Capítulo 12

Jessica

Las chicas se van veinte minutos antes de que Aiden venga a buscarme, al final, solo me han hecho ondas en el cabello, nada ostentoso ni llamativo y mi maquillaje es bastante natural como acostumbro a usarlo, mi atuendo consiste en jeans, una blusa sencilla de color rosa pálido. Quince minutos más tarde de que pasara frente al espejo observando mi reflejo con la esperanza de encontrar algún defecto más que mejorar, escucho que llaman a mi puerta, me retoco el labial rápido con los dedos y alboroto un poco mi cabello.

Estoy nerviosa porque tengo la sensación de que mi salida con el príncipe es una cita, aunque no una formal ni oficial.

—Hola —me saluda Aiden, en cuanto abro la puerta de mi dormitorio, la sonrisa que tiene en su boca me permite ver su blanca dentadura—. Te ves guapa.

Inquiere con un poco de timidez, su halago me hace sonrojarme y desvío mi mirada de la suya, deseando que no vea que me he sonrojado.

—Gracias —respondo luego de unos segundos, una risita baja se me escapa y vuelvo a mirarlo, está observándome fijamente y mantiene aquella sonrisa suya—. ¿Quieres pasar?

Me temo que Aiden ha venido un par de minutos antes de que la fiesta comience, son alrededor de las nueve y la fiesta comenzará a las diez. Me hago a un lado, invitándolo a pasar, Aiden pasa y cierro la puerta.

Nos dirigimos a mi sofá donde tomamos asiento.

—¿Qué estabas haciendo?

Pregunta cuando toma asiento, tratando de iniciar una conversación. No quiero admitir lo que es obvio para mí, me he estado arreglando para él, por lo que intento pensar en algo.

—Estaba con mis amigas —termino diciendo, cosa que es en parte cierta—. No hace mucho tiempo que se han ido, ¿tú? ¿Qué tal ha ido tu día?

Aiden deja caer un pequeño suspiro.

—Si te soy sincero, he tenido un día bastante pesado, he estado en reuniones importantes, me he conseguido hacer un tiempo para venir, por un momento pensé que no iba a tener oportunidad de salir esta noche —inquiere con una pequeña mueca—. Pero creo que lo importante es que he podido venir, ¿te apetece irnos ahora?

Le pido que me dé un par de minutos en lo que voy por mi bolso, después salimos de la residencia estudiantil hacia el lugar de la fiesta, la cual es a tres edificios de donde vivo. Al llegar, Aiden no tarda mucho en encontrarse con su grupo de amigos, solo reconozco a Castriel del grupo, quien me saluda con un asentimiento de cabeza, no tengo idea de qué hablan porque la música es tan alta que los chicos tienen que acercarse y susurrarse en el oído, cuando siento la mano de Aiden en mi espalda baja me sobresalto un poco, él me sonríe.

—¿Quieres ir por una bebida?

Recordando mi última experiencia con el alcohol, me pienso por unos largos segundos si es conveniente o no que beba, teniendo en cuenta que mañana hay clases y asistiremos al hospital, creo que puedo moderarme y limitarme a una simple cerveza, por lo que asiento, Aiden se aparta de mí y me toma de la mano para ir por las bebidas, sus amigos nos siguen, lucen animados por la música y por entablar una conversación que seguramente es inaudible para ellos, aun así, se esfuerzan por hablar.

Aiden ordena nuestras bebidas al chico que está haciendo de barman, minutos más tarde, me da una cerveza y nos volvemos a escabullir entre los que se encuentran en la fiesta, en busca de una zona donde podamos hablar.

—Por un momento creí que no vendrías esta noche —dice un chico de tez morena que responde al nombre de Joshua.

—También yo —dice Aiden con una risita baja—. ¿Hace mucho que llegaron?

—Media hora antes que tú.

Dice Castriel, encogiéndose de hombros. Es imposible no sentirme incómoda y fuera de lugar porque las amistades de Aiden son simples desconocidos para mí, salvo Castriel, a quien ya he visto.

—Oye, Jessica, ¿vendrá Ana a la fiesta?

Pregunta Castriel en mi dirección, haciendo que me gane la mirada de todos. Doy un asentimiento y volteo a mi alrededor como si de pronto pudiera encontrarla.

—Debe de estar por aquí o no tarda en llegar —respondo, él da un asentimiento en acuerdo y veo que oprime una sonrisa.

Los chicos se enfrascan en una conversación en la que Aiden resulta excluido por voluntad propia, me hace una seña con la cabeza para que lo siga y nos apartamos un poco de sus amigos, quienes no se dan cuenta.

—¿Quieres bailar un poco?

El baile y yo no somos mejores amigos, pero considero que no se me da tan mal, tampoco es que sea tiesa para bailar ni un fideíto moviéndose, creo que estoy en un punto medio, ni tan buena ni tan mala, pero la idea de bailar con él me resulta tan intimidante como emocionante y me lo pienso unos segundos mientras observo donde están bailando. Aiden se lleva las manos a los bolsillos de su pantalón al momento en que asiento, se me ocurre que, si bailamos un poco, puedo liberar la tensión que siento en estos momentos.

En cuanto nos alejamos del resto y vamos a la pista improvisada, mis amigas llegan inesperadamente a nuestro encuentro.

—¡Jess! ¡Creímos que no vendrías! —exclama Ella, y se acerca más a mí para susurrar en mi oído—. Creímos que el príncipe y tú se saltarían la fiesta para ir a otro lugar.

Después de separarse de mí, mis amigos saludan a Aiden como si lo conocieran de toda la vida y él hace lo mismo. Compartimos una mirada cómplice, no hace falta decir, pero ambos lamentamos que mis amigos interrumpieran de manera inesperada, sus amigos no tardan mucho en aparecer con nosotros y Castriel comienza a entablar una conversación con Ana, puedo ver que hay química entre los dos.

Conseguimos bailar entre todos, aunque Aiden y yo quedamos muy apartados el uno del otro, no puedo culparlo a él ni a nuestras amistades por distanciarnos, no lo han hecho de mala manera y al cabo de unos minutos, todos conectamos y nos dejamos llevar por la música y el ambiente que tiene la fiesta. Para la cuarta canción, tengo sed y se me ocurre ir por otra bebida que no tenga alcohol de preferencia, así que me aparto de todos sin percatarme de que Aiden ha venido tras de mí.

—¿Está todo bien?

Pregunta en mi dirección, cuando consigue caminar a mi paso, ambos nos escabullimos entra la multitud de nuevo hacia donde está el barman.

—Quiero una bebida —grito para que pueda oírme, Aiden asiente y, cuando llegamos con el barman, él ordena las bebidas para los dos, de nuevo, me pide una cerveza que dudo por unos segundos si debo de tomar o no, pero tengo sed así que termino bebiendo un gran trago de ella sin importarme, no creo que me emborrache con dos cervezas, me digo mentalmente que no aceptaré tomarme una tercera.

Le ofrezco una sonrisa a Aiden cuando lo encuentro observándome fijamente, él hace lo mismo, pero desvía su mirada, incómodo de que lo haya cachado observándome, le hago un gesto de cabeza para decirle que volvamos a donde nuestros amigos, Aiden me sigue el paso y en cuanto volvemos a envolvernos entre la multitud de estudiantes, una chica se acerca a él y le envuelve en un abrazo, al principio, Aiden se ve sorprendido, pero forja una sonrisa amable y de pronto, dos chicos más aparecen y lo envuelven también en un efusivo abrazo, no tengo idea de si lo conocen o solo lo abrazan porque saben que es el príncipe, los chicos a su alrededor, me van empujando poco a poco hasta conseguir alejarme de Aiden y perderlo un poco de vista.

De pronto, siento a alguien abrazar mi cintura y eso provoca que me sobresalte, me volteo a mis espaldas y compruebo que jamás he visto al chico que me ha abrazado, él me sonríe e intenta volver a acercarse a mí, por una razón, me recuerda al chico del bar quien quería besarme y manosearme, mi instinto me hace retroceder de nuevo y mi cuerpo choca con el de otra persona a quien no conozco, no tardo mucho en sentirme abrumada y asfixiada por los cuerpos, el chico que está borracho frente a mí camina al frente y quiere volver a tocarme, le doy un empujón y salgo de la multitud lo antes que puedo, en busca de mi espacio personal, sin pensarlo más tiempo, comienzo a caminar sin rumbo con tan solo la esperanza de no estar más en la fiesta.

Sentirme acosada es una sensación que detesto y seguramente todos lo hacemos, provoca vértigo y una sensación de malestar e incomodidad. Voy caminando con paso seguro y me abrazo a mí misma deseando sentirme segura, estoy muy lejos de la residencia aun así, se me ocurre que puedo volver, no me importa si estoy teniendo una actitud ridícula al querer marcharme de la fiesta a la primera que un chico me quiere manosear, no es la primera vez que sucede y mi mayor miedo es no poder controlar a la persona frente a mí y terminar experimentando algo que no quiero, en las fiestas universitarias, aunque estoy segura de que no solo las universitarias, sino en cualquier fiesta, siempre hay un tipo que quiere aprovecharse de una chica ingenua y ebria.

Siento el tirón de uno de mis brazos que me impide continuar caminando, sobresaltada, pensando que el idiota de hace rato me ha seguido, me volteo con brusquedad y mi instinto es soltar un golpe al aire, para zafarme del chico.

—¡Jessica! —grita Aiden en mi dirección. Sus ojos me observan sin comprender que está sucediendo.

—Aiden —suelto en un susurro bajo, mi pecho late con fuerza, en cualquier otro momento no quisiera ser grosera con nadie, pero no puedo evitar serlo cuando mi instinto me pide defenderme debido a mis malas experiencias. Quizá en esta fiesta el chico no vino a mi lado o el chico del bar solo consiguió manosearme, pero hay otros chicos que han llegado un poco a más sin mi permiso y no puedo evitar asustarme o querer defenderme.

—¿Estás bien?

Pregunta en un tono bajo, estira una mano en mi dirección y mi instinto es retroceder como si fuera a evitar un golpe de su parte, uno que jamás viene. Mis padres siempre me han dicho que no debo de dejarme de ningún hombre y tampoco es como que yo quiera permitir que un hombre ponga una mano encima solo porque quiere agredirme al no obedecer, sin embargo, nunca sabes cuando puede suceder, sé a ciencia cierta que es inesperado, lo experimente en mi segundo semestre de la carrera cuando salí un par de veces con un chico al cual me sentía atraída, al principio no lo demostró, tenía indicios de violencia y según los rumores que no llegué a escuchar hasta después de llevarme una mala experiencia con él, eran que solía ser violento con las chicas que salía, nosotros no fuimos novios, más si tuvimos un par de citas y no fue en la última que se enfadó por una tontería y me alzó la mano de manera inesperada. Jamás lo volví a ver, si no me equivoco, lo expulsaron al tercer semestre por acoso a otra estudiante.

A pesar de que sé que Aiden no va a golpearme, he reaccionado de esa forma por instinto y también quise cubrir mi rostro un poco, la mirada que el príncipe tiene sobre mí es de asombro y dolor por mostrarme tan desconfiada hacia él, resignado, suelta un suspiro pesado al tiempo en que niega.

—Aiden...

Su mirada se desvía de la mía mientras continúa negando y cuando vuelve a mirarme, me mira ofendido y dolorido.

—Dios, pensaste que iba a golpearte —dice asumiendo la situación, mi boca se abre y se cierra porque no tengo forma de negarlo, viendo que no voy a decir nada de su parte, suelta un bufido—. Jessica, jamás le pondría una mano encima a una mujer, eso es... —Puedo ver que hay cierto enojo en él, no por mí sino porque considera que sus acciones me han hecho pensar que podía golpearme.

—Aiden, eso no...

Quiero explicarle y decirle que confío en él y en que le creo cuando dice que jamás golpearía a una mujer, pero Aiden se apresura a callarme.

—No, espera. No soy así, Jess y no puedo creer que consideres que iba a golpearte, puedo ser muchas cosas, pero jamás golpearía una mujer —se defiende, sus ojos me miran con intensidad—. Dios, parece que siempre me las arreglo para que de alguna forma terminar en una situación complicada contigo.

De pronto, me siento mal por hacerle sentir que desconfío de él cuando la cosa no es así, más bien soy yo quien debería de generarle desconfianza y demuestra ser todo lo contrario, mi corazón late con gran fuerza porque no estoy pensando bien. Ahora más que nunca siento que las fiestas no son para mí, no he tenido la mejor reacción y me gustaría culpar mi lado emocional, el lado que siempre se siente mal por todo y desea escapar.

—Jessica, de nuevo, te juro que...

No deseando oír una disculpa más de su parte, porque si lo escucho disculparse de nuevo, lo único que consigue es hacerme sentir más mal de lo que me siento en estos momentos, doy un paso al frente, me siento aturdida y fuera de lugar, que el resto de las palabras que Aiden dice solo suena en mi cabeza como si estuviera balbuceando.

Me gustaría culpar al alcohol por lo que voy a hacer, más me temo que estoy suficientemente sobria. Sin pensarlo, tomo el rostro de Aiden con ambas manos y lo beso, para hacerlo callar. No lo digo, es mi forma de expresar que no desconfío de él ni por un segundo y que nada de lo que ha pasado o las malas experiencias que hemos tenido tienen que ver con lo que he estado sintiendo desde que lo conocí.


------------------------------

Quién fuera Jessica para besar a Aiden....

¿Cómo están? Ayer Domingo no quise actualizar porque se me ocurrio que puedo actualizar Lunes, Miercoles y Viernes porque me dio la loquera de cambiar los días :D, al menos, intentaré actualizar esos días de momento, pero en caso de que no pueda un día, pues tenganme paciencia que saben que soy constante o al menos intento hacerlo.

Por otro lado, les cuento que está escena del beso y de que Jess cree que Aiden va a pegarle, la tenía reservada para otro principe que ustedes no conocen aún pero se me ocurrio ponerla aquí mejor<3. Aiden es un amor de persona, personalmente, lo considero como a Jaxon, tienes actitudes similares pero aun falta conocer a Aiden mejor<3.

Ya no les quito más tiempo, espero hayan disfrutado del capítulo, nos leemos el miercoles.

Andrea (:

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top