Capítulo 15
Aiden
Por mucho que deseo quedarme con Jessica, no puedo dejar pasar la emergencia familiar. Sigo la dirección en la que se supone que mis hermanos están, es una tontería que ambos se hayan salido del palacio sin guardaespaldas conociendo bien las reglas y las consecuencias que tiene no salir con uno.
En cuanto llego al local en que ambos están, antes de estacionar mi auto, puedo ver una camioneta negra merodeando por los alrededores, no es una camioneta mandada por el palacio en busca de mis hermanos, porque nadie tiene idea que ambos no están en sus dormitorios, Eric ha tenido esta fabulosa idea de salir de noche sin autorización y en el peor de los casos, un paparazzi los ha seguido.
No se me ocurre una buena idea para bajarme del auto a buscar a mis hermanos porque sé que, si el paparazzi consigue verme, ocasionaría un alboroto inesperado, suelto un bufido pesado y llamo al teléfono de Eric, quien no responde hasta la segunda llamada.
—Hola, Eric, soy Aiden.
—Hola —dice al otro lado de la línea, su voz es baja, casi un susurro y supongo que él y Jaxon deben de estar ocultándose—. ¿Estás aquí?
—Sí, ¿en qué parte están ustedes?
A Eric le toma un tiempo responder.
—Seguimos dentro del auto, nos ha seguido un paparazzi, no tengo idea de dónde, no había nadie cuando salimos del palacio.
Creo tener una idea, los paparazzi suelen ocultarse a kilómetros de distancia del palacio esperando a que algún miembro de la familia real salga o entre del palacio para fotografiarlo, seguro uno tuvo que seguirlos hasta acá, aun así, es muy irresponsable de ambos. En esta ocasión suelto un suspiro pesado, y me sobo la sien, mientras pienso.
—No hay forma en que puedas mover el auto Eric, va a seguirte.
Digo y un suspiro sale de mi hermano.
—Lo sé, estamos acorralados.
—La única forma que se me ocurre es salir del auto.
—¿Tú o nosotros?
Cuestiona.
Sí ambos salen, el paparazzi se dará cuenta de que vienen a mi auto y nos perseguirá y si voy hacia ellos, se dará cuenta de que realmente ha seguido a miembros de la realeza.
—No. Dios, Eric —me quejo—. ¿Qué pensaban?
—Honestamente, solo queríamos dar un paseo en auto.
Por supuesto, solo eso, pienso.
—Bien, no se bajen del auto, iré para allá.
—¿Estás seguro de eso?
—Sí, veré si traigo una sudadera que pueda servir para ocultarme.
Después de colgar la llamada me quedo pensando por unos largos minutos, no hay otra alternativa, tengo que salir del auto e ir hacia donde Eric y Jaxon.
Sin pensarlo más tiempo, encuentro la sudadera en el asiento de atrás, me la pongo, apago el motor del auto y salgo de este hacia el auto de mis hermanos que está a dos calles de donde me encuentro, por supuesto, la camioneta que los ha seguido está a una razonable distancia que a como dé lugar, me verá.
Mientras avanzo, meto las manos dentro de los bolsillos de la sudadera y camino con seguridad fingiendo que no tengo idea de que hay paparazzi a mi alrededor, eso es algo que acostumbramos a hacer de vez en cuando y he de admitir que algunas veces funciona, a veces, al darles importancia o voltear hacia ellos, las cosas pueden empeorar, si tienes suerte, no te asechan con sus preguntas. Por suerte el paparazzi no decide bajar de su auto, pero no tengo duda de que debe de estar sacando fotos de mí, o más bien de mi espalda porque apenas es posible verme gracias al gorro de la sudadera.
Al detenerme frente el auto de Eric, toco la ventana de este, lo cual hace que baje el vidrio.
—Muévete —suelto sin ánimos. Antes de que Eric pueda abrir la puerta, la cierro con fuerza—. No, mejor brinca al otro asiento, pero no te bajes, es mejor si no te ven.
—De acuerdo.
Una vez que Eric se cruza al otro asiento, me apresuro a entrar y encender el motor, como es de esperarse, el paparazzi nos sigue, los tres vamos inmersos en un silencio mientras conduzco al palacio.
—Lo sentimos.
Pronuncia Jaxon rompiendo el silencio entre los tres, por mucho que la situación me disguste, no puedo culparlos por querer salir del palacio de vez en cuando, la abuela tiene reglas estrictas y nos obliga a seguir el protocolo la mayor parte del tiempo, claro a veces hay excepciones, pero son muy pocas veces.
—Tranquilos, no es su culpa —hablo después de un buen rato, siento la mirada de Eric a mi lado—. ¿Qué se supone que estaban haciendo?
—Ir por un helado.
Contesta Jaxon antes que Eric, lo que de cierta forma me hace pensar en Jessica.
—Como sea, nos dimos cuenta de que nos estaban siguiendo cuando estábamos algo alejados del palacio.
—¿Y salieron, así como si nada?
—Justo en la rotación de guardias —responde Eric orgulloso de saber cuando sucede el cambio de personal—. Es la mejor hora para salir.
Suelto una risita seca al tiempo en que niego.
—La reina se enojará en cuanto se entere de que ninguno de nosotros está en el palacio.
—Lo sabemos —dice Eric con una mueca—. Sobre todo, si aparecemos en los periódicos a primera hora.
Suelto un quejido, tiene razón, es muy probable que aparezcamos en el periódico local a primera hora del día, sí así sucede, significa que estaremos literalmente muertos.
Doy una mirada al espejo retrovisor, conducir de Oxford hasta el palacio de Buckingham es un trayecto largo como de costumbre, pero teniendo en cuenta que estamos cerca del palacio, pienso en que podemos tomar el trayecto más largo a casa en un intento de desviar al auto que viene siguiéndonos, a veces funciona.
—Bien, ¿alguien dirá algo? —pregunta Jaxon—. El silencio es aburrido.
Una sonrisa torcida se forma en mí por el comentario de mi hermano y enciendo la música, Eric comienza a tararear la canción que está en la radio y le doy una mirada a Jaxon por el espejo, donde veo que tiene una diminuta sonrisa.
Checo la hora en el auto para ver que son pasadas de las diez, mañana mis hermanos asistirán a clases, pero se me ocurre la idea de último momento.
—¿Tienen hambre? Se me ocurre que podemos comprar algo en el camino a casa.
Eric y Jaxon, quien viene en el asiento de atrás, comparten una mirada.
—¿Hamburguesas?
Sugiere Jaxon, Eric asiente y yo lo hago también antes de conducir al McDonald's más cercano. La reina tiene la regla estricta de que es preferible comer comida que es elaborada en el palacio, pero de vez en cuando a escondidas, solemos escaparnos para comer algo normal como todos los demás, incluso Marcus nos ha ayudado contra su voluntad un par de veces a introducir comida chatarra al palacio.
—¿Creen que tendremos problemas por ello? —pregunta Jaxon, hay cierta preocupación en su voz. A diferencia de Eric y mía, Jaxon suele preocuparse bastante por las cosas, sobre todo en romper las reglas, aunque de cierta forma, es el compañero de Eric en todas sus travesuras.
—Ey no seas aguafiestas, Jax —se queja Eric—. La reina no necesita saberlo.
—Lo sabrá.
Protesta nuestro hermano.
—Más vale pedir perdón que permiso.
Insiste Eric, haciéndome reír.
—Tienes razón, pero ¿cómo desviaremos al paparazzi? ¡Te vio subir al auto!
Suspiro.
—Tendremos que dejarlo que nos siga, no hay de otra. Si tenemos suerte, dejará de seguirnos en las siguientes calles.
***
Por la mañana siguiente, tal como mis hermanos y yo imaginamos, la reina tenía el periódico en la mesa cuando los tres aparecimos para tomar el desayuno con ella, los tres compartimos una mirada cómplice mientras tomábamos asiento en la mesa, su mirada se posó en mí de inmediato y luego en mis hermanos.
—¿Alguien tiene algo que decirme?
Nos pregunta, de nuevo, compartimos una mirada cómplice.
—Buenos días, abuela.
Inquiere Eric, ofreciéndole su mejor sonrisa. Nos toma segundo a Jaxon y a mí poner la misma sonrisa que él, antes de que la reina pueda decir algo más, los mayordomos aparecen y comienzan a servir el desayuno, ella no toca el tema por el resto de la comida y tampoco vemos el periódico, no es hasta que termina de desayunar cuando rompe el silencio.
—Aiden cuando termines, ven a mi despacho.
Después de desayunar y despedirme de mis hermanos, voy al despacho de la abuela para verla, como de costumbre, llamo a la puerta y espero a que ella me invite a pasar, una vez dentro, me quedo en la entrada observándola detrás de su escritorio.
—Acercate Aiden, no te quedes allí parado —dice revisando unos papeles que hay en su escritorio, me acerco y tomo asiento en la silla que hay frente a ella.
—Sucede algo.
Claramente sucede algo, pero no dice una palabra, prefiere quedarse en silencio por un buen rato, y cuando se asegura de que los papeles frente a ella están en orden, levanta su mirada hacia la mía.
—¿Dónde estuviste anoche?
—¿Por qué?
—Vamos Aiden, no hace falta que finjas que no estuviste aquí y que tus hermanos no se salieron del palacio, aunque no lo crean lo sé —dice, aunque no hay molestia o enfado en su voz, más bien decepción—. Aiden, creo que a veces soy tolerante con ustedes, incluso cuando intentamos mantenernos apegados a la monarquía, les permito hacer muchas cosas que no se me permitía hacer, lo único que quiero es que ustedes estén bien, ¿sabes el riesgo que pueden tener por no ir con un guardaespaldas?
Su pequeño sermón me hace sentir un poco culpable por no estar en el palacio anoche.
—Bueno, yo tenía tu autorización para salir del palacio ayer, además, fui a la universidad, sabes que no tengo que llevar un guardaespaldas cada vez que voy a la universidad.
Su ceño se frunce.
—¿Estás tomando una materia por la tarde?
Niego.
—Sabes que no tengo tiempo para ello —inquiero y ella frunce aún más el ceño sin entender qué hacía en la universidad, nervioso, me aclaro la garganta—. Fui a visitar a Jessica.
Desde la primera vez que le conté sobre ella, no volvimos a tocar el tema, no hizo más preguntas al respecto, puedo ver por como su cuerpo se tensa desde su lugar que aun mencionar a Jessica resulta un tema nuevo entre nosotros.
—Oh, ¿has ido a verla más de una ocasión?
Pregunta con serenidad, hay curiosidad en su voz, me acomodo mejor en mi asiento antes de responder.
—Un par de veces. —Por mucho que me gustaría mentir al respecto, no puedo hacerlo, tarde o temprano terminará sabiéndolo. Sin pensarlo, se retoca el cabello con cuidado y suelta un suspiro pesado.
—No creo que sea correcto que vayas a la universidad solo después de clases, al menos no solo, sabes que alguien puede seguirte.
—Abuela conozco el protocolo.
Inquiero no deseando tener un sermón de su parte.
—Aiden, hablo en serio, sé que tú y tus hermanos desean salir de vez en cuando sin un guardia, pero es peligroso, alguien podría secuestrarlos.
—Vamos es solo la universidad, no puedes pedirme que vaya siempre con un guardia a cada paso que doy.
Mis palabras me hacen ganarme una mirada seria de su parte.
—Es peligroso ir de noche —dice soltando un suspiro pesado—. Cambiando de tema, quiero que veas esto.
Entre el escritorio busca el periódico que había estado leyendo en el desayuno, lo hojea y después me lo entrega. La foto que aparece es borrosa, pero puedo reconocer bien que es una toma de mí caminando por la calle hasta subir al auto de Eric, lo que más me sorprende es el título que hay como encabezado: "¿EL FUTURO HEREDERO DE INGLATERRA AHORA EN DROGAS?".
—¿Qué rayos?
Me quejo al leerlo, por supuesto, han omitido el hecho de que estaban siguiendo a mis hermanos y decidieron inventar una buena noticia sobre mí, mi abuela me hace una seña para que continúe leyendo el artículo y con cada segundo que lo hago, no puedo evitar enojarme.
—Sabes que no es cierto, ¿verdad? —le pregunto mostrándole el periódico—. ¡Es ridículo! ¡Estaba subiendo al auto de Eric!
—Lo sé —dice soltando un suspiro pesado, la noticia no le causa gracia—. ¿Te importa contarme que fue lo que sucedió?
—Jaxon me llamo diciendo que un paparazzi los estaba siguiendo, lo mejor que se me ocurrió fue ir a buscarlos y ayudarlos.
La abuela da un asentimiento.
—¿Ahora entiendes por qué no deben salir sin seguridad? ¿Qué tal si el hombre hubiese preferido secuestrar a tus hermanos? Jaxon solo tiene doce, es un niño y Eric... Dios, Eric a veces no mide el peligro.
Se presiona la sien un poco irritada.
—No sé qué haría si algo le pasará a alguno de ustedes, no estoy dispuesta a perder a otro miembro de la familia, no mientras viva.
Deja en claro, sé que la muerte de nuestros padres le ha afectado bastante y aunque no lo dice, suele llorarles aun como todos nosotros lo hacemos.
—Lamento lo que sucedió, no volverá a pasar.
—Por supuesto que no —se apresura a agregar, en cuanto dejo el periódico en el escritorio ella lo toma y lo analiza por un buen tiempo—. Pediré que lo eliminen de inmediato.
—Gracias.
Inquiero sin saber bien que decir, ella asiente y doy por terminada nuestra conversación por lo que me levanto de mi lugar y voy hacia la puerta, pero su voz me detiene.
—¿Sí?
La abuela me ofrece una sonrisa ladeada.
—Si la chica es buena, deberías de invitarla a cenar al palacio.
Al principio, no puedo ocultar mi asombro, pero rápidamente es reemplazado por una gran sonrisa, pues no esperaba un comentario como ese.
—Lo tendré en cuenta.
Digo antes de salir de su lugar. Mientras voy hacia mi auto para conducir a la universidad, mantengo la sonrisa en la boca, como cualquier miembro de la realeza, me importa la opinión de la reina y que ella esté de acuerdo en que salga con Jessica de cierta forma me agrada.
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¡Hola calabacitas! Buenas noches o días para los que estén de día. No había actualizado porque no me sentía del todo bien, digamos que mi vida es complicada y mis emociones ni se digan, ustedes me ven escribiendo romance pero en persona soy más seca en el amor que el desierto, no es lo mío y se me da fatal así que digamos que apenas estoy experimentando hablar con chicos y uff siento que estoy en una novela de wattpad pero se me da fatal jajaja como sea, estoy siendo muuuuuuy honesta diciendo que esta es la razón por la que me he estado distrayendo y no he actualizado, pero lo bueno de esto es que tengo más ideas para otras novelas en las que estoy trabajando.
Ahora cuentenme ustedes también, ¿cómo están? o ¿Qué tal les pareció el capítulo? Trataré de no distraerme mucho me estoy dando cuenta que el amor no es para mí pero sí escribir así que me pondre las pilas para volver a mi rutina. Si alguien se encuentra en una situación como yo, ánimo que les doy mi apoyo moral<3. No estan solita/os<3.
Aquí les dejo mi instagram para spoilers de mis historias, me encuentran como "andreabonnelll"
Tengan buen día o noche, nos leemos pronto y último dato: Aquí conocerán la razón por la que la reina se volvió tan fría en Una Noche Royal.
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