[9] [Sólo los tontos se enamoran]
🥀
—Hyung...sabes que algo está ocurriendo —murmuró Soobin con convicción, ocasionando que Yeonjun se pusiera de inmediato tenso.
A pesar de estar hablando con su calma característica, Soobin estaba luchando por actuar normal y hablar con tranquilidad aún si mil cosas ocurrían al mismo tiempo con sus emociones.
Al igual que Yeonjun quien fingía que no sentía como Soobin traspasaba su alma con su profunda mirada de aceituna, quizás buscando alguna reacción de él que no tuvo por un largo tiempo hasta que Yeonjun, sin resisitir más, tuvo que voltear tan dolorosamente a otro lado. Su respiración se atascó y tuvo que regularla sólo para poder concentrarse en la delicada situación.
Calma, respira. No pasa nada.
—Hyung —Soobin suspiró— seré sincero, esto...no es sencillo para mí —sinceró, tratando de alentar al otro hombre a hablar para poder llegar a un lado. Yeonjun no podía mirar a Soobin por mucho que este buscara su mirada y eso comenzaba a frustrar al otro hombre— hyung.
—Uhm —fue lo que pudo salir patéticamente de sus labios temblorosos.
Calma, respira.
—Si no quieres mirarme, está bien. Pero, porfavor, dime algo. No me dejes así.
Yeonjun parpadeó, rezando para no hacer algo de lo que podría arrepentirse en ese momento donde Soobin no se estaba rindiendo. También para alejar sus lágrimas, esta sensibilidad era un problema en este instante, no quería verse tan frágil frente al líder. Se supone que es el mayor.
Sin embargo, cuando se trata de Soobin. Yeonjun ha comenzado a aceptar que es un caso perdido fingir su vulnerabilidad con él porque simplemente él puede ver a través de su mentira, ver más de lo que él mismo ve en el espejo. Y a veces, le da temor.
Porque Soobin lo conoce tan bien.
—¿Por qué lloras? —fue la voz dulce y paciente del líder lo que apretó el estómago de Yeonjun. Soobin pasó un mechón de cabello tras su oreja, deteniendo su toque encima de su mejilla, cubriendo esa parte del rostro del mayor— Hyung, ¿qué ocurre?
Yeonjun negó, sin poder ver a Soobin a la cara. No sabe ni siquiera porque negaba con la cabeza, era incoherente.
—¿Estás enojado? ¿Te duele algo?
Volvió a negar. Yeonjun admiraba la paciencia de Soobin, y no quería aprovecharse de eso pero simplemente no buscaba qué decir.
¿Cómo podía decirle que estaba celoso? ¡No podría! Si se lo decía, necesitaría decirle también la razón y era muy pronto para decirle su más grande secreto.
No es que le desagrade los juegos y bromas con sus menores, son amigos y las bromas nunca quedan de lado en una amistad. Justo como el mismo servicio de fans que es parte de su trabajo en la industria a la que pertenecen y por los que les pagan.
Era trabajo. Era por sus fans.
Pero todo ese trabajo y ese contrato desaparecieron cuando le comenzó a gustar la persona con la que debía hacer todas esas cosas.
Era muy distinto. Lo era. Yeonjun no podía evitar sentirse morir lentamente con cada acción que Soobin hacia con otro miembro aún si era para el público, aún si era porque eran bromas o aún si debía ser algo "actuado". Todavía no entrenaba a su corazón para digerir tal información.
Decirle que Soobin no era nada de ellos en ningún sentido.
¿Porqué de repente esto sucedía?
Sentía que las cosas con el líder iban a cambiar si le decía este secreto dentro de esta habitación pero no sabía si para bien o para mal.
Desde que Soobin le admitió querer terminar con Arin, desde que lo escogió para ser roomates apenas llegaron al hotel por lo que a pesar de no haber estado aquí, igualmente estaría con él a solas. Algo iba a cambiar en esta gira, lo sentía, y Yeonjun no quería pisar aún esa línea roja.
Es duro de decir pero solamente había dos posibilidades, la más dolorosa es que Soobin lo rechace y la más probable es que no lo rechace (en caso de tener sus esperanzas muy alto las cuales por supuesto eran esas) pero tampoco lo acepte y queden como amigos al final de todo.
Ya que Yeonjun sabe que Soobin, como líder, miraría la situación en varios ángulos y vería los contras con pros de todo esto. Tanto que podía decir que quedarse como amigos sería lo mejor para el grupo.
—Han sido días duros... —trató de que su lengua no se quedara muda a media oración por apreciar las duras y masculinas facciones marcadas cuando se decidió alzar la mirada para dar su punto de que esto no le afectaba demasiado— así que, quizás esta conversación podamos retomarla en otro momento.
Soobin no cambió de expresión pero su voz se puso un poco más seria.
—¿Acaso hay algo que no quieres que sepa? —preguntó, mirándolo fijamente a los ojos— ¿O porqué siempre tratas de huir de mí?
—Yo no estoy huyendo de ti.
—¿Eso crees? —sonrió con ironía— ¿Qué no pensabas irte con Taehyun hace un momento en cuanto te pedí hablar, uh?
—Choi Soobin, esa no es forma de hablarme. Soy mayor que tú, recuerda eso.
—En este momento no pareces ser el mayor de los dos si te empeñas tanto en evadirme —dijo con cierto descaro que hizo a Yeonjun fruncir el ceño— ¿o me equivoco, hyung?
No importaba si fruncía su ceño para apaciguar el ardor en sus mejillas, Yeonjun era consciente de que en el fondo, cuando Soobin se ponía un poco engreído, que era para molestarlo mayormente, simplemente quería besarlo para callarlo.
Era absurdo ponerse tan vulnerable por una sonrisa. Pero no podía evitarlo. Soobin era su debilidad.
Debía ser discreto con eso.
—Soy el mayor aquí —demandó.
—Y yo el líder —Soobin continúo sosteniendo su mirada.
Usando su carta de líder que pocas veces sacaba a usar, mayormente en cosas estúpidas pero en este momento simplemente lo dijo para dar un punto.
Yeonjun suspiró—: no tenemos tiempo para esto. Además...—su teléfono empezó a sonar.
Ambos vieron el nombre del contacto cuando Yeonjun sacó su teléfono para comprobar quién lo llamaba pero quedaron en silencio cuando vieron de quién se trataba. Soobin miró a Yeonjun y este lo miró devuelta.
—¿No vas a responder? Parece importante.
—No creo que sea tan importante...—murmuró pero Soobin rió con sarcasmo. Bien, eso tomó a Yeonjun por sorpresa.
Tanto como Soobin tomando su teléfono para mostrarle la hora.
—¿A las 11:30 de la noche? Ese tipo realmente tiene intenciones serias contigo.
—Choi Soobin, ese tipo es mayor que tú. Así que dale el respeto que merece —habló con un poco de amenaza para hacer que cediera a su petición— y dame mi teléfono, ¿quieres? Llegaremos tarde al vlive de Kai si seguimos aquí.
Meneó su mano para que le diera el aparato de una buena vez y pareció funcionar porque Soobin acercó el objeto negro a su palma. Yeonjun no podría resistir más el contacto visual para entonces.
Cuando creyó que se lo daría, que podría salvarse, fue jalado para quedar contra ese pecho que iba endureciendo de a poco por los ejercicios, ocasionando a todo su sistema desfallecer abruptamente. Yeonjun casi suspira con el tacto pero lo pudo tragar.
Qué carajo.
Taehyun de verdad estaba luciendo sus conocimientos disciplinarios en el ejercicio con Soobin desde que lo convenció (porque perdió una apuesta) de unirse a él en el gimnasio.
Se sentía mareado un poco debido a que Soobin comenzaba a ganarle en fuerza física pero siendo honestos, le gustaba.
Oía las risas de sus menores lejanamente. No sabía si estaban siendo ruidosos desde sus perspectivas para ellos o si estaba empezando a ser paranoico por nada.
Temiendo a tirar su farsa a la basura.
Los vellos se le pusieron de punta al tener tan de cerca esos labios carnosos rozando su oreja y la cobertura de su cuello. La respiración se le cortó por el tibio aliento golpeando su piel.
—Estás temblando, ¿estás...ansioso? —sus mejillas hirvieron ante la pregunta.
¿Qué pasa con este chico? ¿Porqué actúa tan diferente al hombre que conocía? Soobin actuaba como una vez YeonJun actuó en el pasado con él. ¿Sus papeles se invirtieron? No, era ridículo.
—¿Qué h-haces? —abrió los ojos grandemente. Reprimiendo un jadeo con su mano que se le iba a escapar ante el pequeño beso en su cuello que le dió una buena dosis de shock.
Eso estaba tan lejos de todo lo que pudo pasar.
Nunca antes le habían dado un beso en una zona demasiado sensible, en especial Soobin, él no se acercaba tanto a su rostro ni siquiera a modo de juego desde aquel incidente en el tejado donde ambos acordaron seguir adelante, olvidando el suceso y manteniendo eso en la ignorancia por su amistad.
¿Este beso a qué se debe entonces?
—D-De...—mordió sus labios— ¡Detente! — tomó en un puñado la chaqueta que Soobin usaba para alejarlo de su cuello pero el peso desigual no ayudaba como la fuerza que cada día se hacía más distinta.
Cerró los ojos, jadeando ante el recorrido dócil de esos labios apenas rozando su piel.
—Hyung...— el cálido aliento de Soobin chocó contra su enrojecido cuello. YeonJun cerró los ojos con fuerza, apretando su boca para callar, los brazos del líder se mantuvieron contra la puerta, apegando sus cuerpos. Odiaba tanto los latidos irregulares de su corazón y aumentaba su miedo a que los oyeran por la peligrosa cercanía— hueles a vainilla —aspiró suavemente. Yeonjun se estremeció tirando un poco la cabeza atrás—, y fresas.
—Soobin, b-basta.
No comprendía nada. ¿Era una broma? Admite que hubo unas que fueron graciosas pero si es que Soobin le estaba tomando el pelo, estaba demasiado lejos de ser divertido.
—¡¿Qué...—Jun se atrevió a dar la cara, empujando a Soobin—, qué diablos sucede contigo?! ¿Porqué de repente te comportas de este modo? Llevas días haciéndome esto, tu actitud se ha vuelto tan...—los ojos temblaron— tan... diferente —tomó aire para calmarse—, ¿qué te pasa?
—¿Estás enamorado de mí?
Por un segundo el aire dejó de pasar por ambos pulmones de Yeonjun, su cerebro se quedó en blanco y el pánico empezó a consumirlo lentamente como un carbón al fuego.
¿Qué?
Empujó con sus manos el cuerpo de Soobin, sosteniendo la manija tras él para salir pero el líder siguió mirándolo con esos ojos negros intensos. Impidiendo su huida al sujetar su muñeca y esperando una respuesta a su cuestionamiento.
—Respóndeme, YeonJun —el agarre en su muñeca se intensificaba sin llegar a dañarlo. Sentía la impotencia en ese toque, la mano de Soobin estaba temblando o quizás era la suya. Ya no sabía nada— Yeonjun.
Soobin le había llamado por su nombre, sin honorífico, lo que indicaba que era una pregunta que definitivamente no podría ignorar.
¿Al fin, lo descubrió?
Inspeccionó a su alrededor y, ¿qué razón tenía para hacerlo? No había nadie más que ellos y lo que sea que pasaba. Fue un alivio para YeonJun en cierta parte, los otros tres no tenían qué saber lo que pasaba con el líder y él.
No quería armar un escándalo por algo como esto en plena gira.
—Siempre me estás mirando —la voz de Soobin sobresaltó a YeonJun. Era un murmullo pero fuerte y clara.
El mayor bajó la cabeza evadiendo miradas, a pesar de estar dándole mil razones al otro hombre, se sentía tan vulnerable como para enfrentarlo. Su corazón empezó a acelerarse más y más.
Eso no detuvo al líder de seguir ni soltar el dorso de su mano.
—Me miras con algo que no sé describir pero puedo apostar a que no miras a los chicos como lo haces conmigo. ¿O estoy equivocado, YeonJun? Incluso ahora estás evadiendo mirarme otra vez. ¿Estoy en lo correcto, eh?
—No sé de qué hablas. Te equivocaste.
Necesitaba salir de este campo de guerra donde sabía que no saldría ileso.
—¿Lo estoy?
—Lo estás —mintió— porfavor, sueltáme.
—Mírame a los ojos y lo haré.
Yeonjun frunció el ceño y trató de forcejear.
—Deja de jugar así conmigo Soobin, no es divertido —levantó la mirada para verlo aún si temiera de quedarse expuesto—, siempre te he mirado como miro a los chicos porque los quiero a todos por igual —desvió la mirada porque las lágrimas empañaron su vista, estaba tan nervioso y las escondió tanto como pudo— ¿porqué creerías que contigo es diferente? Estoy hablando enserio. No me gustas.
—Si lo estoy pensando es porque hay cosas que me llevan a sacar esa conclusión —tomó su mentón. YeonJun tembló y sus ojos cristalinos fueron visibles, Soobin iba a parar al contemplar a su mayor en este estado pero necesitaba una respuesta clara— ¿Qué sientes por mí, YeonJun?
Ojalá pudiera no ser tan cobarde. Apretó la manija para darse fuerzas y decir;
—Nada...—Soobin no cambió esa cara serena de su rostro a pesar de la respuesta. Esa que juraba estaba leyéndolo y en gran parte sabía que le mentía pero debía seguir manteniendo ocultos sus sentimientos para no estropear su compañerismo— yo no siento nada por ti.
Mentiras, mentiras y más mentiras acumulándose.
—¿Y los besos que me das en las noches? —se fue acercando y YeonJun no conseguía mirarlo ni controlar su corazón. Soobin pegó sus frentes— me das varios besos, más que al resto, y nunca hay razón específica. Sólo lo haces.
—Es para...el servicio de fans —murmuró y Soobin simplemente entre cerró los ojos.
Se alejó de su cercanía. Yeonjun mantuvo su inexistente calma.
—Me disculpo pero no te creo. ¿Qué hay de esas veces donde no hay cámaras y lo haces? Si no tuvieras sentimientos por mí. ¿Lo harías?
YeonJun palideció. ¿No estaba dormido cuando hacía eso? Maldición ¿De verdad, tan buen actor era Soobin o él era un estúpido ingenuo?. Pero. ¿A quién se le ocurriría semejante cosa de besar a la persona que le gusta cuando dormía? Ah sí, solamente a él porque es un idiota.
Uno que quería revivir una sensación agridulce.
—No es...—tragó pesado— no es así. Eso es porque me acostumbré a hacerlo de esa forma, no te lo tomes tan enserio, lo hago con todos mis amigos —trató de ser natural con su respuesta sin pensar mucho en lo que decía que no fuera para salvarse— ¿Porqué yo estaría enamorado de ti? —rió aunque por dentro moría— debes estar bromeando si crees que me fijaría en alguien como tú. Además ¡Tú me acabas de hacer algo similar en el cuello! Esos besos no tienen un significado— dijo sin pensar nada, tenía miedo de ser descubierto y mintió por enésima ocasión— nunca me enamoraría de ti, Soobin.
Hubo silencio. Tortuoso silencio que ni con la risa de Yeonjun ante los nervios dejó de ser matador.
—Entiendo.
Yeonjun no retrocedió después de recibir una mirada tan distante y fría de Soobin. Una mirada que dejó estrujado a su corazón.
Era la primera vez que le miraba así.
—¿Besas así a todo mundo, no?
Yeonjun quería negarlo. Porque Soobin era el único a quien le daba todo, cada beso y cada mirada de anhelo y amor, eran por él. Todo era para él.
En su lugar decidió sostener la falacia.
Soobin merecía tener una vida hermosa. Con una esposa y niños en algún futuro, algo que evidentemente, Yeonjun no podría darle por mucho amor que le tenga.
Es verdad.
Si era bisexual o solamente estaba confundido. Estaba seguro de que Soobin y él siempre tendrían una clase de amor platónico el uno por el otro. Un amor inexplicable. Pero no quería atarlo a un amor imposible con él.
Al menos en esta vida.
—Sí —lo miró a los ojos— no hay excepción.
—Ya veo... —rió sin gracia, sorprendiendo a YeonJun por el sarcasmo pero era porque Soobin no quería que el mayor supiera que esas palabras lograron dañarlo inexplicablemente. Comportándose así como un escudo— soy un idiota —susurró, bajando la cabeza. Luego soltó su mano.
Soobin se acercó a la puerta ocultando su mirada entre su flequillo, tomó su mochila que había dejado a un lado y le extendió el celular a YeonJun.
Los dos se quedaron viendo varios segundos que Soobin cortó en el momento las manos de YeonJun agarraron el aparato. Ambos ya no sabían qué decir.
¿Esto...fue un tipo de discusión?
—Nosotros... ¿estamos...bien?
La voz de YeonJun fue igual a un susurro audible para ambos. Soobin tomó la manija de la puerta, apretó el objeto debajo su mano con fuerza, dándole la espalda, ahora él sin valor de mirar a su mayor.
Que chistoso era que en ese momento una canción, proveniente del cuarto donde los otros hacían vlive, se reprodujera. Soobin quiso reírse al reconocer la letra de la melodía de Fools de Troye Sivan.
Iba entendiendo mejor ese sentimiento.
—Estamos bien... —su pecho se encogió de repente al recordar esas palabras «¿Porqué yo estaría enamorado de ti?» Mordió su labio inferior, sintiendo un tipo de dolor emocional que no sabía que podía existir— siempre estamos bien, hyung.
Mierda, esto dolía.
«Only fools fall for you, only fools»
—Supongo que lo entendí mal, te pido perdón por molestarte —abrió la puerta. Antes de salir, murmuró— esta noche... dormiré con Beomgyu.
—Soobin.
—Iré a ducharme, buenas noches, hyung.
Seguido de eso salió del cuarto dejando al mayor con un nudo en la garganta. Incapaz de detener a Soobin por tener que procesar eso que salió de la boca del líder.
«Only fools do what I do, only fools fall»
Podría siempre negarlo con su lengua, podría siempre disfrazarlo, podría siempre rechazarlo.
Pero nunca podría borrarlo.
¿Sería suficiente con dejarlo pasar?
Yeonjun suspiró profundamente e ignoró el sonido de Soobin caminando por la habitación, buscando las cosas que llevaría para ir al cuarto de Beomgyu. Fingió deslizar entre las publicaciones que hacían en Twitter y distraerse en weverse con sus fans un poco.
Elegir una foto para publicar en instagram más tarde incluso.
Solamente cuando la puerta se cerró y fue él lo único que quedó en la habitación. Yeonjun en la misma posición acostado de lado, sintió una lágrima resbalar por el puente de su nariz hasta caer en las sábanas mientras seguía viendo las publicaciones en su teléfono.
No tenía derecho de sentirse deprimido cuando todo fue culpa suya. ¿No era esto lo que quería conseguir en primer lugar? ¿El rechazo de Soobin?
Sin querer molestar a Taehyun o responder a sus preguntas si lo llamaba. Yeonjun picó al contacto en llamar.
—Mamá —sus mejillas empapadas se ensancharon al oír la voz de la mujer que podía deducir se levantó únicamente por él. Yeonjun lamentaba molestar a su madre por esto— perdón por llamar a esta hora.
No conocía a alguien más para llorar que no fuera la mujer del otro lado de la línea. Aquella de la que necesitaba un abrazo ahora.
—Debo...debo decirte algo.
—Healing-ah. ¿Qué ocurre?
—Lo lastimé.
Yeonjun sollozó fuertemente. Cubriendo su boca con las sábanas para no levantar sospechas.
—Oh, cariño.
—Le dije cosas hirientes...—Yeonjun lloró aún más— lastimé a alguien a quien quiero mucho...—un sollozó escapó—, m-mamá.
El sonido de su voz temblorosa hizo eco. Su corazón palpitó fuerte hasta dolerle.
Yeonjun era transparente con su madre. Él no le guardaba secretos a ella desde muy pequeño, y ahora siendo adulto tampoco. Probablemente era porque era hijo único o porque su madre siempre fue alguien accesible para él, sea lo que fuera, Yeonjun agradecía esta cercanía con su madre.
—Estoy enamorado de Soobin.
La discreción se perdió en esa llamada, y el chico detrás la puerta que iba a buscar un iPad quedó en shock al oír esa conversación sin querer. HueningKai dijo en voz alta—: ¿Tú qué, hyung?
El mayor se congeló. Kai seguía viéndolo con los ojos muy abiertos, casi podía decir que estaba aguantando las ganas de gritar algún sílabo de sorpresa.
Yeonjun supo que debía dar una explicación cuando Kai cerró la puerta una vez la llamada se terminó.
Feliz 2024 a todos. Espero de todo corazón que sigan apoyando esta historia como hasta ahora, ¡Muchas gracias por el apoyo! 🥰
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