Capitulo 69.
Siempre he pensado que solo el amor puede llevarnos a hacer cosas que teníamos mucho tiempo sin hacer y ese amor por mis amigos fue lo que me hizo cocinarles hoy
Comienzo a agregar la piña en la licuadora, saco el agua del refrigerador y la agregó para comenzar a licuar, solo por ser la primera vez de ellos en esta casa los recibiré cómo se debe y luego ya veremos cómo resolveremos lo de la comida porque después de hoy solo haré mi pasta en ocasiones especiales, tampoco es que puedo cocinar lo mismo todos los días, tras acostumbrarme a comer algo diferente siempre, ya no puedo comer algo repetido pero como somos nosotros sé que si no es por Charlotte seguro comeremos solo cereal con leche o cualquier cosa que no tenga que ver con cocinar.
Apago la carne mientras el sonido de la licuadora ensordece mis oídos, mi estómago ruge y comienzo a pasar el jugo por un colador pequeño para que las brozas no queden en el jugo, dejó la licuadora en el fregadero y me encargo de agregarle azúcar al jugo, luego de eso lo meto en el refrigerador y lavo todo lo que ensucie, ojalá y está limpieza nos dure para toda la vida prque no hay nada que deteste más que ver los platos sucios al igual que la cocina, aunque también odio ser yo la que limpie y friegue pero estando nosotros tres nos toca turnarnos, aunque eso será muy difícil siendo tan flojos como somos, podríamos ser la reencarnación de los perezosos si así quisiéramos.
Dejo todo limpio y agarro un plato para servirme comida, esperara pero ellos no van a llegar hasta dentro de unas hora y yo tengo hambre, dejó mi plato lleno de comida en el mesón y me sirvo jugo en un vaso con hielo y me siento en uno de los taburetes para comenzar a almorzar, primera vez en mucho tiempo que estar sola se siente tan bien, ya no hay miedo y mucho menos paranoia, eso se quedó en el pasado con todo lo demás, ahora solo me toca disfrutar de la tranquilidad que me ofrece está soledad y de la paz que siento en mi interior. Ir a terapia fue como tener un reencuentro conmigo, evaluarme y superar eso que me había causado tanto daño para después sanar por completo.
Justo ahora me siento completamente sana mentalmente, aún recuerdo cuando no podía siquiera respirar si veía la ventana de mi habitación abierta o la puerta corrediza que da al jardín, era como vivir en una pesadilla constante, fue como pasar por fuego, sentir el ardor de este pero no verlo porque yo sentía y era consciente de lo que estaba haciendo en mi mente todo lo de Noah pero al no ver quien era el desconocido, al creer que todo había sido producto de mi imaginación, eso me había desequilibrado, me había afectado a tal punto que ni siquiera podía dormir por el hecho de ver esa sonrisa en mis sueños pero ya todo eso está superado y ahora puedo dormir tranquila.
Los últimos meses me sirvieron para prepararme hasta llegar aquí, cuando yo estuviera completamente a salvo de todos mis demonios, yo podría vivir una vida tranquila como la que comencé desde el momento que me subí al avión.
Ni siquiera el hecho de saber que Noah está en la cárcel me ha quitado la convicción y las ganas de dejar eso atrás, él se puede pudrir en la cárcel si quiere pero nunca más dejaré que me atormente, mucho ya hizo como para dejarlo que aún a la distancia siga haciéndome daño. Hago el plato a un lado y suspiro trayendo a mi memoria la primera vez que lo conocí, parecia tan dulce y amable pero resultó ser todo un psicópata.
Hay ocasiones en dónde solo debemos ver lo bueno de los momentos o de las personas para no centrarnos en lo malo que hizo o que piensa hacer y con esto no estoy diciendo que justifico a Noah, solo quiero creer que todos de alguna forma podemos conseguir el perdón, la redención y no pudrirnos en la maldad y oscuridad que pudiéramos tener. Agarro el plato y el vaso vacío y las dejo en el fregadero para esparcirles un poco de agua y lavarlos, los coloco en su lugar y me seco las manos con el toalla de cocina. Sonrío viendo mi alrededor y asiento creyendo que este nuevo comienzo nos traerá cosas increíbles a nuestras vidas, que este cambio nos hará más felices y unidos de lo que ya éramos porque siempre es bueno poder contar con personas que amas y te aman.
Camino hacia la sala y me siento en el sofá para luego acostarme y seguir viendo la tv, mis ojos se sienten un poco pesados y poco a poco se me van cerrando hasta que se cierran por completo, suspiro y me acurrucó en el sofá hasta caer rendida.
Abro los ojos y me siento para verme en medio de una calle, frunzo el ceño y me levanto con cuidado hasta estar de pie, estoy en medio de una calle oscura y tétrica, como una escena sacada de la tv, una luz parpadea y yo comienzo a caminar para encontrar a alguna persona o una casa pero no hay nada más que soledad y oscuridad, intento correr pero me detengo abruptamente al ver una sombra caminar desde el otro extremo de la calle, doy dos pasos hacia atrás pero la persona comienza a caminar más rápido hacia mi, intento con todas mis fuerzas correr pero por alguna razón extraña el tobillo me duele y no lo puedo mover.
Es ahí cuando me tropiezo con mi otro pie y caigo de lleno al suelo, chocando mi cara con el asfalto, puso una mano en mi brazo y me remuevo, no quiero verlo de frente, no lo necesito, no ahora cuando había alcanzado la felicidad en mi vida, decidida a no voltear lucho con todas mis fuerzas pero él es más fuerte y cuando me voltea yo grito con todo lo que tengo mientras mantengo mis ojos cerrados.
Me levanto sobresaltada y apoyo mis manos en el sofá, siento unas manos cálidas en mis hombros y cuando subo la vista veo a Erick mirándome con preocupación, yo suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo y me lanzó sobre él para abrazarlo, es una locura que haya vuelto a soñar con ese idiota, que aunque no le vi el rostro sabía de quién se trataba, suspiro cansada y me aferró con mucha fuerza a Erick quien me sostenía de igual forma, sé que estando en sus brazos no me pasará nada, que él jamás me dejara caer.
—Ok, mucho abrazo y poco trabajo, necesitamos que sea al revés así que levántense y vengan a sacar las cajas del elevador, rápido—mando Char y yo sonreí porque ya habían llegado y no estaría sola de nuevo.
—¿Ya estás bien? ¿Que fue eso? ¿Ya no habías superado las pesadillas?—me preguntó Erick y yo me separé para verlo muy de cerca, el contuvo el aliento y yo me aleje para darle su espacio.
—Si y si las había superado pero no sé porque tuve una pesadilla, no lo entiendo—dije encogiendome de hombros para sonreír y darle un beso en la mejilla que hizo que él también sonriera —pensé que jamás llegarían—golpee su hombro y me levanté.
—Surgieron cosas pero te contamos luego de que esté todo aquí dentro, hay que subir muchas cosas y no creo que Charlotte pueda hacerlo sola—asenti y comencé a salir del apartamento para ir a buscar cajas.
Luego de una hora y mucho trabajo fuerte, logramos subir todo y ahora los tres estamos tirados en la alfombra de la sala viendo hacia el techo.
—¿Que les parece si guindamos una luces en el techo? Así por toda la sala para que nos ilumine el lugar como si fueran estrellas— yo me comencé a reír y me gire hacia ella para luego asentir.
—Me parece increíble esa idea ¿Como sienten nuestro nuevo hogar?—les pregunté y ellos si rieron para después ver todo el lugar.
—A mi me encanta, es increíble y hermoso, se siente tan cálido y pacífico—hablo Erick y yo tome su mano para apretarla.
—Pienso lo mismo, espero que no discutamos para no romper la paz de este lugar, es increíble—dijo Charlotte y los tres nos quedamos allí viendo el techo en silencio, disfrutando de la paz de nuestro nuevo hogar.
Dos horas después estaba yo en mi habitación arreglando mi cama para acostarme a dormir después de un largo día, suspiro y agarró mi celular para ver si tengo algún mensaje y lo único que tengo es unas llamadas perdidas de Benjamín y un mensaje de él mismo, marque su número y cuando fui a presionar la tecla para llamar mi puerta se abrió mostrándome a Erick sin camisa y solo un short de dormir, respire con fuerza y bloquee mi teléfono para devolverlo a la mesita de noche.
—¿Ocurre algo?—pregunte intentando ver solo su rostro y él entro cerrando detrás de él la puerta, yo me senté en mi cama y lo vi acercarse a mi lentamente, me podrán llamar como quieran pero ese deseo que he sentido siempre por Erick ahora se siente con más fuerza y más aún viéndolo sin camisa y con su hermoso cabello negro mojado, es todo un deleite para mis ojos—pensé que te irías a dormir luego de comer pero aquí estás—lo señale y él sonrió hasta sentarse a mi lado, yo me recosté mi espalda del espaldar de mi cama para alejarme de él, debía contener esas ganas de besarlo. Trágicamente para mí siempre estuve dividida entre dos hombres maravillosos que darían todo por mi pero ahora estoy sola con uno de ellos en la misma habitación en la que tuve relaciones toda la noche con ese otro hombre que amo.
Debo centrarme en qué nada puede pasar porque Erick para mí no es un premio de consolación ni un paño de lágrimas, él es mi mejor amigo y el hombre al que le pertenece la otra mitad de mi corazón.
—Solo quiero saber si está todo bien contigo, Benjamín estuvo aquí y—yo fruncí el ceño.
—¿Como lo supiste?—le pregunté y él se río encogiendose de hombros.
—Es que yo creí que lo adecuado es que se despidieran bien, que todo quedará arreglado entre ambos para que pudieran seguir sus vidas con normalidad¿Todo estuvo bien?—yo asentí sintiéndome un poco nerviosa pero ocultándolo y le sonreí.
—Si, todo quedó bien entre ambos, seguimos siendo amigos después de todo—Erick asintió y sin pedirme permiso se acostó a mi lado—¿Vas a dormir aquí?—le pregunté viéndolo y él asintió serio.
—Quiero cuidar que hoy no tengas pesadillas —le sonreí sintiendo un aleteo extraño en mi estómago y me acomode a su lado para que me abrazara—te voy a cuidar siempre Fabs, hasta de ti misma por eso deje que Ben viniera—mis párpados ya se estaban cerrando—debía permitir que se despidieran, no quiero saber cómo fue porque eso no me importa, lo único que me importa es que tú estés bien con él, contigo misma y con el amor porque las cosas siempre pueden dar un giro inesperado y hay oportunidades que no podemos desperdiciar—dijo y yo asentí aunque había entendido poco lo que había dicho.
—Tienes mucha razón y no hay nada mejor que dejar las cosas resueltas para continuar con nuestras vidas como se debe—sentí la respiración de Erick en mi oído y con sus latidos en mi espalda y sus manos en mi cintura pude ir quedándome dormida poco a poco en los brazos de mi mejor amigo, del chico que amo y del que creo puedo enamorarme pero creo que la situación me está haciendo pensar demás cuando solo debemos vivir el momento y no pensar en ese futuro incierto que en ocasiones nos pueden hacer perder la razón.
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