- Increíble - dirían todos.

Pero Mewtwo Ozaru estaba resintiendo la técnica.

Pero de repente...

- ¡El ataque . . . Big Bang! - diría una voz.

Un Takao transformado en su máximo poder, lanzando su técnica mas poderosa.

Aunque era algo obvio que no haría nada, ni lo mataría, serie suficiente para distraerlo y que Nishikata pueda matarlo de una buena vez.

Dicho esto.

Una gran bola de energía impactaría fuertemente en la espalda de este.

- ¡Oh dios! - diría para hacer el mismo error que la anterior vez, ósea voltearse para verlo.

Pero nuevamente la voz de su gran maestro.

- ¡Lanzale todo Nishikata! - diría desde el otro mundo.

Toda su energía fue lanzada.

Pese que lo conoció ese mismo día, este ataque estaba cargado de sentimientos.

Por todo el daño que le hizo a su frentona.

Tenía que matarlo cueste lo que cueste.

Hasta uso sus energías que tenía para mantener sus huesos en un buen estado, simplemente a él no le importaba si vivía o no, pues iba a morir de todos modos.

Había asesinado a mucha gente inocente, él ya sabia quien provoco el gran impacto y de todas las millones de muertes que causo.

Era claro que iba al infierno.

- ¡Desaparece para siempre Mewtwo! - lo despedía con su máxima fuerza.

Este comenzaría a retroceder.

Cada parte de su cuerpo iba a desaparecer.

Separándose de todo el mono gigante.

- Eres un ser increíble, diste lo mejor de vos y por eso te admiro, pasaste por la transformación, fuiste tan poderoso que todos nosotros te odiamos. Espero que renazcas como un buen tipo, te estaré esperando para pelear, adiós Mewtwo - dijo Nishikata, dando el ultimo gran golpe, para matar a su enemigo.

Finalmente, el poder toco la base de la isla, provocando un gran resplandor que se podía ver a simple vista desde Plutón. Además que por el reflejo de la atmosfera, ilumino por varios segundos, toda la parte que era de noche, pareciendo como una noche blanca.

- Lo logró - diría Houjou mirando a Nishikata.

Este se mostraba muy pero muy agitado

- Ya no puedo mas - diría el joven pelinegro, volviendo a su estado normal y cayendo fuertemente al suelo.

Un fuerte estruendo tras su caída, se escucharon muchos huesos rotos (ya que utilizo su energía en estos en su ataque, por lo que quedaron muy frágiles).

Todos fueron rápido.

- ¡Rápido hay que llevarlo a un hospital de la asociación! - diría Nakai.

Pero a lo lejos, se podía escuchar y ver a una gran nave, con la insignia de la cruz roja.

- - - - - - - - - -

Tres meses después . . .

Pov Nishikata

Hace media hora estoy despierto mirando la televisión, me había mimido una siesta, pero ahora estoy mirando un programa de cocina de alto nivel ¡Lo que daría por comer algo que no sea de hospital!

Estoy con muchas partes cubiertas de yeso, especialmente mis piernas y cadera, ya sé que nunca mas tengo que utilizar la energía para mis funciones vitales.

Me quede pensando en lo que había pasado, desde ayer me desperté del coma y ahí me había enterado de lo que me paso, pero no de lo que le paso a mis amigos.

Toc toc toc

Alguien entra...

- Hola Nishikata ¿Cómo te sientes? - dijo una voz femenina.

La miré.

Era Takagi con una cosita entre las manos.

- Oh hola Takagi, pensé que habías muerto - dijo Nishikata mirándola.

Tenía ropa ligera, de verano, además que no tenia ni una sola herida. Atrás de su pierna había una pequeña niña, con ropas rosadas, un gorrito de pasto seco y un pantaloncito azul claro. Pero lo que mas imponía, era una cola amarilla, cual tenia casi tu altura y estaba libre y sin enroscar en su cintura.

- No no, Mano me llevo rápidamente a un hospital de la asociación en Ushuaia y ahí me curaron rápidamente - dijo mientras acariciaba la pequeña mano de la niña, para que ella no tenga miedo.

Mire a la niña, la señalé con el único brazo que podía mover sin dolor.

- ¿Ella es Takagawa? - preguntaría Nishikata, por los rasgos Funghi, era obvio que era su hija.

Ella asintió.

Mostro una sonrisa.

- Ve hija, ese es papi - diría moviendo la niña, para luego ella salir corriendo al brazo de Nishi - es exactamente igual en personalidad a vos - dio una risita - revoltosa, explosiva y con ganas de pelear - pone su mano sobre su perilla - aunque lo único que hace es lanzar pequeños golpes a su cama cuando se enoja , lo que me extraña es su cola - diría la joven.

Nishikata puso una sonrisa, aunque su hija fuera mestiza, la llenaba de orgullo. Con esa actitud, tendría una compañera para entrenar y enseñarle todo lo que sabe sobre las peleas.

Este abrazo a su hija fuertemente o con sus únicas fuerzas.

- A partir de ahora, viviremos todos juntos - diría Nishikata, mientras le daba un beso en la frente a su hija, cual reía felizmente.

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¿Qué le modificarían?

¿Qué les pareció el final?

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