''Como el caer de una hoja al césped, como el peso que hace doblar la balanza. Así he caído yo al darme cuenta que simplemente no hay salida para lo que me aqueja. ''

Todos seguíamos hablando hasta que la puerta se abrió y mi mamá pasó por allí con una gran sonrisa, seguro su mañana había sido muy buena y ahora veníamos nosotros a arruinarla con esto que yo no quería decirle para no angustiarla pero que según Michael era lo indicado porque solos no podíamos lidiar con algo así y tenia un poco de razón pero no se la daría porque yo creo fervientemente en que podíamos con eso aunque estuviera amenazando con acabar con mi cordura.

Ella nos observo detenidamente frunciendo el ceño, se acerco a nosotros y habló de forma general pero dirigiéndose a su amigo quien la veía con una seriedad impresionante, él realmente estaba preocupado y no es para menos porque yo, aunque mi rostro mostrara tranquilidad, por dentro estaba gritando por la ansiedad y la desesperación que siento de que esto realmente sea mentira y mi cordura me haya abandonado por culpa de alguien que no tenia porque jugar conmigo de esta forma.

— ¿Qué es lo que pasa aquí? Es normal que ustedes—señaló a mis amigos estén aquí a esta hora pero tu no ¿puedes decirme que sucede, Michael?—habló pausadamente y con calma, es como decirle por las buenas, cuando o esta calmada como ahora o por las malas y esa nadie quiere verla, a mi la histeria de mi mamá me sobrepasa y termino igual o peor que ella, por eso siempre evitamos ese tipo de encuentros entre nosotras.

—Lo que pasa es que—yo me desconecté al empezar a escuchar a Michael hablar, no quería volver a oír de nuevo algo que yo sé, que yo misma viví y que ya estoy cansada de repetir, quisiera no estar viviendo esto, que sea otra persona a la estén acosando y no a mi, no me importa si puede escucharse malvado o egoísta pero ya no quiero esto, quiero mi vida de antes, quiero mi tranquilidad y mi cordura. Poder salir sola sin miedo de que alguien me este acechando, solo con la tranquilidad de que nada me va a pasar porque ningún loco se haya obsesionado conmigo pero las cosas no son tan sencillas, no todo es como queremos que sea.

Eso logra estresarme mucho más porque tenemos el derecho de decidir como queremos que sea nuestra vida, de cómo queremos vivirla pero no, prácticamente solo somos marionetas de un destino cruel que disfruta con cada cosa que nos pasa.

Siento como mueven mi mano pero yo no quiero salir de mí, no quiero volver a la realidad y ver el reproche en los ojos de mi mamá, solo quiero dormir hasta que todo acabe pero eso es tan imposible como tener el control de tu futuro. Abro mis ojos volviendo a la realidad y puedo ver que ya no es calma lo que maneja mi mamá sino mucho enojo que esta dirigido hacia mi, yo suspiro porque sé lo que viene y aunque me lo merezco en un mínimo porcentaje porque solo soy culpable de no comunicarle algo que yo no quería recordar, su regaño es lo que menos quiero en este momento.

—Cómo es posible que después de los mensajes todo haya empeorado y tu no nos dijeras nada, explícame Fabiana ¿acaso no ves las consecuencias de no actuar cuando pudimos? ¿No ves que te expusiste a ti y a todos a un peligro mayor? Y anoche ¿por qué no me dijiste? Pudo hacernos algo esa persona y tu no dijiste nada, Fabiana que inconsciente eres—me reclamó sin detenerse, sin siquiera respirar un poco.

— ¿Y yo acaso quise que todo esto pasara? ¿Yo me lo busque o lo provoque? Tengo yo la culpa de que alguien se ha obsesionado conmigo, claro. Porque no quiero nada más en esta vida que ser acechada por un enfermo, por favor mamá piensa un poco más lo que dices, aquí la que es victima soy yo, porque es a mi a la que buscan dañar y volver loca, perdóname si te estoy alzando la voz pero date cuenta de a quien afecta más esto y luego reclama. Yo no dormí, pasé toda la noche pensando en si de verdad estaba loca como para alucinar a una persona, no puedo más con todo esto, estoy cansada—todos se quedaron en silencio y mi mamá me veía fijamente, con semblante triste.

—Perdóname hija, solo fue mi primera reacción y sé que fue equivocada pero no puedo imaginarte en ese peligro, simplemente me altera que alguien quiera hacerte daño, de verdad lo siento no quería hacerte sentir mal, solo fue una reacción equivocada a toda esta locura—se acercó a mi y me abrazó, yo comencé a llorar en su hombro sintiendo mi pecho desinflarse—sé que eres tu quien la esta pasando mal y no debí atacarte así, te prometo que saldrá de esta, ya no estas sola contra ese enfermo. Lo encontraremos y ya no te molestara más. Te lo prometo—yo asentí creyendo en lo que dice mi mamá, queriendo tener una esperanza a la que aferrarme porque ya en este punto me sentía muy perdida.

Era demasiado ya que se que se atreviera a entrar a mi casa o a jugar psicológicamente conmigo, es demasiado aterrador y honestamente ya estoy cansada de absolutamente todo, solo quisiera desaparecer por un tiempo, que todo esto se acabe de una vez por todas.

Mi mamá se alejó de mi no sin antes darme un beso en la frente y se fue a hablar con Michael, yo sentí los brazos de alguien envolverme y solo me deje estar, necesitaba un cable a tierra que no me dejara despegar mis pies del suelo, la persona acariciaba mi mano y cuando huelo bien, el perfume de Erick invade mis fosas nasales, levanto mi cara y al verlo sonrió, sé que siempre contare con Erick como un cable a tierra, él es una de las personas más importantes de mi vida.

—Gracias por no dejarme sola, a todos—dije viéndolos—necesitaba esto—todos asintieron, Erick me guió al sofá y me senté mientras conversaba con él. Por alguna razón teníamos la libertad de ser nosotros mismos a pesar de las cosas y eso era lo mejor de nuestra amistad

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