[6] [¿Quién eres?]

En realidad, Soobin no estaba tan seguro de sentir algo dentro de su estómago al besar a Arin.

Era irónico porque sus amigos de colegio le decían que el besar a una chica y más a la que te gustaba, era una sensación increíble. Te llevaba a otro mundo y te sumergía en un océano lleno de olas suaves. Donde solamente eran los labios de ella en lo único que podías pensar.

¿Y si les dijera que aquello era erróneo? Que en su estómago no sentía nada como las mariposas. O que su cabeza no podía pensar en los labios de Arin sobre los suyos.

¿Qué le dirían? ¿Que era defectuoso? ¿Qué requería de un mayor estimulante?

Era tan patético para Soobin pensar en estas cosas cuando ya estaba en una relación. Arin era una excelente novia, la mejor podía decir incluso. Siempre le enviaba mensajes, lo llamaba, le preguntaba sobre su día o su estado de ánimo y le preparaba postres deliciosos. También le recordaba diario lo mucho que lo amaba. Básicamente Arin daba todo de ella en su noviazgo.

¿Por qué sentía que él no?

A diferencia de Arin. Soobin lo único que hacía era responder, nunca dar, sólo recibir. Eso estaba mal. Muy mal.

La otra vez escuchó que una de las amigas de Arin le había dicho a esta "¿Estás segura de que él no te está usando? No se ve tan interesado como tú en la relación, Yewon". ¿Que si hirió su orgullo? ¡Claro que sí! No estaba siendo un buen novio, era algo que no podía simplemente ignorar.

Soobin suspiró. Cerró el libro que buscó entre sus estantes con tal de distraerse en lugar de ocupar su celular. Este que no paraba de sonar con mensajes. No era por ser egoísta al no responder, con sus fans más que nada, era porque quería tomar un descanso mental de eso.

De la fama.

Que gracioso era que ahora que vive ese sueño que antes se veía tan lejano de alcanzar. Una parte suya estaba cansada de ser recibida con mucha atención por cualquier lugar, Soobin tampoco se arrepentía porque pudo ser lo que quiso en primer lugar. Una persona que ayudaría a otras por medio de lo que le gustaba. Música.

Y porque conoció a sus amigos. Su familia.

Conoció a YeonJun.

No estaba arrepentido, sólo cansado. Soobin no sabía si eso era bueno o malo, agotarse de algo era normal.

No le gustaba sentirse de ese modo.

Él de verdad quería cantar en un enorme escenario, ser escuchado por muchas personas, ser alguien quien diera una mano o un abrazo a quien lo necesitara por medio de su lírica musical. Tristeza, amor o desamor, quería que quienes oyeran sus letras lo entendieran. Que Incluso encontraran refugio en sus canciones o una mejor manera de desahogarse que no fuera dañarse.

Soobin quería ser el mismo y transmitirlo.

Pero hace unos días pensaba que no lo estaba siendo. Soobin sentía que estaba reprimido pero no tiene idea del por qué.

Lo venía pensando desde ese día que fue a un encuentro con uno de sus más cercanos amigos.

—Estoy saliendo con Mingyu.

La comida que antes estaba masticando hizo que el más alto de los dos amigos reunidos en una fonda de comida rápida se atragante. Soobin tomó la servilleta que su mayor Seung-kwan, le ofreció para limpiarse los restos de sus comisuras.

—Perdón, ¿Qué?

—Dije que estoy saliendo con Mingyu.

—Saliendo...¿Cómo? Como amigos o como...

—Soobin, somos personas enamoradas la una de la otra. Ese sentimiento de querer estar juntos, de que vivamos lo que las personas no entienden, de estar y quedarse, ¿Que otra cosa sería si no es amor el mirar a alguien como si tuvieras el cielo en tus brazos?

—Hablas de que ustedes son...

—Sí.

Novios. Amantes. Enamorados.

El sonido de la carne cosiendose sobre la freidora fue todo lo que Soobin pudo escuchar desde esa confesión por su amigo. Había sido invitado por el mayor para reunirse y charlar un poco, aceptó con gusto ya que también quería despejar un poco su mente y aunque quería mucho a sus amigos. Sentía que necesitaba la compañía de alguien más.

—Nos vamos a casar —con los palillos sacó el trozo frito de carne. Soobin lo miró levemente y siguió masticando—, quería pedirte si podías ser mi padrino.

—Ah, bueno eso es...—aclaró su garganta—, ¿Cuándo será?

—Para fin de año. Mingyu dice que quiere que nuestra boda sea en diciembre y empezar como un matrimonio a inicio de año. Además, quiere que la primera nevada sea un detalle para los dos, sabes de esa leyenda de que si besas a la primera persona en la nevada de inicio de invierno pasarás toda tu vida junta a ella, bueno, él quiere hacer esa promesa conmigo. Por eso, ¿Qué dices? ¿Podrías ser mi padrino? No deberás llevar nada, solamente debes dar un discurso y ya, no necesita ser uno largo. Entonces, ¿Aceptas, Soobinssi?

—Es un honor para mí que pienses que puedo ser tu padrino para un día importante para ti hyung, yo...—miró la comida luego la sonrisa de labios de su mayor. Soobin sonrió también y asintió—, de acuerdo. Seré tu padrino.

—¡Excelente! Sabía que podía contar contigo.

De todos modos. Soobin pensaba que no sería algo malo. Era una boda después de todo.

Una boda gay.

—¿Sabes? He visto que YeonJun ha estado viéndose con alguien últimamente. Es bastante agradable el tipo y atractivo.

Soobin dejó de comer enseguida.

—No quiero entrometerme pero —una sonrisa adornó sus labios—, parece ser que este chico planea una cita con YeonJun. ¡No digas que te lo dije! Aunque igual te ibas a enterar, los chismes en la empresa corren muy rápido. ¿No te parece bueno? YeonJun se ha animado a darle una oportunida- ¡Soobin la cuchara!

—¿Eh?

En su mano estaba la cuchara doblada. Soobin se sorprendió, mucho más que su mayor. ¿De dónde había sacado esa fuerza? No hacía demasiado ejercicio como los demás miembros, en especial Taehyun, así que, era extraño.

Mucho más extraño este apretón en su estómago. Como si...como si estuviera disgustado. Pero ¿De qué lo estaba? La comida del sitio era exquisita.

Debería dejar de tomar medicamentos así, puede ser acidez estomacal.

—Supongo que los niños deben tener más fuerza que los adultos —bromeó Seung-kwan pero el más joven no se rió. Soobin tenía la mirada fija y demasiado seria en la cuchara deforme en su palma.

¿YeonJun estaba teniendo citas? ¿Él en verdad estaba viéndose con alguien para ir a citas? Lo que Soobin no terminaba de comprender, ¿Por qué esto le importaba? ¿Por qué lo inquieta?

—Un amigo.

—¿Hum?

—Pueden ser citas de amigos.

Seung-kwan parpadeó y de un momento a otro ya se encontraba riendo sonoramente como para hacer que Soobin y todos alrededor le miraran intrigados.

Soobin alzó una ceja.

—¿Por qué te ríes? Hablo enserio.

—Soobin, tú sabes que tal cosa no existe. Las citas con amigos no son solamente para ir de parranda o pasar el rato en algún lugar, las citas en general son para pasar tiempo con la persona que nos gusta. ¿Entiendes? Nos gusta. A ese hombre le gusta YeonJun, por eso lo invita a citas. Y no, no lo hace como amigo porque él quiere ser algo más que eso.

—¿Más...?

—¿Acaso no es lo mismo que hacías con Arin antes de ser novios?

—Yo...—tragó—, ¿Qué se supone entonces que es una cita? Cuando salía con Arin, no era algo planeado ni nada, solamente la acompañaba a su hogar o a sus reuniones, charlabamos un poco y después cada quien se iba por su lado. ¿Eso era una cita?

—Bueno, en las citas generalmente te diviertes y cuando está yendo bien, el tiempo pasa demasiado pronto, mucho más cuando te sientes en conexión con esa persona, tú sabes. La química entre ustedes. ¿No es eso algo que te pasaba con Arin? Por ejemplo, hablaban mientras la llevabas a su hogar, el tiempo debía pasar rápido para ustedes porque pudiste sentir química, ¿No? Porque ella te gusta.

—En realidad...no lo sé.

Seung-kwan dejó de beber su refresco y miró a Soobin. Su menor parecía estar en una lucha interna. Era verdad, Soobin podía ser un gran hombre gentil, educado y atento pero también era uno que no mostraba sus preocupaciones tan a la ligera porque siempre era tan reservado en lo suyo.

Este ese momento era la excepción. Podía ver con facilidad cómo la angustia tomaba forma en la cara de Soobin quien se parecía estar enterando de algo apenas. Parecía asustado, confundido, y más que nada, a punto de entrar en una crisis.

Nunca lo había visto así de ansioso.

—Soobin.

—¿Uh? Ah, sí, perdón. Yo estaba-

—¿Te gusta Arin?

La boca de Soobin se abrió y la voz nunca salió de ella. Volvió a intentarlo pero al parecer su lengua estaba entumecida porque nunca se movió para ejercer una frase. La única pregunta que debía contestar con un simple jamás salió de sus labios.

El silencio fue el que habló por su lengua. Seung-kwan tuvo un choque entre sus ojos cuando vió que Soobin bajó la cabeza y se mordió los labios. Tuvo el impulso de saber si lo que pensaba podía ser o estaba siendo un complemento soñador con la imaginación inmensa.

—¿Podría ser que ella no es tu tipo?

—¿Mi tipo?

—Arin es una linda chica. Muchos dicen que parece una princesa en la vida real, eso te haría a ti su príncipe azul. ¿Cómo te sientes por eso? ¿La idea de ser el príncipe de una hermosa princesa te gusta? ¿Te gusta estar en ese lugar? —sus ojos miraron fijamente a Soobin antes de soltar la bomba— ¿Te gusta ser el novio de Arin?

Soobin tragó, eran tantas preguntas y una sola respuesta. Su manzana de Adán dolió por la pesadez con que pasaba su saliva y antes de contestar su mayor dijo algo que le hizo dudar de su sí.

—Y si hipotéticamente no fuera ella. ¿De quién quisieras ser novio, Soobin?

El sudor frío bajó. Seung-kwan jamás dejó el contacto visual y Soobin no deseaba verse así, expuesto.

Lo estaba, estaba sintiéndose expuesto.

—¿De qué hablas?

—Con quién quisieras estar, juntos. Reír, pasar el tiempo, salir a dar un paseo, comer hasta reventar, cantar, bailar. Crecer juntos. Si no estuvieras con Arin en este momento, ¿Con quién quisieras hacer todas estas cosas?

Soobin sintió un mareo por todas esas preguntas. Seung-kwan le dió un último golpe antes de derrotarlo.

—La persona que te cruza en la mente, es la persona con la que estoy seguro que quisieras hacer todo esto. Supongo que debes estar contento de que sea Arin esa persona —volvió a poner otro trazo de carne. Haciéndose el indiferente cuando era una pequeña abertura para ver la reacción del hombre quien soltó los palillos y cayeron al suelo— ¿No?

No...—murmuró.

—¿Estás bien? Oye, estás sudando mucho, tal vez deberíamos pedir una bebida para-

—Perdón hyung, debo irme. Me retiro primero.

—Pero Soobin no has terminado tu-

—Nos vemos hyung.

Con una reverencia Soobin se fue del lugar. Se colocó la mascarilla junto a unos lentes y la capucha de su sudadera para meterse al auto que lo esperaba junto a su mánager.

Una vez adentro, abrió la ventana y cerró los ojos. Su corazón parecía querer salir de su pecho, su mente estaba tan revuelta. Todo de si mismo empezaba a parecer una mentira.

Con las manos temblando sacó su teléfono. Miró las fotos con su novia, con Arin. En ninguna de ellas él parecía feliz, así que por muy estúpido que se viera y tal vez miserable, buscó en internet alguna razón para eso y la respuesta que obtuvo hizo que sintiera un hoyo en el estómago.

¿Has pensado en la probabilidad de ser gay?

—No, eso no es posible.

Siguió bajando y buscando pero era lo mismo.

Gay.

—Oí que habían abierto un café nuevo con temática LGBT cerca de aquí.

Soobin alzó la cabeza después de oír el susurro de su manager con el conductor. Ambos señores mayores que él oían la radio del auto.

—Mi sobrino fue con un amigo suyo el otro día. Supongo que es famoso aunque parece que lo van a cerrar, no ha recibido el apoyo necesario que tenían pensado.

—Deber ser difícil. Recibir una denigración de esa magnitud no deber ser un camino fácil para esas personas.

—No tienen otra opción que mantenerlo en secreto ¿No? De todos modos, creo que no siempre importa el esfuerzo sino el resultado. Ser gay parece ser un castigo.

Soobin mordió sus labios. Poniéndose sus audífonos para no estar escuchando esa plática, se sentía incómodo.

Cuando llegó a su habitación no habló con nadie. Ni siquiera le dirigió la palabra a la broma de Beomgyu, dejando al menor confundido por su prisa.

Abrió su laptop y buscó ese test que había visto en su teléfono. Lo había hecho allí y el resultado fue de un 70% de probabilidad, era absurdo. Respondió las mismas preguntas una vez más, ahora el resultado fue de 65%. Soobin cerró la computadora frustrado, entonces ¿Significaba que era gay? ¿Ese 70 y 65 por ciento significaba que él era gay?

No era posible. Estaba seguro de que en su adolescencia le atrajeron algunas de sus compañeras. ¿Acaso no era eso algo? ¿Qué rayos era él entonces si podía sentir atracción también hacía una mujer? Arin por ejemplo le pareció bonita y linda, le gustó por un momento pero tal vez...tal vez no se sienta enamorado de ella. No lo sabe.

Su mente es un caos.

¿Qué era? ¿Gay? ¿Hetero?

Cerró los ojos. Soobin sentía un nudo en la garganta, tenía un 65-70 por ciento de probabilidad de ser gay. Las preguntas, todas ellas les había puesto un no lo sé y aún así había tenido un resultado tan alto.

Solamente en una pregunta pudo quedarse trabado.

¿Quieres besar a alguien de tu mismo sexo?

Él lo hizo. Había besado a otro chico y no fue nada repugnante, fue todo lo contrario, todo lo contrario a cuando besaba a Arin. Besar a su novia no le daba emoción pero no era asqueroso, quizás no tan emocionante como Soobin quisiera pero no era asqueroso porque no le desagradaba besar a su novia.

Por otro lado, besar a YeonJun fue...dios, Soobin todavía podía sentir sus vellos erizarse de sólo recordarlo. Fue mágico y quizás, no, definitivamente sintió algo.

Una chispa.

—No lo entiendo, no entiendo nada.

Una lágrima resbaló por su mejilla. Si era gay ¿Sería discriminado también? ¿Dejaría de ser ese chico que todos conocían? ¿Las personas le dirían cosas horribles? Soobin empezaba a tener miedo, estaba entrando en pánico.

¿Qué iban a pensar de él sus padres, sus amigos? No quería saber, pero al mismo tiempo, sólo en caso de ser gay [porque no sentía que lo era por completo] ¿Lo seguirían amando? ¿Seguirían estando para él?

Soobin sentía que no respiraba. Las lágrimas parecían ahogarlo, ¿Estaba siendo dramático? ¿Estaba siendo un paranoico? Solamente quería sentir apoyo, joder, simplemente quería que el mundo se detuviera por un momento y todo esto fuera un sueño.

Estuvo así, vagando por horas en sus pensamientos y en posibles escenarios catastróficos que en algún momento de ese tiempo Soobin se quedó dormido.

Dejando la computadora abierta.

—¿Hyung? YeonJun hyung dice que si vas a cenar y- Oh se durmió.

Kai iba a irse para dejar a su mayor descansar pero vió que la computadora estaba abierta y prendida. Rió porque su mayor siempre era olvidadizo así que lo ayudaría a ordenar todo para que no se preocupe por tirar la laptop de la cama o siquiera porque se descargue. Por lo que entró a acomodar.

—¿Qué es esto? ¿Un test?

Kai no era metiche pero aquello llamó su atención. ¿Bisexualidad? ¿Porqué su hyung estaba viendo test y vídeos de la bisexualidad?

—¿Kai?

—¡No ví nada!

—¿Qué? —preguntó Soobin medio dormido. Luego vió la computadora abierta y solamente así se despertó y la quitó rápidamente de su menor para cerrarla.

—Hyung.

Kai vió la computadora en la cama. Soobin le daba la espalda y cuando quiso hablar, el mayor se adelantó.

—Todavía no estoy seguro. Pero probablemente lo sea, estás...¿Estás decepcionado de mí? —preguntó en un hilo de voz. Kai sintió que debía abrazar a su mayor y lo hizo, al hacerlo Soobin se dejó caer, lloró.

—No estoy decepcionado hyung, nunca lo estaría —lo abrazó más fuerte—, eres mi hermano mayor, mi mejor amigo. Mi familia. Nunca estaría decepcionado de ti. Tu orientación sexual no es nada para que pueda estar decepcionado, yo te quiero mucho Soobin hyung. Estoy contigo.

—Iba...iba a decirles en algún momento. No me gusta guardar secretos entre nosotros cinco así que...—limpió sus ojos—, solamente mantenlo por ahora.

—Esta bien hyung.

—Kai.

—¿Si?

—Nunca dejes de ser como eres. Te quiero.

Soobin abrazó a Kai otra vez. El menor sonrió y abrazó de vuelta a su mayor.

Ellos eran familia, y si uno necesita ayuda o apoyo, no era algo de discutir. Se lo darían tanto como fuera posible.

Esperaba que así fuera con sus padres.

—Escuché que estabas saliendo a citas con alguien —dijo, comiendo casi en automático. El mayor se tensó al oírlo.

YeonJun dejó de mover la cuchara dentro de su cuenco de cereal. Los menores habían salido a un parque de diversiones que recién abrió, dejándolos solos a Soobin y él en el apartamento. Al principio pensó en ir con los otros por dos razones. La primera era porque quería sentir aire fresco, la rutina de sus actividades lo tenían exhausto y la segunda; era porque no sabría qué hacer estando a solas con el líder. Le daba cierto pánico perder su autocontrol emocional.

Sin embargo en ese momento la pregunta de Soobin tocó un botón peligroso.

—No son citas —hizo un mohín, no eran para nada citas, no lo eran para él— no es nada serio.

—Pero sigue siendo una cita, esa persona te invitó a salir por lo tanto, es una cita.

—¿Por qué me dices esto tan de repente? No es como si importe mucho  —sus labios temblaron pero se mantuvo firme—, sólo somos amigos. Justo como tú y yo. ¿Hay algún problema con eso?

—¿Qué sientes cuando estás con él?

Soobin evadió la pregunta, YeonJun lo notó. Así como el cambio de su voz en el hombre a su lado, parecía serio con el tema y eso simplemente hizo latir a su corazón. ¿A Soobin le interesaba su vida?

—No sé a qué te refieres con sentir.

—Quiero decir, ¿Él... te hace sentir bien? ¿Él te hace sentir feliz? Cuando sales con él...—la mano de Soobin apretó su pantalón de chandal. Quería tomar la mano de YeonJun pero no quería sobrepasar los límites. Sus límites. — ¿Sientes que el mundo desaparece y...que nada más importa? Es ese tipo de sentimientos a los que me refiero, los que no son amistosos.

—Eso...—Jun miró a Soobin. Oh, esa mirada era un tanto nueva como natural, había algo en ese par de ojos que tanto amaba que parecía haber cambiado pero no estaba nada seguro. Soobin siempre fue un poco difícil de descifrar pero podía notar cuando lo hacía, en ese momento, algo lo hacía— d-debo ir a terminar algo.

—Hyung.

Podría ser solamente su imaginación. Soobin estaba con Arin, no había espacio para él entre ellos dos, fueron hechos el uno para el otro. Que Soobin lo viera de ese modo tan sublime no significaba algo.

—YeonJun.

—Dile a los chicos que la cena está en el microondas y que pueden pedir algo de comida extra si quieren, siempre y cuando limpien lo que ensucien.

Necesitaba salir de allí o de otro modo YeonJun no lo iba a soportar. Debía ocultar bien sus sentimientos, no había lugar para ellos, nunca debieron existir.

—Quiero terminar con Arin.

Fue un susurro, uno muy lento y bajo que logró hacer eco dentro del cuarto de cocina. Hicieron eco en el espacio que dividía a los dos, YeonJun se quedó quieto y callado. Soobin también lo estaba. Ambos conteniendo la respiración y oyendo como sus corazones iban deprisa.

—Yo quiero-

—No lo hagas.

Soobin parpadeó mirando la espalda de YeonJun.

—¿Qué?

El mayor volteó, no lo miró a los ojos pero tomó sus manos. Soobin sentía el temblor en ellas, buscando ese par de ojos que tanto le hacían perder la cabeza pero fracasando porque YeonJun evitaba el contacto visual ocultándose entre su largo flequillo.

—Te ves bien junto a ella...debes estar con ella.

No hubo más, después de esa revelación YeonJun lo evitó más que nunca.

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