Capítulo 9.
Chandelier
Narra Elle.
Todas las personas poseemos la dicha de contar con algún talento o don en especial, algo donde destacamos con destreza, por eso yo no soy la excepción.
¿Y cuál es mi don?, pues el mío es bailar.
Por esa razón me encuentro en el centro de artes de Candwith. Las prácticas generales ya terminaron pero tengo la constumbre de quedarme otro rato más en el estudio para practicar a solas.
Desde muy pequeña me a gustado bailar, me atrevería a decir que bailo de todo, verdaderamente me gusta, pero no me siento cómoda con la posibilidad de alguien más me observé hacerlo.
Al pasar de los años cuando fui tomando más experiencia en el área del baile aprendí a crear mis propias coreografias, por lo tanto estoy ensayando mi favorita de todas Chandelier.
Camino hacia el centro del gran salón haciendo mi pose inicial -Brazos en lo alto y mi peso inclinado sobre una de mis piernas- y espero pacientemente a que la voz de Sia inunde el lugar.
Me muevo al ritmo de la música disfrutandolo la sensación de libertad que me brindan dichas notas. Corro, salto, hago acrobacias, me desenvuelvo en la sala sintiendome como una verdadera estrella, y sobre todo, me siento viva.
Voy a vivir como si no hubiera un mañana, dice la canción.
La música culmina al igual que mi coreografía, me acerco al gran equipo de sonido para desconectar mi celular y verificar la hora; son casi las siete de la noche, es hora de que me valla a mi casa.
Recojo todas mis pertenencias guardandolas en mi bolso que uso para los ensayos, salgo de la gran sala de baile y bajo las escaleras para llegar a la planta principal. Por ser algo tarde no hay muchas personas circulando por el lugar.
Salgo a las afueras del estudio, la brisa fría del anochecer choca contra mi cuerpo helandome la piel. Mi casa no está muy lejos de aquí por lo que decido irme caminando, saco mis auriculares del bolso para conectarlos a mi celular y posterior a ello ubicarlos en cada uno de mis oídos.
Camino por las calles de nuestra ciudad admirando el panorama ante mi. Mi mirada no evita posarse en el cielo, admirando el color naranja el cual lo decora al mezclarse con el azul oscuro de la noche.
Tras unos minutos de caminata puedo visualizar mi casa a lo lejos al entrar en la urbanización dónde vivo. Encontrándome con niños jugando por las calles, sonrió al verlos.
Me acerco de un todo a mi hogar y atravieso el jardín principal para sacar mis llaves y abrir la puerta. La casa está en silencio, demostrándome que no hay nadie, mamá debe seguir en el trabajo.
Entro de un todo y dejo mi bolso sobre uno de los sofás individuales de la sala de estar. Me dirijo a la cocina para beber un vaso de agua y siento como mi celular vibra a un lado de mi cintura -aun tengo la extraña constumbre de guardar mi celular a un lado de mi pantalón -, lo saco y me encuentro con un mensaje de mamá anunciandome que no podrá llegar a casa hoy tras tener una guardia de veinticuatro horas, llegará mañana por la mañana, así que pasaré la noche sola.
A causa del trabajo de mamá e aprendido a desenvolverme sola, así que quedarme en casa sin compañía no es un problema para mí.
Subo las escaleras y me adentro al baño para poder tomar una ducha. Ya aseada correctamente salgo envuelta en una toalla para dirigirme a mi habitación y poder cambiarme, me coloco unos pantalones anchos y un top corto que uso para dormir.
Tengo algo de pereza conmigo así que ordenó una pizza para comer. Espero pacientemente hasta que el timbre de la casa anuncia la llegada de alguien, salgo para encontrarme con el repartidor que viene a traer mi pedido, agarro la comida y le doy al chico el pago, este me sonríe con amabilidad lo cual correspondo.
Entro y subo a mi habitación. Comienzo a comer mi pizza mientras veo en la televisión un reality sobre famosos el cual me gusta mucho. Estoy tan entretenida con el programa cuando percibo como el ringtone de mi celular resuena por toda la habitación, anunciando una llamada.
Dejo la comida a un lado y busco por la habitación de dónde proviene el sonido, y encuentro mi celular bajo la ropa que acabo de quitarme.
Siempre tan despistada, Elle, me regaño mi conciencia.
Tomo el aparato y certifico que es una llamada, pero lo que despierta mi curiosidad es que es proveniente de un número desconocido. Este tipo de números no suelen llamarme y no me gusta darle mi número a cualquier persona, ¿Quien podría ser?.
-Buenas noches,- Contesto con suavidad, a la espectativa de quién podría ser.
La línea se queda un silenció, solo puedo percibir el sonido de la respiración de alguien.
-Buenas noches.- Repito.
Estoy a punto de colgar, hasta que...-Buenas noches.- Responde alguien, es la voz de un chico, me resulta conocida.
-¿Quien habla?-, Inquiero.
-Buenas noches, Elle, habla Ashton.
Quedó petrificada en mi lugar, siento como mis manos comienzan a sudar y mi pobre corazón late desbocado.
-Co...como,- Tartamudeo.- Como conseguiste mi número...
-Tengo mis trucos.
>>>¿Llamo en buen momento?.
Miro todo al mi alrededor,-Si.
-Estamos bien entonces. ¿Cómo estás?.
-Yo bien ¿Y tú?.
-Bien, igualmente. Me alegra que estés bien.
-Muchas gracias, igual.
Este chico tenía una manera de hablar que me relajaba en segundos, se dirigía hacia mi con una suavidad y gentileza que era... Linda.
-Me atrevo a preguntar, ¿Que te encuentras haciendo?.
-Estaba comiendo mientras veía un reality.
-¿Enserio? ¿Interrumpí tu comida?, disculpa.
-Na' tranquilo. De todas maneras ya estaba terminando.
-Es bueno saberlo,- El chico emitió una pequeña risa con suavidad, alcé una de las comisuras de mi boca en una pequeña sonrisa.
-Y cuéntame, ¿Que hacías?.
-Acabo de llegar a mi casa, estaba haciendo unas cosas con Mattew,- Explica.
-Ya se de donde sacaste mi número.- Seguramente, Mattew se lo dió.
-Me descubriste.- Respondió con un tono de culpabilidad que se me hizo gracioso. Comenzar a reír,- Me gusta como te ríes.
-Gracias...
Caigo en cuenta que aún estoy de pie frente al canasto de la ropa sucia así que me volteo y tomo la pizza para guardarla en la cocina, ya de seguro debe de estar fría.
Bajo a la cocina y dejo la pizza en el microondas, aún con el celular contra mi oreja. Al tener una mano ocupada cierro el microondas con la otra pero lo hago con un poco de fuerza causando que una olla que estaba sobre el electrodoméstico se cayera al piso retumbando el sonido de está contra el piso por todo el lugar.
Me agachó con rapidez a recogerla y escucho como Ashotn habla en la llamada,- Disculpa, no te escuché. Estaba recogiendo algo que a me había caído.
-Eso decía, se escuchó un fuerte ruido, ¿Que se te cayó?.
-Una olla,- Murmuré.
-Ah pues, ¿Enserio?, Pretendes despertar a los vecinos.- Bromeó.
-No creo que se despierten, creo...
-Uno nunca sabe, mi querida Elle.
Eso. Este chico tenía una manera de decir mi nombre que solía ponerme nerviosa.
-¿Sigues allí?.
-Si... Solo que me había distraído con otra cosa.
-Esta bien.
>>>¿Deseas seguir hablando, o estás ocupada?,- Pregunto.
Y la verdad es, que no se que decir. Me sentía cómoda hablando con el, ya lo habíamos hecho con anterioridad pero en cierto aspecto siento que esto es diferente, muy diferente.
Mis ganas de indagar sobre este chico crecían cada vez más y más, y eso me aterra un poco, porque me estoy imaginando cosas que no sé si son correspondidas o tienen algo que ver con el directamente, tenía muchísimo tiempo que no experimentaba esto.
Tenía que tener un límite, pero, el no me impedía nada, y yo quería saber más sobre el, así que...
-No, estoy bien hablando contigo,- Las palabras salieron de mi boca antes de procesarlas por completo.
-Esta bien, Elle.- Escuché como suspiraba al otro lado e instantáneamente sonreí.
Me dirigí a la sale de estar para acostarme sobre el sofá familiar, mi cuerpo viendo hacia el techo.
>>>Me creerías si te digo que estoy acostado sobre el techo de mi casa...
-Sin duda primera vez que escucho algo así.- Y era cierto.
-Siempre hay una primera vez para todo.
-¿Y porque sobre el techo?.- Pregunté.
-No lo sé, hay algo sobre estar aquí que me gusta. Podría ser porque me gusta como me siento cada que estoy aquí, este es como mi lugar para pensar o cosas así, solo imagina eso; el cielo totalmente estrellado, la luz de la luna que se encuentra en lo alto, la fría brisa de la noche y esa sensación de soledad, pero no una soledad mala, una soledad que se asemeja a libertad, porque aquí me permito de pensar con libertad sobre cualquier cosa.
Y la verdad es que si lo había imaginado, y juro que una especie de tranquilidad se apoderó de mi cuerpo. Cerré los ojos, y visualize en mi mente dichas estrellas, una sonrisa se extendió en mi rostro.
-¿Lo imaginaste Elle?.
-Si... Si lo e hecho.
-Eso es bueno,- suspiró.- ¿Sabias que eres la primera a la que le digo esto?.
-No creo.
-¿Porque no deberías de creerme?, Es más ¡siéntete afortunada!.
-Woau, ¡Si lo estoy!.- Exclamé, y el rió, yo lo hize igual.
-Ultimamente me e dado cuenta que me gusta el sonido de tu risa,- Reveló.- Me imagino como debería de verse en tu cara en este momento.
Me quedo en silencio sintiendo como mis mejillas se calientan, el rubor expandiéndose por sobre ellas.
>>>¿Hay algo que te guste hacer en particular, Elle?.
-¿Algo como que?.
-No lo sé, un pasatiempo, hobby como lo quieras llamar.
-Pues, si hay algo.
-¿Puedo saber que es?.
Suspiré fuertemente,- Me gusta leer.
-Eso está bien.
-¿Sabes que eres la primera persona que no me dice loca e anticuada porque me gusta leer?.
-¿Porque loca? Si te gusta leer, está bien, que nada ni nadie te detenga de hacerlo. Cada quien tiene derecho a que algo le guste.
-Si, pero no es muy normal que alguien, en este caso yo lea tan compulsivamente.
-¿Que te hace creer que no?.
-Yo no entiendo que le ves tú a eso de leer.- Emitió la voz del chico ante mi con burla y arrogancia. Me molestaba que hiciera eso.
-Si es lo que me gusta,- Me referí a él por su nombre, sabiendo que eso le molestaba.
-No me gusta eso de que leas, enfocas todo tu tiempo en eso. Además, vivir metida en esos "libros",- Hizo comillas con sus dedos,- no te servirá de nada al final. No quiero que me digas que lees otra vez.
Había quedado estática en mi lugar, ese recuerdo me contagio con una oleada de tristeza consigo, malos momentos que no quisiera volver a repetir.
>>>Elle.- Llamo Ashton.
-Si...
-Te quedaste callada ¿Paso algo?.
-No, es que...- No sabía que decir,- Por un momento me sentí como triste, sabes.
-No me imagino como una chica como tú puede sentirse triste.
-A que te refieres a una chica como yo.
-Una chica linda así como tú.
-Soy todo menos "linda",- hize comillas con mis dedos como si el pudiera verme.
-¿Cómo que no? ¡Si eres una Diosa!.
-No lo creo...
-Oye...- Su voz se suavizó, al igual que lo que dijo a continuación,- eres una chica muy linda, no veo motivos para que pienses lo contrario.
-Pues yo no creo que sea así, no todo es lo que parece.
-¿Porque lo dices?.
-Tengo mis razones.
-Y por lo visto no piensas compartirlas conmigo,- Dijo.
-Asi es, Ashton.
-No volveré a decir nada más del tema, pero quiero que tengas algo claro. Eres hermosa, y no voy a aceptar eso de que tú no lo creés, es cierto cuando dices eso de que no todo es lo que parece,- Aseguró,- Porque tu me verás así todo bromista y divertido, pero desde niño e sido una persona algo vulnerable, pero no me gusta dejarme llevar por esas cosas, no dejes que tus inseguridades definan quien eres.- Sentenció con voz firme.
>>>¿Quedó claro?,- Cuestionó.
-Todo claro.- Afirmé.
-Eso era lo que quería escuchar.
Un bostezo me hace llevar la mano a mi boca, el cansancio cobrandome las horas de prácticas en el centro, debo descansar, pero no quiero colgarlo a Ashton, puedo solo...
-Por lo que escucho estás algo cansada, así que no te quito más tiempo, es hora de que ambos nos vallamos a dormír.
-Esta bien.
-Me gusto hablar contigo.
-A mi también me gustó hablar contigo, Ashton.- Y era cierto, me gustó mucho hablar con este chico.
-Me alegra oír eso. Que tengas buenas noches Elle,- se despidió.
-Que tengas buenas noches, Ashton.- Estaba a punto de colgar la llamada cuando el hablo de nuevo.
-Y Elle...
-Si.
-Prometeme que está no será la última vez que hablemos,- Pidió, sonreí.
-Te lo prometo,- prometí.
-¿Segura?.
-Segura.
-Esta bien, eso era lo que quería. Ahora sí buenas noches, descansa.
Despegó el celular de mi oreja y cuelgo la llamada. Que absorta viendo el registro de la llamada en mi celular, pensando en todo lo que conversamos hace unos minutos.
Este chico tiene algo que cada ves va llamando mucho más mi atención, y no podría definirlo con exactitud, pero sentía una sensación de paz cada que el me hablaba, esa suavidad y ternura con la que lo hacía me parecía cada vez más algo increíble.
Temo a lo que eso pueda conllevar, no quiero crearme ilusiones dónde quizás no haya nada.
¿Y si sí lo hay?, Cuestiono mi subconsciente.
No sé que decir respecto a eso, solo, no sé que decir respecto a todo lo que tiene que ver con este chico.
Miro la hora en mi celular y ya está algo tarde, son eso de las once y ya es hora de que me valla a dormír así que me levanto, apagó todas las luces de la casa y subo a mi habitación.
Arreglo mi cama y apagó la luz para acostarme en mi cama, dejo el celular a un lado para poder dormír.
Cierro mis ojos y el sueño no tarde en llegar, pero mi mente me muestra un par de ojos intensos mirándome como la han hecho desde la primera vez que los ví.
Eres hermosa. Recuerdo cómo su voz entonó dichas palabras, dándome a entender que el lo apreciaba así, él creía que yo era hermosa.
Sonreí ampliamente, desde que conocí a Ashton hacía eso muy seguido, él provocaba que yo hiciera eso muy seguido.
Ay Ashton ¿Que me espera contigo?.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top