Y al abrir sus ojos vio una hermosa isla

Isao intento mover el cuello, sin embargo no pudo, intento ver arriba y tampoco pudo, pues estaba viendo un recuerdo de Buddha el solo vería a través de los ojos de su maestro, no se movería, nada, pues no podía, Buddha siguió caminando tocando las rocas, hasta que empezó a hablar

Buddha (Recuerdo): La isla espiritual, la representación que los humanos podemos entender de nuestra alma, encuéntrala, búscalo, conócelo, domínalo —Hablo el humano iluminado—

Isao regreso a su cuerpo, cuando se dió cuenta si cuerpo estaba en posición de loto, hasta que este se acomodó Kagutsuchi hablo

Kagutsuchi: ¿Sabes lo que acabas de ver? —Cuestiono al joven—

Isao: La isla espiritual de Buddha —Dijo a el demonio— Tengo que acceder a mi isla espiritual o eso creo —Hablo levantando sus hombros—

Kagutsuchi: ¿Como harás eso? —Pregunto al adolescente—

Isao: Haremos mi estimado, somos uno mismo —Hablo al demonio—

Kagutsuchi: Bueno ¿Qué haremos? —Cuestionó al joven—

Isao: Mmmm ¿Conoces algún método? —Pregunto a su amigo—

Kagutsuchi: Magia, es lo único que se me ocurre, para poder acceder a eso o incluso la meditación pero no se si funcione —Dijo al joven—

Isao: No lo sabremos hasta que lo intentemos —Dijo con cierta determinación en su voz—

Dos días después

No había mucho progreso siempre estaba intentando meditar y por mas que lo hacía no podía, siempre se quedaba dormido y cuando intentaba con magia tampoco podía, por mas posiciones de manos que hacía nada salía ni unas pocas chispas, hasta que un día...

Isao seguía meditando hasta que sintió una pequeña brisa y al abrir sus ojos vio un hermoso paisaje

Pero a su lado seguía un gran calor, Kagutsuchi estaba a su lado

Isao: ¿Qué mierda haces aquí? —Pregunto al demonio—

Kagutsuchi: Tu mismo lo dijiste, somos uno mismo —Dijo al adolescente—

Isao: Perfecto, ahora buscaremos con que entrenar —Hablo y comunico al demonio—

Kagutsuchi: Creo que ya lo encontré —Dijo señalando una gigante figura sobre las montañas—

Aquel lobo lo veía desde la montaña mas alta

Isao: ¿Qué mierda es eso? —Pregunto a su ígneo compañero—

Kagutsuchi: Eso es tu animal espiritual, aquel animal que simboliza tu alma —Dijo al adolescente—

Isao: ¿Por qué nos mira así? —Cuestiono—

Kagutsuchi: Creo que nos ve como comida —Comunico a su compañero—

Hasta ese momento Isao recordó las palabras de su maestro "Domínalo"

Isao: Bien, que comience esto —Dijo invocando el Rokudō—

6 meses después

Isao había estado ahí seis meses junto a Kagutsuchi, entrenando día a día, siempre que el lobo, al cuál había nombrado Fenrir, esto en honor a el lobo gigante de la mitología nórdica, el lobo era extremadamente fuerte, mas que Isao, Kagutsuchi intentaba no interferir, el lobo cada vez que lo atacaba el demonio lo alejaba, además de que el demonio aveces desaparecía, para eso el lobo enfocarse en Isao, quien apenas y podía esquivarlo o dañarlo, eso pasado seis meses

Octavo mes

Isao había logrado un poco de avance, ya era capaz de golpear a Fenrir mas seguido, pero este aun era superior

En una cueva

Isao: ¡Maldita sea! —Grito desesperado, pues ya quería salir de ahí—

Kagutsuchi: Tranquilo niño, no desesperes —Dijo acostado en la cueva—

Isao: Nis quiera se que hago aquí, ya pasaron 8 meses, el festival deportivo fue hace mucho —Grito golpeando un pared de la cueva

Kagutsuchi: Pero volverás mas fuerte —Dijo consolando al chico—

Isao: Ya me vale tres pepinos, ni siquiera he despertado una nueva arma —en eso escucharon un aullido fuera de la cueva—

Cuando ambos salieron vieron a Fenrir muy enojado, intentado tirar la cueva, Isao actuó rápido he intento atacar al lobo, quien tan solo lo empujo para atrás, nuestro prota lo volvió a intentar, pero con el mismo resultado, Isao miraba fijamente a Fenrir y en su frente vio una cicatriz, la cual le había hecho el en su primer combate, Isao iba a seguir atacando, hasta que soltó el Rōkudo

Kagutsuchi: ¿Qué haces niño? —Pregunto a el peli negro—

Isao: Creo que hay otra manera —Dijo extendiendo la mano—

Kagutsuchi: Eso lo viste en una película —Dijo decepcionado—

Isao: Confiare en como entrenar a tu dragón —Dijo tocando la frente de Fenrir, su mano sentía su pelaje, Fenrir bajo la cabeza poniéndole en el piso—

El lobo se despego de la mano de Isao y empezo a lamerla con si lengua gigante, la cual era igual de grande que Isao y en eso el chico recordó las palabras de su maestro.

Flashback

Buddha: Encuéntrala, búscalo, conócelo, domínalo

Fin flashback

El chico solo río

Isao: Tan sabio como siempre maestro —Dijo cerrando sus ojos y en cuanto los abrió estaba en su cuarto nuevamente, este sentía muy pesado su cuerpo, como si hubiera hecho ejercicio hasta el cansancio, como si nunca hubiera parado, este prendió su celular con mucho esfuerzo y vio que apenas y había pasado una semana, sin embargo este  estaba con una intravenosa, recibiendo suero, este tomo la intravenosa y se la arranco del brazo, para después con una venda cubrirse el brazo, salió de su cuarto y vio a su madre hablando con su tia Inko, ambas muy tranquilas, hasta que la peli negra se percató de la presencia de su hijo

Ayaka: Ohh hijo, ya terminaste tu entrenamiento —Dijo la señora—

Isao: Sii ¿Como sabes que estaba entrenando? —Pregunto a su madre—

Ayaka: El señor Kagutsuchi nos contó, salió de tu cuerpo y nos aviso que estabas entrenando mentalmente —Dijo sonriendo con simpleza—

Inko: Es muy amable el señor Kagutsuchi —Dijo sonriendo—

Isao: Oohh —Dijo en la realidad, pero en su mente— ¿Cuando te conocieron? —Pregunto al demonio—

Kagutsuchi: De nada, gracias a mi sigues vivo, ellas te pusieron la intravenosa para que no murieras de hambre o deshidratación —Dijo el demonio— Además, cuando desaparecía entrenaba tu cuerpo haciendo ejercicio

Isao: Eso explica mi dolor corporal —Pensó— Bueno mamá, me voy a entrenar mi cuerpo —Hablo el chico marchándose del cuarto, antes tomando el rōkudo, para después marcharse

Fin

Capítulo corto, sin embargo el siguiente sera mas largo