Capitulo 42


''Un amor lleno de infortunios, de confusiones y desilusiones ¿Qué se puede salvar de el?''

Cuando las cosas se ponen difíciles siempre esta ese alguien que te ayuda a superar cualquier cosa, ya sean miedos o inseguridades pero te ayuda y te sientes bien, en paz, en casa y eso siempre me pasaba por alguna razón con Benjamín, podía estar pasando cualquier situación pero siempre que él llegaba algo en mí se aliviaba, me hacía sentir paz y ya todo parecía más fácil de llevar, de lidiar como justo ahora entre sus brazos, me sentía bien y segura. Consciente de que aunque el peligro sigue allí, puedo contra eso y más, que no estoy sola pero lo único que queda es ese pinchazo de miedo que me inquieta por momentos que son en donde puedo flaquear.

—Cuando ustedes se fueron Erick y yo nos sentamos en el borde de la piscina a hablar mientras nuestros padres conversaban de no sé qué pero cuando se fueron yo me quedé sola allí pensando y disfrutando del agua en mis pies cuando comencé a sentir una mirada en mí, de verdad fue algo muy extraño, yo me levanté rápido y corrí hasta dentro de la casa pero cuando cierro detrás de mí veo frente a mí a esa persona cubierta toda de negro pudiendo ver solo esa sonrisa escalofriante y no pude hacer más que cerrar los ojos, necesitaba huir pero mis piernas no se movían—le conté a Benjamín mientras seguíamos abrazados pero él se separó de mí.

— ¿Por qué no dijiste nada? Hubieses gritado o algo pero no quedarte en silencio. Fabiana, pudo haberte hecho algo—yo lo miré mordiéndome con insistencia mi labio.

—Yo sentía tanto pero tanto miedo, te juro que si hubiese podido, lo hubiese agarrado o hubiese hecho algo más que quedarme paralizada o cerrar mis ojos pero no pude, solo me quedé ahí paralizada por el miedo y no quería poner en peligro a mis padres, si gritaba ellos bajaban y serian el objetivo de esa persona—dije y negué—lo peor de todo es que cuando abro los ojos no veo nada más que a mi mamá viéndome como si fuera un bicho raro y ahora no sé si fue una alucinación o que de verdad estuvo ahí y se fue antes de que ella bajara, no he dejado de pensar en que fue lo que paso y eso me está matando el cerebro—dije tapándome la cara con mis manos— es muy frustrante sentir que estás loca o estas cerca de llegar a eso, que no puedes descifrar algo que debería estar claro en tu mente pero que es mucho más complicado que eso—él quitó las manos de mi cara y puso las de él sosteniendo mi cara.

—Perdón, tendría que estar en tu situación para poder decir algo pero me molesta que esto te tenga que pasar a ti y que pasa cuando nosotros no estamos contigo, que tengas que ser víctima de alguien que no puede encontrar nada mejor que hacer que acosarte y torturarte de esa forma, debemos encontrar una forma de acabar con todo eso, debemos encontrar una solución, una ruta para salir de todo esto—yo respire profundo entre sus manos—te prometo que nada malo te pasara, sé que eres capaz de defenderte sola pero tu mente ha sido afectada por esa persona y no puedo permitir que siga haciéndolo, que juegue mentalmente contigo como hoy, no sabemos si fue una alucinación pero lo voy a averiguar, te lo prometo amor—yo asentí y caminamos hacia la cama en donde nos acomodó poniéndome sobre él y yo me acurruqué en su pecho.

—Gracias por no dejarme sola, por venir en cuanto te llamé. No quería estar sola justo ahora porque de verdad enloquecería y es lo menos que quiero, solo quiero olvidar todo esto y seguir, poder superar todo pero es tan difícil avanzar mientras siento que alguien está acechándome y me da miedo aunque no quiera, siento mucho temor de que algo pueda pasarme o a alguno de ustedes, mi peor temor ahora es que ustedes salgan lastimados—Lo que más me estresaba en este preciso momento es no saber si de verdad era real lo que vi o solo fue mi imaginación jugándome una mala pasada.

—No puedo dejarte sola porque lo que menos quiero es que te hagan daño, voy a estar pegado a ti como un chicle hasta saber qué es lo que de verdad paso—Me pareció hermoso lo que él quería hacer pero no me parecía justo que detuviera su vida por mí.

—Tampoco quiero que detengas tu vida por mí—Me sentía abrumada por todo lo que me estaba pasando, necesitaba cerrar los ojos y descansar pero no sabía si lograría hacerlo.

—No te preocupes por eso, lo importante es que tú estés bien—Respire profundo y trate de concentrarme en sus caricias y solo en mi respiración para intentar relajarme y dormir un poco.

—Intentare dormir, estoy muy cansada—Dije mientras bostezaba y él seguía acariciando mi cabello.

Cerré los ojos y pude mantener la cabeza en blanco no sé por cuanto tiempo pero en un momento sentí que alguien me tomaba de la mano y escuchaba una voz a lo lejos que me decía que solo venía por mí y cuando voltee a ver a quien pertenecía esa voz, era ese hombre vestido de negro y con esa sonrisa escalofriante y me causo el mismo efecto que cuando lo vi hace un rato y quede en shock, pensé que ese instante era el último de mi vida y en todo lo que pensaba es que benjamín estaba en mi cama dormido y yo solo deseaba que fuera una pesadilla, el hombre se acercaba poco a poco a mí y cuando ya iba a mirarle la cara, me desperté exaltada.

—¡SUÉLTAME! —Grite exasperada y respirando de manera irregular, Benjamín al escucharme gritar se levantó asustado sin saber que había pasado.

—Ya amor, solo fue una pesadilla—Intento abrazarme pero yo me moví bruscamente porque aun sentía que estaba en la pesadilla, hasta que abrí los ojos y lo mire, puse mis manos en mi cara y no pude aguantar el llanto—Ven amor cálmate, estas bien—Yo me acerque a él y me refugie en sus brazos.

Me calme después de un rato y nos volvimos a acostar, pero yo no quería cerrar los ojos porque cada vez que lo hacía veía esa espeluznante sonrisa, preferí quedarme despierta y mirar la nada, siento que la única manera de estar a salvo es estar despierta, y solo porque sé que Benjamín está aquí, él si se quedó dormido, por fin y después de varias horas el sol estaba saliendo, seguro tenía ojeras porque no pude dormir en toda la noche, sonó mi alarma y Benjamín se despertó y me dio un beso en la frente.

—No dormiste ¿verdad? —Me pregunto al verme, era obvio que se daría cuenta porque mis ojeras están demasiado pronunciadas.

—No pude, cada que cierro los ojos ese hombre aparece y me da mucho miedo—Yo me senté en la orilla de la cama y él se sentó a mi lado y me tomo las manos para pasar su pulgar con delicadeza sobre ellas, yo sé que él sufría mucho al verme así.

—Vamos a descubrir que fue lo que paso y buscaremos a ese hombre para que deje de acosarte—Benjamín sonaba muy seguro y yo quería creerle pero no sabía si eso de verdad pasaría.

Escuche que mis padres salieron de su habitación y ellos no sabían que él estaba ahí, y tampoco deben saberlo, era mejor que se fuera, yo no quería que se fuera pero era necesario para no meterme en problemas con mis padres.

—Mi padre se despertaron, es mejor que te vayas—Dije con rapidez, él se levantó y con mucho cuidado iba a salir por la ventana.

—Vendré cuando se vayan, no te dejare sola—Me sentí muy bien al escucharlo decir eso, él antes de irse me dio un beso y se fue.

Aproveche para irme a bañar y así poder relajarme un poco, necesitaba calmar todo ese miedo que siento y callar mis pensamientos me estaba volviendo loca de verdad, quería olvidarme de eso que vi pero fue tan traumático que estaba plasmado en mi mente como si lo acababa de ver. El agua caía en mi cabeza y eso me hacía sentir un poco más tranquila, deseaba que el agua se llevara consigo el miedo, el temor, las ganas de llorar, lo insegura que me sentía.

Solo se hacía la pregunta de porque le tendría que pasar eso a ella, que fue lo que ella hizo para que alguien quisiera jugarle una broma tan horrible, no pensaron que eso podría afectar toda su vida, que ya no iba a llevar su vida igual que siempre, porque el miedo no la iba a abandonar nunca, no pensaron en el trauma que podrían causarle, quien la odiaría tanto para hacerle tal cosa.

Salí del baño y sentí  mi cuerpo menos tenso, me coloque un short de jeans y una camisa muy grande y me quede con mis pantuflas, yo baje a despedirme de mis padres y cuando se fueron, pasaron unos minutos y escuche que tocaron la puerta y un escalofrío recorrió desde la punta de mis pies, sentí como paso por mi columna y como cada vello de mi cuerpo se erizaba, del miedo y el terror que me daba abrir la puerta y ver quien era.

Solo pensaba en que si abría la puerta y era ese hombre de nuevo, no tendría la fuerza suficiente para empujar la puerta hasta cerrarla, respiro profundo y odiaba sentirme así de asustada e indefensa, me dieron ganas de llorar de la frustración que sentía justo en ese momento, fui hasta la cocina y tome una de los cuchillos para defenderme, me acerque a la puerta y pensé en preguntar quien era, pero eso me exponía a que ese hombre supiera que yo estaba allí adentro sola.

—Amor, soy yo—Cuando escuche la voz de Benjamín pude respirar tranquila, pero me hizo sentir muy mal, el sentirme tan asustada he indefensa. Yo fui, abrí la puerta y cuando lo vi solo quise abrazarlo y llorar— ¿Qué paso amor? —Me pregunto al verme así de mal.

—Al escuchar que tocaron la puerta me sentí horrible y no me gusta sentirme así—Dije llorando en su pecho, él camino hacia adentro y cerró la puerta detrás de él.

—Vamos te preparare un té para que puedas dormir un poco amor—Yo asentí en acuerdo, me senté en el sofá a esperar a que el té estuviera listo.

Paso un rato y Benjamín volvió con él té, me lo extendió y yo lo tome agradeciéndole no solo por el te, estaba agradecida por estar ahí conmigo yo sé que él debe tener cosas que hacer pero prefirió cuidarme y eso no tiene precio, me parecía hermoso ese gesto.

Me recosté en el sofá y Benjamín comenzó a acariciarme el cabello para que yo pudiera descansar, me sentía muy mal, además de muy cansada, paso un rato y el té empezó hacer efecto, sin darme cuenta me quede dormida profundamente.

Benjamín

Decidí hacerle el desayuno mientras ella descansaba, al fin la veía en paz y tranquila, su cara se veía relajada y eso me tranquilizaba un poco, con mucho cuidado quite su cabeza de mis piernas y me levante para irme a la cocina.

Quise prepararle su desayuno favorito para hacerla sentir un poco mejor, todo lo que había pasado era muy horrible y aterrador, yo no podía ni siquiera imaginarme todo el miedo que ella podría sentir, yo lo que menos quería es que se sintiera así pero debía hacer algo para saber quién era ese hombre que fue a molestarla, lo que me ponía a pensar demasiado es que si lo que vio no es real entonces ahí no sabia como podría ayudarla.

Decidí llamar a Erick para contarle todo lo que había pasado y que él me ayudara de cualquier forma a conseguir a ese hombre y ponerlo en su lugar o bueno saber si en definitiva era real o no. Repicó varias veces hasta que por fin atendió

Hey bro, ¿Y eso que me estas llamando? —Escuche hablar a Erick en cuanto contesto.

Hey, lo que pasa es que le paso algo a Fabiana y necesito contártelo para que me ayudes con algo—Le informe y comencé a contarle todo lo que había sucedido esa noche.

¿Y cómo esta Fabiana? —lo note muy preocupado, y era normal porque era preocupante la situación.

Ella no sabe si es real o solo se lo imagino, y quiero que me ayudes a averiguar—Le dije porque necesitábamos saber ya que era lo que estaba pasando.

Yo revisare las cámaras de seguridad a ver qué fue lo que paso esa noche—Eso me pareció muy bien, estaba más que de acuerdo, termino de hablar con Erick y se despidió.

Pasaron dos horas y desde la cocina la vi despertarse así que decidí acercarme a ella, para preguntarle cómo había dormido.

—¿Cómo te sientes, hermosa? —Le pregunte mientras me sentaba a su lado.

—Bueno por lo menos descanse y no soñé con nada—Aun se le notaba el cansancio  pero se veía un poco más relajada y eso es lo importante.

—Vamos para que comas algo mi amor—Le dije y ella se levantó del sofá y camino conmigo hasta la cocina.

Nos sentamos los dos para que comiera, me preocupaba mucho todo lo que estaba pasando, y no quería que se sintiera de esa forma, no quería comer nada y yo como pude le hice que comiera un poco.

Se escuchó que tocaron la puerta y ella abrió los ojos aterrada, yo me levante y pase mi mano por su espalda para que se calmara un poco.

—Ese es Erick, no te preocupes amor—Ella trato de respirar un poco pero yo sabía que todo eso la estresaba muchísimo.

Me levante para abrir la puerta y vi que seguía asustada, pero al ver a Erick se quedó más tranquila y se volvió a ir a la cocina. Erick y yo fuimos a donde estaba ella y él la observo por unos largos segundos asombrado por lo cansada que se veía.

—Sí, sé que me veo horrible—Dijo ella al ver como Erick la miraba—Y eso que no me viste en la mañana, por lo menos pude descansar un poco—Explicó dándole un sorbo a su jugo, y es verdad en la mañana se veía aún más cansada y con las ojeras más pronunciadas.

—Todo va a estar bien Fabiana, atraparemos a ese imbécil—Hablo Erick con seguridad, yo estaba de acuerdo en que en eso debíamos enfocarnos, principalmente en la seguridad de Fabiana.

Ella era lo más importante que yo tengo, y necesito que esté tranquila y que pueda sentirse segura en su propia casa, que deje de tener miedo y deje de sentir ansiedad cada que toquen la puerta o cada que algo pase, yo entiendo que no debe ser fácil sentir que todo es como una pesadilla más con todo lo que le paso, por eso debemos descubrir que es lo que paso anoche y poder ayudarla a arreglarlo, atrapar a ese imbécil para que ella pueda estar mejor, esa era la única solución a todo eso.

**

Hola, gracias por seguir leyendo.

No se les olvide votar y dejar sus comentarios.

Pueden encontrarme en mis redes como:

Ariadna Romero en Facebook/ Amor entre lineas... pagina para compartir pequeños escritos.

@ariadnafabiola9 en Instagram

También pueden encontrar más de mis libros en Sueñovela y Booknet solo buscandome como Ariadna Romero o Arfalov.

Besoos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top