Capitulo 8

''Te quiero, te quise y te querré siempre, aunque no podamos estar juntos ya.''

Luego de ver los trajes de baño y elegir cada uno el que se pondría nos fuimos a nuestras habitaciones a cambiarnos mientras Erick le pedia a una de las chicas de servicio de la casa que preparara unos sándwiches para llevarnos.

Yo me decidi por un traje de baño negro completo con amarre en el cuello y faralao en los senos, me puse una falda holgada negra que me llega a la mitad del muslo, me coloque unas sandalias y guardé en mi bolso una toalla para secarme.

Tomé unos lentes que había dejado en mi buró de aquí y me los coloqué, me vi en el espejo y sonreí.

Salí de la habitación y me encontré a Charlotte bajado las escaleras con un traje de baño de dos piezas amarillo, se veia espectacular.

—Ponte algo abajo, no vas a salir así—escuché decir a Erick, terminé de bajar las escaleras y su mirada fue a mi cuerpo—ustedes van a volverme loco pero aunque sea tu llevas una falda, Charlotte estoy hablando en serio—dijo cerrando los ojos y sobándose las sienes.

—Voy a ponerme un vestido, deja ya la tontería—él la miró mal mientras Charlotte volvió a subir.

Erick se acercó a mí y me abrazó por la espalda.

—Si no supiera que te vas a hacer novia de Benjamin, te besaría cada parte de tu hermoso cuerpo justo aquí—sentí mis mejillas arder y para provocarlo pegué mi trasero de él—Fabiana...que peligrosa eres—susurro en mi oído y eso me hizo estremecer.

—El peligroso eres tú—dije sin aliento dándome la vuelta para pasar mis brazos por su cuello—creo que esto empezó muy tarde y aunque me gusta toda esta tensión, no quiero perder la oportunidad con Ben—dije y él me sonrió.

—Pero ya sabes, cuando ya no lo soportes y quieras consuelo, aquí está tu mejor amigo—me dio un pequeño beso en los labios y me abrazó.

—¡Vamonos!—gritó Charlotte bajando y nosotros nos separamos.

Erick tomó la cesta donde lleva comida y salimos de la casa.

Nunca pensé besarme con él o que simplemente pasara algo más allá de esta increíble amistad que siempre hemos tenido pero a veces, la vida nos cambia el rumbo haciendo que nos demos cuenta de lo tarde que decidimos hacer las cosas. Yo nunca lo pensé pero si me lo hubiesen propuesto antes no me hubiese negado porque Erick es uno de esos chicos de sueño.

Con un cuerpo exquisito y con una personalidad cautivante.

En el auto jugamos piedra papel o tijera para ver quien pondría su playlist, Erick y yo nos quejamos al ganar Charlotte porque pondría esas canciones viejas de ese grupo de chicos que a nosotros no nos gusta y lo peor es que empezará a cantarlas.

Por eso, en contra de las quejas de Polar, me coloque mis auriculares y puse a que algo bueno sonara en mis oídos dejando de oír a esos chicos y al reclamo de Erick.

Después de veinte minutos Erick se estaciona en una parte del bosque donde hay otros dos autos, nos bajamos y caminamos hacia el lago, estaba a la expectativa porque no sabía si de verdad vendría o no.

Con Charlotte ubicamos un espacio entre unas piedras donde colocamos una manta y Erick la cesta, comimos mientras nos reíamos. Aún no veíamos quienes eran los que estaban aquí pero imagino que estarán caminando por el bosque.

Al terminar guardamos todo y escuchamos voces viniendo de detrás de nosotros, nos volteamos y al primero que vi fue a Benjamin junto a su prima, detrás de ellos venía Maddison con otros chicos y chicas, fruncí el ceño.

—¿Qué hace ella aquí?—preguntó Charlotte detrás de mí y yo me encogí de hombros.

—¡Es hora de divertirnos!—gritó mi ex amiga y pasó a nuestro lado corriendo junto a las personas con las que vino.

—Sigo sin entender ¿tu sabias que esa venia para aca?—preguntó viendo a Erick.

—No, yo no sabía nada pero podrían preguntarle a él—dijo señalando a Benjamin que se detenía frente a nosotros—¿tu te trajiste a Madison, Benjamin? ¿no que ya nada que ver?—lo retó mi amigo y Benjamin se acercó a él con la mandíbula tensa.

Yo me interpuse en su camino para que no avanzara.

—Responde Benjamin—él no me miró en ningún momento, su mirada seria seguía en mi amigo—Benjamin...

—No, yo no la traje pero escuchó que se lo dije a mi prima—ahora me miró a mi—yo no la traje—asentí y Charlotte dio dos aplausos.

—Ya que todo está solucionado, vamos a divertirnos—dijo mi amiga—dejen de mirarse así, recuerden que se verán por mucho tiempo y no es grato sentir su tensión entre nosotras—asenti.

—Melissa, ellos son Erick y Charlotte—Erick la miró por unos segundos y le sonrió.

—Mucho gusto Melissa—estiró su mano hacia ella y cuando esta la tomó la llevó a sus labios para dejar un beso, Melissa tuvo que respirar profundo, yo perfectamente sé el efecto que eso tenía en las personas, además mi amigo era un seductor de primera.

Adolescentes hormonados nos llamaban, y cuanta razón.

—Vamos a meternos al lago—le dijo y ella sin chistar aceptó, Charlotte también se fue con ellos mientras yo me quedé con Benjamin.

Cómo sabía que era momento de hablar me senté sobre la manta y lo invité a que hiciera lo mismo.

Nos quedamos en silencio por un largo rato, yo solo veía a los demás salpicarse agua en el lago mientras él veía a otro lado.

Agarré una piedra y la lancé, su mirada se centró en mí y yo lo vi por el rabillo de mi ojo para seguir lanzando piedras.

—Dudaste de mí—lo miré y negué.

—No lo hice, solo pregunté algo que parecia evidente—me encogí de hombros—realmente parecía que venían juntos porque puede que ella me quite el habla a mi pero puedo estar segura que a ti no—vi al frente suspirando.

—No, ella en ningún momento me habló o insinuó alguna cosa, yo vine en mi auto y ella con esos chicos—asentí—¿cómo podemos tener una relación si no confías en mí?

—Yo no he dicho que no confio en ti, ni siquiera me preocupa ella porque yo estoy segura de lo que siento y de lo que sientes pero debía preguntar ¿no te has dado cuenta que ninguno de nosotros ha tenido una buena experiencia con Madison? por ende no la queremos cerca, nuestra idea era venir a relajarnos solo nosotros y te escribí porque quería que estuvieras aquí—lo miré.

—Perdon por eso, yo le dije en voz baja pero parece que Madison estaba muy cerca—que sorpresa pensé y bufé—ahora, oficialmente y después de esperar todos estos días ¿estás dispuesta a ser mi novia Fabiana?—me mordí una uña y lo miré.

¿Estoy lista? quién sabía, lo que sí sé es que no dejaría pasar este momento porque como he dicho ya, hay que tomar lo que el momento nos da, vivir sin frenarnos, experimentar y esta oportunidad me la debía desde hace años.

Lo miré agregando suspenso al momento, podía decirle que no y ver su cara para luego reírme y besarlo pero no quería ser tan mala.

—Si, estoy muy dispuesta—lo vi sonreír y sin esperar tanto lo tomé por el cuello de la camisa y lo jale hacia mi para unir nuestros labios.

Lo besé importando poco quien nos viera, debía ser libre yo y lo que siento, no podía enclaustrarlo más.

Me tomó por la cintura y me alzó para ponerme a horcajadas sobre él, yo despeiné su cabello y lo tomé con fuerza cuando sentía que el beso me estaba consumiendo.

—Ben...—me aparté y él pegó su frente sobre la mía.

—Fabs—acomodo mi cabello detrás de mis orejas y yo le sonreí.

—Vamos al lago—me levanté y me quité la falda.

Pude ver como me veía pero no se atrevió a decir nada, sus ojos no se apartaban de mi cuerpo y yo apreté la mano que tenía en la mia, subió su mirada a mis ojos y me sonrió para luego pegarme a su cuerpo.

—No puedo dejar de ver lo bien que te queda ese traje de baño ¿acaso buscabas matarme hoy?—me reí por la tontería que acababa de decir y pasé mis manos por su cuello.

—Y eso que no viste los de dos piezas, creo que ahí si hubieras muerto—me reí más al ver su cara.

—Recuerdame estar preparado para cuando uses trajes de baño porque definitivamente podría morir cada vez que te vea usandolos—le golpeé el hombro.

—Si eres exagerado y ya, vamos que quiero entrar al lago—se rió y tomó mi mano con fuerza para guiarnos al lago.

Nos encontramos con Charlotte hablando con uno de los chicos con quien vino Madison, Erick muy pegado a Melissa y Madison dirigiéndonos miradas, en una de esas le sonreí y ella hizo una mueca de enfado para después darnos la espalda.

Nade de un lado a otro, le lancé agua a la cara a Benjamin, me persiguió, nos besamos y continuamos nadando.

Estaba pasándola increíble, me sentía muy feliz de poder estar haciendo algo que no estaba en nuestra rutina diaria.

Nadé para llegar a Benjamin y sentí que alguien tiraba de mi pie hacia atrás, me asusté cuando intenté emerger y volvieron a tirar de mi pie, no pude contener mucho más el aire y el agua estaba entrando por mi boca y nariz.

Intenté con todas mis fuerzas salir del agua para pedir ayuda pero cuando lo intentaba tiraban de mí otra vez, hasta que mis pulmones decidieron parar un momento y caí al fondo del lago, sin poder respirar y por ende no poder gritar.

Mis ojos se fueron cerrando hasta solo ver oscuridad.

***

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