Algo estaba pasando. Mei sabía eso al menos... ¿por qué Red Son, de TODAS las personas, la ayudaría a ella y a sus amigos? ¿Voluntariamente esta vez? No había mayor amenaza. ¿Él estaba considerando ser un héroe?

Después de que un dumpling gigante gigante casi destruye todo, MK y Tang lo atraparon con el envase de guanyin. Pero Mei no estaba demasiado preocupada por eso en este momento.

Corrió por la ciudad en su bicicleta, mirando una pantalla holográfica verde en su bicicleta. ¡Ella sabía que colocar un dispositivo de rastreo en Red Son sería útil por una vez!

Eventualmente, su rastreador emitió un pitido en... ¿La Gran Muralla?

Ella inclinó la cabeza antes de encogerse de hombros y correr hacia allí. Llegó unos minutos más tarde, cruzando el camino antes de llegar a la entrada de la Gran Muralla. Ella entró, ¿y por supuesto? Red Son estaba allí... con el dispositivo de rastreo en la mano.

Red Son no se veía muy contento. "... si realmente querías encontrarme, pedir mi número de teléfono sería una manera más razonable".

"¿Y cómo voy a hacer eso si no sé dónde estás?" Preguntó Mei, caminando hacia él con una sonrisa mientras se quitaba el casco.

Red Son se burló. "Obviamente, espera a que aparezca de nuevo".

Mei se rió antes de sentarse en uno de los bordes de la Gran Muralla, frente al ex Niño Rey Sabio. "Entonces, ¿qué estás haciendo aquí, Red Boy?"

"Red SON". Corrigió antes de suspirar. "Honestamente, no lo sé... pero estoy seguro de que estarás feliz de saber que mi familia y yo no intentaremos destruirlos por... un largo tiempo".

Mei estaba un poco sorprendida por esto e inclinó la cabeza. "¿Tú? ¿Tú y tu familia ya no van a tratar de destruirnos?"

"¡Dije por un largo tiempo!" Exclamó Red Son. "Nosotros... no sabemos si queremos seguir intentando conquistar la ciudad y el mundo. Siempre fallamos de todos modos... ¿y la última vez que casi lo logramos?"

"Tu papá tuvo un caso de azules, je". Mei dijo antes de que su rostro se suavizara. "Lo siento. Eso podría ser una herida fresca".

Red Son se volvió y se rió entre dientes, AHORA se veía contento. "¿Tú? ¿Disculpándote conmigo? ¿Quien eres y que hiciste con La Chica Dragón?"

"Tengo nombre". Mei se rió.

Red Son se rió entre dientes antes de redirigir su atención a las vistas que podían ver en la Gran Muralla. "Lo sé".

Mei luego se deslizó un poco más cerca de él. "Entonces... ¿por qué querrías salvarme? ¿De lo del Bicho de Sueño? Podrías haber salvado a cualquiera primero... pero me salvaste a mi. Sin mencionar que hiciste todo eso para despertarme".

Red Son se sonrojó levemente, sobre todo por la vergüenza. "Yo... supongo que... ya no quiero ser malvado". Dijo de repente. "Me encontré con el FRACASO. Cada vez... ¿pero cuando estaba con tu equipo? me sentí..."

"¿Bien?"

"S-Sí". Dijo Red Son. "Yo... nunca he ayudado a nadie antes, así que no sé porque me sentí tan gratificante".

Mei sonrió. "De eso se trata ser un héroe, Red Son". Dijo ella, finalmente dirigiéndose a él por su nombre. "Ayudar a la gente por que es lo correcto. No por fama, poder o simplemente para tener derecho a fanfarronear. Es hacer lo correcto porque ES lo correcto". Ella sonrió más. "¿Te sentiste un poco mejor contigo mismo cuando realmente GANASTE una batalla? No te lastimaste, pero cuando te lastimaste, ¿fue por una buena razón?"

Red Son se quedó en silencio... antes de que no pudiera contener una sonrisa. "Fue... fue bueno ganar una pelea por una vez... ¿eso... me convierte en un héroe?"

"¡Bueno! Esa es tu elección". Mei dijo, saltando a su lado."¿Pero en mi opinión? ¿Si sigues por este camino y también lo eliges? Eso te convierte en un héroe."

Red Son volvió a guardar silencio antes de suspirar. "Supongo que soy uno entonces..."

"¡Entonces tienes mucho trabajo que hacer!" Mei se rió. "¡Yo puedo ser tu maestra!"

"Ummm, ¿de acuerdo?" Dijo Red Son girándose hacia ella y levantando una ceja. "Tengo la sensación de que tus amigos no lo aceptarán tanto".

Mei murmuró. "¡Bueno! ¡Te enseñaré todo lo que sé sobre ser un héroe y DESPUES DE ESO les mostraré a ellos tu nuevo yo!" Ella se rió. "¡Mei y Red Son! ¡Pájaros de un mismo plumaje!"

"Creo que quieres decir dos dragones de una escama". Red Son bromeó.

Mei resopló antes de reír con una risa bastante adorable. "¿Lo ves? ¡Ya estás contando chistes!"

"¡Como te atreves! Puedo ser gracioso". Dijo Red Son, poniendo una mano en su pecho.

Mei palmeó su espalda. "¡Pronto!"

Red Son volvió a mirarla... y sonrió. Una sonrisa real y genuina. "Eres demasiado amable para tu propio bien".

"¡Puedo ser mala!" Dijo Mei, mostrando... ¿colmillos?

Red Son también tenía colmillos, pero estaba confundido en cuanto a porqué la Chica Dragón, quiero decir, Mei también los tenía. Luego los señaló. "¿Tú? ¿Tienes colmillos?"

"Soy una dragona después de todo". Dijo Mei con una sonrisa. "Mi tatara-tatara-tatara-tatara-tatara-tatara-tatara-" Ella luego parpadeó. "Agrega como mil 'tátaras' después de eso. De todos modos, soy pariente de el Rey Dragón del Oeste".

"¡¿Ao Run?!" Exclamó Red Son, pareciendo sorprendido antes de rápidamente sacudir la cabeza. "Entonces eso significa que eres una-"

"¿Princesa Dragón?" Mei preguntó. "Más o menos. Pero solo técnicamente". Ella rió. "Mi papá y mi mamá me dijeron eso, y me vestí como una princesa de niña".

Red Son miró de arriba abajo a Mei. ¿Como podría esta chica ruidosa, jugadora, luchadora de espadas y posiblemente salvaje... ser de la realeza? Por otra parte, él era ruidoso, gruñía, lanzaba fuego y posiblemente salvaje... Sin embargo, él era un príncipe.

"Ya veo". Dijo antes de mirarla. "Supongo que tenemos más en común de lo que pensábamos".

Mei sonrió. "Parece que sí... ¡Oh! ¡Y nunca te agradecí!"

"¿Agradecerme?"

"Por salvarme la vida más de una vez". Mei dijo antes de redirigir su atención al turismo también. "Este lugar es realmente hermoso cuando lo miras desde este ángulo".

Red Son giró su mirada también y sonrió. "Yo... supongo que no te equivocas".