''No dejes que la oscuridad te consuma, no dejes que te arrastre con ella porque cuando quieras regresar ya no podrás. ''

Me despierto cubierta de una oscuridad perturbadora, hacia donde vea solo hay oscuridad, no hay un lugar que no esté en completa oscuridad y eso comenzó a desesperarme, intento levantarme pero unas cadenas me sujetan de los tobillos y las jalo para poder liberarme pero no podía, sería muy imposible hacerlo porque terminaría más lastimada y no es lo que quiero, busco con mis manos algo con lo que pueda defenderme pero no encuentro nada.

Veo de nuevo hacia todos lados y abro y cierro mis ojos para poder dejar de ver lo que frente a mí está pero no, si está ahí, yo me pego más a la pared y esa sonrisa escalofriante no deja de avanzar hacia mí, me pego a la pared cubriéndome la cara cuando siento que ya está sobre mí y gritó con todas mis fuerzas.

Me despierto sobresaltada y al abrir los ojos me remuevo en la silla, esa misma sonrisa pero esta vez en una máscara, una sonrisa que hace que mis vellos se ericen, no puedo creer que sea el desconocido que está delante de mí, que me haya secuestrado junto a esa loca. Escucho su risa y camina para alejarse de mí, se apoya en la pared y luego sale de la habitación dejándome sola, asustada y con ganas de salir de ese lugar, suspiré con pesadez y deje caer mi cuerpo en esa incomoda silla, con esas incomodas cuerdas pero debía calmarme, no me cansare de repetirme una y otra vez que para salir de aquí debo saber jugar con ellos, debo mantenerme fuerte mentalmente y no podrán hacerme ningún tipo de daño.

Dejo de intentar desatarme porque lo volverán a hacer y no quiero que mis muñecas sufran más de lo que ya han sufrido por yo querer soltarme una y otra vez, mejor espero el momento indicado para soltarme y poder salir de aquí, para librarme de esos dos seres que solo buscan destruirme. Ella por su odio injustificado pero no tengo idea porque el desconocido quiere hacerme daño, no lo entiendo porque yo jamás he tenido enemigos en el pasado pero justo ahora tengo dos que me tienen encerrada. O muero de inanición o porque ellos me maten, no había otra opción a menos que salga de aquí y me salve de ellos de una vez por todas.

Estoy cansada de todo esto, de tener que estar encerrada en un lugar oscuro en vez de estar disfrutando de la planificación navideña con mi familia, de poder vivir como una chica normal y no como una que le debe tener miedo a todo, que no puede tener tranquilidad ni paz porque un psicópata y una obsesiva están empeñados en no dejarme ser feliz, seguramente porque ellos no son felices y prefieren arruinar la vida de los demás que buscar su propia felicidad como las personas normales pero para hacerlos entender eso tienen que volver a nacer porque ya se encuentran completamente dañados y de por vida.

La puerta se abre nuevamente y yo cierro mis ojos esperando otra vez al desconocido pero ese perfume me ayuda a reconocer a Madison quien se acerca con lentitud cargando de mucha tensión en el ambiente, más del que siempre hay entre nosotras en este lugar. Camina detrás de mí verificando que siga atada y yo muevo un poco mis manos para que se dé cuenta que no he intentado nada esta vez, ella se detiene frente a mí y yo le sonrío para que vea que sigue sin afectarme, que haga lo que haga no podrá quebrarme como quiere hacer.

—Veo que tu actitud subió unas escalas—yo la miré directamente a los ojos—veamos cuanto te dura.

— ¿Sabes algo? Comencé a pensar en porque las personas siempre buscaban una forma de acercarse a mí a través de ti y di con la respuesta—esto me traería problemas pero no podía evitar decirle lo que sentía a la cara, que ella viera que no me afecta, que su odio puede ser muy grande pero que mis ganas porque ese odio acabe con ella misma puede ser mucho más—porque eras más fácil en todos los sentidos, la gente sabía que contigo podían hablar porque necesitabas que te mirasen o hablasen y tú no desaprovechabas ninguna oportunidad hasta que te preguntaban por mí y tu fingías como la maestra que eres y les sonreías pero por dentro todo el veneno quería salir, el problema es que si salía todos se darían cuenta de lo que eras en realidad y no podía pasar porque sería tu ruina—se acercó a mi molesta—no intentes hacerme nada, no sabes cuánto quisiera no haberte conocido nunca, que no te hubiera ofrecido ayuda, que no me hubiese convertido en tu amiga porque ahora me doy cuenta que yo misma cabe mi tumba al confiar esa primera vez en ti.

—Te voy a ser sincera, yo si te quise pero mis ansias porque todos me quisieran me llevaron a todo que te he comentado, ahora ya es tarde para arrepentimientos y disfruto de verte sufrir, ese es mi gran afición ahora que estamos en esta época tan hermosa del año, tu sangre adornara esta habitación y ya luego buscare lo demás—la miré sin demostrar en ningún momento que me intimido o que me causo miedo pero en realidad sí, me asustó demasiado saber que tiene el poder para hacer eso y mucho más porque en este momento estoy en sus manos aunque lo quiera negar con todas las ganas del mundo—pero tranquila, no será hoy porque no tengo ganas de lastimarte hoy, solo quiero que veas un vídeo y me digas que piensas—luego de decir eso puso frente a mí su celular en donde se reproduce un vídeo, lo miro de cerca y veo a un chico ser golpeado por otros tres, un bate de béisbol y hasta una navaja.

Llevo mis manos a mis labios cuando me doy cuenta de que el chico es mi novio y que lo están golpeando brutalmente, lo quemaron con cigarrillos y para terminar clavaron esa navaja en su abdomen. Ella quita el vídeo y sale sin decir nada más, yo comienzo a llorar sin importar que me vean por las cámaras, mi novio fue brutalmente golpeado por personas que no tienen el derecho de hacerlo, me siento frustrada y cansada, mi cuerpo comienza a doler y no quiero llegar al punto en donde no hay retorno, necesito salir de este lugar cuanto antes.

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