Capitulo 52
''Cuando solo hay oscuridad ¿Cómo haces para encontrar la luz?''
Fabiana.
Intento abrir mis ojos pero no puedo porque algo los esta cubriendo y crea una presión muy fuerte detrás de mi cabeza, quiero subir mis manos pero no puedo porque las tengo atadas detrás de mi espalda, también tengo atados los pies. Trato de gritar pero no sale de mi boca porque algo esta dentro de mi boca, me doblo pero no soluciono nada, solo empeoro el hecho de que estoy amarrada y todo me duele por la posición en la que estoy y porque me amarraron muy fuerte, para que no pudiera soltarme nunca o si lo intentaba me lastimara mucho en el proceso.
Todo es muy silencioso, trato de empujar el trapo con mi lengua pero este no sale, es como si también tuviera alguna cinta impidiendo que salga, lo trato varias veces y me doy por vencida después de un rato, me duele la lengua y mis labios no los siento. Me recuesto en la pared que pude sentir detrás de mi y suspiro, necesito buscar una forma para salir de aquí ahora mismo, por ahora solo debo mantener la calma y pensar con inteligencia, si me desespero no voy a solucionar nada más que llamar la atención de aquellas personas que me tienen aquí sin razón aparente.
Por mi mente aparece todo lo que pasó antes de despertarme aquí, Erick quedó en la camioneta y Benjamín... Dios ¿Qué le habrá hecho? Siento mi pecho ser estrujado y vuelvo a intentar desamarrarme aunque sea las manos pero es imposible, esas cuerdas están muy fuertes, mis muñecas comienzan a dolerme y me detengo frustrada, no sé que hago aquí ni que quieren hacerme esas personas. Trato de buscar en mi mente y llego al desconocido, a esa sonrisa, a mi miedo más profundo y comienzo a sentir la desesperación en mi pecho, siento que podría sufrir de un ataque al corazón justo en este momento, recuerdo sus acercamientos y como estaba jugando conmigo y solo tengo ganas de salir corriendo de aquí, necesito salir de aquí ahora mismo o sufriré un ataque al corazón, de ansiedad y de pánico también. Moriré antes de que pueda tocarme.
Jugué un poco más con las cuerdas para poder liberarme y le di la vuelta metiendo una de mis manos por un pequeño hueco que pude abrir entre las dos primeras vueltas, eso hizo que mi muñeca doliera demasiado pero yo no podía darme por vencida, no podía dejar que unas cuerdas me vencieran y menos en un momento tan critico como este, seguí dando las vueltas sin importar que mis muñecas sufrieran, en mi mente solo contaba unos segundos para luego volver a hacerlo y volvía a contar, era demasiado el dolor pero era más la desesperación de saber quien me tiene en este lugar, no puedo permitir que me haga algo, no cuando puedo evitarlo, así que sigo tratando de soltarme, dando una y otra vez vueltas con mi mano y la cuerda cuando siento el amarre un poco más suave.
Lo hago unas cuatro veces más y logro sacar mi mano, la cuerda cae y mi otra mano también se libera, las muevo para que no me duela tanto y luego las llevo a mi boca para quitar ese asqueroso trapo de mis labios, efectivamente tengo cinta adhesiva en mi boca y de un jalón la quito para escupir el trapo y dar unas arcadas antes de llevar mis manos a la parte trasera de mi cabeza y desamarrar esa venda que cubre mis ojos, también es un nudo fuerte pero con agilidad puedo deshacerme de él y quitar lo que me impedía ver, observo que el lugar solo esta siendo iluminado por una pequeña ventana casi llegando al techo, en realidad la habitación no es muy grande pero si es lo suficientemente espaciosa para torturar a una persona, respiro con pesadez y me desato los pies para levantarme y llegar hasta la ventana que esta fuera de mi alcance, ni siquiera subiéndome a algo podría alcanzar.
Di vueltas por toda la habitación buscando algo con que defenderme en caso de que ellos vinieran pero no hay absolutamente nada y es claro que ellos no serian tan idiotas de dejarme algo para defenderme en caso de que me soltara, que seguramente no lo pensaron bien y por eso encuentro detrás de un hueco un pequeño cuchillo de cocina, lo miro extraño y luego toda la situación, él durante días lo único que ha hecho es vigilarme, acosarme y jugar con mi mente, entonces ¿por qué no hacerlo ahora? Es más que claro que esto de no venir para que me suelte y de tener un cuchillo que solo se encuentra en una cocina, en una habitación como esta es señal de que quiere seguir jugando con mi mente y posiblemente debe estar viéndome por alguna cámara.
Puedo ser todo lo que quieran menos una tonta, puedo pensar claramente mientras nada este amenazando mi vida, y sé que esta tranquilidad es solo un montaje para que crea que todo será pacifico, él me quiere a mí y está decidido a tenerme de todas las formas posibles, es un obsesivo maníaco que no tiene el control de las cosas y eso lo atormenta, que su psicopatía es tan grande que no le teme a nada y tampoco siente nada por nada a menos que sea algún tipo de placer que venga por un trastorno, no soy psicóloga pero he visto suficientes capítulos de mentes criminales para detectar a un psicópata.
Algo hace clic en mi cabeza y sonrío, como este tipo de alumbramientos pueden llegar cuando estoy secuestrada en un lugar así, es una locura. Busco por todas las esquinas del lugar y detecto una luz roja en la oscuridad, me hago hacia atrás para que no me vea. Eso quiere decir que ya vieron como me desate, siendo inteligente lanzo delante de mí el cuchillo para que vea que no lo necesito y suspiro, debo hacer todo con una inteligencia suprema. Debo fingir que es tan superior a mí que me da miedo contradecirlo, si no hago las cosas así posiblemente quiera acelerar el proceso, por lo general la conducta agresiva del secuestrado siempre los altera o los pone mucho más agresivos de lo que ya son por eso no debo parecer una amenaza para él, debe creer que soy tan insignificante como una mosca.
Respiro una y otra vez pegada a la pared, esperando que venga a por mí, que me diga algo, que me muestre su rostro de una vez por todas, quiero saber quién me ha estado atormentando por tanto tiempo, quiero saber quién me tiene en contra de mi voluntad en este lugar y quiero saber si no estoy equivocada, comprobar esa teoría que tengo desde hace días y que me ha estado persiguiendo desde entonces, me deslizo por la pared y me siento en el piso. La oscuridad me abruma pero intento no prestarle atención, si lo hago no podre estar tranquila y necesito estarlo para cuando decidan entrar porque sé que no trabaja solo, que alguien más esta con él y si es la persona que creo me va a doler mucho, porque la creí capaz de todo menos de esto.
Llevo mis rodillas a mi pecho y apoyo mi cabeza en ellas, cierro mis ojos para esperar, debe ser medianoche o de madrugada y por más que me haya despertado hace poco, el cansancio y el dolor por el accidente me pasan factura y comienzo a sentir como poco a poco voy quedándome dormida, no quiero pero es algo que mi cuerpo está exigiendo justo en este momento y es algo que no puedo negarle porque no está en mis manos el poder quedarme despierta, no cuando mi cuerpo se siente tan agotado y maltratado.
Siento como agua fría cae sobre mi cuerpo y abro mis ojos sobresaltada, me muevo dándome cuenta que estoy atada en una silla, mis manos doliéndome mucho más porque el amarre es mucho más fuerte al igual que en mis pies, busco por todos lados al causante de esto y lo que siento es más agua fría cayendo sobre mí, intento abrir mis ojos pero el agua me lo impide, comienzo a toser porque me había ahogado y escucho una risa femenina, abro mis ojos y busco por todos lados no pudiendo encontrar algo, solo hay oscuridad y ese rayito de luz de día que pasa por la ventana.
Miro el suelo y me quedo así unos minutos hasta que la risa se vuelve a escuchar y soy consciente de la risa en sí, de su sonido y levanto la cabeza con mis ojos muy abiertos por la sorpresa que me provoco el saber de quién es esa risa, que aunque suena un poco diferente, es la misma que escuche por varios años, es la risa que me acompañaba a veces en clases, es la risa que me hacía reír a mí y siento una lagrima caer por mi mejilla derecha, esa risa viene de Madison. Esa que fue mi amiga y que ahora es mi secuestradora, mi torturadora y no podía creerlo, no de ella, no cuando habíamos compartido tanto y niego porque si no le importo mandar a que me golpearan ¿Cómo podría importarle ahora? Si soy ingenua y tonta, a ella nunca le importe yo y pensé que lo había entendido antes pero no, solo había creído que si pero ahora si lo hago, ahora entiendo que es una miserable que no sabe qué hacer con su vida y prefiere acabar con la mía como su pasatiempo favorito.
Aun no aparece frente a mí pero sé, sin importar lo que me haga, que no bajare mi cabeza ni un segundo, no le daré la satisfacción de verme destruida. No tendrá el placer de doblegar mi espíritu para su deleite. Respiro profundamente preparándome para lo peor pero nunca aparece frente a mí, escucho como una maquina empieza a sonar y de repente un corrientazo llega hasta mí entrando por mis pies haciéndome gritar con fuerza, por eso me había atado a esta silla, por eso me había mojado. Intento respirar con tranquilidad pero lo hace otra vez y mantengo mi boca cerrada aguantando, debo aguantar lo más que pueda. Lo hizo dos veces más y como no grité más apagó la máquina y camino detrás de mí, no sé qué haría pero le demostraría que no puede conmigo.
La puerta se cierra y yo dejo caer mi cabeza cansada, esos choques eléctricos me habían dejado sin energía, necesito salir de ahí antes de que me maten, comencé a desamarrar mis manos pero esta vez se me hizo mucho más difícil, sentía como la cuerda me apretada tanto que no sentía nada más que un hormigueo en mis manos. Me detuve al escuchar la puerta abrirse, pasos detrás de mí y luego se escuchaba como rodaban algo, se había cansado de los electrochoques y estaban sacando la máquina, sonreí con mi boca cerrada y pensé que seguramente mi familia debe estar buscándome y que yo no tengo como darles una señal de que estoy viva y de que una chica loca me estaba torturando. La puerta la volvieron a cerrar y yo trate de ver a la cámara pero deje de hacerlo al darme cuenta que la habían movido de lugar.
Seguí con lo de la cuerda pero de verdad estaba mucho más difícil de desatar, cuando estoy por lograrlo la puerta se abre de nuevo y entra para esta vez detenerse frente a mi y no a mi espalda como la cobarde que es, me mira sonriendo con burla y yo le mantengo la mirada pero sería, sin ningún atisbo de miedo o sonrisa, ella acerca su mano a mi cara y yo la hago a un lado pero ella me la sostiene con fuerza con esa mano que iba a mi rostro, ambas nos miramos y la sonrisa que surcaba en sus labios ya no está, fue remplazada por una fina línea y una mirada llena de rabia, yo la miro con altanería para que se dé cuenta que no le tengo miedo, que puede hacer lo que quiera pero que jamás le suplicare por mi vida como desea.
Me suelta con brusquedad y yo sonrío con burla levantando mi cara hacia ella para que sepa que haga lo que haga jamás será mejor que yo en nada, que nadie la preferirá por encima de mí y que no importa cuántas veces lo intente jamás será yo porque para eso tiene que nacer de nuevo y eso es imposible, es y siempre será una chica miserable y pérdida para el resto de su vida por dejar que su corazón se llenara de un odio que podía evitar, de algo que podíamos hablar pero prefirió jugar a ser mi amiga para luego clavarme tantos puñales como fueran posibles para matarme de por vida.
Quisiera decir que no siento tristeza por lo que está pasando porque sí, yo la consideré mi amiga y ahora solo es la sombra de ella misma, ahora solo es aquello que deja el odio y la amargura, aquello que nadie quiere y desechan.
— ¿Qué vas a hacer ahora? ¿En qué te vas a refugiar? —me preguntó y yo la miré sonriendo—Erick debe estar quemándose en ese auto y Benjamín debe estar desangrándose en algún lugar por ahí ¿Quién vendrá por ti, Fabiana? —al mencionar a los chicos quise ponerme seria pero no abandone mi postura risueña e indiferente.
—No necesito de nadie, no como tú siempre necesitando de otro para que la ayude, siempre dando lastima a los demás para que no la dejaran sola pero ¿sabes qué? ninguna de esas personas te quiso de verdad, de hecho ninguna te quiere de verdad—sentí su mano impactar en mi mejilla y sentí sangre saliendo de mi labio, volví a mirarla aun sonriendo y ella respiraba agitada— ¿crees que con esto me van a amedrentar? No te tengo miedo, si me toca morir aquí pues así será pero no obtendrás nada de mí, no sabrás como me escuchare rogándote para que pares, así que adelante que las personas enfermas como tú no merecen más que estos momentos en los que se creen poderosos para después volver a esa soledad ruidosa—Madison se alejó respirando agitadamente para luego regresar y pegar su frente con la mía.
—Nadie vendrá a buscarte y me daré el gusto de ver como te desintegras en algún hueco enterrada como un perro—dijo y yo seguí sonriendo sabiendo que eso la estaba irritando.
—No me importa, Madison. Me iré con la satisfacción de que recibí mucho amor mientras estuve viva, en cambio tu ¿Qué? ¿Qué recibiste? Nada, porque no te merecías nada—ahora no fue la palma sino el puño que estampo en mi mejilla sacando mucha más sangre que la vez anterior—nadie te quiere ¿has visto a alguien preguntando por ti? ¿Queriendo saber dónde estás? No, porque no le importas a nadie así como yo no les importo a muchas personas pero ¿sabes qué? a mí no me importa pero tú, tu amas que te amen, que te alaben y que no lo hagan te molesta porque necesitas atención, necesitas que alguien te soporte porque ya ni tu misma lo haces—tras decir eso ultimo comenzó a golpearme con demasiada fuerza, con rabia, con rencor, con ira. Una y otra vez mientras la sangre salía de mi boca, de mi pómulo al romperme con su anillo y no se detuvo.
Me dio incontables veces en el estómago, en las costillas y en cada parte a la que tuviera acceso, ella solo quería verme sufrir por eso no se detuvo hasta sentirse cansada, mi rostro estaba lleno de sangre al igual que mi ropa, la había provocado y ahora debía asumir las consecuencias, me deje llevar por la rabia y actué inconscientemente sabiendo que eso no debía hacerlo pero ya no podía regresar el tiempo y debía aguantarme cada golpe que me dé. Levanté mi cabeza y ella estaba viéndome desde la pared en donde está apoyada, yo siempre sentí que en ella aún quedaba algo bueno pero ahora me doy cuenta que mis esperanzas en ella siempre fueron en vano porque lo único bueno que tiene son esos golpes que da.
Me reí de mi propio pensamiento y ella frunció el ceño pero no le prestó atención, quizás pensó que me estoy volviendo loca al igual que ella.
— ¿Por qué te preferían a ti? Siempre tú, no había forma de que alguien no se acercara a mí para preguntarme como llegar a ti y las primeras veces estuvo bien, mi amiga llamaba la atención pero después se volvió insoportable, no podía creer que alguien a quien no le importaba socializar llamara tanto la atención y comencé a envidiarte, comencé a querer todo lo que tenías, Erick y Charlotte, esa historia que siempre le platicabas a Charlotte y todos esos chicos a los cuales le gustabas pero a los que nunca les hiciste caso—la vi llevarse sus manos a su cabeza para golpearse como queriendo sacar esos pensamientos de ella—podía darme cuenta como Erick te miraba sin que lo vieras y como lo hacías tu cuando él no te veía y supe que debía acercarme a él, me comencé a vestir como tú y llame su atención pero él te quería a ti y no a una chica que se vestía igual que tú y me desecho como a una basura.
>> Entonces apelé a quitarte a tu mejor amiga y eso también salió mal, las chicas solo comenzaron a ser mis amigas porque querían estar con esa chica hermosa que era mi amiga y la rabia creció porque yo quería toda esa atención y mágicamente apareció Benjamín e intenté quitártelo pero tú siempre obtienes lo que quieres y no pude hacerlo, eso me llevó al colapso y contacte a alguien del pasado de tu novio—fruncí el ceño y ella negó acercándose a mí—que conocerás pronto—la miro un segundo y ella me golpea al llegar a mí—te odio y te haré pagar por no dejarme ser feliz.
— ¿Querías ser feliz? Hubieses tratado de hacer tu vida y no copiar la mía—tras decir eso ella volvió a golpearme con tanta fuerza que temí que me desencajara la mandíbula, era uno detrás del otro, por cualquier parte a la que tuviera acceso y aguante tanto como pude, me resistí a gritar porque juré que no le daría ese placer pero mi cuerpo no es tan resistente como mi espíritu y poco a poco comencé a desvanecerme hasta quedar inconsciente sabiendo que esto solo es el principio de todo lo que viviré en sus manos.
**
Hola, gracias por seguir leyendo.
No se les olvide votar y dejar sus comentarios.
Pueden encontrarme en mis redes como:
Ariadna Romero en Facebook/ Amor entre lineas... pagina para compartir pequeños escritos.
@ariadnafabiola9 en Instagram
También pueden encontrar más de mis libros en Sueñovela y Booknet solo buscandome como Ariadna Romero o Arfalov.
Besoos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top