Capitulo 82.
''Siempre hay que estar conscientes de que la vida hay que aprovecharla y que así como da, también quita. ''
Erick.
Mi angustia sigue porque nadie sale a decirnos nada, estoy seguro que puedo estar haciendo un hueco en la sala de espera de tanto que he caminado de un lado a otro y es que como he dicho antes, no me puedo quedar tranquilo hasta que ella no esté a mi lado, que yo sepa que ella va a estar bien y que sea lo que sea que le pasa lo vamos a poder solucionar, veo a Benjamín que está al lado de Vanessa y ella lo está abrazando mientras él habla, todos nuestros padres están aquí esperando que alguien salga y diga algo sobre Fabiana.
Una enfermera se acerca a mí y todos se levantan pero se mantienen en sus lugares, para todos ellos es como si Fabiana fuera la hija pequeña que todos deben cuidar, cuando pasó lo de Noah todos comenzaron a cuidarla con mayor atención y hoy se nota toda esa preocupación, yo veo a la enfermera que se detiene frente a mí y ella me sonríe cuando yo solo quiero que me diga que fue lo que salió en esos exámenes de sangre y en donde está mi novia.
— ¿Puede decirme que es lo que pasa con mi novia? —ella asintió y me tendió unos resultados, yo la miré extrañado para luego abrir el sobre, leí todo y cuando vi un positivo en rojo mi corazón se iba a salir, me tambalee y sentí que alguien me sostenía detrás, cuando me estabilice yo cerré mis ojos y cuando los abrí ese positivo me sonreía, se lo pasé a Benjamín y este tuvo la misma reacción que yo, yo vi a la enfermera que ya no sonreía y me preocupe— ¿Qué es lo que sucede? dígame—le pregunte y ella solo hizo una mueca para bajar su mirada, eso solo alertaba a mi mente.
—Las cosas no están bien y debe acompañarme—yo miré a todos para luego tomar a Benjamín por el brazo—debe ser rápido—yo asentí y me acerque a Fernanda.
—Debes venir, yo...es tu hija y mi pareja claro está pero no sé cómo voy a reaccionar, como leíste está embarazada y realmente no sé qué hacer, te necesito a nuestro lado—ella asintió y me siguió cuando yo comencé a caminar hacia la enfermera, tenía un mal presentimiento y ojala me estuviera equivocando porque para mi no hay nada más importante que ella y si le pasa algo yo no podría soportarlo.
—Solo debes pretender estar tranquilo, no puedes mostrar tu angustia frente a ella porque no sabemos que es lo que está pasando y lo mejor para ambos es que se mantengan tranquilos, todo tiene solución y estoy segura que esto también—yo asentí mientras respiraba profundamente para calmarme, mamá Fernanda tiene mucha razón y lo mejor para los dos es que aunque sea uno este sereno y centrado, mi corazón quiere salirse de mi pecho pero lo retengo mientras pienso en que vamos a tener un hijo y que seremos una familia después de todo, que sea como sea, estaremos siempre juntos y eso hace que sienta mi corazón alegrarse.
Entramos a un consultorio con la enfermera, nos detenemos frente a una doctora quien nos sonríe para luego hacer una seña para que nos sentemos para hablar mejor, veo todo mi alrededor y solo hay cosas de mujeres, sus partes íntimas y afiches con sugerencias y recomendaciones, seguro ella es ginecóloga. Centro mi mirada en ella y me encuentro con que ella me esta viendo con una sonrisa, yo me acomodo esperando que no nos diga nada malo, que ambos estarán bien y que seguramente después de esto deba adelantar esos planes de boda que tenía para nosotros, debía ser en dos años más pero si vamos a tener un bebé debe ser antes.
—La paciente está embarazada—dijo sería y yo tragué grueso para verla de nuevo —presenta una grave complicación que debe ser operado ya, tiene diez semanas y el feto se ha estado formando fuera del útero, a eso se le llama embarazo ectopico. El ovulo fertilizado no puede vivir fuera del útero, esto es de alto riesgo porque si se permite que siga creciendo puede dañar órganos cercanos y ocasionar una perdida de sangre mortal—ya mi corazón está detenido por esa noticia, es como regalarle a alguien la posibilidad de una familia y luego arrebatársela sin ningún tipo de cuidado y duele demasiado, es como si me apuñalaran varias veces—ya tiene diez semanas y va creciendo, debemos extraerlo ahora porque luego será muy tarde y no solo perderán al bebé sino que a ella también—yo la miré y me levanté para salir de ese consultorio, no podía y no puedo pensar en una vida sin ella, sin mi amor.
Pase por la sala de espera sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas, era incontenible llorar, me estaba haciendo a la idea de que seríamos tres desde el momento en que descubrí que a ella no le había llegado su periodo, me había imaginado una casita feliz con dos personas adultas y un bebé pero ya no podrá ser así y debemos entender que por algo las cosas pasan, que pueden doler en el alma pero que hay que dejarlas ir y aunque no podré conocerlo, llevaré a ese feto que iba a ser mi hijo en mi corazón por toda la vida, porque forma parte de mi ser y eso duele, hubiese querido que las cosas fueran diferentes y que sin importar nada más, ese ovulo fertilizado cómo dijo la doctora, hubiese llegado al útero.
Me agacho y saco todo ese dolor que siento y también la frustración porque en cuanto vaya a hablar con ella debo estar tranquilo, siento dos pares de brazos envolverme y lloro con mas fuerza porque nadie sabe cuánto duele saber eso, yo me había ilusionado tan rápido con la idea de una nueva alegría para la familia, una lucecita para Fabs y para mí que ya no podrá ser, que se fue así como llego.
—No va a poder tener al bebé, no podrá nacer y no lo vamos a poder ver crecer porque es un embarazo ectopico que es de alto riesgo y deben sacarlo ahora o ella también muere—dije en medio del llanto y ellos dos seguían abrazándome—no puedo con esto, es como si me quitarán algo que acabo de saber que quería, algo que es parte de mi y me duele demasiado ¿Cómo voy a poder apoyarla a ella cuando yo siento que algo me falta? No puedo, no puedo—dije llorando y ellos se separaron de mi para tomar mi cara con sus manos y hacer que los mirase a los ojos, yo me siento tan débil y tan triste que ni siquiera puede decir nada con respecto a que me están lastimando.
—Deja de decir tonterías y llora lo que tengas que llorar para que te seques las lágrimas y vayas a ser su apoyo como su pareja y padre de ese feto, no puedes solo dejarla sola porque no te crees capaz de no llorar frente a ella, tienes que ser su soporte aunque tú te estés derrumbando porque recuerda que quién llevaba el bebé era ella y aunque no lo sintiera hasta hoy no quiere decir que como tú ya se había hecho a la idea de una hermosa familia, ponte en su lugar y ahora observa a quien de los le duele más, quien sufre más y verás que ella te gana por mucho porque definitivamente ella es quien lleva al bebé y quién sufrirá la operación —yo deje de llorar mientras escuchaba a Charlotte, sentía tanto este dolor que sentía no poder respirar.
—Céntrate Erick y levántate porque debes estar a su lado en este momento tan difícil, nosotros estaremos a tu lado para apoyarlos pero tú eres el que debe apoyarla a ella, es su hijo y es un vínculo mucho más fuerte que no se puede romper así como así, no dejes que esto arruine lo que tienen, su amor y utilícenlo para crecer juntos y no para derrumbarse así que seca esas lágrimas y vamos que Fabiana te espera, necesitas mostrar tranquilidad y nada más que eso, no queremos que la cosa empeore ya es suficiente con lo del bebé—yo asiento y me levanto para poder verlos a los ojos y abrazarnos de nuevo, no sé que haría sin mis mejores amigos aunque una de ellas este adentro en la clínica.
Entramos y cuando vamos llegando a la sala de espera me detengo porque no se que es lo que están pensando mis padres o el propio Max, me siento tan culpable por esto y solo trato de recordar cuando fue esa estúpida vez en la que no me protegí, con eso solo estoy causando dolor a mi y a todos y para mi eso es inaceptable, Benjamín me jala por el brazo y yo a regañadientes avanzo para ver a todos con lágrimas en los ojos, cuando mi mamá me ve corre hacia mi y me abraza con fuerza, yo aguanto mis ganas de llorar porque no lo haré de nuevo, debo ser fuerte por ella ,por mi y por todos.
Mi papá también se acerca y yo me dejó abrazar como si no hubiera otra cosa mejor que hacer, como si no tuviera que ir con Fabiana y aguantarme las lágrimas mientras la veo a ella llorar o quejarse, aunque en lo más profundo de mi ser espero verla tranquila y que acepte el hecho de tener que operarla de urgencia para sacarle el feto, de verdad lo espero porque verla sufrir a ella me parece la tortura más grande que pueda tener en esta vida y no puedo.
—Lo siento tanto hijo pero lastimosamente debemos aceptar que ese bebé no debía nacer, que era muy pronto para ustedes y que todavía les queda tiempo para formar su familia como es, no te desanimes y ahora solo debes darle el mejor de los apoyos a ella, nosotros sabemos que es eso porque pasamos algo igual cuando teníamos su edad y por eso después se me hizo más complicado pero nunca es imposible y así como nos pasó a nosotros porque no era el momento indicado y lo entendimos así lo entenderán ustedes pero debe pasar un tiempo y deben asimilarlo juntos, no separados —dijo mi mamá y yo asentí creyendo en sus palabras.
—Solo no la dejes sola, ella te necesita más que nunca y esto deben solucionarlo ambos como las dos personas adultas que ya son, así que ve con tu chica y solo piensa en su bienestar, va a pasar por una cirugía difícil y de verdad necesita de todo tu apoyo para salir adelante —yo asentí y comencé a caminar por el pasillo acompañado con mis dos mejores amigos, es una locura como hace unos años estábamos haciendo una guerra de bromas y hoy estamos en una clínica porque una de nosotros está embarazada y deben sacarle al bebé.
Alargo los paso para que se haga más eterno el momento de llegar a la habitación donde la tienen porque tengo los nervios a flor de piel y muchas ganas de vomitar por el hecho de afrontar una situación tan grande como está, cualquiera me ve y piensa que estoy embarazado o algo así pero no porque ya no podré sentir sus síntomas, vamos a decirle adiós a alguien que no esperábamos pero que estoy seguro nos traería mucha alegría y que amaríamos con nuestra vida.
Tomo el pomo de la puerta pero antes pego mi oído a la puerta para no escuchar más que silencio , ni siquiera un ruido o el televisor que siempre está encendido, me parece super raro y me acobardo, me parece super extraño, miro a Char y está me motiva a abrir la puerta al igual que Ben que me da un empujón para que pase y es lo que hago, no estoy preparado para hablar pero si para acompañarla en todo momento, abro la puerta y los tres entramos en silencio al ver que está dormida, a su lado está Fernanda quien tiene lágrimas en los ojos, nosotros nos acercamos a ella y me abraza para llorar en silencio, yo me mantengo firme y no derramo ni una sola lágrima.
—Estaba ilusionada con que alguien estuviera creciendo dentro de ella pero me dijo que sabía que ese dolor era extraño y que días antes estaba manchando sangre, ella pensó que era su periodo y no se preocupo hasta hoy, ella piensa que es su culpa que su hijo no pueda nacer cuando desde el principio no se podía hacer nada porque él bebé se estaba desarrollando fuera del útero y eso es muy riesgoso a largo plazo, tuvieron que dormirla porque se había alterado un poco, pregunto por ti y le dije que estabas resolviendo algunas cosas pero ya no puedo volver a cubrirte, ella te necesita a ti porque tú eres el padre de ese bebé—yo asentí y me acerque a ella para besar su frente, verla con esas ojeras solo me dan muchas más ganas de llorar y eso que he podido controlarme.
—¿Podrían dejarnos solos? Quiero estar solo con ella así este dormida, hay algo que debo hacer—ellos asintieron y salieron de la habitación, yo me di la vuelta para ver a Benjamín y este asintió y se regresó para darme un abrazo.
—Tu eres fuerte hermano, yo lo sé y ahora debes serlo por ambos, no importa si necesitas también apoyarte en mi porque siempre estaré para ustedes pero debes tu dejar que ella se apoye por completo en ti porque ella es la que lleva al bebé y para ella es peor sentir todo esto y no poder hacer nada para que el bebé nazca—yo asentí y me separé de él para verlo salir de la habitación, la situación es muy difícil pero hay que saber manejarla y llevarla, yo la observó a ella y luego bajo a su vientre para sentir ese pinchazo en mi corazón y esas ganas intensas de hablarle aunque sé que no me escucha.
Me inclino sobre su vientre y dejo un beso allí para luego colocar mi mano.
—Nos enteramos sorpresivamente de que venías al mundo y sentí mucho miedo y luego mucha ilusión de que tendría algo más físico del amor que tú mamá y yo nos tenemos pero ahora nos enteramos que no podrás nacer y se me parte el alma saber que no te conoceré, que no te enseñaré a caminar o a hablar, que no me dirás papá y que yo no te diré te amo porque te me vas, y siento como se desgarra mi alma al saber que tú partida nos duele tanto porque sin conocerte ya te amo y no hay forma de que no vaya a recordar a mi pequeño ángel que no pude conocer, perdóname si las cosas no salieron bien pero no estaba en nuestras manos porque si hubiese Sido así ahorita no estuviéramos llorando si no saltando de la felicidad porque un pequeño viene a alegrar nuestras vidas pero no va a poder ser y lo siento tanto—dije llorando bajito sobre su vientre, la tristeza que siento es tan grande que no puede compararse.
>>Perdóname por no saber escoger el tiempo para que llegarás pero te prometo que en el cielo podrás tener una mejor vida, mucho amor y mucha alegría. Las cosas sucedieron así y ya no podemos cambiarlas a pesar de que queramos—sentí que Fabiana se movió y yo me seque las lágrimas para levantarme y ver cómo sus ojos están rojos y sus mejillas están húmedas por las lágrimas, me acerque a ella y tome su cara con mis manos para que no volteara la cara —te amo y estaré a tu lado siempre, no importa que es lo que pase, siempre voy a estar junto a ti—le di un pequeño beso en los labios y ella comenzó a llorar desconsoladamente.
Yo la abrace y comencé a susurrarle cosas en el oído para que no se alterará y aunque lo creo imposible ella se fue calmando poco a poco.
—Si yo lo hubiese sabido a tiempo, si tan solo...—yo negué mirándola con tristeza porque no había forma de salvarlo.
—No había forma de salvarlo, no es tu culpa y no quiero que vuelvas a decirlo, el óvulo no llego al útero y si dejamos que crezca en dónde está ahora no solo puede morir él sino tu también y yo no quiero eso, amor. Deben hacerte la operación para sacarte al feto y que no sufras ningún daño. Piensa en que no era momento para que él naciera y que después, cuando estemos más estables económicamente podamos tener hasta cinco pero con este angelito en nuestros corazones pero necesito que estés tu de acuerdo con esto, que aunque duela ahora perder algo que no pensábamos tener, saldremos adelante y seguiremos luchando por esa vida que queremos—ella me miró y asintió para después secarse las lágrimas.
—Lo llevaremos en nuestro corazón y lo recordaremos siempre—yo le di un beso en la frente y me levanté para ir a decirle a la doctora que puede proceder pero ella me detuvo tomando con fuerza mi brazo —pero no me dejes sola, no quiero quedarme sola por favor—suspire y sentí un gran nudo en mi garganta, jamás me atrevería a dejarla sola de nuevo ni en mil años se me volvería a ocurrir centrarme en mi dolor cuando ella también sufre.
—Déjame entonces llamar a alguien para que le avisé a la doctora, necesitamos sacarlo ahora antes de que las cosas empeoren, puedo ver en tu rostro que estás aguantando el dolor para no preocuparme y eso no está bien—ella asintió haciendo una mueca y yo salí para llegar hasta la sala de espera, Maximiliano no espero a que dijera nada y camino en dirección hacia la habitación donde está Fabiana, yo me acerqué a Fernanda y suspiré —aceptó hacer la intervención, hay que avisarle a la doctora para que prepare todo y hay que hacerlo rápido porque el dolor está despertando y puede ponerse peor así que ayúdame, anda con ella mientras le digo a la doctora—ella asintió yéndose corriendo a la habitación y yo me fui hacia el consultorio de la doctora.
Media hora después ya todo estaba listo para que la ingresarán a quirófano y yo sentía mi corazón ir de una forma tan rápida que me hacía temblar, tengo tanto miedo pero debo mantenerme fuerte y eso pesa demasiado.
—Yo estaré esperando por ti aquí afuera, te amo —ella sonrió y yo sentí como estuviera dejando ir algo importante cuando vi que la metían al quirófano, no había derramado ni una lágrima pero ahora sí sentía el peso de la situación sobre mi y las lágrimas comenzaron a salir solas mientras yo caigo al suelo y sigo llorando, es mi bebé al que van a sacar de ella, a la unión de nuestro amor y eso duele tanto que me quema el pecho, dicen que es imposible sentir algo por alguien que no conocías pero hoy comprobé que es mentira, yo empecé a querer a ese niño desde el momento uno en el que supe que ella podría estar embarazada pero que no podamos ver su nacimiento ni su crecimiento duele demasiado, es algo muy duro para asimilar.
—Hijo, levántate —dijo mi papá y con su ayuda lo hice para ser llevado a una de las sillas, sentía que las cosas no tenían sentido, que eso no nos podía pasar a nosotros y que definitivamente esto es una pesadilla que no merecemos vivir,—se cuánto duele pero debes ser fuerte —yo negué.
—No papá, no puedo ser fuerte cuando siento que me están arrebatando algo que ahora es muy preciado, no lo soporto y sé que para ella debo ser fuerte pero como no voy a llorar la muerte de mi hijo que aún le faltaba por crecer y no pudo, no puedo ser fuerte sabiendo que pudimos ser una hermosa familia.
—Y lo pueden ser pero más adelante, ya no hay porque apresurar las cosas, deben terminar de estudiar y luego ver qué es lo que van a hacer con sus vidas, por ahora solo apoyarla y que ella te apoye a ti para que ambos puedas salir adelante después de esto, la comunicación puede ser una clave fundamental para que ambos se entiendan y se ayuden, no pueden echarse a morir porque ahora es que les queda vida por vivir así que seca tus lagrimas y en tu corazón crea un altar para ese pequeño en dónde podrá vivir siempre contigo y con ella pero no sé depriman, no caigan, no sé hundan porque luego les va a costar levantarse.
Asentí y mi papá me dio un beso en la frente para dejarme en el asiento y el caminar hacia mi mamá y detenerse a un lado de ella, los vi a todos en pareja y supe que pase lo que pase mi familia siempre va a estar unida y que no hay forma de que alguna vez nos separemos porque en esta familia la unión hace la fuerza y mientras más unidos más fuertes somos. Sonrió y suspiro porque eso que me dijo mi papá me hizo entrar en razón y debo entender que dejarnos caer solo atrasara nuestro proceso para progresar.
Esperamos todos sentados, buscando algo con que matar el tiempo mientras veíamos a enfermeras salir y entrar al área del quirófano apresuradas, las primeras veces me asusté y luego supe que salían a buscar cosas y regresaban tan rápido como podían. Cuando paso la primera hora ya estaba cansado y me levanté para recostarme en una pared y cerrar mis ojos mientras esperemos que salgan a decirnos algo pero nadie sale e intento no estresarme porque eso sería peor y lo que se necesita ahora es mucha calma que parece no tenemos porque no soy el único que está queriendo entrar al quirófano a ver qué es lo que pasa.
Los minutos siguen pasando hasta que llegamos a una hora y las cosas se tornan más estresantes, mis manos están sudando y mis ganas de salir corriendo también están aumentando pero correr hacia el quirófano a ver qué es lo que le están haciendo a mi novia, veo a Maximiliano y este se ve tan nervioso como los demás, porque sencillamente es alguien de nuestra familia quien está sufriendo y necesitamos saber que es lo que está pasando, los segundos siguen avanzando y la desesperación sigue creciendo.
Yo decido salir de allí al ver que ya van a pasar las dos horas. Salgo de la clínica para tomar un poco de aire y siento a alguien detrás de mi, me doy la vuelta y veo a Benjamín con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón y le hago un lado para que se siente junto a mi en la acera, yo no puedo soportar el hecho de esperar mientras el ambiente está tan cargado y yo no puedo con tanta tensión sobre mis hombros, suspiro y enciendo un cigarrillo que tenía guardado, me siento tan ansioso que no puedo evitarlo.
—Te amo hermano y te lo voy a recordar todos los días de mi vida—me dijo y yo lo mire para pasarle el cigarrillo.
—Y yo a ti, por eso te pido que te cuides mucho, procura no dejarla embarazada mira que aunque digamos que tenemos todo controlado y en orden, puede que que tú mismo te estés engañando y si pasa pues a amarlo como nuestros padres nos han amado a nosotros, no podemos hacer menos —dije y el asintió para abrazarme, tener está amistad y confianza con él me ayudó antes y me ha ayudado ahora, él es ese hermano que siempre quise y que mi mamá me dio estando ya grande cuando yo quería era a alguien de mi edad pero igual quiero al piojo.
—Chicos ya salieron del quirófano—dijo Charlotte llegando hasta nosotros y nos levantamos para pasar corriendo y llegar a la sala de espera a escuchar lo que dice la doctora sobre la cirugía, nos detuvimos detrás de Fer y pudimos escuchar todo.
—Pudimos hacer la extracción y ella va a estar bien, va a estar en cuidados intensivos hasta mañana en la mañana y cuando esté mejor en la habitación podrán verla, por ahora es mejor dejarla descansar y recuperarse—nos sonrió y se fue, todos suspiramos porque es un alivio que haya salido bien de la operación y que las cosas no pasaron a mayores, me abrece con Benjamín y Charlotte, los tres lloramos hasta que no teníamos más lágrimas que sacar, es Fabiana la que estaba en operación y muy lejos de ser mi novia, también es mi mejor amiga y no se que sería de mi sin ella molestándome todo el día pero ya no hay porque pensar en eso y es hora de concentrarme en su recuperación, su bienestar y su felicidad.
Ellos se fueron a descansar mientras que Fernanda, Max, mi papá, Ben y yo nos quedamos para estar pendientes de todo, que su recuperación siga avanzando y que cuando despierte podamos verla sin problemas. Yo me siento a un lado de Ben y mis párpados comienzan a cerrarse hasta quedar en completa oscuridad. Puedo escuchar las voces pero ya no los puedo ver y ni siquiera puedo hablar. Entre como en una especie de descanso y ahora solo puedo escuchar hasta que de verdad mi mente también se duerme y ya no puedo oír nada.
Escucho risas y abro mis ojos para volverlos a cerrar, alguien se ríe pero esa luz no deja de cegarme, es una luz muy fuerte que ocupaba todo el lugar, los volví a abrir y cuando pude ver bien mi alrededor mi corazón comienza a latir apresurado al ver a Fabiana con un bebé hermoso en brazos quien se está riendo mientras mi novia está haciéndole morisquetas, yo camino hasta ellas y me detengo a mitad de camino porque esto puede parecer real y no serlo.
—Ven amor, acércate para que conozcas a nuestra hija—yo fruncí mi ceño pero igual me acerque para ver la hermosa sonrisa de esa pequeña niña y mis labios se estiraron formando una gran sonrisa—¿Cierto que es hermosa? Se llama esperanza pero cárgala que solo tenemos este pequeño momento para tenerla con nosotros—yo vi a Fabiana y su sonrisa me hacía creer que esto sí es real pero mi mente lógica me hacía creer otra cosa.
—¿Puedes explicarme?—pregunte cargando a la niña que comenzó a sonreírme desde que me vio.
—Tenemos la oportunidad de ver cómo iba a ser nuestra hija y despedirnos—dijo y mis ojos se cristalizaron al ver a la bebé—debemos disfrutarla ahora porque cuando despertemos de dormir solo nos tendremos a nosotros pero no a ella, así que disfrútala para que le podamos contar a Ben que nos encontramos con ella—yo le di un beso a Esperanza en la frente y luego miré a Fabiana.
—¿Y nos creerá?—ella sonrió y asintió para irse volviendo nada, yo baje mi rostro y sentí una lágrima caer por mi mejilla y ver a mi pequeña hija sonriéndome, no puede ser que sienta amor por alguien a quien solo he visto una vez—pero te llevaré por siempre conmigo, las cosas serán mejores pero mientras eso pasa cuida a mamá desde el cielo ¿Si?—volví a besar su frente para luego ver cómo esta también desaparecía.
Abrí miz ojos y cuando giro a mi derecha veo a Benjamín sonriendo lo que me da a entender que él se acaba de encontrar con mi hija, con ese hermoso ángel que nos cuida desde el cielo y que nos otorgó la felicidad de poderla conocer. Veo a la enfermera venir hacia nosotros y me levanto para escuchar lo que tiene que decir, giro mi cabeza para observar a los demás y todos están dormidos.
—La señorita Fabiana acaba de despertar y pide verlo así que por favor acompáñeme —yo la seguí para entrar a un cuarto donde tuve que vestirme con una ropa extraña para poder pasar a terapia intensiva—la pasaremos a piso en la mañana, cuando estemos seguros de que ella estará bien así que no se preocupe—asentí y volví a seguirla hasta llegar a cuidados intensivos y ver cómo ella se iba, me acerque lentamente hasta ella y cuando me vio sonrió. Compartimos un hermoso sueño y con su sonrisa puedo verificar que fue así, que ambos estuvimos juntos en un sueño junto a una hermosa niña llamada Esperanza.
—Te amo Erick y hoy más que nunca, quiero que sepas que contigo y por ti iría al fin del mundo si fuera eso posible, te amo y te amare siempre—asentí y me acerqué para darle un beso en la frente.
—Te amo más y ahora nuestra unión será mucho más fuerte que antes, nos llenamos de esperanza y fuerza para avanzar—ella asintió y yo le sonreí para después hablar de ese sueño loco que tuvimos, me contó su experiencia y yo la mía hasta el final cuando me desperté.
Nos reímos como cuando éramos adolescentes y aunque a ella le costaba un poco no dejo de hacerlo, eso solo me hace amar más la hermosa mujer que es y lo maravillosa que no deja de ser, es una persona increíble que antes me enseñó muchas cosas pero que ahora me enseñó mucho más al ser tan fuerte después de algo tan duro como perder un hijo pero ella siguió adelante como siempre lo ha hecho, eso me hace admirar la gran mujer que es y amarla mucho más allá de lo que ya la amo.
Dos horas después la pasaron a piso porque vieron que está bien y que a pesar de la costura que le hicieron pudo levantarse y caminar un poco, cuando Benjamín entro a la habitación porque todos los demás estaban dormidos nos reímos porque su cara era de impresión, espanto y amor que definitivamente nos hizo ver qué había tenido un sueño igual que nosotros, se sentía desorientado y puedo asegurar que Charlotte estaba igual pero no diría nada hasta vernos o le guardaría el debido respeto a esa pequeña que nos hizo una agradable visita en sueños.
Hablamos con Ben de lo ocurrido y este aún en shock asintió y dijo que nunca había visto a una bebé tan hermosa como esa y que como el ángel que es nos cuidaría siempre, su cara seguía siendo de asombro. La situación era difícil de asimilar pero toca cuando es algo que nos traería tranquilidad y mucha paz a nuestro corazón porque ella no estaría sola y nosotros tampoco.
Benjamín se quedó dormido en el sofá de la habitación, yo me senté en una de las esquinas de la cama y comencé acariciar su pierna para luego acomodarme y sentarme en la esquina al lado de su cabeza para comenzar a acariciar su cabello para que se quedará dormida ella también. Me recosté a su lado y suspiré.
—Te amo y te amare siempre.
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