----Ashura----

He escuchado varias historias sobre la creación del mundo. Cada una más creíble y coherente que la anterior. Sin embargo, esa no es la realidad que yo conocí.

Si hubiera empezado escribiendo mis memorias por el principio, no le encontraríais ningún sentido, ya que la naturaleza de mi existencia pocos la conocen. Poco hablan de mi gente y de mí los escritos de ahora y los que habrá en un futuro, pero deseo con todas mis fuerzas que los mundanos sepan de mi existencia, ya que sin nadie que crea en mí, acabaré condenado al olvido.

Se puede decir que nuestro origen fue la reencarnación de los deseos humanos, a pesar de que me niego a creer que realmente quisierais condenaros al borde de la extinción. En cualquier caso... todo comenzó con vosotros. Después de que los Dioses de los cinco elementos abandonaran el mundo y ascendieran a los cielos, los mundanos, su última creación y de la que más orgullosos se sentían, ocuparon todos los confines del planeta. Durante trescientos años vagabundeasteis por el mundo, sobreviviendo gracias a la cooperación y guerreando para conseguir lo que deseabais.

A causa de vuestras disputas, Los Cinco reunieron cada uno de los deseos que os nublaban el juicio y les confiaron una pequeña parte de su poder. El dios Fuego les dio forma; la diosa Viento les entregó un par de alas para que pudieran alcanzar cualquier parte del mundo; la diosa Agua el poder de evitar las sequías; la diosa Tierra la paciencia para extender la vida sobre el planeta; y el dios Rayo, la vida.

De esa forma renacieron los mundanos, reencarnados en cuerpos divinos que morían tras varias vidas. Después de escuchar los designios de Los Cinco, el clan de las Plumas descendió al mundo a través del Ojo del Cielo, más comúnmente llamado "Luna", y comenzaron su misión.

La gente del clan de las Plumas estableció una alianza con la raza mundana. Trajeron varias piedras preciosas al mundo y enseñaron a la humanidad formas de trabar el acero, avances en la agricultura y el lenguaje entre otras cosas. La sociedad mundana creció en cuestión de segundos y le dieron sus más honestos agradecimientos a aquellas celestiales criaturas. Para mostrar la gratitud de la humanidad, los mundanos le dieron al clan de las Plumas un hermoso nombre: Ángeles.

Sin embargo, la debilidad de la humanidad era la codicia, y esta nunca parecía llegar a su fin. Ansiaban conocer más y más hasta que...