¡Hoy será mi primer día en la academia de héroes de Sapporo! Estoy ansiosa por convertirme en una heroína y salvar a la ciudad de los malhechores.

Desde pequeña quise ser una heroína, veía como el gran maestro destruía al extraño ángel que nos vino a visitar. Pero la razón principal, es no permitir que otro desastre como el primer impacto vuelva a suceder.

Especialmente porqué se llevo a mis padres biológicos.

- Takagi ¿Estas lista para tu primer día? - pregunto Mano, mientras le mostraba una sonrisa.

Hace mucho que la conozco, diría que desde que éramos bebes.

- ¡Sí! ¡Espero ser una heroína tan fuerte como lo fue la monje de la puerta norte! -dije con mucha emoción.

Mano también compartía ese sueño, pues la monje de la puerta norte fue una de las principales fundadoras de este planeta tal como conocemos ahora, eliminando a la antigua raza de simbiontes. Esto hace mas de cuatro mil millones de años.

Se decía que era tan fuerte, que su poder llegaba a las siete cifras. Ojala yo pueda ser tan fuerte.

- Wow Takagi, eres muy ambiciosa - dijo Mano riendo.

Solté una pequeña risa, a lo lejos vi a Nakai con Hamaguchi, Kimura y Houjou. No me sorprendió que él entré a esta prestigiosa academia de héroes, pero lo que me sorprendió fue ver a Houjou.

Lo qué me sorprendía mucho, pues no era tan fuerte. Pero como es tan faldera de su pareja, supongo que lo hizo mas por ese joven Hamaguchi, aunque ambos eran muy inteligentes, pasaron a querer pelear y no a algo puramente científico, algo raro.

- Mira Mano, ahí esta tu "bombero" - dije esto ultimo susurrándole al oído.

Ella se puso roja por mi comentario, ese era el propósito.

Ellos estaban lejos, para suerte de Mano.

- ¿Y tu no tienes un "bombero" Takagi? - dijo Mano, contraatacando.

Me puse muy roja al instante, además puse un puchero, un pequeño berrinche.

Todavía no he tenido un novio, a diferencia de mi mejor amiga, nunca he salido con un hombre en mi vida.

He buscado por un tiempo, pero ninguno en mi vieja escuela me llamaba la atención, eran muy malas personas (no conmigo, pero sí con otras personas). Otros chicos y chicas se me han insinuado pero los rechace, eran raritos todos esos, aparte porqué le llevaba como tres y dos años.

- No Mano - dije colorada - espero encontrar alguien de mi gusto aquí en la academia - dijo apenada.

Pues tenia quince años en este momento.

Mano se fue a mirar una revista de noticias en el mundo de héroes, a mi no me llamo tanto la atención esas revistas, solo un tomo. El cual hablaba sobre una raza que se podía transformar en un gran mono y que conquistaban planetas, pero esta solo era una teoría en la parte de misterios (la cual eran cosas ficticias).

Miré a una dirección, vi un chico que llegaba volando. Tenía pelo corto y no presentaba una sonrisa en su cara.

- No necesito de mostrar mis habilidades, son todo una banda de insectos - dijo ese joven, hablando presuntamente con su maestro.

Su maestro aparentemente le dijo algo, cosa que el chico pelinegro negó con la cabeza.

- No quiero ser un bicho utilizado por una corporación, quiero aprender nuevas formas de pelea en esta academia, quiero ser mi mismo y no tener alguien que me de ordenes - dijo con un tono rebelde, el pelinegro. 

Me quede mirándolo. No era feo, era muy serio, no se le escapaba una sonrisa ni por casualidad.

Esa rebeldía que tenía. 

¿Qué estoy diciendo?

Tipo, no lo conozco, pero...

No es nada feo, pensé mirándolo, cosa que él noto.

- ¡Que tanto me estas viendo idiota! ¿Acaso tengo algo en la cara? - dijo mirándome.

Me sonroje, mire a otro lado.

- Eso pensaba - concluyó - pobre diabla - dijo de mala manera ese pelinegro.

Ese carácter que tenía.

Esa cara tan bella.

Espero que nos podamos conocer, extraño joven.

¿Qué piensan del punto de vista de Takagi?

¿Qué pasará ahora con Nishikata desaparecido?

¿Cómo será el punto de vista de los demas?