Capitulo 19

''A veces vivir al máximo nos trae problemas.''

Benjamín conducía rápido mientras nuestros celulares no dejaban de sonar, me tenían los nervios de punta ya.

¿Por qué armar un escándalo de todo eso? solo había sido un juego.

Me quedé pensando un momento y mis ojos se abrieron.

—Las solicitudes de las universidades—Benjamín frunció el ceño—si lo que hicimos se sabe, puede que las universidades no quieran aceptarnos—él apretó el volante del auto y yo llevé mi mano a mi frente sintiendo un sudor frío instalarse allí.

—No podemos estar seguros de que no lo hagan, no es posible que se enteren de eso—él se justificó—además somos adolescentes, hacemos ese tipo de cosas—yo cubrí mis cara con mis manos.

—Estamos perdidos—dije y mi celular sonó una vez más pero mostrando el nombre de Charlotte,lo tomé apresurada pero me detuve con miedo.

—¿Por qué no contestas?—lo miré frunciendo el ceño.

—Puede ser mi mamá o su mamá, puede ser ella. Ya no sé qué hacer—le contesté poniendo el altavoz y escuché una fuerte respiración seguido de mi nombre en un susurro—¿Char? ¿Eres tú?

—Si, soy yo—susurró—estamos en muchos problemas, deben regresar rápido—dijo y yo me recosté en el asiento del auto—hay muchos castigos, me voy a volver loca con estas mujeres amiga, Erick y yo nos separamos mientras huíamos de ellas, están furiosas. Así que cuando lleguen vengan a la casa de Erick que es donde se reunieron y nos engañaron, estacionen por la parte de atrás y escondanse hasta que ellas se calmen—me reí por lo loco de la situación pero nunca dudaría de los alcances de esas mujeres.

—A Erick ya lo atraparon—le comuniqué.

—No, se pudo salvar pero si no hacen lo que les digo ustedes no lo harán—veía como cada vez estábamos más cerca de la casa de Erick.

En realidad no nos habíamos ido tan lejos.

—¿Mi madre está ahí?—preguntó él y Charlotte suspiró.

—Esa mujer se encontró con sus iguales, la intensidad la consumió y ahora ese lado dormido que vivía en ella despertó—él se rió.

—Mi mamá no necesita de eso, ella es intensa por sí sola—Charlotte soltó un quejido.

—Ya les avisé, no se dejen atrapar—asentimos.

—Que gran drama todo esto, parece una película—me reí porque es verdad.

—No creas que son así siempre pero creo que esta vez cruzamos una línea—hice una mueca.

—Somos un desastre—dijo estacionando el auto detrás de unos árboles, ambos suspiramos viendo la casa de Erick—¿estás lista para esto?—negué y él tomó mi mano —las enfrentaremos juntos, no tenemos porqué huir—yo golpee su mano y me solté bajando del auto.

—Estas loco, enfrentalas solo porque yo aprecio mucho mi vida—él se rió y bajó del auto.

—Oh por Dios, mi novia es una cobarde—le hice una señal de silencio mientras sonreía.

—No, solo amo mi vida y enfrentarlas justo ahora sería una gran equivocación. Mañana cuando estén más calmadas será el momento pero hoy no—él asintió y comenzamos a avanzar hacia la parte de atrás que da justo a la cabaña.

Nos subimos al muro y vimos cómo caminaban de un lado al otro en la sala, esa casa tenía ventanas de vidrio y se podía ver. En silencio cruzamos el muro y caminamos con cuidado por detrás de la cabaña.

Veo una sombra cruzar por el otro lado y tomó el brazo de Benjamín para escondernos detrás de un árbol.

—Haz silencio—susurré en su oído.

La sombra fue creciendo a medida que se acercaba, venía caminando en puntillas, cuando apareció por completo pude respirar más tranquila, Benjamín iba a salir y lo detuve. Debíamos esperar si no venía nadie detrás de él.

Me di la vuelta y subí un poco por las ramas del árbol para ver hacia la casa y vi como la mamá de Charlotte salió viendo hacia todos lados, de todas ella es la más sensata pero se dejó llevar hoy, que decepción.

Las demás ya están sentadas tomando algo y en eso la mamá de Charlotte también entró.

¡Eso es! es la mejor solución.

Me bajé con cuidado y llegué a Benjamín quien veía como Erick quitaba un poco de césped y comenzaba a abrir algo, nos miramos y cuando volvimos a verlo él veía con duda hacia todos lados, quise avanzar pero Ben me detuvo.

—Déjalo que baje, que piense que nadie lo vio y así lo asustamos—lo miré negando.

—¿Y si pone seguro por dentro?—pregunté ansiosa.

—No lo hará, confía en mí—ambos miramos hacia donde Erick abrió la puerta—debe revisar el lugar antes de cerrar no puede ser tan estúpido—empezamos a avanzar.

—Créeme, lo es—no era mucho lo que teníamos que caminar pero hacerlo sigilosamente es muy complicado y lo es más cuando hay ramas por todos lados.

Igual es imposible que ellas puedan escuchar algo.

Pisé una rama y en ese momento Benjamín entro en pánico tomándome por el codo y con todas sus fuerzas me lanzó hasta llegar a la puerta, me sobé mi costado y le hice seña para que se acercara rápido, empezamos a escuchar como una puerta corrediza se abría y jalamos la puerta bajando a tropezones.

Benjamín puso el seguro con velocidad y empezamos a escuchar voces llegando, eran nuestras madres.

—Seguro fue una ardilla que se cayó, sino estuvieran aquí—escuché a la mamá de Erick.

—Si, es lo más seguro. Ahora vamos que pueden llegar en cualquier momento—se comenzaron a alejar y se detuvieron de repente para acercarse otra vez.

—No los esperen más, ya están aquí, él auto de Benjamín está del otro lado, pueden estar esperando en el bosque ¿vamos a ver?—habló mi mamá y yo comencé a morderme una uña.

—Vayan ustedes, nosotras vamos a buscar en la casa para ver si ya se unieron a la cacería—Benjamín y yo nos vimos con cara de espanto, ellas comenzaron a alejarse y esta vez por completo.

Ambos pudimos respirar mejor y comenzamos a bajar viendo a Erick sellar la puerta que seguro da acceso a la casa, nadie nos atraparía aquí pero no me atrevo a dejar a Charlotte sola con esas cuatro mujeres.

—¡Erick!—exclamé en voz baja y este salto soltando todo,volteó lentamente y frunció el ceño para después bajar sus hombros.

—Que gran susto panda ¿acaso quieres matarme? esas mujeres se volvieron locas, llaman a esto la cacería como si fuéramos cerdos para la cena ¿no pueden regañarnos como personas normales?—yo me encogí de hombros.

—Eso no importa ahora, debemos rescatar a Charlotte y ¿tienes a alguien de confianza en tu casa? ¿a alguien que no le diga nada a tu mamá? mi mamá y la de Ben se fueron a buscarnos al bosque porque vieron el auto pero la tuya y la de Char siguen abajo, necesitamos deshacernos de ellas con un té para dormir que será lo certero en este momento—él lo pensó un poco y su rostro se iluminó.

—Si pero mi celular lo tiene mi mamá y no me sé el número de ella pero el de la casa si, nos arriesgamos mucho pero podemos hacerlo—asentí y le di el de Benjamín que no está registrado.

Marcó los números para luego llevarse el celular a la oreja, nos miró con impaciencia y cuando respondieron lo puso en altavoz.

—¿Si? ¿con quién desea hablar?—suspiramos al escuchar su voz, es Marie, una de las personas que limpian y cocinan en la casa—si es una broma.

—No Marie, habla bajito por favor.

—Erick...—ella suspiró—niño su mamá lo anda buscando con esas otras señoras, parecen desquiciadas—nos reímos.

—Lo están, necesito un inmenso favor—yo asentí en su dirección para que le dijera—necesito que les prepares un té que las duerma por muchas horas, necesitamos salir de donde estamos pero con ellas despiertas es muy difícil no entrar en guerra ¿puedes hacer eso por mi?—Hubo un largo silencio hasta que habló.

—Está bien, lo voy a hacer.

—No puedes decirle a nadie, recuerda que si mi mamá les pregunta a las demás soltarán la sopa rápido, confío en ti Marie—estaba feliz, esa señora jamás le fallaría a su niño.

—Nos vemos en un rato—Erick cortó y le pasó el celular a Benjamín.

Se escucharon pasos y yo subí las escaleras para escuchar quienes eran.

—Seguro ya están aquí adentro pero siendo esto tan grande y ellos conociendo cada rincón, seguro ya deben estar juntos—dijo la voz de mi mamá.

—Si están aquí entonces se nos será más fácil, dejemos que crean que van ganando, que no sabemos donde están y vamos a tomarnos un té para relajarnos, este día ha sido mucho ¿por qué nos estresamos tanto por esto?.

—Porque queremos que crean que perderán todas las oportunidades en las universidades, deben aprender a no hacer ese tipo de cosas en la escuela, tu escuchaste al director—

¿Qué dijo el director? me pregunté pero ellas no siguieron hablando, se fueron dejándome con esa duda y con ganas de vengarme de nuestras madres.

Bajé las escaleras y me senté en el sofá cansada.

—¿Qué escuchaste?—me preguntaron ambos y los vi.

—Nos quieren dar una lección haciéndonos creer que perdimos oportunidad en las universidades siendo mentira y algo que dijo el director ¿sabes de qué hablan?—Erick negó y yo me puse a ver el techo—pues parece que dijo algo grave que las llevó a hacer esta ''cacería'' para hacernos ver que no debemos hacer ese tipo de cosas en la escuela y por eso dormirlas no es suficiente venganza—junté mis manos sobre mi—no deben jugar con algo tan serio porque realmente no hicimos nada grave o bueno hicieron, deberán terminar con todo eso o sacarlo de la escuela porque nos terminan expulsando—la cara de Erick se iluminó.

Me reí, siempre hacía esa referencia cuando a Erick se le ocurría algo porque casi nunca se le ocurre algo.

—Siempre pasaba lo mismo cuando los de último año hacían guerra de bromas, a los últimos que la hicieron los expulsaron un día antes de la graduación negándoles graduarse y todas las universidades los rechazaron—yo me levanté azorada, viéndolo con molestia.

—Y entonces a ti se te ocurrió que llevarlo a cabo justo este año era lo ideal, porque justo en ese momento se te olvidó que eres inteligente y que estamos apostando a una de las mejores universidades—salté sobre él y lo tomé por el cabello—¿acaso te volviste loco? ¿o no quieres que nos vayamos?—él me sonrió.

—Yo lo siento, me dejé llevar por la emoción del momento pero créeme que no lo pensé y que no quise arruinar nuestros planes—puso sus manos en mis caderas y lo miré con fijeza para luego soltarlo y levantarme.

Nunca me voy a acostumbrar a la intensidad que hay entre ambos, es mucho para mi y menos teniendo a mi novio en la misma habitación.

—Está sonando el celular—llego a Benjamín y se lo quito viendo un mensaje de Charlotte.

Pardo: Estoy dentro de la cabaña, encontré un escondite que no les diré cual es por precaución pero necesito salir de aquí, tengo mucha hambre y ya no siento mis pies.

Miré a los chicos y Erick tomó el celular de Benjamín otra vez, necesitamos sacar a Charlotte de allí.

Lo vimos hablando unos segundos con ella para luego colgar y vernos con una gran sonrisa.

—Ya se tomaron el té y mi hermosa Marie lo hizo tan fuerte que cayeron dormidas, le pedí que las amarraran en caso de que se despierten, ya podemos salir de aquí—sonreí feliz.

—Es mejor que salga uno primero a revisar todo—dijo Benjamín y yo asentí—cuando esté seguro voy a sacar a Charlotte y los vengo a buscar ¿estamos?—asentimos y él salió del lugar dejándonos solos.

Ambos nos sentamos en el sofá en silencio, lo que había pasado minutos antes me dejó pensando mucho y por lo visto a él también.

—Fabiana, yo no quiero que esto—nos señaló—sea incomodo, te amo porque eres mi mejor amiga y te deseo como mujer pero no planeó meterme en tu relación con Benjamín—lo miré.

—¿Y qué podemos hacer con esto?—me miró intrigado—¿crees que eres el único que se siente así? es extraño pero no puedo evitar que las cosas se salgan de control cuando estoy muy cerca de ti y eso me confunde porque yo quiero a Benjamín de todas las formas posibles pero pasa esta cosa extraña—él se acercó quedando a pocos centímetros cortando mi respiración.

—¿Esto?—dijo pasando su nariz por mi cuello—es ilógico pero nuestros cuerpos se claman y me vuelvo loco porque sé que no puede pasar nada pero lo necesito con cada respiración que doy—deja un beso en mi cuello y suspiro.

—Erick, no podemos—se alejó bufando—no puedo hacerle eso a él, sabes que no—él asintió y se levantó.

—No podemos traicionarlo así cuando ya lo considero un amigo—cerró sus ojos y me dio la espalda.

Esto no se sentía bien por dos razones, quiero ir más allá con Erick y no quiero lastimar a Benjamín, me siento tan confundida.

En eso se abre la puerta y la cabeza de Benjamín se asoma.

—Pueden salir ya—sin mirarnos subimos las escaleras y cuando salimos Charlotte saltó sobre mi abrazándome.

Algo dentro de mí se removió al verlos a los dos juntos, debía poder superar esa atracción y seguir con mi noviazgo, no podía confundirme más.

Caminamos todo el jardín centrados en el plan.

Entramos a la sala y Marie nos esperaba con las cuatro mujeres dormidas y amarradas en el sofá.

—Pues que empiece la venganza ¿que haremos primero?—dijo Erick y todos sonreímos acercándonos a nuestras madres.

Sería una gran venganza, ya no se les ocurriría cazarnos otra vez. Nos distribuimos por la casa buscando lo necesario para el primer paso, esta vez aprenderíamos todos, no solo nosotros como siempre había sido.


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