Capítulo 11

Konoha estaba cubierta de sangre y eso lo hizo sonreír satisfecho, pero aunque hubiera querido cooperar con sus seguidores que realizaban sacrificios formando caos entre la gente aquello solo era la distracción que necesitaba.

Ocultando su rostro detrás de una máscara que había robado de un Anbu cargaba en su espalda a cierta chica de cabellos castaños rebeldes que no había tenido consciencia desde hace semanas atrás.

¿Cómo dejó que eso pasara?

No podía culparse a él mismo, dentro de si lo sabía desde el principio, ese jutsu de resurrección solo tenía un final trágico para el que decidía usarlo.

El dolor y el sufrimiento siempre eran prioridad para su Dios, y él profetizaba eso.

Pero, aquella mujer con apariencia ya adulta que cargaba en su espalda en ese momento, le hizo flaquear hasta de su propia fe y todo gracias a su obsesión constante con ella.

Verla sufrir era querer compartir ese sufrimiento con ella, querer compartir ese dolor y hundirse hasta el fondo donde todo estuviera tan destrozado que ya no quedara nada.

Hasta el punto de que su mente se llevara a un límite de la inconsciencia, que eso los destrozara a ambos por dentro llevándolos a una locura en su estado más puro.

Eso era el verdadero sufrimiento, cuando tu mente ya estaba tan cansada de luchar que se dejaba llevar por la locura sin recordar quién eras, sin remordimientos de lo que hacías sin que ya no te importara nada en lo absoluto.

Pero Hidan no podía olvidar nada todavía, no si no lo hacía junto con ella, de nuevo fue dejado a un lado como siempre en su vida lo habían hecho, abandonado desde que era niño, su propia aldea que juro proteger le negó el derecho de hacerlo apelando a la paz diciendo que para lo que había entrenado toda su vida como ninja no servía para nada.

Cuando Tenten perdía la consciencia él siempre lograba regresarla, verla sufrir de nuevo era una ciclo vicioso que disfrutaba cada vez más, pero cuando Tenten no despertó la última vez que perdió la consciencia, ni siquiera luchó por ir a matar lo que causaba su sufrimiento, simplemente se quedó como una muñeca vacía en un rincón mirando hacia la nada, después de días intentando todo sin resultados sintió dentro de él una frustración incapaz de controlar.

Si no podía traerla de regreso, ¿cuál era el sentido de que él estuviera a su lado?, ¿cuál era su propósito?, si ella ya no necesitaba de él sería desechado de nuevo.

No, no lo iba a permitir, incluso aunque su orgullo se aplastara como ahora con lo que haría mandaría todo al mismo infierno solo para ser el único que pudiera darle a ella aunque fuera un segundo de consciencia para que pronunciara su nombre.

No fue difícil encontrar a seguidores de Jashin que se arrodillaron ante él en cuanto hizo presencia, hasta se sorprendió que el culto siguiera funcionando después de años de que creyeron que estaba muerto.

Lo ordenó sin remordimientos, atacar Konoha infiltrandose entre sus habitantes para obtener sacrificios para Jashin.

Pudo haber sido su venganza perfecta, ver el infierno caer en el hogar del maldito que había destrozado su cuerpo y lo había encerrado pero se conformó en ese momento en solo abrir las puertas del infierno para crear una distracción.

Cuando estuvo frente a la enorme mansión tuvo que esconderse entre los árboles que la rodeaban, observó varios Hyugas saliendo a proteger la aldea después de recibir órdenes.

Después de que vio el área despejada dejó a Tenten en el suelo de madera bien cuidado de una de las primeras habitaciones vacías que encontró.

Avanzó buscando entre las sombras sin que notaran su presencia, observó de nuevo a Hyugas salir de cierta habitación hacia la aldea.

Entró y observó a su objetivo principal sentado frente a varios miembros del clan.

—¿Quién eres?

—Protegan a Neji-sama.

Hidan sonrió disgustado, realmente aunque quería provocar una masacre y disfrutarlo, pero el tiempo que tenía no lo favorecía para eso.

Fueron cuestión de minutos los que le llevó quitarse a todos los atacantes de en medio, hasta que quedó cierto Hyuga mayor viendolo con furia y un Kunai en la mano listo para atacar.

—Ni se te ocurra hacer una mierda, no tengo tiempo para esto ni siquiera puedes usar ya esa patética habilidad tuya para pelear —Hidan sonrió de manera burlona— ahora que te veo bien no vales una mierda comparado con lo que ella sufre, debiste quedarte muerto.

—¿Ella... —Neji abrió los ojos ligeramente, por alguna razón supo de inmediato que se refería a Tenten.

—No tengo el maldito tiempo para que lo proceses —Hidan apretó los dientes frustrado y desarmó a Neji con una simple patada quitándole el aire, después lo tomó por el cuello de su vestimenta y lo arrastró por el pasillo hasta donde había dejado a Tenten, lo arrojó pateandolo de nuevo y cerró la puerta detrás de él para evitar que alguien los viera.

Neji tosió desde el suelo, maldijo que aunque había tratado de mantenerse en forma los últimos años realmente siempre había dependido de su Byakugan para defenderse, se sintió patético jamás aceptó haberse hecho cargo del clan después de que su tío muriera, sintió que no lo merecía en lo absoluto pero sus primas lo habían convencido de que era lo mejor y ahora hasta sus sobrinos recibían un entrenamiento de su parte con progresos prometedores para el clan, al menos se sentía útil de esa manera.

Cuando levantó la vista vio un cuerpo en el suelo frente a él, apenas la reconoció a primera vista, el cabello castaño caía rebelde y descuidado en toda la cara con facciones maduras, tenía los ojos entre abiertos pero observó atónito que estaban vacíos sin mirar hacia ninguna dirección en especial.

—Ten...ten... —la simple pronunciación de su nombre estremeció todo su cuerpo, había deseado a lo largo de los años saber si en serio se encontraba viva o solo era una suposición de que así era, aquella nota con su caligrafía la llevaba a todas partes con un amuleto personal, cada que lo leía le permitía seguir adelante cada día.

La culpa lo comió por dentro en segundos, lo enfureció tanto que apretó las manos en forma de puños haciéndose daño a él mismo.

—¿Qué es esto? —miro con furia desde el suelo a la tercera persona en la habitación— ¿qué mierda le hiciste a Tenten?

Hidan se acercó para golpearlo en la cara, de nuevo cayó al suelo esta vez escupiendo sangre.

—¿Quieres un jodido culpable para ayudarte a procesarlo?, ¿al maldito villano de esta historia? —Hidan se quitó la máscara y le sonrió divertido— ¿Por qué no te miras al puto espejo? —se acercó de nuevo y lo cogió por el cuello de la vestimenta, le miró furioso— felicidades idiota, por más que yo te golpee hasta el cansancio por ser la única cosa que más he odiado en años de inmortalidad también eres la única que no puedo matar con mis propias manos sin arriesgarme a que lo que me pertenece desaparezca.

Volvió a lanzarlo al suelo pateandolo, le miró con furia y frialdad desde arriba.

—Te daré un pequeño resumen mierdero así que escucha con más puta atención que en toda tu miserable vida —Hidan contuvo su furia antes de continuar— ella está en ese estado para que tú vivas tu patética vida, el jutsu prohibido que ella practicó para traerte de vuelta ata su vida a la tuya para que tú puedas disfrutarla, en todos estos años se convirtió en una muñeca vacía y sin emociones debido a eso —Hidan sonrió con poca cordura— yo era el único que pudo mantenerla cuerda para que no viniera a matarte con sus propias manos y terminar con el sufrimiento de estar muerta en vida pero hace semanas que no despierta consciencia por más que he tratado de muchas manera de hacerlo —volvió a mirarlo con furia— así lo pondré simple, siendo la principal razón por la que ella está asi vas traerla de regreso a la consciencia antes de que en ese momento provoque una masacre del clan Hyuga y toda su descendencia.

Segundos después de terminar de escuchar Neji volvió a ver la expresión neutra de la chica, por más que quiso negar su peso en todo esto no podía lograrlo.

Todos esos años y momentos tranquilidad en los que disfrutaba a su familia y en su aldea en tiempos de paz.

Todos esos años a cambio de que Tenten viva en un infierno día con día.

Aunque su cuerpo quedó débil por los golpes se aproximó como pudo arrastrándose hacia ella.

No tenía ningún derecho a si quiera tocarla, no después de ser la principal razón de su sufrimiento.

Retiró los mechones de su rostro, aún después de años le pareció la mujer más hermosa que había visto en su vida.

—Tenten... —no sabía ni como continuar, el nudo en su garganta le impedía pensar— Tenten...

La mirada pérdida pareció reaccionar casi de inmediato, tardó varios minutos en observar a Neji, su vista se nublo y solo logró sonreír ligeramente levantándose.

—Neji.. al fin estás aquí... sabía que vendrías por mi...

Había olvidado la voz de Tenten y ahora sabía que no merecía ni que ella pronunciara su nombre.

Pero no se pudo resistir al abrazo que le dio, quiso aliviar todo su dolor en ese momento y que jamás volviera a sufrir.

—¿Por qué lo hiciste?, debiste de haber vivido tu vida... yo no valía este sufrimiento Tenten... no lo valgo —la abrazó más fuerte, no quería soltarla nunca más.

Tenten cerró los ojos disfrutando del abrazo pero cuando los abrió se dio cuenta que aquello no era su mente jugando con ella, observó a su alrededor a la tercera persona en la habitación mirándo la escena con sus ojos violetas llenos de frialdad pura.

En ese momento sintió la urgencia de alejarse asustada, se apartó del abrazo que Neji le daba.

—¡No! —se removió separándose viendo a Neji frente a ella, dándose cuenta de su aspecto adulto ahora, aquello no era un sueño, estaba ahí frente a él.

—¿Tenten?, oye tranquila, todo está bien nadie te hará daño...

—¡No!, ¡Aléjate de mi! —lo empujó y se levantó tomando su cabeza, preguntándose dónde estaba y que era lo que había ocurrido— voy a ... voy a matarte, aléjate de mi...

Neji miró atónito la reacción de Tenten, la expresión de miedo en su rostro y de cómo ella pasó de largo rápidamente y cayó de rodillas frente al sujeto que la había traído hasta ahí como si rogara.

—¡Sácame de aquí!, ¿cómo dejaste que viniera? —Tenten ahora lloraba desesperada aún sosteniendo su cabeza entre sus manos— Hidan... por favor... sácame de aquí... haré lo que me pidas... por favor no dejes que...

Se detuvo al ver a Hidan a su altura y que ahora colocaba su mano en posición de jutsu, Tenten observó primero sorprendida y luego sus ojos se cerraron cayendo dormida por el sencillo genjutsu que él había aplicado.

—Regresemos a casa —susurró para él mismo aliviado de ver el reconocimiento en los ojos de la chica, la cargó dispuesto a irse.

—No voy a dejar que te la lleves.

Hidan observó con desinterés al Hyuga con la mirada furiosa en medio de la habitación, sonrió.

—¿Y qué es exactamente lo que harás para evitarlo?, ese cuerpo fabricado tuyo no tiene el chakra ni para activar tu habilidad ocular —le sonrió con diversión.

—Juro que voy a ir a buscarla a donde sea que te la lleves y te haré pagar por esto.

—¿Aún no lo entiendes o si?, detesto a la escoria patética como tú que pretende ser el héroe desde la perspectiva de otros, siempre lo tuviste todo incluso cuando pensabas que no, siempre fuiste privilegiado con cosas —miro a Tenten en sus brazos dormida— incluso la tenías a ella, ¿y que fue lo que hiciste?, morir inútilmente por los motivos equivocados abandonandola... y aun así ella sigue destruyéndose a estas alturas solo porque cree que sigue estúpidamente enamorada de ti —sonrió hacia él burlándose, Neji le correspondió mirándole con furia— esto fue elección de ella nadie la obligó a tocar fondo para permitir que tú vivieras, si piensas desperdiciar lo que queda de la patética vida que ella te otorgó adelante, pero si crees por alguna razón que dejaré ir lo que es mío prefiero matarte en el proceso y que ella desaparezca de mis manos que permitir que vuelva a sonreírte de la misma manera de hace unos minutos.

Hidan abrió la puerta llamando la atención de varios miembros del clan Hyuga impidiendo su paso.

Volvió a voltear hacia Neji y habló.

—¿Olvidas que le hace tu maldita aldea a los que practican jutsus prohibidos como el que hizo ella para revivirte hace años?, si quieres protegerla de eso más vale que les digas a estas escorias que controlas que se quiten de mi maldito camino porque no creo que los tiempos de paz sean suficientes para que no consideren encerrarla por haber hecho lo que hizo para revivir a alguien.

Neji se enfureció al pensar que eso era verdad, recordó cuando revivió y llegó a la aldea, la manera en que lo encerraron y lo interrogaron, si Tenten se había ido para esconderse después de hacerlo probablemente era para protegerse a si misma y a él también.

Levantó la mano y pidió a los miembros de su escolta que se detuvieran.

Solo pudo quedarse viendo como Tenten se iba de su lado una vez más sintiéndose incompleto como todos esos años que habían pasado.

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