''No podría pensar en nadie más mientras tu estés aquí.''

En el auto de Benjamin me debatí entre ir o no, de verdad quería pasar la tarde con él pero como por naturaleza soy muy dormilona debo ir a donde Charlotte por no ir más temprano.

—Ben, les conté a mis padres que somos novios—dije y él me miró con los ojos abiertos.

— ¿Qué dijeron?—preguntó volviendo su mirada al frente.

—Que quieren conocerte pero no te asustes, les dije que no te llevaré a la casa—creo que no fue la mejor forma de decirlo porque su semblante cambió mucho.

—¿Por qué? ¿te avergüenzo?—preguntó serio y yo negué arrepentida.

—Lo siento, no lo dije como es—aunque creo que lo que diré no sonara mejor—solo que quiero esperar un poco más a ver como avanzan las cosas, no quiero tener que presentarles a alguien y luego no funcione—Benjamin apretó el volante con fuerza y yo me reprendi mentalmente por idiota.

—¿Estas condenandonos a no funcionar?¿Crees que no podemos llevar esta relación? ¿o piensas que me iré otra vez?—lo miré negando—Fabiana, si piensas eso ¿por qué aceptaste ser mi novia? porque esto para mi no es un juego, yo estoy dispuesto a poner todo de mi para que funcione pero parece que tu no—detuvo el auto frente a la casa de Charlotte y yo me volteé hacia él.

—No es eso, no quise que entendieras eso. Yo solo quiero un tiempo para nosotros en donde mis padres no estén involucrados, no es que no crea que podemos porque te juro que deseo con todas mis fuerzas que sea eterno—él no me miró ni un segundo—por favor Ben...

—Debes ir con Charlotte, nos vemos más tarde—una chispa de esperanza se encendió en mi ser y antes de bajarme le di un beso en su mejilla.

—Te quiero y voy a dar todo de mi para que esto funcione y dure por mucho tiempo—Me bajé del auto y escuche como se alejaba, a aves mi lengua tenía vida propia y no media lo que decía.

Toco la puerta y Charlotte me abre con una cara de pocos amigos.

—Es demasiado tarde Fabiana—recrimina mientras entraba a la casa, caminé hasta la sala con ella detrás y me detuve de golpe girándome hacia ella con una pregunta clara en mi cara—Oh, él es Noah—dijo y el chico levantó la cabeza—la profesora me pidió que lo metiera con nosotras porque es nuevo y el único grupo incompleto era el de nosotras—hice una mueca y le sonreí.

Sé quien es, lo vi el día que llegó. Es muy guapo ese chico, deslumbrante.

—Nosotros nos conocimos en una clase—asentí y él me sonrió.

—¿En que ayudo?—pregunté dejando de verlo.

—Ya en nada amiga, con Noah ya hicimos el proyecto—hice una mala cara—¿que? igual debías venir—bufé—no puedo creer que puedas dormir tanto—me encogí de hombros sentándome en un sofá individual.

—Estaba arreglando un problema, pudiste decirme pero bueno, ya estoy aquí—vi todo el trabajo que hicieron, era un trabajo de ciencias o biología, no recuerdo. Lo que importa es que lo hicieron y quedó muy bien.

—Voy a preparar unas cosas para comer mientras pasamos la tarde—me levanté para buscar el control remoto pasando a un lado de Noah quien me sujetó por el codo.

Miré su agarré confundida y luego lo miré a él, su mirada es altanera, picara.

—Eres hermosa ¿lo sabias?—sacudí mi brazo deshaciéndome de su toque—me encantas—se acercó más a mí respirando en mi oído—vas a ser mia—lo empujé lejos de mi con el ceño fruncido.

—¿Qué rayos te crees? alejate de mi—sonrió socarrón—no te quiero cerca ¿me oíste?—en eso el timbre sonó y yo fui a abrir sin quitar mi ceño fruncido.

Abro y Erick me sonríe pero al ver mi cara quita la sonrisa.

—¿Qué ocurre?—negué sonriendo y envolviéndolo en un abrazo.

—Nada...pasa—cerró detrás de él y cuando entramos a la sala que vio a Noah lo miró serio para luego verme a mi—¿quien eres?—él iba a hablar pero yo no lo dejé.

—Es un compañero que nos asignó la profesora de biología pero él ya se va ¿verdad?—Noah me miró divertido mientras agarraba sus cosas.

Erik no dejaba de verme serio, él sabía que había pasado algo, yo estaba comportando más rara de lo normal.

—Si, nos vemos luego—pasó muy cerca de mi—no me retracto de lo que dije—lo empujé y Erick se le lanzó encima tomándolo por el cuello.

—¿Qué está pasando?—preguntó rojo de rabia.

—Nada, solo suéltalo Erick—Me vió y lo soltó tirándolo hacia un lado.

—Vete ahora—exigió mi amigo y Noah me sonrió antes de irse.—Ahora, explicame—suspiré y le conté lo que me dijo porque si no, no me dejaría tranquila—pero que enfermo ¿quien es él?—me encogí de hombros.

—Un chico nuevo que la profesora decidió meterlo a él en el grupo de nosotras—Erick negó.

—Debes tener cuidado ¿si?—asentí y nos sentamos juntos en el sofá.

La tarde la pasamos jugando un juego que se llama Just Dance, por mayoría de puntos les gané obteniendo cincuenta dólares de premio.

Tocaron el timbre y Charlotte fue a abrir, regresó junto a mi novio mientras ella abrazaba un oso pardo mucho más pequeño que el mio pero son el nombre detrás.

Mi mejor amiga estaba tan feliz, yo sonreí porque el de Erick debe estar llegando a su casa. Eso lo habíamos planeado, a ella se lo daría normal pero a él se lo enviará como si alguien más se le hubiese dado, Benjamin me vio pocas veces, ojala pudiera entender que lo que dije no fue para herirlo.

—Bueno, nosotros nos vamos. Nos vemos mañana en el colegio—dije despidiéndome y evitando la mirada de Erick, quería que le dijera a Ben pero yo no quería volver eso un problema.

Caminé hasta el auto y antes de llegar Benjamin me dio la vuelta para pegarme a su pecho.

—Entiendo lo que quisiste decir pero sentí que no querías que me conocieran, que pensabas que no seríamos más que novios de dos semanas—negué—lo sé, perdóname.

—No tengo nada que perdonarte, ahora olvidemos eso y llevame al lugar que me ibas a llevar temprano—dije emocionada.

Me dio un pequeño beso y nos subimos al auto, no quería dañar el momento contándole sobre ese chico, no era importante.

Luego de que condujera por varios minutos llegamos a una heladería, lo miré sonriendo y me bajé antes que él para entrar al establecimiento.

—Veo que amas los helados—asentí viendo los sabores que hay.

—No sabes cuanto, los helados son mi perdición—él se pegó a mi y yo sonreí—después de ti, obvio.

Nos reímos para luego pedir nuestros helados.

Yo pedí uno de chocolate con oreo y sirope de chocolate. Él solo pidió uno de fresa.

—Que aburrido—le dije y él puso helado de fresa en mi nariz haciéndome reír.

Pasar momentos así con él es lo mejor que he podido experimentar en mi vida.

—Espera ¿esto cuenta como una cita?—lo pensé un poco.

—Pues sí, podría ser. Entonces esta sería nuestra segunda cita—él asintió.

Terminamos el helado y fuimos al parque que está cerca, nos perseguimos, nos caímos y nos hicimos cosquillas como dos niños.

Terminamos agotados sobre el césped tomando nuestras manos y viendo a través de los árboles, las estrellas y la luna.

—Te quiero mucho Fabs.

—Y yo a ti Benjamin—sonreímos y seguimos disfrutando del momento y de la luna acompañándonos.

Un mes y medio después.

Hoy Benjamin vendría a conocer a mis adorados padres porque mi mamá no se quiso esperar más, así que estoy terminando de arreglarme para cuando llegue.

Debo admitir que no estoy nerviosa porque sé cómo es él y que les agradara mucho, Benjamin es un chico guapo, educado, inteligente y muy agradable.

Reviso mi reloj de pared y ya son las dos de la tarde, comienzo a bajar las escaleras y comienzan a tocar la puerta, camino lo que me falta y llego para abrir la puerta.

—Hola, preciosa—se acercó y me dio un beso extremadamente delicado como si de cristal se tratase.

—Hola Ben, pasa.

Cuando pasamos mi mamá y mi papá ya estaban sentados en la sala ubicados en el sofá largo, hice que Ben terminara de pasar y se sentó en el sillón frente a mis padres y yo me senté en uno individual cerca de la ventana.

Como lo había pensado desde el momento en que me informaron que querían conocerlo, mi papá duró toda esa hora hablando de que tenía que cumplir sus reglas sabiendo que yo cumplía las de mi madre, siempre tienen esa pelea.

Además de todas las preguntas que le hizo, mi mamá solo escuchó atentamente como él le respondía a mi papá, observando, estudiando cada movimiento. Sabía que le había agradado por la sonrisa que puso cuando él se despidió y ella le sonrió genuinamente.

Lo bueno fue que lo aceptaron y eso me hizo muy feliz, aunque nunca tuve dudas de que así iba a ser.

Al salir de casa fuimos a donde Char, allí vimos películas y nos reímos demasiado.

También estaban Melissa y Erick quien no quería soltarla ni un segundo, fue muy agradable estar con ellos.

Mientras caminábamos hacia el auto agarrados de la mano, Ben me sujetó por la cintura, me volteo y me besó con lentitud, haciéndome suspirar con el roce de nuestras lenguas.

Noté como su cara reflejaba preocupación.

—¿Qué te pasa Ben?—le pregunté acariciando su cabello.

—Nada, solo estaba pensando en cómo le caí a tus padres, quiero darles una buena impresión—sonreí con ternura robándole un pequeño beso.

—Si, no te preocupes. Le caíste bien aunque mi padre quiera hacer creer que es duro pero le agradas, te lo aseguro.

—Que bueno, estaba muy preocupado—sonrió dejando besos por mi cara—Te quiero, nunca lo olvides––se acercó y puso sus manos a cada lado de mi cintura para acercarme a él y besarme de forma más profunda.

—Yo también te quiero Ben.— susurré sobre sus labios, con la respiración entrecortada.

Luego de darnos otro beso terminamos de llegar al auto, nos subimos y allí nos miramos, él llevó su mano a mi pierna y la subió con lentitud hasta rozar mi centro.

—Ben...

—Solo déjame sentirte—yo abrí un poco mis piernas y jadee cuando lo sentí presionar sus dedos varias veces en mi, él cerró los ojos escuchando los sonidos que salían de mi boca.

—Ya...detente—lo miré y él asintió quitando su mano de mi entrepierna, con Benjamín todo era tan intenso.

Él encendió el auto y nos fuimos, el ambiente estaba pesado de un aura calurosa, quería más pero no podíamos hacerlo frente a la puerta de Charlotte.

Luego de unos minutos llegamos a mi casa, me dejó en la puerta, me tomó por la cintura y me besó con pasión renovada, el fuego se había encendido más entre nosotros pero a mi me daba miedo avanzar.

Nos besamos un poco más y después de reírnos por no querer despedirse se marchó.

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