inquiere después de un tiempo, suelta mi mano y se aleja para observar todo a nuestro alrededor, hago lo mismo—. Creo que deberíamos de sacarnos un par de fotos, así parecemos más turistas y quizá comprar algún detalle de regalo.

—Cosas típicas de turistas.

Agrego y ella ríe.

—Así es, la vista aquí es preciosa, pero es un desperdicio perdernos toda la tarde aquí.

—De acuerdo, entiendo tu punto. Ven, hagamos algo.

Digo antes de echarme a caminar, Jessica camina a mi lado, nos acercamos a un montón de turistas que están sacándose un par de fotos, no los molestamos solo los observamos y Jessica saca su celular para poner la cámara, me hace una seña para que me acerque a ella y sacar una selfie de nosotros cerca del resto y de la vista del embarcadero, después me entrega el celular para que le haga un par de fotos a ella sola y también me animo a posar, nos acercamos a un hombre que al parecer es dueño de un barco y está hablando con los turistas sobre este, nos quedamos a escuchar su explicación y después de ello, el hombre invita a un par de turistas a subir a su barco, Jessica y yo compartimos una mirada.

—¿Crees que es una buena idea?

Cuestiono antes de subir al barco, Jessica sonríe.

—Alteza, no piense como miembro de la realeza, somos turistas.

Me guiña un ojo y toma la mano que el hombre le ofrece para que suba al barco, niego divertido, es tan espontánea y atrevida para algunas cosas mientras que para otra parece tímida y reservada, en parte, esa forma de ser me hace sentirme atraído a ella.

Una vez en el barco y que nos alejamos del muelle, saco mi celular y me uno a Jessica para grabar un poco sobre la espectacular vista que tenemos, Jessica me ofrece una sonrisa.

—Esto es lo más fuera de lugar que he hecho y no en un mal sentido, es como salir de mi zona de confort.

Río en una risa baja.

—Te entiendo, también es como salir de mi zona de confort, pero creo que a veces es bueno salirse de la rutina.

—Sí que lo es.

El dueño del barco nos habla un poco más sobre su trabajo, Jessica y yo no conversamos mucho porque nos entretenemos conversando con otros turistas, mi ánimo incrementa, incluso una señora mayor nos saca una foto a mí y Jessica como recuerdo de este momento, estoy agradecido que sean extranjeros y no estén al tanto de que soy el príncipe de Inglaterra, aunque estoy seguro de que el dueño del barco lo sabe no hace ningún comentario al respecto, lo cual agradezco, algunas personas deciden ser amables y mantener discreción, cosa que aprecio mucho.

Al llegar de nuevo al muelle, Jessica tira de mi mano para dar un recorrido más a los alrededores, nos acercamos a un pequeño restaurante donde encargamos un par de bebidas y conversamos un poco más, después, se me ocurre que podemos ir al museo marítimo y Jessica acepta, hacemos lo mismo que el muelle, tomamos un par de fotografías juntos, escuchamos al guía y admiramos todo el lugar, por un momento olvido todas ms responsabilidades y me dejo llevar por el ahora, cuando regresamos a la residencia escolar, ambos estamos algo cansados y el sol se ha metido, acompaño a Jessica hasta la puerta de su dormitorio, donde ella se detiene para mirarme.

—Sí que ha sido un día largo, pero lo he disfrutado, gracias.

Dice contenta.

—También lo he disfrutado. —Para ser sincero, ha sido uno de los mejores días que he experimentado en un buen tiempo.

Un pequeño silencio se prolonga a nuestro alrededor, ninguno de los dos nos animamos a romper, doy un paso al frente para acercarme más a ella, quien de pronto se sonroja, quiero besarla y considero que es una pérdida de tiempo pensarlo por mucho tiempo, me acerco más a ella y la beso sin más, al principio, el beso la toma por sorpresa, pero no tarda mucho en responderlo, siento sus brazos rodearme por el cuello y aprisiono su cuerpo más al mío, profundizando nuestro beso y me pierdo en el sabor de su boca, cuando ambos nos separamos, una risita sale de ella, es un tanto nerviosa y tímida.

—Honestamente, creí que nunca volverías a besarme.

Se atreve a confesar y niego antes de volver a besarla.

—Moría de ganas de hacerlo —le aseguro volviendo a separarnos, hay un breve silencio y suelto un suspiro pesado, es tarde y debería de volver a casa ahora por mucho que quisiera quedarme—. Te veré mañana.

—Nos vemos mañana.

Asegura Jessica. Le robo un último beso y espero que entre a su dormitorio antes de irme, al llegar al palacio, hago el menor ruido posible mientras voy a mi dormitorio, estoy cansado por el largo trayecto y porque ha sido un día bastante largo, mientras recorro los pasillos no voy directo a mi dormitorio, más bien me dirijo a uno de los pasillos donde hay un par de cuadros familiares, me detengo frente al retrato de papá y después en el de mamá, tengo la extraña sensación de que estoy siguiendo sus pasos, en que quizá podría decidir escoger a una princesa, duquesa, condesa o cualquier otra chica que forma parte de la realeza, pero justo como él, no me interesan las tiaras o vestidos exuberantes en las chicas, o quizá más bien es cosa de algunos miembros de la realeza sentirse atraídos por otros que no pertenecen a ella, como sea, es una grandiosa experiencia.



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¡Hola a todxs! Los extrañe :c la verdad es que me he sentido muy distraida de la escritura y lectura asi que me estaba tomando un respiro de todo en general, estoy entre que tengo mucha inspiracion pero no tanto animo para sentarme a escribirlas, hoy me ha tomado todo el dia escribir este capítulo, pero ya de nuevo, las actualizaciones están de vueltas y el domingo les traigo capítulo nuevo, me estoy poniendo al corriente con todo, tambien les cuento que ya inicio las clases el lunes.

Quiero darles las gracias por las 25k lecturas, la verdad tengo ganas de hacer un pequeñito maratón pero quizá lo haga si llegamos a las 30k o 50k, no prometo nada aun pero si habrá maratón luego, muchas gracias por ser pacientes conmigo y entenderme, los quiero<3

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