THE NIGHT WE MET [2.5]

En ese angosto salón de ensayos estaban varias personas. Todos varones que no pasaban de los dieciocho años de edad, pasando uno a uno por esa puerta. Nerviosos, miedosos y ansiosos por lo que sea que les dirían aquellos promotores de disqueras .

El día por fin había llegado, el día en que decidirían quienes iban a quedarse y quienes iban a tener que irse. Para formar al nuevo grupo que debutará en unos años más.

La puerta se abrió, todas las cabezas voltearon a ver al chico que salía y cuando lo vieron caer al suelo arrodillado, con las manos en la cara y lágrimas silenciosas caer al suelo, supieron que no fue aceptado como parte de la banda nueva.

—Pobre Gunghoo, él realmente quería debutar.

—Sabes cómo es esto, es... difícil.

Unos compañeros fueron a consolarlo, no pudieron decirle otras cosas porque al fin y al cabo ¿Qué se supone que es bueno decir a alguien con el espíritu destrozado en esta situación? Debería esperar otros meses e incluso años para volver a tener otra oportunidad.

Era tan frustrante.

—¿Cuántos van a conformar al grupo? ¿Seis?

—Cinco...—el sudor bajaba de sus rostros, cada varón deseaba lo mismo, añoraban lo mismo— sólo cinco de todos nosotros.

Murmullos tan bajos llenaban el salón, al ser tan pequeño era fácil escuchar lo que decían y entre todas esas cosas estaban las que siempre giraban como carrusel.

«El primero en quedarse fue YeonJun»

«Era lógico que él iba a quedarse, ha sido el favorito de todos los maestros desde el inicio, la suerte está de su lado»

Los aprendices hablaban de ese chico que se mantenía en completo silencio a lado de un niño que consideraba su único amigo. El único que le hacía compañía sentado a su lado, en un rincón del salón.

Rezando para que sus futuros compañeros fueron personas buenas, honestas y que no le tuvieran rencor como la gran mayoría le guardaba. Yeonjun no era tonto, varios compañeros lo odiaban. Hablando mal de él a sus espaldas.Pedía por alguien como el pequeño niño de ojos grandes a su lado quien le sonreía con sinceridad y orgullo, a quien consideró como su primer hermano menor y se ganó un lugar en su corazón.

—De verdad, quiero que estés conmigo Taehyun. Lo mereces.

—Hyung, ambos sabemos que esa desición no nos corresponde tomarla, sino a ellos. Fuiste elegido por tu esfuerzo arduo. Eres una estrella que merece brillar desde arriba, llevas tanto tiempo aquí encerrado, ensayando y esforzándote hasta el cansancio. Lo he visto, te he visto. Eres el aprendiz legendario hyung, ahora serás parte de un grupo totalmente exitoso, lo sé, lo mereces como nadie.

YeonJun sonrió, limpiando sus lágrimas y abrazando a Taehyun siendo correspondido. Deseando en el fondo quedarse con él, llevar sus sueños a la realidad. En un hermoso escenario, alumbrado con miles de colores, pintado miles de sonrisas en cada rostro que se lo permitiera.

Transmitir su felicidad. Su pasión.

—Candidato 024, Kaamal HueningKai, adelante.

Pidió el hombre a un pequeño niño que estaba abrazado como koala a la espalda de otro chico más alto, el nombrado se bajó de este muchacho de un salto. Este mismo le sonrió a lo lejos, alzando los dos pulgares al menor que parecía inseguro para darle valor después de saber que estaba asustado, justo como él. Kai respiró, sonrió al mayor que lo alentaba antes de que la puerta se cerrara.

YeonJun siguió a ese joven callado con su mirada, lo vió sentarse en el mismo rincón que antes y dejar pegada su espalda contra la pared, llevar la cabeza atrás y...ah ¿Cómo alguien podía ser así de guapo a esta edad? No era una vista usual. 

—Es Choi Soobin —Taehyun murmuró a su lado al ver que el mayor quedó embobado mirando al chico —él tiene el puesto número dos después de ti en rango vocal y baile, muchos dicen que tuvo ofertas de otras empresas mejores que esta, pero las rechazó. Sus compañeros de baile dicen que tiene carisma en sus expresiones. No habla mucho y, por lo que rumoran, se lleva bien con ese chico que entró.

—Sé quién es Tae...—siguió viéndolo pero apartó la vista de inmediato, fingiendo estar prestando atención a sus uñas cuando fue atrapado con las manos en la masa por el joven— no entiendo porqué yo...— pensó, sus mejillas ardían por una cosa que no se consideraría tan importante,  sin embargo, para YeonJun una mirada de Soobin significaba algo, por muy efímero que fuera— ¿está...viendo aquí? —susurró, sin valentía para comprobarlo.

Taehyun dió vistazo a Soobin. Él estaba confundido por la mirada penetrante de ese niño con ojos de tapioca sobre su persona, como si planeara amenazarlo con tenedores de goma más tarde, y YeonJun le pegó la pierna por eso.

—¿No quieres asustarlo sacando un bate? Digo, para que lo veas como un criminal mejor saca un bate —Yeon rodó los ojos, hablando con sarcasmo.

—Él estaba viéndote.

—¿Qué...?

—Up, era broma. Mírate cómo te pones nervioso, hyung.

—¡Hey! —lo regaño y Tae sólo se encogió de hombros, YeonJun lo sacudió— no se de qué hablas —refunfuñó, en el fondo cuidando que nadie más que Tae lo oyera. Resopló, lastimero jugó con el cordón de sus zapatillas desgastadas— he estado esforzándome para acercarme a él desde que llegó y por alguna razón, desde que fingí ser joven, él me evade siempre que intento acercarme aunque me disculpé por eso varias veces. Nunca fue mi intención hacerlo sentir incómodo con mi actitud, es que...no sabía cómo hablarle y cuando ví que con los doasengs se llevaba mejor, yo sólo...— entristeció por esos sucesos haciendo doler su pecho en frustración— ugh, fuí estúpido.

—Debes relajarte un poco, hyung. Creo que no te evitaría sino tuvieras una cara de completo idiota cada vez que te ponían en dúo con él, cualquiera pensaría que eres un tipo de pervertido.

—¡No soy pervertido! —chilló— sé que no puedo obligarlo a agradarle sino lo hago, pero al menos...—formó un puchero— al menos quisiera charlar un poquito con él —YeonJun abrazó sus piernas, frunciendo sus labios tímidamente, modulando su voz mas para sí mismo que para su acompañante— por alguna razón, me gustó desde el primer momento en que lo ví. ¿Es extraño verdad? Hay algo en él que no puedo evitar no querer ver de cerca, no lo sé, es confuso.

Taehyun permaneció callado. No dijo nada, ni opinó nada. Hasta que tuvo que hacerlo porque Yeonjun estaba con esa cara de preocupación, ligera, pero presente.

Quizás, una parte suya era consiente de lo que pasaba. Taehyun quiso aliviar ese malestar mínimamente con sutiles comentarios.

—Hum, pues sí es atractivo si lo ves detenidamente. Creo que varios compañeros han dicho lo mismo.

—¡¿Verdad que sí?!

No, la verdad era que ningún compañero murmuraba que Soobin era guapísimo. Atractivo sí, pero no tanto como aclamaba el mayor. Taehyun sonrió con cariño y asintió.

Si eso le servía a Yeonjun para sentirse bien consigo mismo, lo mantendría así.

—Sí hyung, no te preocupes, no estás loco.

—¿Crees que tenga pareja? O a lo mejor ¿un amor platónico?

Ah, que problemático. Taehyun casi rió por esas cuestiones realmente cuestionables. Siguió la corriente por supuesto, haciéndose el desentendido.

—Él es humano hyung, no dudo en que no haya tenido por lo menos una o dos confesiones antes.

—Tienes razón... —YeonJun volvió a mirar a la persona del tema unos segundos— es imposible que alguien no le guste él.

Nuevamente Taehyun fingió desentender las palabras de su mayor.

—¿Qué hay de ti, hyung? ¿Eres popular en la escuela?

—Uh, un poco supongo. No me gusta alardear de esto porque es un poco incómodo de recordar algunas confesiones aún así las atesoro, por cierto ¿has visto que Soobin tiene hoyuelos? cuando sonríe se notan en ambas mejillas y sus ojos se ven como dos rayitas —Tae abrió la boca pero no pudo opinar, el mayor no le dio tiempo— es como un ángel.

Un ángel. Vaya.

—Un ángel...—repitió el menor. Por supuesto. Un apodo para alguien con quien casi nunca convive.

Yeonjun rebobino sus ideas, carraspeo.

—Pero eso es por el ángulo...—Tae quiso suspirar pero resistió. No podía creer las cosas que había escuchado y la excusa que se planteaba ahora— tú sabes...el ángulo le favorece y le hace lucir como un ángel.

—No he dicho nada hyung, está bien. Un ángel, está bien.

—¿También lo crees, no? Que parece un ángel.

Hyung, querido hyung. ¿Cómo decírtelo?

—Por el ángulo— insistió.

—Sí, hyung. Es por el buen ángulo.

—¡Exacto!

La puerta se abrió. Un niño salió de esa oficina por donde llamaron a otro chico. Kai fue corriendo directamente a los brazos de Soobin, para sorpresa de Taehyun y YeonJun, él ya estaba parado del suelo con los brazos listos para recibir el cuerpo de eso niño que se estampó en ellos con fuerza.

Sus brazos se han de sentir seguros.

Era un pensamiento insignificante suyo mas. Abrazar a Soobin y sentirse correspondido.

—¿Cómo te fue?

—¡PASÉ HYUNG! ¡PASÉ! —gritó con energías dando saltos, apoyándose en las manos de Soobin—¡SERÉ PARTE DE LA BANDA HYUNG! ¡LEA, BAIHYYI, PAPÁ, MAMÁ ESTARÁN ORGULLOSOS DE MÍ! Soy tan feliz, Soobin hyung. Muy feliz.

YeonJun sonrió dulcemente, enternecido, cuando Soobin gritó junto con el niño  y luego le extendió un pañito donde Kai limpió sus lágrimas. Soobin acarició su cabeza, diciéndole palabras que no escuchó por la distancia que los separaba pero estaba seguro que eran las palabras más sinceras y dulces que alguien podría recibir.

El llanto de Kai lo comprobó, y ese abrazo también.

Yeonjun mordió sus labios. Ah. Soobin no era solamente guapo, era bueno, muy gentil. Una buena persona. El pecho le dolió un poco por esa realización.

—Él de verdad es un ángel.

Taehyun miró a YeonJun de reojo. Sus ojos ligeramente abiertos, brillando expectantes por sólo contemplar a Soobin a lo lejos. Con esa sonrisa sobre sus labios que dirían toda la verdad de la que no se ha dado cuenta, la que lo admitiría antes que su boca. Esa mirada.

La mirada que Taehyun describiría como íntima, silenciosa y arrasante de sentimientos desconocidos que comenzaban a teñirse lentamente hasta darle color. Hasta volverlo vívido.

Admiración. Lo era. Y algo más.

Tan obvio como siempre hyung— Taehyun sonrió sin que Yeonjun se diera cuenta. Habló— parece un buen muchacho, hyung.

—Lo es, estoy seguro que lo es. Será un hombre tierno y atento, lo sé. Él será...como el príncipe de cualquier libro infantil que leía con mi madre, pero hecho real, justo aquí.

—¿Quieres que le pida su número para ti?

—¡Qué dices!

—¿Entonces no quieres?

—¡Tampoco me refería a eso! Ugh, detente.

Uno a uno siguieron pasando, entre llantos que incluían tristeza, enojo, frustración y alegría, la cantidad de estudiantes fueron disminuyendo con visualidad. Haciendo el salón de baile más grande y espacioso pese si era reducido.

—¡ASÍ ES, CHOI BEOMGYU SE QUEDA!

Otro chico salía de la oficina con un papel en manos totalmente feliz y orgulloso, gritando sin importar los quejidos de sus compañeros que formaría parte de la nueva boy band. Su energía aplacaba la atmósfera llena penumbras.

—Que ruidoso que es, prefiero ya no quedarme — dijo Taehyun mirando al chico gritón feliz con su papel en manos, ese que lo agitaba como maraca— se ve como que será difícil igualar su energía.

—Se ve simpático, ¿no? Parece tener humor.

—Cuestionable, hyung. Humor cuestionable.

YeonJun rodó los ojos, su amigo jamás iba a cambiar. Igual de crítico con todo.

—Candidato 005 Kang Taehyun, pasa porfavor.

El chico se levantó, YeonJun también lo hizo y le dió un gran abrazo fuerte, deseándole mucho éxito allí dentro.

Su amigo desapareció por la puerta, el aire empezó a contenerse en su caja torácica de inmediato. Alrededor no quedaba nadie más, todo era tan amplio como al principio de las convocatorias, pero ahora sólo quedaban tres chicos más por entrar. Contando a Taehyun cuatro.

Dos se iban a ir y dos se quedarían.

Caminó de un lado a otro, mirando la puerta, rezando para que Taehyun pasara y formaran un equipo. Ya tenía en claro que dos de sus compañeros eran lindas y extravagantes personas, Kai y Beomgyu parecían ser dos hermosos soles y lo mejor es que ninguno de los dos le odiaba, al contrario, cuando intercambiaban platicas eran divertidas y buenas, en ocasiones le mostraban gratitud. Eran niños buenos con corazones puros y talento maravilloso.

—Taehyun.

Taehyun venía hacia YeonJun, el mayor si impaciento mucho por su silencio. Todos los demás chicos esperaban la respuesta del muchacho que apenas salía.

—Lo siento, hyung.

A YeonJun empezaron a picarle los ojos.

—Tae...

—Lo siento porque...—mostró el papel en sus manos— deberás soportarme más en adelante, Yeonjun hyung.

— ¡IDIOTA! —le pegó el pecho. Sus lágrimas cayeron igual—... mocoso tonto.

Kai y Beomgyu sonrieron al ver al cuarto miembro de la banda, al parecer su mayor sería alguien con un carácter un tanto "explosivo" en el buen sentido por la forma en que sacudía a Taehyun con lágrimas cayendo de sus mejillas y diciéndole lo orgulloso que estaba pero también lo idiota que era.

Se miraba como un hyung divertido.

—Bien —todos pararon sus acciones al oír la voz del hombre detrás la puerta semi abierta— deben quedar dos últimos candidatos. Choi Sun Hee y Choi Soobin, pasen los dos.

YeonJun iba a decir algo, los demás les desearon suerte y Kai le dió a Soobin un abrazo antes de dejarlo ir allí dentro. No logró decir ni una sola palabra cuando sus ojos conectaron accidentalmente con esos ónix, su corazón no pudo evitar latir y su lengua por consecuente quedó muda.

Cerró los ojos cuando la puerta lo hizo, y deseó en su corazón con fuerza una cosa:

Quédate, porfavor.

Al cabo de unos minutos, unos largos y desesperantes minutos para YeonJun que ya venía moviéndose y mirando a la puerta como todo un desesperado. Esta se abrió, ambos chicos hicieron una reverencia a los hombres de dentro y cerraron, quedándose ellos allí con la duda a flote.

Todos vieron a Sun Hee, y después a Soobin, ambos eran muy buenos y tenían gran talento. Era una desición difícil porque ambos podrían hacer explotar el escenario juntos con sus vocales, raps y visuales. Sun Hee miró a Soobin y lo abrazó fuertemente mientras le daba palmadas en la espalda, la duda fue respondida enseguida, en las manos de Sun Hee no había ningún papel como en las Soobin.

—Confío en ti, Soobin-ah.

—Hyung.

—Demuestra quién eres allí arriba. Felicidades, vas a ser un ídolo extraordinario, muchos van a amarte.

Sun Hee sonrió a los demás que calladitos le devolvieron la sonrisa, hicieron una reverencia entre ellos y Sun Hee se retiró con su mochila colgada al hombro. Saliendo siempre con la frente en alto porque él era así, aceptaba cuando había sido derrotado y reconocía el desempeño de otros.

Realmente él era un buen candidato para el puesto de líder. Muchos concordaban.

Soobin pensaba así, por eso creyó que no tendría oportunidad contra su hyung pero cuando dijeron su nombre y no el del mayor, posiblemente haya pensado que la vida se apiadó un poco con él. Ahora lo que menos quería era arruinarlo y por eso seguiría esforzándose mucho, para demostrar no se equivocaron al escogerlo a él.

Si no que fuera la mejor elección de su vida.

—Entonces, tú eres...

Soobin por primera vez volteó hacia los que serían sus compañeros permanentes de banda. Ellos eran una banda. Sonrió.

—Choi Soobin, el quinto integrante de Tomorrow by Together, espero nos llevemos bien todos —hizo una reverencia como los otros cuatro a él.

Yeonjun pudo respirar otra vez por la mención. Tomorrow by Together. Ellos cinco iban a debutar con tal nombre.

Mañana por hoy juntos.

—¡Sabía que ibas a ser tú, hyung! Es que eres todo un artista Soobin, hyung —Kai se colgó del pelinegro entre risas— ¡tus canciones serán geniales! —lo abrazó, dando brinquitos en su lugar.

—Apenas y nos formaron y ya hay dúos en el grupo —Beomgyu bromeó por la forma en que Kai abrazaba a Soobin, un rubor colándose en la carita del más pequeño y una risa nasal con una negación de cabeza por el más alto—  agh, que envidia. Yo también quiero llevarme bien con todos.

—Diré de una vez, no soy fan de las cosas empalagosas, así que abrazos está bien. Besos, denegado  —Taehyun dijo y Soobin negó con la cabeza entre risas.

—Kai es el primer amigo que hice aquí — contestó para todos al ver las dudas acerca de su cercania— es como mi hermano menor, porfavor no lo malinterpreten, apenas está adaptándose a nuestra cultura.

—Esta bien, ahora tienes otro hyung al que abrazar además de a Soobin. ¿Sí, pequeño Kaissi? —Jun comentó con lindura. Kai sonrió más que feliz, ser extranjero era duro pero estas personas podían llegar a ser sus amigos.

O su familia.

—Soy Taehyun, somos de la misma edad. Así que puedes tutearme si quieres —el niño lo miró contento. Taehyun sonrió al mirar a Kai hacer una reverencia innecesaria— está bien, somos compañeros, llevemonos bien, Kai-yah.

—¡Sí!

—Ay pequeño Hyuka, ven aquí.

—¡Primer abrazo grupal! —celebró Gyu uniéndose en ese gesto con sus compañeros, los cinco saltando felices por haber sido escogidos.

Entre el abrazo grupal. Soobin y Yeonjun volvieron a intercambiar miradas, pero tan pronto sucedió el mayor bajó la cabeza.

¿Hice algo mal? Soobin piensa, no obstante, no dejará que eso le haga arruinar el buen ambiente. Aunque quisiera saber porqué su único hyung no quiere mirarlo a los ojos. ¿No es feo, cierto?

Después de todos los sentimientos y las lágrimas emotivas, los cinco futuros cantantes tuvieron que ir a empacar sus maletas cada uno a sus respectivos hogares. El verdadero entrenamiento iba a comenzar desde ahora.

Kai siempre iba con Soobin a donde fuera, ahora con un nuevo grupo formado puede que en varias ocasiones haya pillado a su nuevo mayor YeonJun viendo a su amigo Soobin con una cara chistosa.

Como un gato al agrandar las pupilas. Kai lo describiría así.

Kai miró el perfil de Soobin, él hablaba a su madre por el teléfono mientras le hacía compañía en la entrada de su nuevo sitio de entrenamiento. Soobin palmeó su cabello.

Luego le picó por voltear a dirección de YeonJun por mero impulso y tal como las veces anteriores, otra vez miraba a Soobin pero cuando lo vió mirándolo, sonrió nervioso y se volteó a su teléfono otra vez.

Kai parpadeó. Palmeó su barbilla, pensando.

—Hum... sospechoso.

—Disculpa mamá — Kai le dió una sonrisa al tener atención del mayor y Soobin le preguntó lo siguiente— ¿Tienes hambre? Podemos ir a comer, mi madre dijo que podíamos llevarte hasta tu casa, no tardará más en venir.

—No te preocupes hyung, mi papá ya vendrá por mí, mira —mostró el chat de la conversación con su papá— Prometí que iríamos él y yo a celebrar juntos, perdón Soobin hyung pero no podré ir contigo esta vez. Gracias por la invitación de todos modos, a la próxima iré con gusto.

—Entiendo —Soobin desacomodó los cabellos con su mano de la cabeza de Kai y el menor sonrió por su toque suave —entonces diviértete con tu familia, lo mereces todo pequeño Hyuka. Diste lo mejor de ti, estoy orgulloso.

—¿Sabes hyung? Hay una cosa que debo decirte.

—Dime.

— Mamá una vez me dijo: La mirada no conoce la palabra secreto ni la mentira, mirarás y la verdad se sabrá.

—Wow, que profundo. ¿Y... porqué me dices esto?

—Hm...— Kai movió sus pies, luego disimuladamente miró a YeonJun y después a Soobin— ¿Sabes que YeonJun hyung te mira? Nunca lo notas porque crees que él te odia pero...pero eso no es cierto, él también te mira —Kai sonrió, bajando la voz— como tú lo haces.

—Ah...hablas de eso.

—Soobin hyung...hum.

—¿Qué pasa?

—¿Alguna vez has pensado en Yeonjun hyung como un mar sin olas en medio de la tarde?

—Oh, mira quién ha estado revisando las cosas ajenas, uh —pellizcó su mejilla. Kai chilló.

—¡No fue intencional, lo juro!

—Lo admiro, es por eso. Cuando admiras a alguien dices cosas buenas de esa persona.

Sí, pero tú le recitas poesía, hyung.

A Kai le parecía bonito que su mayor fuera capaz de sacar líneas hermosas como esas por Yeonjun. Soobin siempre suele mirar en silencio y a la distancia a ese mayor que siempre está en boca de todos.

Eso no impide que Soobin no hable de él en las notas de su teléfono, en su pequeño cuaderno de apuntes que no leyó.

—Hyung... —murmuró y Soobin lo oyó— puede que usted no lo considere así porque soy alguien joven aún, no sé mucho de relaciones o cosas por el estilo, pero...hum, ¡No es ofensa! ¿Pero no crees que escribes poesía a Yeonjun hyung inconscientemente? Dices que parece mar en calma y su sonrisa parece ese momento en que el sol se mete por el océano y-

—Hey, entendí el punto.

Soobin rió, un poco sorprendido por la interpretación de Kai. Estaba siendo sincero al respecto porque lo conocía y nunca iba a hacerle una broma, no una que incluyera algo como los sentimientos.

Pero no podía concordar. Admiraba a Yeonjun, lo admiraba mucho, demasiado, pero no era por "eso".

Aunque dije que su sonrisa era como playa al atardecer.

—Esta bien, no me importaría, hyung.

—¿Qué cosa?

Kai no sabía ni qué era con lo que estaba de acuerdo. Era un niño, no conocía muchas cosas del mundo. Ver feliz a su hyung era todo lo que quería.

—Sólo... sólo quería decirte hyung que, cuando tú encuentres a tu persona especial, no me dejes de lado, porfavor.

Soobin rió. Este niño.

—Kai, siempre te tendré en cuenta. Aún si quiero y amo a otra persona, seguirás siendo para mí alguien importante ¿Okey? Y gracias por expresarme cómo te sientes conmigo, lo aprecio de verdad. Perdóname por no darte la respuesta que hubieras querido, pero es demasiado pronto como para saber a quien amamos de verdad. Por otra parte, ahora mismo debemos concentrarnos en nuestra banda.

—Tienes razón, hyung. Somos parte de una banda ahora.

Eso era el principio de aquel camino que tanto ansiaban recorrer.

—Gracias por preocuparte siempre por mí Kai, incluso ahora, muchas gracias.

Kai rió, palmeando la espalda de Soobin.

—Ah, mi papá está aquí. ¡Papá!

Soobin se despidió de Kai con la mano, el menor le devolvió la despedida con una gran sonrisa después de abrocharse el cinturón de seguridad.

El auto desapareció por las calles. Soobin suspiró frotándose las manos, el invierno estaba sobre ellos. Metió ambas manos a su sudadera para darse cobijo, refugiando su nariz en su bufanda. Con todo un abrigo de tela gruesa, Soobin seguía teniendo frío.

—¡Achú!

Soobin volteó, reconoció esa cara al instante, era YeonJun. El aprendiz legendario con el mejor ranking siendo este el número uno, jamás lo vió bajar de ese puesto, era asombroso. Y genial.

Muy genial.

A veces, creía que YeonJun no lo quería ver o no le caía bien, es decir, cuando cruzaban palabras a YeonJun le costaba tanto responderle de vuelta y cuando sus miradas se encontraban, rápidamente bajaba la cabeza o veía a otro lado.

¿Enserio tan desagradable era para él?

Auch.

Entonces, digamos que empezó a hacer lo mismo. Evitaba el contacto visual para no incomodarlo, no le hablaba mucho pese si tenía que dirigirse a él siendo un tanto cortante con sus respuestas y evadiendo quedarse juntos o pegados por tanto tiempo.

Aunque no entendía muy bien porqué su hyung parecía decaer después de que hiciera todo eso. Sus ojos brillantes, que llamaban su atención pues jura que pueden contener una galaxia entera en ellos, quedan tristes, los cosmos que navegan en ellos, desaparecen luego de sus cortantes y frías actitudes.

Y mejor lo admiraba cuando YeonJun estaba distraído, en silencio, sólo admirando la belleza que cargaba en cada cosa que hacía. Aún si estas cosas constaran se limiten al nada.

¿Qué se supone que haga? Ni siquiera él mismo sabe la razón del porqué lo mira demasiado, tal vez sea porque desde la primera vez que vió a YeonJun cuando llegó, fue lo único que captó la atención de sus ojos sin saber acerca de su popularidad.

Si Soobin describe esa impresión: diría que fue como una noche nocturna calmada que cualquiera disfrutaría, y entonces de repente, lloverán estrellas para iluminar cualquier borde de oscuridad. Así se sintió cuando vió a YeonJun sonreír y bailar, dejándolo expectante y más intrigado.

¿Ya son compañeros, no? Acercarse tendría que ser sencillo.

—Ahm...hey hyung.

YeonJun volteó y se quedó congelado (aunque sí se estaba quedando así por las ventiscas) luego que su motor de nervios y sonrisas inconscientes estuviera a centímetros de él. Ofreciéndole su bufanda gentilmente con esa sonrisa típica que Soobin le daría a alguien agradable, era pequeña pero cautivadora.

Todas las alarmas de la cabeza de Yeonjun se exaltaron una vez comprendió la situación.

¡Él está dándome su sudadera! ¡No, alto! ¿Y si piensa que somos patéticos por no traer nuestro propio abrigo? ¡Abortar misión! ¡No, es estúpido pensar eso! Pero ¿Y si piensa que ya no somos geniales por esto? ¡Ignoralo! Es el mejor escape, fingiré que no lo escuché ¿Pero, ya he volteado a su llamado? ¡AHH! ¿¡Por qué me toma desprevenido de este modo?! ¡No es justo!

—¿Hyung? —Soobin se deprimió por la ignorancia de YeonJun, así que bajó su brazo donde le ofrecía la prenda de ropa, pensando que había sido rechazado sin emitir palabras. Sintiéndose genuinamente rechazado, quiso irse para ya no sentir vergüenza. Antes de dar un paso, fue tomado velozmente por YeonJun de la muñeca, deteniéndolo— ¿hyung?

—¡A-Acepto!

—¿Uhm?

La cara de YeonJun enrojeció. El vaho salió por sus labios temblorosos, mostrando cuan alterada estaba su respiración.

Los primeros copos bajaron del cielo.

— ¡L-La bufanda! No pienses otra cosa... d-digo, si quieres darmela yo con gusto la aceptaría porque ¿quién no lo haría viniendo de un chico tan lindo como tú? ¡E-Espera no me refiero a eso! No eres lindo, e-es decir, si eres lindo y mucho p-pero... —oh no, estoy haciendo el ridículo frente a él— lo que q-quiero decir...—¡Al menos míralo a los ojos, tonto!— l-lo siento, yo...ugh...—basta, que vergüenza —¡Porfavor ignora todo lo que dije! —tapó su cara enrojecida con sus manos desnudas, embriagadas de temblores.

Hasta el frío se dejó de sentir por sus huesos por la sangre caliente que subía desde sus mejillas hasta sus orejas.

YeonJun enrojeció más al escuchar a Soobin reírse al cabo de unos segundos. Permaneció cohibido en su sitio. Ha de pensar que está loco de remate, ¿porqué dijo cosas sin sentido? Eso no era cool, Yeonjun se supone es un hyung muy cool. Frente a este doaseng su lengua no se ponía de acuerdo con su cerebro. ¿Qué diablos? ¿Por qué era eso?

La lluvia nevada sobre sus cabezas pintaron de leve blanco sus cabelleras las cuales se movieron hacia adelante por el viento. Dos jóvenes corazones latieron con prisa entre la primera nevada del año, encapsulando las sensaciones indescriptibles que sentían en medio de este invierno.

Sin entenderlo muy bien.

—P-Perdón hyung —Soobin contuvo otra carcajada, compadeciendo su ligera maldad porque la carita de YeonJun estaba muy roja. Podía verlo por la punta de sus orejas que sobresalían de sus mechones castaños — ten. Puedes ponértelo y a cambio olvidaré todo, lo prometo.

—Porfavor... házlo, y-ya no me sigas mirando.

—Lo lamento, no puedo, tu expresión fue chistosa.

A Soobin se le escapó el aire y el pánico se apoderó de él tras ver los ojos de YeonJun cristalizarse. ¿Fue demasiado insensible lo que dijo? ¿Debía arrodillarse ahora mismo para implorar perdón?

¿Qué hago? ¡Lo hice llorar!

Un foquito apareció en su cabeza, sin mucho esfuerzo recordó que su hermana mayor decía que la mejor manera de hacer que alguien dejara de llorar tras una situación embarazosa, era abrazarlo cálidamente, para transmitir paz y seguridad. Hacerle entender a la otra persona que todo estaría bien y que lo que ocurrió no tenía nada de malo.

Espero que sirva.

A Soobin se le olvidó el detalle que ese fue un tip de su hermana para cuando cuidara a su primo y este llorara. Para su primo de cinco años y en niños pequeños en general. Ya que haciendo este tipo de cosas entre chicos de su edad era inusual.

Soobin es un muchacho distraído, hace cosas que pueden ser adorables y en otros casos malinterpretar sus acciones o palabras. Dependiendo de cómo la otra persona lo vea y ese era su encanto, según su madre.

YeonJun se estremeció al sentir dos manos tibias tocar sus cachetes colorados, bañados con sus lágrimas de vergüenza. Alzaron su rostro, Soobin lo miraba desde allí con...¿porqué ese chico dota de una mirada tan, atrapante? YeonJun siente como que se va a derretir en cualquier segundo si debe describirlo si Soobin continúa mirándolo con ese par de ojos hipnóticos que lo ponen a temblar de algo que desconoce.

—¿S-Soobin?

—Me gusta cuando sonríes, hyung.

Oh.

Yeonjun suspira, cierra los ojos poco.

Oh.

Encima de su frente fue dejado un casto beso. Igual que cuando tomaba chocolate caliente cerca a la fogata en casa de su abuela, fue tan acogedor que quería repetir tantas veces el mismo momento.

YeonJun pensó que estaría soñando despierto pero cuando sintió sus rodillas temblar, cediendo por sus nervios y su corazón latir más exagerado, porque otro beso le fue dado en la punta de la nariz. Pudo no ser otra de sus fantasías.

Choi Soobin le besó la cara.

—¿Ves? Ya has dejado de- ¡Hyung!

Sus brazos atraparon por la cintura a YeonJun, él casi cae al suelo, balbuceando cosas que no entendió pero mirándolo con los ojos muy abiertos, dejando ir pequeñas gotas saladas que no bajaron antes. Sorprendido, confundido. Una sencilla imagen que a Soobin le pareció la más tierna en una persona. O que un compañero pudiera hacer realmente.

Un leve cosquilleo atacó su estómago.

—¿Estás bien? Perdón, creo que no debí hacer eso, debió ser incómodo — talló su nuca, avergonzado, frunciendo sus labios con la mirada a otro lado —de verdad perdóname hyung. Quizás a ti no te gustan las muestras de...— se quedó mudo después de que YeonJun tocara su rostro, usando sus labios ligeramente fríos por el clima, para darle un beso en la mejilla. —...afecto.

Los dos se quedaron viendo, ahora, con sus rostros sonrojados por ese momento tan extraño. Ya no buscaban qué decir, siendo torpes adolescentes carentes de adrenalina en otros ámbitos de la vida. Experimentado lo que se consideraría como "el primer aleteo de mariposas en sus estómagos." O lo había sido para Yeonjun.

Soobin no lo entendía pero no se niega a seguir mirando a YeonJun directamente a los ojos, seguramente tratando de descifrar lo que estaría pensando. Lo que sucedería por esa brillante mente.

—Hyung.

—¿Sí?

—¿No crees que...esto es extraño?

—¿Ah? ¡Ah, sí! — miró a otra cosa— tienes razón.

En realidad no fue desagradable.

YeonJun pasó un mechón por su oreja, nervioso sin ser el único en estarlo, Soobin también lo estaba por haber abierto la boca y sólo soltar palabras innecesarias.

—O-Oye hyung.

—D-Dime.

—¿Quieres...ir por algo de beber?

Soobin no tenía idea de lo que ocurría en ese instante con él, no entendía las cosas que estaban tiritando en su pecho por la persona a su lado, no tenía idea de que YeonJun también las sentía de vuelta por él.

Porque eran simples niños que aún no entendían lo que realmente significaba la palabra amor ni otro sinónimo a ese. Soobin asoció ese calorcito como una amistad que apenas iniciaba. Y Yeonjun pensó lo mismo por él.

Ambos rieron. La incomodidad disipó.

—Mi madre todavía no viene. Podemos ir rápido si quieres.

El precio que estaría dispuesto a pagar aunque quedase en la recta final todavía lo desconocía Soobin. El silencio que Yeonjun estaría dispuesto a sobrellevar, lo desconocía.

Soobin desconocía que YeonJun iba a ser el vínculo más acogedor y doloroso que comenzaría a formar en esta tarde invernal.  Del que no estaría cuestionando la opción de quedarse. Del que YeonJun jamás iba a salirse tampoco porque pensaría lo mismo que él años después de que dejasen de ser estos niños.

Las risas compartidas esta tarde pasarían a ser lo más importante en el futuro para ellos. Para Yeonjun ya lo empezaban a ser.

—Claro, vamos por algo de beber.

—Hyung.

—¿Sí?

—Felicidades por debutar.

YeonJun pensó, y cuando Soobin no le dijo nada al pegarse tanto a su lado. Como para rozar sus brazos expresó con una sonrisa sincera. Detonando su enorme alegría. 

—Felicidades también a ti, Soobinie.

—¿Estaremos juntos a partir de ahora, no?

—Juntos, desde ahora y hasta el final.

El amor siempre es un sentimiento inesperado.


Nota:

Feliz navidad a todos 🎊
Espero que la pasen muy bonito, en familia, con amigos o personas especiales para ustedes. Les deseo lo mejor de lo mejor.

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