''Solo podriamos ser felices cuando yo no cargue con este peso y tu estuvieras más sereno.''

De camino a casa de Erick nos detuvimos en un supermercado para comprar todo el helado que se pudiera.

Nos bajamos los tres y mientras yo voy detrás veo como Charlotte y Erick se golpean, como dos hermanos que no se soportan.

Me reí porque parecen tontos peleando y empujándose de un lado a otro.

—Ya, dejen de avergonzarme—dije pasando en medio de ellos y entrando al pasillo de dulces.

—Así nos amas. no puedes decir lo contrario—se defendió Charlotte mientras yo agarraba galletas y chocolates.

—Voy por papas fritas.

—Y yo por helado—dijeron para ir en direcciones distintas.

Yo agarré un par de gomitas y me fui a por las bebidas, cada vez que hacemos una pijamada y decíamos que solo comeremos helado terminamos comprendo muchas cosas más.

Tome una cesta y metí todo, abrí una nevera y tomé unos refrescos, me devolví al pasillo donde estaba para agarrar malvaviscos y me frené al ver a Madison en ese mismo pasillo.

Podía sentir el peso de haberla perdido o herido de alguna forma y no es agradable.

Comencé mi camino de nuevo y me detuve para agarrar lo que venía a buscar, agarrando también cotufas de mantequilla.

Respiré profundo y me volteé para hablar con ella pero cuando iba a hacerlo se dio la vuelta y se fue, me sentí mal.

Para ella era tan fácil ignorarme, como si nunca nos hubiésemos conocido, como si no fuéramos amigas.

—¿Qué fue eso?—preguntó Erick detrás de mí, poniendo su mano en mi hombro.

—Madison mostrando su verdadero ser—dije y este me abrazó por la espalda y yo me apoyé de él—es horrible, se siente horrible.

—No debes preocuparte por ella, aquí nos tienes a nosotros—me dio un beso en el cabello, cerré mis ojos respirando profundo y cuando los abrí vi a Benjamin que iba caminando y se detuvo abruptamente al verme en medio del pasillo.

Yo me erguí al ver como sus manos formaron puños, Erick se alejó y cuando quise avanzar hacia él, negó y se fue.

Pestañee y suspiré, de todo esto saldría loca, podía asegurarlo.

—¿Qué pasó?—preguntó Char al llegar a nosotros y Erick tomó mi mano para irnos.

—Madison, Benjamin y toda su locura—explicó Polar y yo me reí.

—Te contamos al llegar—ella asintió y nos siguió intrigada.

Erick pagó mientras lo esperábamos en la entrada, Charlotte no dijo absolutamente nada y lo agradezco, aun no quería hablar porque seguro estarían por ahí y esto de alguna forma me superaba.

Un problema de amor con mi ex y mi ex amiga.

Algo ilógico, más por la idiotez de Benjamin de contarle a ella, porque eso solo era de nosotros, ella no debía saber nuestra historia porque solo nos involucra a nosotros, ella es alguien a quien no debió meter en el medio.

Yo me besé con Erick, porque yo sé quién es y cómo podría actuar, yo no le gustaría más allá de lo carnal o de amistad.

Pero ella no, además él no la conocía, así solo quisiera besarla. Ella siempre confundía esas cosas, ya le ha pasado muchas veces y estoy segura que ni su mirada ni su palabra estarán dirigidas hacia mi persona otra vez.

Ni porque lo intente, su orgullo y rencor es tanto que ya debe considerarme muerta. Porque ella puede amarte pero con esa misma intensidad puede odiarte y hacer que no existes.

—Vámonos ositas—dijo Erick y nos fuimos detrás de él.

En el estacionamiento vemos a Benjamin junto a Maddie, ésta manoteaba y él solo estaba allí viéndola.

—No les prestes atención—dijo Charlotte y no le hice caso, no podía evitarlo.

Nos acercamos un poco más y Benjamin se irguió, le diría algo, lo conozco.

—Ya Madison, yo jamás te pedí que fuéramos novios, ni siquiera salimos más allá de la vez que nos encontramos en el supermercado y fuimos a la fiesta, no puedes inventarte una relación de un simple beso que nunca debió pasar porque yo no siento nada por ti, te creaste una película y ahora por ti no puedo estar con quien de verdad quiero— podia ver como su pecho subía y bajaba, sus palabras me habían emocionado.

Ya no me importaba ella, solo quería escuchar que más diría él.

—Ha pasado una semana como mucho, es una tontería el amor que profesas, madura y entiende que no es culpa de ella, es mia por quererla tanto—mi corazón saltó y en eso ella me vio, sin esperarlo se dirigió hacia mi.

—Tú, todo es por ti y esa facilidad de que todos te quieran ¿que tienes tu? ¿por qué todos creen que eres especial? si eres la misma tonta de siempre.

—Hey, con ella no te metas—dijo Char poniéndose en el medio—mojigata idiota ¿o crees que no sé que fuiste tu la que te metiste con mi ex? que dejaste de hablarme solo porque Max me prefiere a mi—Madison estaba roja—eres una envidiosa, manipuladora y mentirosa, no tienes personalidad y siempre quieres lo de los demás.

—Callate Charlotte o no respondo—Amenazó Maddie.

—¿Qué le harías? ¿no te gusta que te digan la verdad? porque eres tan falsa que viniste a mi haciendote la victima solo para meterte en mi cama, creo que el decirte que no fue razón suficiente para que me odiaras y evitaras—hablo Erick y yo estaba sorprendida por lo que decían—¿Quieres más verdades Madison?—preguntó como una amenaza clara.

Ella hizo puño sus manos y su respiración se volvió pesada.

—Son unos idiotas, sabía que jamás seríamos buenos amigos, que no podría entrar a su grupo—dijo ya rebasada de rabia.

—No, sinceramente no porque no reunes los requisitos para respirar nuestro mismo aire, así que por favor vete con tu envidia a otra parte y dejanos en paz—dijo Erick—y ni se te ocurra hacerle algo porque no respondo.

Maddie bufó irradiando furia y salió de allí.

Todos nos quedamos en silencio y yo vi a Benjamin, lo que le dijo a Maddison me había dejado sin un pensamiento firme.

—Vamos a dejarlos solos un momento—dijo Char llevando a Erick con ella.

—¡Te esperamos en el auto!—gritó Erick y yo medio sonreí.

Vi hacia todos lados, estamos a una distancia prudente.

—Lo que viste en el pasillo...—él negó.

—No me debes explicaciones, esto de Maddie debía hacerlo porque nos volvería locos a todos pero tú puedes hacer tu vida cómo y con quien quieras—dijo mirándome fijamente.

—Él solo me consolaba por lo de Maddie, no te menti cuando te dije que somos mejores amigos, lo sabes desde que somos niños y lo de la fiesta fue por el calor del momento—él asintió.

—Debo irme Fabiana—yo quise decirle algo más, que lo quería de vuelta pero no me atreví, no después de lo que acaba de pasar— nos vemos luego.

Lo vi alejarse y no hice nada, tampoco es que hacer algo fuera razonable en este momento pero a mi me habian enseñado a defender lo que sentia y desde que llegó lo único que hice fue poner mis miedos y los sentimientos de alguien más por delante de mí y no debia ser asi.

Me di media vuelta y me fui al auto de Erick pensando que no siempre lo que quieres puede ser para ti.

Me subí al auto y Erick arrancó sin decir nada, ellos me entenderian y apoyarian hiciera lo que hiciera como yo a ellos, porque eso es ser amigos. Acompañarnos, amarnos, respetarnos, apoyarnos y nunca traicionarnos.

Por eso los amo tanto y agradezco tenerlos en mi vida, son a veces esa luz que mi camino necesita y yo la de ellos.

Minutos después llegamos y bajamos las cosas. Yo entré de último y al cerrar la puerta ambos me abrazaron.

Yo suspiré.

—¿Por qué nunca me contaron?—les pregunté.

—Tu la considerabas tu amiga y la querías, no podemos darte una opinión porque no podemos poner en tus ojos lo que nosotros vivimos, tú tienes que vivirlo para entenderlo—dijo Char.

—Los amo, gracias por siempre estar— nos separamos y nos sonreímos.

—Esto es como el todos para uno y uno para todos—nos reímos—somos los tres mosqueteros.

—¡No! otro apodo de caricatura no—dijo Erick quejándose y Charlotte se comenzó a reír.

—Sabes que amas que los ponga polar, deja de quejarte—Erick hizo una mueca y Charlotte tomó sus mejillas y las pellizcó con fuerza haciéndolo gritar.

—¡Loca, dejame en paz!—volvió a gritar y comenzaron a corretear por toda la casa.

—¡Son unos niños!—grité mientras comencé a acomodar todo y sacar para comer algo.

***

Holi

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