''Escondido en las sombras esta aquel que un día prometió atraparte. ''

Fabiana.

Hablamos un poco más hasta que mi mamá nos llamó para que pasáramos a cenar, desde que tengo uso de razón se hacen cenas de este tipo, por eso el comedor de mi casa es gran y podemos entrar todos en la mesa. Pasa lo mismo en casa de Char y de Erick puesto que siempre hemos sido una familia todos, aunque obviamente todos tenemos familia de sangre pero este lazo familiar es algo que no se puede explicar porque viene desde hace muchos años atrás.

Creo que no hay forma en la que pudiera cambiar esto jamás, sentirme en familia con estas personas y amarlas, sabiendo que puedo contar con cada uno sin importar que, eso me encanta. Y ahora, se nos unieron los Ocampo que antes también pertenecían al grupo pero no tanto como ahora. En fin, lo único que en realidad importa es que a pesar de todo hay personas a las que quieres y te quieren, que puedas contar con mucha más ayuda y que jamás se acabaran las pláticas.

— ¿Y ya han visto un poco más como es la universidad?—pregunta Michael y yo apreté mis labios formando una línea, justo tenia que hablar de eso ahora—recuerden que debemos discutir lo del primer año al mudarse, porque aunque quieran vivir en la residencia de la universidad yo pienso que es mejor que se alquile un departamento para los tres aparte—sigue hablando y yo estoy congelada.

—Michael tiene razón, debemos evaluar eso. Ya casi se gradúan y lo mejor es tener todo planeado, aun se debe esperar a ver si los aceptan pero eso es lo de menos—hablo esta vez mi mamá—Chicago es un lugar increíble y pienso que si deberían vivir en un apartamento, las residencias universitarias no son las más cómodas—ninguno de los tres había dicho nada y eso me ponía más nerviosa, con todo lo que nos esta pasando creo que la ida a Chicago esta un poco dudosa— ¿Qué piensas tu, Ander? ¿No crees que es mejor que alquilen un apartamento?—hablaban como si nosotros no estuviéramos allí.

—Pues, pienso que si seria lo mejor pero también el vivir la experiencia completa de la universidad, las locuras en los pasillos de la residencia y esas cosas.—dijo el papá de Char y yo suspiré, no he querido ver a mi lado donde esta mi novio.

—Yo pienso que esa es decisión de ellos, al igual que fue nuestra decisión en nuestro tiempo. Ellos tienes el derecho a elegir donde y como deben vivir porque es su vida—dijo Stella—así que no se sientan presionados por estos locos que todo quieren controlar y solo vean lo que les parece mejor a ustedes—vi a Char y esta hizo una mueca, sé que es lo que le pasa y también sé que eso le impide decidir en ese futuro cercano a donde se quiere ir ahora, antes con seguridad hubiese dicho que a Chicago con nosotros pero ahora para ella era confuso al igual que para mi.

—Hablando de universidades ¿A dónde quieres ir tú, Benjamín?—yo voltee a verlo por fin y su semblante me dijo que lo de Chicago no se lo esperaba, tardo unos minutos en reaccionar y cuando lo hizo vio a Sharon fingiendo una sonrisa.

—No lo sé, pensé en quedarme aquí porque ya me había ido por mucho tiempo pero en todos esos años siempre soñé en conocer New York pero en realidad no he tomado una decisión aun—respondió y yo dejé de verlo fijando mi mirada en su papá quien lo veía serio.

—Yo le dije que se lo tomara con calma, que su papá duro mucho para decidir que era lo que quería estudiar y ahora es director de una preparatoria, así que no había problema—mi mamá sonrió no muy feliz pero aceptándolo porque es algo que no le compete a ella. Todos siguieron hablando mientras yo me concentraba en comer, vi a Charlotte perderse en sus pensamientos y quise poder tener una solución para su problema, ni siquiera tenia un consejo porque no podía decir algo que yo misma no aplicaría. Es suprema-mente frustrante querer ayudarla pero no poder, lo único que podía hacer es apoyarla en todo que decida hacer, en cualquier decisión ella saldrá herida porque era dejar a uno o que la dejaran los dos y eso le rompería el corazón. Si normalmente que una sola persona lo haga es duro, no puedo imaginarme dos.

También me fijo en Erick que esta hablando con Melisa mientras esta sonríe de forma feliz y siento alivio de que todo esta bien para ellos, que siguen juntos formando algo muy lindo aunque me duele un poco pero como he dicho antes, es el egoísmo hablando por mi, jamás había tenido que compartirlo con una relación real, mayormente eran chicas de una noche o de una semana pero con Melisa es más serio, con Melisa tiene futuro y de alguna forma me duele, descubrir sentimientos hacia alguien después de mucho tiempo y que sea muy difícil porque tienes novio o porque simplemente es tu puto mejor amigo. Por eso decidí que un límite era lo adecuado, que volver a la normalidad era lo ideal. Después de ese beso todo se descontrolo y no nos dimos cuenta hasta después.

Me volteo a ver a mi novio y siento como mi corazón quiere salirse de mi pecho porque él me esta viendo también, porque lo amo y no puedo pensar un segundo en estar alejada de él. Por eso he pensado mucho lo de Chicago porque después de tantos años lo tengo a mi lado y dejarlo me resulta muy difícil, no podría. No después de esperar en silencio por tanto tiempo, yo no soy persona de relaciones a distancia y sé que si me voy ahí terminara todo porque no soportaría verlo detrás de una pantalla y si él se va a New York seria lo mismo. He evitado pensar en eso, solo he querido concentrarme en nuestro amor pero en medio de todo han surgido tantas cosas que a veces me salgo del carril.

Le sonreí y él me devolvió la sonrisa para tomar mi mano y llevársela a los labios para dejar un beso en ella, suspiré y llevé una de mis manos a su nuca y lo acerque para darle un beso sin importarme nada, sonreí en sus labios en lo que las protestas y suspiros de amor se escucharon. Nosotros nos reímos y nos acomodamos en nuestros asientos cuando el postre era dejado frente a nosotros pero en ningún momento nos soltamos la mano, era de esa forma en la que ambos estábamos conscientes de que a pesar de todo estamos para el otro.

Al terminar de comer el postre todos salimos al jardín y nos sentamos alrededor de una fogata que había hecho mi papá con unos troncos sillas que el mismo hizo, todo se sentía tan feliz y ameno, ojala este ambiente siempre sea así. Cada pareja se sentó junta, menos Charlotte que por obvias razones no tenia a nadie hoy aquí, lo que hizo que se sentara al lado de su mamá quien la abrazaba feliz de que su hija tuviera ese acercamiento con ella. Ahora no sé como haré cuando Sharon me pregunte lo que le pasa a Char, no es algo mío para yo contarlo y no quiero crear un problema entre ambas por eso.

Unos veían el cielo y otros se calentaban las manos con el fuego, esto es lo que quiero para nosotros cuando tengamos la edad de nuestros padres, poder ser una familia y divertirnos, amarnos y apoyarnos siempre, ese es mi deseo más grande y espero que ese deseo se haga realidad.

—Cuando todos estábamos en la preparatoria no éramos un grupo todos hasta que llegamos a tercero, ahí nos fuimos integrando poco a poco ¿por el grupo de teatro? Si, por eso. Era obligatorio estar y yo empecé hablando con Sharon quien era amiga de mí ahora esposo quien a su vez era amigo de Albert—empezó mi mamá.

—Yo era amigo de Ander y él de Stella quien también eran amigos de Claudia—explico Albert.

—Y yo era el nuevo que nadie quería incluir en su grupo hasta que un día me tocó hacer un proyecto de esos de ciencias con Fernanda y de allí nos volvimos mejores amigos, lo que me llevo a conocer a todo el grupo—yo abrí mis ojos asombrada, así que así fue que todo comenzó—para el momento en que Maximiliano y Fer se hicieron novios, ya yo estaba enamorado de ella pero todo se aclaro, no se asusten—nos reímos—Max y yo nos hicimos mejores amigos y yo comencé a salir mucho más con Stella lo que nos llevó al hoy—terminó diciendo para darle un beso en la frente a su esposa.

—Así se formaron las dos primeras parejas pero ¿y las otras?—preguntó Charlotte.

—Un poco de paciencia hija—dijo Sharon—pues, esto es un poco más enredado porque yo estaba saliendo con Albert y Ander salía con Claudia—todos los miraron extrañados—pero pasaron cosas y ya para el cuarto año yo me hice novia de Ander y Clau de Albert, habíamos creído que solo por caernos bien y no aburrirnos con el otro podíamos tener una relación pero no fue así y nos dimos cuenta un día que salimos los cuatro ¿te acuerdas Clau?—ella asintió.

—Si, yo me reí tanto con Albert ese día que lo supe, pude sentir como una vida sin ese chico inteligente y carismático, no tendría sentido y hablé con Sharon quien había tenido ese mismo momento con Ander—yo me reí.

—Lo que quieren decir es que fueron a una cita con un chico y salieron de esa misma cita con otro chico, eso si que es interesante—dije riéndome y ellas asintieron.

—Aunque suene loco pero es verdad, nos equivocamos pero supimos arreglar las cosas antes de que fuera tarde, siempre debemos arreglar eso que sabemos que no esta bien—dijo Sharon y yo miré a Char quien se acurruco más en su mamá.

Lo único que eso nos enseñaba es que en realidad no podemos dar por hecho nada, a veces las cosas cambian sorpresivamente sin que te des cuenta. Que no puedes estar preparado pero si mentalizarte a no creer que todo esta bien cuando no es así, que puedes sentirte cómoda pero si no sientes que de verdad eso te llena entonces solo es algo pasajero. Debemos ir siempre por eso que nos haga felices, que nos haga sentir bien, que nos sume y no que nos reste, que nos de ese amor que merecemos.

Siguieron hablando pero ahora contando anécdotas de cómo fue su preparatoria, de cómo todo desde un principio los llevó a todo esto que tienen ahora, como empezó la guerra y como fueron haciéndose bromas sin contemplar a los de su alrededor, como se enfrascaron en esa rivalidad potente que los llevó a casi la expulsión y como también a finales del año le hicieron una broma a su director en ese momento por casi arruinarles la vida, yo no podía dejar de reír porque algunos de ellos solo fueron victimas de mi mamá y de Michael, que no saben recibir un no sino que se iban a todo siempre sin prever que afectaría al resto.

Nos contaron como después de todo se separaron yéndose a estudiar a otros lados pero jamás dejaron de escribirse, regresando de nuevo a este lugar para seguir con esa familia que un día se creo de la nada y que hoy era mucho más de lo que cualquier persona a sus alrededores imaginaba. Ellos son todo, aunque ya lo he dicho quiero repetirlo, lo que quiero para mi. Para mí mis amigos son lo más importante y si al final de nuestras vidas seguimos como los tres mosqueteros seré la persona más feliz del mundo.

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