Capitulo 21

''Encontrar tu amor fue lo mejor que pudo pasar, que me pude imaginar y que jamas pude soñar.''

Llegamos a casa pasada la media noche porque nos invitaron a cenar y ellos quisieron conversar un rato más, aun no puedo creer todo lo que pasó hoy porque es realmente una locura.

—Buenas noches, los amo—les dije al llegar al pasillo.

—Nosotros a ti cariño—dijo mi papá, mi mamá entró a su habitación y él se acercó a mí—sea lo que sea que hablaste con Erick, todo va a estar bien, en tus ojos puedo ver que lo resolviste y que harás lo mejor—asentí y él me dio un beso en la frente para alejarse.

Entré a mi habitación y al cerrar salté del susto al ver a Benjamin sentado en mi cama con su cabeza entre sus manos.

Me asusté porque pudo haber escuchado, pudo simplemente percibirlo hoy por como me comporte, es que soy tan idiota.

¿Debería hablar con él?

Yo lo amo, de verdad lo hago. Puedo sentir a mi corazón volverse loco cuando está cerca, cuando me besa y no dejo de pensar en él ni un segundo, eso es estar enamorada ¿no?

—Ben...quiero hablar contigo—dijo y él levanta su rostro, sus ojos están rojos.

—Yo también necesito hablar contigo y acabar con esto de una vez por todas—di un paso atrás desconcertada—¿sientes algo por Erick? hablo de algo más allá de la amistad—bajé mi cara y él suspiro.

—Voy a ser sincera contigo porque te lo mereces, porque yo—levante mi cara para verlo como espera que termine la oración—porque yo te amo y no es justo nada de lo que está pasando—él asintió y eso me dolió un poco—yo hace un año comencé a sentir cosas por Erick pero nunca dije o hice nada hasta el día de la fiesta que llegué a mi límite y dije que empezaría a vivir, tú habías vuelto y te vi con Madison, pensé que no tendríamos oportunidad, que no había forma de que tu y yo pasara, por eso lo besé y esa atracción que sentía por él creció un poco, entonces pasó lo de nosotros y me había olvidado de esto—suspiré.

>>Pero de alguna forma volvió y me confundió, haciéndome creer que si me había apresurado pero no, entendí hoy que jamas podría tener algo con él porque te amo a ti y la idea de perderte me aterra, no puedo simplemente pensar en que dejándote a ti y comenzando algo con él dejaré de estar confundida porque no es así, porque por una atracción no puedo dejar algo que sé es un amor puro y real, te amo Benjamín y sin necesidad de probarlo, te elegí por sobre todo lo que una vez creí—él no dijo nada y yo cambié el peso de mis pies esperando.

—Entiendo tu confusión, de verdad que sí y venía dispuesto a poner mi corazón en espera para que tu pudieras resolver eso que te estaba atormentando pero veo que eres lo suficientemente capaz para no necesitar mi ayuda—se levantó acercándose a mi—yo también te amo, me di cuenta que los años que pasamos separados solo intensificaron lo que sentía por ti dejándome a un solo paso de perder la cordura por la hermosa chica que tengo en frente—sonreí con lágrimas en los ojos—te amo Fabiana

Yo tomé su cara y lo atraje hacia mi para besarlo, de verdad nos amábamos y lo podía sentir al poner mi mano en su pecho, su corazón bombeando desenfrenado, solo me tomó unos segundos darme cuenta que había hecho lo correcto, que no podía dejar a mi novio por una atracción, sería una estupidez.

Lo tomé por la mano y nos acostamos, yo descansando mi cabeza en su pecho y él rodeándome con sus brazos.

—Te amo amor—dijo sobre mi cabeza para luego dejar un beso allí.

—Y yo te amo a ti—le dije en su pecho, cerca de su corazón.

—Oh, la guerra se puso interesante—me reí.

—No puedes utilizar eso de pretexto para ser malo a la hora de hacer una broma—él también se rió.

—¿Si participaras?—me preguntó y yo me encogí de hombros.

—Mi mejor amigo necesita una voz de mando—dije y él asintió.

—Así como lo es Charlotte—sonrió—¿quién podría pensar que no seríamos capaces de mandar?—me reí bajito.

—Ustedes son los líderes pero no tienen ideas buenas y para eso estamos nosotras—él asintió.

—Ahora a dormir, no te puedes olvidar de la apuesta—abrí mis ojos—se te había olvidado ¿no es cierto?—giré hacia arriba para verlo.

—Gracias por recordarme—besó mi frente y comenzó a acariciar mi cabello para que me quedara dormida.

Yo acaricié su brazo y así ambos nos quedamos dormidos, me sentía tranquila porque todo estaba arreglado y porque de ahora en adelante solo seriamos él y yo, porque a pesar de las dudas o las confusiones que puedan surgir, nos amamos y eso es lo importante, que a pesar de todo siempre nos vamos a elegir.

Escucho la alarma sonar por quinta vez y me levanto de golpe, miro el reloj y es demasiado temprano, seguramente fue Benjamín quien puso esa hora en la alarma.

Me estiró para desperezarme y me quito el edredón para bajar los pies de la cama y quedarme mirando un punto entre la puerta y el armario.

Suspiro y juro que a partir del lunes me levantaré tarde sin importar cuán tarde llegué a clase, necesito descansar de perder horas de mi valioso sueño.

Me levanté y vi en mi mesa de noche una nota con la letra de mi novio.

''Te espero abajo en media hora, quiero enseñarte algo.''

Abro mis ojos asombrada y corro al baño, lavo mis dientes y mi cara, para después darme un baño rápido.

Me coloco un mom jean roto en varias partes y un crop top mostaza manga tres cuartas, mis converse y agarró mi bolso no sin antes meter todas mis cosas y salir de mi habitación.

Escucho el cotidiano ruido de mis padres y llego al comedor sentándome en la mesa para desayunar.

Termino de comer y salgo despidiéndome de ambos que me miraban sorprendidos porque no había desistido aun, al salir de la casa justamente estaba llegando Benjamín al frente de mi casa y corrí para subirme al auto, estaba muy ansiosa por saber a dónde me llevaría.

—Buenos días, amor—dije dándole un beso en la mejilla y ganándome una hermosa sonrisa de su parte.

—Buenos días, preciosa—le sonreí y él comenzó a conducir .

Luego de varios minutos se detuvo en un bosque y sin decirme nada, tomó mi mano y me guió hasta llegar a una gran cascada con un hermoso lago debajo, habían rocas a su alrededor y árboles florales, parecía un sueño.

—Esto es hermoso—dije sin saber qué más podría decir para describir tan maravilloso lugar.

—Lo encontré hace poco y pensé que sería increíble mostrarte, quería venir aquí y decirte que te amo—me giré hacia él y lo tomé por la nuca.

—Eres increíblemente dulce y no sabes cuanto te amo—le di un beso que para todo lo que quería decirle me ayudaba, lo que no podía expresar en palabras podía hacerlo con cada beso o caricia.

—Prometo traerte en otro momento, cuando no tengamos que ir a clases—dijo y yo sonreí dándole pequeños besos—debemos irnos señora panda, tus hijos esperan por nosotros.

—¿Que?—pregunté confundida.

—Pues que la mamá de Erick le quitó el auto por ordenar que las durmieran y Charlotte se vio perjudicada ¿vamos?—puse cara de espanto.

—No puede ser, no permitas por ningún motivo que Charlotte ponga su música ¿lo prometes?—él asintió y ambos corrimos al auto.

La música de Charlotte nos parecía muy tonta y ella siempre la ponía para torturarnos, sufrimos de eso todos los días.

Veinte minutos después.

—Oh oh oh—cantó Charlotte y Erick y yo nos tapamos los oídos.

—¿Por qué no me escuchaste? te lo advertí Benjamín—este me miró con el ceño fruncido.

—Perdónenme, no lo vuelvo a hacer—ambos negamos.

—No los escuches y disfruta de mi música—ella cantó más fuerte y Benjamín casi se lanza del auto.

Yo se lo advertí y él no me quiso escuchar.

Llegamos al instituto y Erick,  Benjamín y yo nos lanzamos al estacionamiento como si nos estuvieran matando, mientras Charlotte se bajó de lo más tranquila con una sonrisa gigante en sus labios.

—No sean amargados—dijo para alejarse de nosotros mientras se reía.

—Es una bruja—dijo Erick.

—Llena de mucha maldad—lo secundé.

Nos levantamos y nos despedimos allí de Erick.

Ben me sorprende y me agarra por la cintura para voltearme y darme un beso, yo lo abrazo y entrelazamos nuestros dedos para caminar, realmente me hacía feliz ese chico.

Caminamos hasta nuestros casilleros para sacar los libros que utilizaremos, nos despedimos con un beso y en eso suena el timbre.

Tengo que entrar a matemática y caminó arrastrando mis pies porque me fastidia mucho esa clase y sé que me voy a dormir porque ese profesor es demasiado aburrido.

Después de lo que pareció una eternidad, sonó el timbre para salir, casi me arrastro para llegar rápido al pasillo.

No aguanto un segundo más en ese salón, casi me caigo por querer salir corriendo y entonces me tope con esos ojos azules que me parecieron hermosos la primera vez que los vi y que ahora solo logran causar un poco de miedo.

Me detuve y vi a Noah frente a mi.

—Hola Noah—dije viendo hacia todos lados buscando a mis amigos.

—Hola Fabiana ¿cómo has estado?—se acercó y me dio un beso en la mejilla, yo lo miré extrañada alejándome de él.

—Bien, muy bien ¿y tú?—me sentía nerviosa.

—Ehm... Yo bien–– su sonrisa creció y noté que miraba a alguien detrás de mi hombro, cuando volteo veo a Ben que lo está fulminando con la mirada, suspiro un poco más tranquila.

–Me alegro, luego hablamos adiós.

–Si, como digas.

Camine hacia donde estaba Ben y lo vi un poco tenso, debía controlarse un poco, tampoco queríamos que todos se dieran cuenta que Noah solo me estaba acosando.

—Amor––llego a él y estiro mi mano para que la tome––¿qué te pasa?¿que tienes?

—¿Qué hacías hablando con él?—fruncí el ceño

—Solo venía saliendo del salón y él se detuvo en frente de mi, yo no quería hablar con él pero no podía hacer una escena—él respiró un poco mejor.

—No confío en él y no quiero que te haga daño mientras no esté ninguno para protegerte—asentí y le di un beso.

—No te preocupes, él no me hará nada—suspiró.

—Esperemos que no se atreva.

En eso vimos a Erick salir corriendo por el pasillo vestido de una botella de aceite y no pude aguantar y solté una carcajada, realmente era muy gracioso verlo corriendo, me tuve que agarrar la barriga porque me estaba empezando a doler de tanto reír.

Me calmé un poco y vi como Benjamín estaba conteniendo la risa y todo encajo en mi cabeza.

—Fuiste tu, tu hiciste eso ¿como?—me miró y se encogió de hombros.

—No puedo hablar con el enemigo—yo abrí mi boca sorprendida.

—Yo no soy el enemigo, soy tu novia—le dije golpeando su hombro.

—En la guerra eres mi enemigo—dijo y yo lo miré entrecerrando los ojos.

—Benjamín...—él suspiró.

—Le pagué a alguien para que sacara su ropa de los vestidores de chicos y pusiera un disfraz de botella—dijo y en ese momento supe de quien era la idea.

—Charlotte había querido hacerle eso desde hace tiempo pero no había podido, esa traicionera—dije y Benjamín me toco el hombro.

—No es traición, ella está en otro bando—yo lo miré mal y me deshice de su agarré.

—La respuesta no te gustara, amor—dije con advertencia y él me miró con cara de horror.

Iba a salir detrás de mí pero no tuvo más opción que dejarlo así porque no tiene sentido perseguirme cuando sabe que no me podrá detener.

Debía planear una broma maestra.

Ya era hora de almuerzo y con Erick, quien ya había conseguido su ropa, caminamos hacia la cafetería y nos sentamos a comer, mientras terminamos de cuadrar lo que haríamos para vengarnos.

Benjamín y Charlotte llegaron y nosotros nos quedamos en silencio, hablamos de algunas cosas con ellos pero se sentía la rivalidad de la zona de guerra.

Luego de terminar de comer Erick y yo nos levantamos, caminamos hacia el patio del colegio y miramos a algunos de nuestro bando, esto sería épico.

Volvió a sonar el timbre y fuimos a clase de biología, así pasamos él resto de la mañana de clase en clase, ya no veía la hora de poder salir e irme a mi casa a dormir.

Mientras soportaba la última clase que veía con Benjamín, este estaba detrás de mi enrollando mi cabello en su dedo y jalándolo pero sin agregarle mucha presión, no podía gritar porque todos nos verían y no quería eso así que dejé que siguiera, cuando sonó el timbre no tuve más que esperar a que dejara mi cabello para levantarme y salir, con una gran sonrisa me tendió su mano y entrelazamos nuestros dedos para salir.

Ya afuera caminamos hacia el estacionamiento y nos sentamos en la acera a esperar a que mis amigos llegaran, duramos ahí como media hora pero no llegaban, pasamos unos minutos más y me quedé dormida en él brazo de Benjamín.

En eso escuchamos mucho ruido y personas corriendo, me levanté enseguida y tomé de la mano a Benjamín, porque no podía ser mala.

Me reí en mi mente, no podía evitar salvarlo de eso. Nos subimos al auto y cerré las puertas con seguro, en eso vimos a los dos bandos llegar, uno estaba cubierto de miel y plumas como pollos y el otro, liderado por Erick estaba completamente limpio.

—¿Qué es todo eso?— preguntó y yo le sonreí.

—Esa es la venganza—dije y él negó comenzando a reírse.

—Eres una genio, amor. Mejoraste lo del disfraz convirtiéndolos en pollos—dijo entre risas y yo me encogí de hombros.

—Lo sé, soy genial—asintió y se bajó del auto para detenerse frente a su grupo, yo pasé mi mano por mi cara, hago las cosas para salvarlo y él va directo a la boca del lobo.

La sonrisa de Erick creció y Charlotte se puso al lado de Benjamín para apoyarlo. En eso el papá de Benjamín sale al estacionamiento y todos comienzan a correr desesperados, huyendo del nuevo director, a quien se le veía molesto.

Pasó por el auto y me miró para hacerme una señal de que me bajara y muy a mi pesar lo hice para reunirme con los chicos.

—Un solo día pasó y ya llenaron de plástico, miel y plumas toda la escuela, ha pasado solo un día de la pintura ¿acaso quieren matar a sus madres?—todos negamos—entonces, ya tengo arreglado la limpieza pero para las próximas bromas si los encuentro en la escuela serán ustedes lo que limpien todo, así solo encuentre a uno , así que vean cómo harán ahora—dijo y entró molesto murmurando cosas.

—Primero nos dicen que no paremos y ahora nos regañan—dijo Charlotte—no entiendo.

—Les dije que había trampa, solo hay que descubrir cual es. Ellos no son tontos y nosotros tampoco, así que cualquier conversación que vean secreta no duden en espiar, necesitamos saber que planean, ya no es nosotros con nosotros, ahora somos nosotros contra ellos—dije y los tres asintieron dándome la razón.

Nos subimos al auto y emprendimos nuestro camino conmigo quedándome dormida en el asiento.

Cuando me levanté ya habíamos llegado y él me estaba viendo con una sonrisa, negué y le sonreí para bajarnos, él me acompañó hasta la puerta de mi casa, me pegó a su pecho abrazándome y luego me dio un beso en la frente.

—Nos vemos mañana Fabs.

—Hasta mañana Ben.

Se alejó y yo entré a mi casa, pase por la sala pero como no vi a nadie subí a mi habitación.

No había visto mi celular desde que llegué al colegio, lo saque y había un mensaje de un número desconocido.

Desconocido: Aléjate de Benjamín, estás advertida..

****

Hola, gracias por seguir leyendo.

No se les olvide votar y dejar sus comentarios.

Pueden encontrarme en mis redes como:

Ariadna Romero en Facebook/ Amor entre lineas... pagina para compartir pequeños escritos.

@ariadnafabiola9 en Instagram

También pueden encontrar más de mis libros en Sueñovela y Booknet solo buscandome como Ariadna Romero o Arfalov.

Besoos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top