''No hay palabras que decir cuando los actos hablan por si solos. ''

Un mes después.

Estuve dos semanas intentando llamar a Benjamín pero nunca respondió así que me rendí, cuando el quiera hablar conmigo pues que me llame o me escriba porque yo no lo haré más, de hecho estuve haciéndolo por mucho tiempo cuando debí de dejar de hacerlo después de dos días que no me respondió ni los mensajes pero tonta de mi que creyó que seguramente estaba en clase o que seguramente estaba arreglando su apartamento pero nadie se tarda tanto en clases ni mucho menos arreglando un apartamento, me resigne y también me regañé por ser tan ilusa pero que puedo hacer cuando aun siento cosas por él y me preocupa saber como esta llevando todo allá solo.

—Hija—me llama mi mamá mientras asoma su cabeza entre el marco y la puerta de mi habitación— ¿Cómo vas?—me pregunta y yo le muestro que solo llevó empacado unas pocas cosas en la maleta, Erick y Charlotte deben estar por llegar para buscar una cajas con cosas mías que se llevan ellos y lo demás me lo llevó yo—pues ha venido tu ayuda, ve a organizar lo que se van a llevar los chicos y yo me encargo de la ropa, realmente no entiendo porque no te vas con ellos—dice mientras me hace a un lado y yo comienzo a cerrar las cajas con mis libros, otra con cosas de mi peinadora, otra con fotos y cosas que quiero llevarme, hay otras dos en las que también llevo cosas de importancia para mi.

—Son treinta y dos horas en auto, jamás aguantaría tanto con Char en un mismo auto por treinta y dos horas mientras ella grita esas canciones de sus chicos sin dirección, llegaría loca y no quiero perder la cordura antes de que lleguemos al año—mi mamá soltó una carcajada—un día y medio en carretera no es mi viaje ideal, por eso prefiero irme mañana muy tranquila en mi asiento de avión sabiendo que en cuatro horas estaría aterrizando en Chicago, sin dolor en ningún lado, con mi cordura intacta y sin sangrado de oído, el paraíso—dije y ella negó riéndose—y me tienes unas horas más a tu lado para que me consientas y disfrutes de mi presencia antes de pasar un largo tiempo alejada de ustedes, sé que me harán mucha falta—me acerco y la abrazo.

—Yo también te voy a extrañar mucho mi amor pero es ley de vida que los hijos salgan de casa de sus padres y no te vas sola, eso me deja más tranquila—asiento y le doy un beso en la cabeza para ayudarla a empacar lo que falta, tengo ropa suficiente para llenar unas cuantas maletas pero me tocó elegir solo la que quiero llevarme porque también necesito zapatos así que espero que Charlotte llevé toda su ropa de fiesta para que me preste en caso de que lleguemos ir a alguna.

Luego de quince minutos terminamos de guardar todas mis cosas y cerramos, esa maleta pesara lo suficiente para que me dejen pasar, aunque llevo dos.

— ¿Crees que pese más de lo debido?—mi mamá se encogió de hombros y escuchamos voces en la planta baja.

—Las iremos a pesar dentro de un rato y veremos si debemos pagar un poco más pero seguramente si se pasa no es mucho, ahora bajemos que seguramente Erick y Charlotte estén abajo—yo asentí y la seguí por el pasillo hasta llegar a las escaleras y escuchar mucho más ruido.

—Lo voy a extrañar mucho y sé que usted a mi, no hay forma de que no lo haga—dijo Charlotte mientras abrazaba a mi papá a quien hizo a un lado en el momento en vio a mi mamá—mamá Fer, no sabe cuanto la voy a extrañar—dijo y mi mamá la abrazo con fuerza mientras lloraba, Charlotte era su otra niña.

—Mi niña y yo a ti, sabes que si—dijo y luego agarró a Erick para abrazarlos a los dos juntos mientras lloraba—crecieron muy rápido y ahora se me van, los voy a extrañar mucho—duraron unos tres minutos y yo jale a Erick hacia mí.

—Vamos a bajar las cajas, debes salir temprano para que lleguen temprano mañana—yo comencé a subir las escaleras y detrás de mi viene él— ¿Cómo fue esa despedida en sus casas?—él hizo una mueca mientras entrabamos a mi habitación y yo me reí— ¿tan mal estuvo?—asintió.

—Eso que pasó allá abajo es nada comparado a lo que pasó en mi casa con mi mamá hormonal embarazada y a Sharon, esto definitivamente fue leve así que prepárate mañana para los llantos, los mocos y la vergüenza en medio del aeropuerto querida Fabs—yo hice una mueca mientras veía como el agarraba dos cajas—te hubieses traído también la cama y la peinadora—se burló y yo le saqué la lengua por ser tan idiota—aunque esto es poco para todo lo que lleva Charlotte, gracias al cielo el apartamento que consiguieron nuestros padres si es de tres habitaciones —asentí feliz cargando una caja y comenzando a salir detrás de él.

—Si, gracias al cielo cada quien va a tener su propio espacio—salimos de la casa y llegamos hasta el auto para meter las cajas y luego regresar por donde vinimos, ya en la sala no hay nadie y nosotros seguimos nuestro camino hacia mi habitación de nuevo—no me hubiese gustado compartir habitación porque soy hija único y estoy acostumbrada a tener mi propio espacio—él asintió y agarró dos cajas más en lo que entramos a mi habitación.

—Al igual que yo y la misma Charlotte que aunque tiene dos hermanos más casi nunca vivió con ellos porque ellos están en Europa hace muchos años y en fin, pareciera hija única y su espacio siempre ha sido solo suyo, sin tener que compartir—yo agarró dos cajas que no están pesadas y camino detrás de él—pero esto igual será un proceso de aprendizaje para los tres aprender como convivir solo nosotros, antes nos hemos quedado a dormir juntos pero no hemos pasado de una semana así que esto será como una prueba de ver como nos llevaremos en estos cinco años—dijo y yo asentí dándole mis cajas para que las meta en el auto.

—Así es, lo más importante es saber que no podemos invadir el espacio del otro porque debemos respetar—subimos de nuevo a agarrar las ultimas cajas y en vez de cargarlas nos sentamos en mi cama—estuve llamando a Ben y no me respondió ni una vez ¿has hablado con él?—asintió y sentí como mi corazón golpeo con fuerza mi pecho—oh, entonces es conmigo que no quiere hablar, pues esta bien—dije y me levanté para agarrar la caja que falta y bajar, Erick me siguió luego de agarrar las dos cajas que dejé y comencé a caminar rápido hasta llegar al auto y dejar las cajas.

—Dice que necesita pensar sin escuchar tu voz que aun le afecta, no es que quiere olvidarte pero necesita superarte, necesita pasar pagina porque así no soportara estar solo en New York—yo me cruce de brazos.

—Pues que se venga con nosotros a Chicago—dije sin pensarlo mucho.

—No puede abandonar su sueño, debes entender que él también siente aun cosas por ti y que igual que tu siente que no pueden intentarlo hasta que no sanen así que por favor no te ciegues y piensa en él—yo respiré y asentí, tiene razón en eso, solo pienso en mi y no estoy pensando en que él también necesita un espacio para recuperarse de ese amor fallido—vamos dentro a buscar a Charlotte, ya debemos irnos—yo lo abrace sin que se lo esperara y él me devolvió el abrazo segundos después.

—Cuídense mucho y gracias por nunca dejarme sola—él asintió y yo le di un beso en la mejilla—nos vemos mañana en nuestra casa—me miró sonriendo y acarició mi cara con suavidad.

—No sé que haré contigo—dijo y yo le sonreí para separarme de él— ¡Char, es hora de irnos!—gritó en la sala y esta salió de la cocina con bolsas de comida y una pequeña cava de anime donde seguramente trae agua y jugo, Erick se acerca para ayudarla y todos salimos para despedirlos, ellos suben todo en la parte de atrás de la camioneta y vuelven a abrazar a mis padres para luego subirse en el auto, Erick enciende el motor y comienza a alejarse mientras Char le lanza besos a mis padres y yo sonrío porque ella si que es sentimental, nosotros los vemos alejarse y no nos movemos de ahí hasta que dejamos de verlos en el camino.

Mañana me toca a mi despedirme de todos y sé que todos lloraremos, mis papás me abrazaron y entramos a la casa a pasar lo que nos queda del día juntos, esta será una despedida en la que seguro recordaremos todos mis años en esta casa.

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