Capitulo 20

''Seres confundidos en amores tan distintos.''

Me coloque un pasamontañas negro y me fui a la sala sosteniendo un marcador en mi mano.

Me sentía extraña, con toda esta adrenalina corriendo por mis venas. A veces la locura era contagiosa y no es que estuviésemos locos o que nuestras madres lo fueran pero algo de raro si tenemos.

Bajé las escaleras y llegué a donde los demás están creando arte en el rostro de nuestras madres, yo me acerqué a la mía y le dibujé algo en la cara, le hice un gran bigote y también un sombrero en su frente.

Me reí y me senté al lado de ella.

—¿Qué fue lo que dijo el director mamá?—le pregunté y obvio no podía responderme.

—Oh, eso—dijo Char acercándose—las amenazó diciéndoles que si no pagaban los daños causados nos expulsarían a todos y evitaría que nos graduemos en cualquier otro instituto—negué y pensé un poco.

—Entonces, nos estaban cazando para darnos una lección y nosotros nos estamos vengando por eso pero en realidad ellas tienen razón y nosotros estamos equivocados—los tres asintieron soltando sus marcadores—oh, ahora si estamos en problemas serios—dije y todos se quitaron los pasamontañas.

—¿Que vamos a hacer ahora, Fabiana?—preguntó Erick y yo me quité el pasamontañas, lo mojé con agua de un florero y le quité el marcador de la cara.

Por algo debíamos empezar.

Todos hicieron lo mismo y ya las caras de nuestras mamas estaban limpias.

La puerta de la entrada se abrió y entraron nuestros padres viéndonos enojados.

Yo sonreí y me quedé sentada al lado de mi dormida mamá.

—-¿Qué pasó aquí?—preguntó mi papá.

—Pues, sus queridas esposas nos montaron una cacería, haciéndonos huir y escondernos por miedo hasta que les dimos un té para dormir con una persona de confianza y pudimos salir—el papá de Charlotte abrió los ojos asombrado.

—Y planeamos una venganza hasta que nos dimos cuenta que estamos equivocados y ahora decidimos si volver a escondernos o esperar que se despierten—dijo Erick.

—Pero entonces llegaron y la segunda opción es la que haremos—dijo esta vez Benjamín.

—Pues si, miren que tuvimos que salirnos de nuestros trabajos para atender esto porque ustedes crearon la flamante guerra en su colegio—habló el papá de mi novio.

—Y pagamos una gran cantidad por los daños causados—los cuatro bajamos la vista y ellos empezaron a reírse.

—Vamos al jardín chicos—los seguimos extrañados.

Nos sentamos en el césped y ellos nos vieron sonriendo.

—Cuando teníamos su edad e íbamos a ese mismo colegio nosotros comenzamos una serie de bromas—los miré atenta—están ante los creadores de la flamante guerra—yo abrí mis ojos impresionada.

—Nos están jugando una broma, es eso—dijo Erick.

—Si, no puede existir otra explicación—habló Benjamín y yo seguía sin poder decir una palabra, ni hablar de Charlotte.

—Esto es serio, no estamos jugando. Fueron bromas todo el año de ambos bandos, la última fue una bomba apestosa en el baile—dijo el papá de Erick.

—¡La broma más épica del mundo!—exclamó Erick chocando los cinco con su papá.

—Esto de verdad no lo puedo creer—susurró Charlotte.

—¿Quieren saber quién era el otro bando?—los miré sabiendo la respuesta y me levanté.

—No, no puedo creer eso.

—¿Qué? ¿que no puedes creer?—preguntó Charlotte desorientada.

—Nuestras madres eran del otro bando ¿cierto?—mi papá asintió y yo cerré mis ojos comenzando a reírme—imposible ¿mi mamá? ¿esas señoras que nos cazaron hoy? increíble—los demás no podían hablar.

—Por eso pagamos a la escuela y por eso se los estamos contando, no podemos castigarlos por algo que creamos nosotros y—él papá de Charlotte no continuó.

—¿Y...?—insistió ella.

—Despidieron al director por uso inadecuado de su cargo.

—Entonces ¿pagaron o no?—preguntó Benjamín confundido.

—Lo hicimos porque debíamos limpiar lo que hicieron—respondió uno de ellos.

—¿Quien es el director ahora?—preguntamos los cuatro al mismo tiempo.

—Soy yo—todos vimos al papá de Ben y contuvimos el aire por la sorpresa.

—Si, conseguimos que lo transfirieran de la universidad y ahora él será su director—eso sí que era una sorpresa.

—Lo que nos devuelve a la guerra—fruncimos el ceño todos—al ser Alberth el director, la tradición sigue—entrecerramos los ojos hacia ellos.

—Pero ¿por qué?—pregunté extrañada, la idea era que todo se acabara por mi salud mental.

—Pues, porque es algo que creamos nosotros y pensamos que el que ustedes lo estén haciendo es genial pero deben saber que serán igualmente castigados si se les encuentra en el acto o si es muy grande y no puede cubrir los gastos —algo raro hay detrás de esto pero lo guardaría para mi, yo prometí alejarme de esa guerra en el momento en que supe que teníamos problemas.

—Pero deberían no querer que sigan con eso, ¿seguros de lo que están diciendo? ¿o solo tratan de engañarnos?—los observé a los cuatro y mi papá me sonrió.

—Cállate Fabiana, vamos a seguir la guerra y eso es lo importante aquí—dijo Erick, yo miré a mi novio y este se puso del lado de mi mejor amigo y ni perdía tiempo con Charlotte.

—Cuando vean que no es tan lindo como se los pintaron no vengan a mi llorando—dije y ellos se irguieron.

—¿Nos están engañando?—preguntó Char a su papá que la vio como lo más preciado, el amor se le veía en los ojos y eso lo sabía mi amiga, que lista.

—No hija, hablamos con sinceridad—entrecerré mis ojos.

—Y yo te creo pá—negué sonriendo.

—Pues entonces que tengan suerte con su guerra, yo definitivamente no participaré más—dije y Erick llegó hasta mí.

—Pero si tu eres la voz de mando, sin ti no me escucharan—me encogí de hombros.

—Consiguete a otra—los cuatro hombres nos miraban atentos.

—Que malvada, pues no te necesito—se fue dándome la espalda.

—En fin, ya todo quedó aclarado. No se excedan y no haremos nada,se exceden y habrán consecuencias—les sonrieron y se levantaron del césped.

Todos entraron a la casa menos yo y mi padre que se quedó conmigo.

—Sabes que igual te arrastrarán a todo eso ¿no?—yo lo miré haciendo una mueca.

—Dime como hiciste tú en tu tiempo, puedo imaginarme quien de mis padres fue el que inicio y el que no quiso—se rió.

—Pues tu mamá empezó la guerra porque no soportaba al papá de Erick, por si no lo sabias ellos se gustaron un tiempo—yo lo miré intrigada—pero nunca fueron capaces de estar juntos, sus temperamentos y caracteres los hacían pelear mucho, por eso prefirieron no intentarlo—yo miré hacia el frente.

—¿Cómo lo dices tan tranquilo?—pregunte.

—Porque soy un hombre sensato amor, debía permitir que ellos dos pasaran y no intervenir para darme cuenta si su amor era real o no—fruncí mi ceño.

—Ustedes eran novios—lo miré.

—Y como sabes no lo tomé bien al principio pero después supe que si de verdad me amaba regresaría a mi porque yo estaba seguro de lo que sentíamos pero como nunca pudo dejar fluir eso que sentía por él estaba confundida—miré al césped sintiendo un nudo en mi garganta.

—Papá...—él pasó su mano por mi espalda ayudándome a levantarme, caminamos hasta el borde de la piscina y nos sentamos allí, un poco más alejados.

—Lo sé hija, lo puedo ver y te conozco mejor que nadie—sentí mi pecho vibrar y lagrimas comenzaron a salir por mis ojos—llora lo que quieras, desahógate cariño—lloré por eso que guardaba en mi pecho desde hace semanas o quizás más tiempo,no podía saberlo con certeza.

—¿Qué puedo hacer? siento que nos traiciono, a los tres y no quiero eso, no quiero estar más confundida papá—dije entre el llanto—y no puedo decir que amo a Benjamín pero si lo quiero muchísimo y no me gustaría hacerle daño, lo mismo con Erick pero a él si lo amo, es mi mejor amigo tampoco puedo hacerle esto—mi papá me pegó a su pecho abrazándome.

—No creo que quieras dejar a Benjamín por Erick, con este ultimo tienes una atracción muy fuerte que se puede convertir en algo más pero con Benjamín desde el principio fue amor, no puedo decirte lo que debes hacer pero tu eres inteligente mi amor, justo ahora no debes pensar y solo empieza a sentir, vive un poco más tu amor con Benjamín pero si sigues pensando en Erick debes ser claro con Benjamín—sorbí mi nariz—hablar con la verdad nos puede salvar a nosotros mismos de hundirnos, así que no te presiones.

—Gracias papá, te amo—él besó mi cabeza y yo me reí—¿te diste cuenta que dijiste que no podías decirme que hacer pero igual lo hiciste?—le pregunté y él sonrió.

—¿Entiendes ahora lo que significa?—levanté mi rostro y lo vi.

—Es para que no esperara algo, para que no tuviera la esperanza de encontrar la respuesta—asintió y yo lo abracé.

—Eres inteligente mi amor, se que sabrás que hacer—nos abrazamos un poco más para luego entrar a la casa y ver que una discusión tenía lugar en la sala.

—¡No tenias que decirles eso!—gritó mi mamá.

—¡Ellos son grandes y pueden decidir! deja de querer controlar todo—le respondió el papá de Erick y mi papá negó.

—Están así desde que se despertaron, no han llegado a un punto en concreto—dijo la mamá de Charlotte.

—¿Será que esa rivalidad será eterna?—preguntó Albeth y mi papá se encogió de hombros dando dos pasos hacia ellos.

—¡Deténganse!—les gritó—¿que ejemplo quieren darle a sus hijos? parecen los mismos adolescentes que crearon la guerra—ambos dejaron de hablar y se miraron con molestia.

—Tu querida esposa no entiende que nuestros hijos son grandes y pueden vivir su último año como quieran.

—Y tu mejor amigo no quiere entender que lo mejor es dejar eso en el pasado y no dejar que sigan con eso—para mi se detuvo todo ¿ellos eran mejores amigos? si sabia que eran muy cercanos pero no tanto.

Di dos pasos hacia atrás y choqué con el pecho duro de alguien, cuando giré mi rostro vi a Erick serio detrás de mí, lo miré por unos segundos en donde todo se quedó en silencio y solo sus ojos existían.

Dejé de mirarlo desorientada y todo el silencio desapareció dando inicio a muchos gritos,algo estaba mal en mí y debía arreglarlo, no podía sentir algo por mi mejor amigo y no podía romper el corazón de mi novio.

Caminé hacia los adultos que gritaban.

—¡Silencio!—todos me miraron—primero mamá, no hubieses comenzado todo eso hace años y justo ahora esto no hubiese pasado. Segundo, no pueden prohibirnos hacer algo que no hace daño a nadie y tercero, ya dejen de gritar que parecen unos niños que no saben dialogar—me alejé de ellos saliendo al jardín y Benjamin me detuvo.

—Quiero estar sola unos minutos, amor—le dije dándole un beso en la mejilla.

Me alejé sintiendo un gran peso en mi pecho,no quería hacerles daño y dañarme a mi en el proceso.

Debía olvidarme de esa confusión, de la confesión de mi papá, debía apegarme a lo que me aconsejo mi papá porque eso es lo mejor para mi.

Entré a la cabaña y puse el seguro para que nadie entrara.

Me senté en la cama y comencé a llorar con ganas, debía soltar todo lo que me hacía sentir así, olvidarme de todo.

Lloré recordando como el año pasado comencé a sentir algo por Erick pero por mi timidez y mi tonteria no hice nada, justo vine a hacer algo cuando Benjamin habia llegado y mis sentimientos por él habian resurgido, no podia ser más idiota.

Pasaron varios minutos y me acosté en la cama, luego vería como me iría ahora solo quería estar aquí lamentándote por lo que me estaba pasando.

La cerradura comenzó a sonar y no me molesté en levantarme, seguro sería Marie o cualquier otra chica de limpieza.

Seguí acostada, cerraron la puerta con seguro y fruncí el ceño.

—Fabiana—me levanté limpiandome la cara, Erick me vio extrañado y se arrodillo entre mis piernas—¿Qué te ocurre?—preguntó y yo lo hice a un lado para levantarme y alejarme de él—Fabiana...

—No te acerques Erick, no quiero que te acerques—le dije sintiendo el nudo crecer.

—Pero habla conmigo por favor—negué.

—No, debo irme con Benjamin—dije y escuché sus pasos.

—Se fue, me dijo que te dijera que le escribas cuando estés en tu casa—yo asentí y caminé hacia la puerta pero Erick me sostuvo por el codo.

—Erick, por favor—mi voz se quebró.

—¿Qué te ocurre? debes hablar conmigo—dijo y yo me negué pero él me giró—habla conmigo—puso dos de sus dedos debajo de mi barbilla y me subió el rostro para que lo viera—no quiero que estés así, sabes que lo que menos quería es que esto se complicara para los dos ¿pero como hago? como hago si toda mi vida he estado enamorado de ti y tu solo vivías en tu mundo, perdóname porque sé que no es el momento pero no lo soporto más—yo comencé a llorar escondiendo mi rostro en su pecho, él me abrazó y yo me aferré con fuerza a su camisa.

Eso era mucho, dijimos que no le agregaríamos sentimientos y ahora estamos descubriendo que esto había empezado hace mucho tiempo atrás, pero no podía con todo eso, no podía con tanto.

—Erick,esto es muy difícil—salió un hipido de mi —no quiero hacerles daño con mi confusión, debo saber que quiero, debo entender lo que siento—dije acariciando su rostro—¿por qué justo ahora? ¿por qué no antes?—pregunté y él pegó su frente a la mía—lo siento mucho.

—Yo lo siento más, no debí meterme así porque sé que de verdad quieres a Benjamín—me alejé y él cerró los ojos—no merezco tenerte, eres mi mejor amiga y no puedo lastimarte yo haciendo esto, es mejor que lo olvidemos panda—yo lo escuché atenta—somos mejores amigos y eso seremos siempre Fabiana, no es necesario que te decidas por uno—por alguna razón sentí algo caer a mis pies que me regresaba un poco de paz—no debemos dejar que esto nos dañe, que nos separe. Te amo y no quiero perder a mi mejor amiga—asentí y me acerqué para abrazarlo.

—Gracias Erick, gracias por esto—le di un beso en la mejilla y salí de esa cabaña.

Sentí como la tranquilidad se instalaba en mi pecho, podía seguir y no dañarnos en el proceso y eso me alegraba mucho.

Llegué a la sala y espere a que mis papás terminaran de hablar, los vi sonreír entres todos ellos y supe que nosotros también estaremos bien, que seriamos igual y eso nos haría felices.

****

Hola, gracias por seguir leyendo.

No se les olvide votar y dejar sus comentarios.

Pueden encontrarme en mis redes como:

Ariadna Romero en Facebook/ Amor entre lineas... pagina para compartir pequeños escritos.

@ariadnafabiola9 en Instagram

También pueden encontrar más de mis libros en Sueñovela y Booknet solo buscandome como Ariadna Romero o Arfalov.

Besoos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top