— E-espera...

Articulo con dificultad separandose de aquel sofocado y nublante beso intenso. Su mano sujetaba torpemente la mano opuesta exactamente sobre la muñeca, aquella robusta extremidad que no le pertenecia le tocaba con insistente deseo, acariciando sus muslos para luego subir hacia sus gluteos estrujandolos con bastante lujuria. Su espalda pegaba contra la pared, su pierna derecha habia sido tomada por el area de por debajo de la rodilla, levantandola y pegandola a la cadera de su contrario, quien ahora posicionaba sutilmente su diestra sobre el comienzo del pantalon del más bajo, en su mente la idea de bajarlo, si es que le estorbaba ante sus deseos de poseer a su compañero.

— No... no podemos hacerlo acá...

Volvio a comentar con un semblante ligeramente molesto, desviando su mirada hacia la izquierda bajandola y fijandola en el suelo. Sus manos que minutos antes estaban sobre el cuello del destructor pasaron al pecho de este, haciendo presion para que se despegara unos cuantos centimetros. Su robusta mano dejo de sostener aquella delgada pierna, colocando sus dos mismas extremidades sobre la cadera opuesta.

— ¿Qué? ¿Porqué no?

Replico con cierta molestia, manteniendo sus brillantes ojos amarillentos en los contrarios, quienes ahora le veian con algo de desanimo y preocupación.

— ¿Por quién me tomas, Bills? Es claro que no accedere a hacerlo acá...

Sus mejillas se tornaron carmesi, cruzado sus brazos a la vez.Era un callejón cualquiera de la tierra, oscuro y solitario, ni un alma daba presencia, pero aun así se negaria a cometer tal acto publicamente, su postura era firme, no deseaba ser tomado como un cualquiera.

— Esta bien.

Sus pupilas se fijaron hacia arriba, en un claro gesto de aun molestia, haciendo audible un ligero grunido, volvio a fijar sus pupilas en las ajenas, por su mente pasaban los posibles lugares en los cuales podian estar sin inconvenientes los dos solos, su palacio habia quedado en el descarto, si bien sabia que su asistente estaria entrenando a los dos Saiyajins de siempre, una brillante opcion rozo sus neuronas, recordando aquel comentario de Vegeta, su residencia estaria vacia por motivos que el mismo explico pero que el gato no habia escuchado por pereza.

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Mediante la teletransportación instantanea aparecieron frente una de las habitaciones de la residencia Brief, no demoraron más en adentrarse a esta, cerrando la puerta tras de si. Abalanzandose el destructor sobre el cuerpo más pequeño de su compañero, cayendo sobre la cama, la cual se hundio momentaneamente por sus dos pesos, el torso de quien tenia más altura se reclino hacia atras, con sus dos palmas sobre las sabanas, haciendo soporte con los brazos estirados. Las piernas del Kaioshin habia quedado abiertas de par en par sobre las caderas opuestas, ahora le abrazaria con estas mismas, posando sus manos en el ancho cuello del destructor, este mismo volvio a acercar su cuerpo al contrario, quedando sus brazos reflexionados sobre el msimo colchon, sus labios volvieron a unirse en un suave beso que a los pocos segundos se tornaria bastante humedo y caluroso, sus salivas fueron mezcladas, mientras sus lenguas rozaban mutuamente, llegando la del felino a más profundidad tocando casi la garganta de quien no podia aguantar más el no poder respirar. Sus bocas fueron separadas, dejando un delgado hilo transparente entre sus pieles. Las pequeñas manos del peliblanco se posicionaron sobre su propio chaleco el cual abrio de par en par, dandole paso a las robuestas manos de su compañero quien le acariciaban el pecho con deseo, rompiendo esta misma celeste camiseta, dehaciendose de dicha prenda, bajando a su vez y retirando de igual forma el mismo chaleco, paso su lengua desde le abdomen hasta uno de los pezones de su pareja, este mismo coloco sus manos sobre la calva, mientras entre cerraba sus ojos, ruborizado con más intensidad por la estimulación que recibia en aquella area tan sensible.

— ...Ah... mmmm... ~

Subio su lengua hasta el cuello de tez clara, pasando ahora a morderle en dicha zona, dejando varias marcas enrojecidas, besandole al mismo tiempo con intensidad y deseo, subiendo hasta los mismos labios los cuales volvio a besar pero ahora de una manera más lenta y pausada, sus inquietas manos acariciaban de nuevo el delgado torso opuesto, bajando hasta las caderas de este mismo, apretandolas con insistencia. El destructor levanto su torso nuevamente dehaciendo de lo que cubria mediamente su pecho arrojandolo hacia el suelo, su diestra se posiciono sobre la parte superior de su propio pantalon, bajandolo solo lo suficiente para que su excitado y lubricado miembro viera la luz, luego paso sus dos manos al pantalón ajeno retirandolo por completo, volviendo a acomodarse entre aquellas finas piernas. De una sola estocada habia logrado penetrar la cavidad anal de su compañero, soltando un pequeño gruñido, su falo se adentraba lento y suave dentro de las calidas y estrechas entrañas que se lo habian permitido, una vez totalmente adentro comenzo a mover su pelvis de adelante hacia atras finamente.

— ¡Ah! ...ah... ¡Ah! ¡...mmm...! ~

Sus gemidos eran pronunciados en un tono dulce y meloso, sus ojos brillaban más de lo común, vidriosos ligeramente, los entrecerraba con cada pequeña embestida, sus brazos aun fijados sobre el cuello opuesto, sus manos pasaron a recorrer la ancha espalda, la cual acariciaba con cariño. Sus labios quedaban a corta distancia del oido del destructor, al cual le susurro con dulzura.

— Bills... te amo... ~

Acariciaba la nuca calva con bastante cariño y apego, sonriendo ligeramente, mientras sus parpados se cerraban pegando su rostro más al ajeno, compartiendo el calor unico de sus cuerpos.

— Yo... también... Te amo, Shin.

Sus parpados se habian expandido un poco al escuchar dichas palabras, respondiendo de manera pausada entre sus sofocados jadeos, sacadolo de su absoluta concentración. Reclino su torso hacia atras una vez más, ahora levantando y sujetando las piernas opuestas, mientras le seguia embistiendo al mismo ritmo, pequeñas gotas bajaban de su frente, retomaria su trabajo con la mente enfocada pero otro ruido le habia sacado de sus lujuriosos pensamientos, era un sonido debil pero audible para sus sensibles timpanos gatunos, era un gemido menos agudo a los que el provocaba, proveniente de la habitación de a lado, cerro uno de sus ojos y el otro abierto con asombro, formandose una pequeña mueca ente sus labios, era imposible no prestarle atención ahora aquella voz. Por su mente cruzaba la idea que era Vegeta con quien era su mujer teniendo una atrevida escapada, pero algo le hizo crecer su asombro, escuchando aquella pronunsación.

— Ka... Kakaroto... quiero... que seas mi hombre... hoy y siempre... ~

Esa voz la reconocio al instante, como no hacerlo, aunque esas palabras fueran pronunciadas entre gemidos agudos y apenados, mezclados con el notorio orgullo del principe y fue comprobado por la presencia de los dos ki ajenos a los suyos.Aún así seguia penetrando a su pareja, su cuerpo habia logrado actuar por separado a sus pensamientos en situaciones ahora sexuales. Sus ojos pasaron a fijarse en la cara y gestos del Kaio, notando como este era ajeno a todo lo que sucedia a su alrededor aun así desidio cuestionarle.

— ¿...E- escuchaste eso?

— ¿Hablas de el sonido que hacen nuestros cuerpos al unirse sobre el fuego ardiente de nuestros deseos...? ~

— ...Si... de eso mismo...

Sacudio su cabeza ligeramente, debia poner empeño y dejar pasar aquel asunto, si realmente no deberia importarle lo que pasaba entre ellos o quien fuera, si ahora estaba en algo más importante. Las piernas las cuales sostenia fueron colocadas sobre sus hombros, inclinado nuevamente su cuerpo hacia el frente, haciendo una penetración más profunda por la modificacion de la posición.

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Detras de las paredes, el saiyajin de más altura tenia rodeando en sus cadera las piernas del amado principe de sus pensamientos, en la clasica posicion del misionero, moviendo su pelvis con vigor de adelante hacia atras impactando su glande en las ya bastante humedas paredes de su pareja, siendo estas aun estrechas y calidas, le hacian perder el control, embistiendole a un ritmo rapido y firme, tocando varias veces el punto de placer opuesto.

— ¡Ah! ¡Kakaroto! ~

Le gritaba al oido de manera ruda pero a la vez queriendose agudizar involuntariamente. Sus uñas se clavaban con furia en la espalda de su macho.Para los oidos de Goku también comenzaron a ser audibles los gemidos provenientes de la habitación vecina, procesandolos en sus pensamientos, rapidamente detecto ambos ki divinos, no se inmuto en ningun momento, más bien le daba cierta curiosidad.

« Esos son los gritos del Supremo Kaio, realmente no grita tan fuerte, apuesto a que Vegeta lo hace con más fuerza »

Sus embestidas pasaron a un segundo nivel con la ayuda de la fase dos de los Saiyajin, repentinamente de esta transformación paso a la SSJGB, tiñiendose sus cabellos en un azul celeste, al igual que la aura que recorria su desnudo cuerpo. Sus testiculos impactaban con fuerza sobre los gluteos ajenos, cerraba sus ojos, soltando de su boca sonoros jadeos, dando un sobre esfuerzo en la cama, su miembro salia con lentitud de aquella cavidad rectal para introducirse con más fuerza que la anterior vez, varias gotas de sudor bajaban por su frente y costados.

— ¡Ah! ¡Ah! ¡...Ah...! ...Eres realmente una bestia... ...pero no te detengas... me gusta como lo hace ahora... no- no te contengas... ~

Mantenian un firme contacto visual, sus ultimas palabras fueron pronunciadas con un sutil bochorno, estando sus mejillas aun mas ruborizadas, desviando su mirada hacia su izquierda.

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Aquellos sonoros gritos habia sacado de nuevo de sus pensamientos al destructor, quien formo de nuevo una pequeña mueca de disgusto.

« Maldito Goku, lo esta haciendo aproposito, ¡¿quién se cree ese cabeza hueca para ser mejor en la cama que yo?! »

La tipica aura morada aparecio sobre cada rincon de su cuerpo inconcientemente habia elevado su nivel de poder enormemente, su cola se herizaba y relajaba en intervalos cortos. Colo sus manos sobre la pequeña espalda opuesta levantandola ligeramente del colchon, aferrandose al cuerpo de este con fuerza mientras aun le seguia embistiendo sin piedad alguna, la cama donde se encontraban comenzaba a temblar amenazando con partirse por la mitad por los violentos movimientos proporcionados por el destructor.

— ¡Agr...!

Jadeaba con sobre esfuerzo, su espalda se arqueo y los dedos de sus pies hacian presion con el colchón, impulsando su cuerpo de arriba hacia abajo, su mienbro estaba lubricando demasiado liquido preseminal dentro de las paredes rectales de su amante, escurriendo este mismo flujo por fuera de la ya muy sensible entrada.

— ¡AH...! ¡AH! ¡B-Bills...! ~

Su aguda y chillona voz retumbaba en los timpanos del destructor, dejandole en un momento casi sordo por la fuerza de estos mismos, cosa que no le molestaba en lo absoluto, el silencio habia reinado en la habitación vecina, lo sabia, el saiyajin habia bajado su ki drasticamente, era lo que percibia la deidad, lo cual le hizo sonreir con cierta satisfacción y malicia, con sus ojos desviados hacia el lado de aquella pared, volvio a fijar sus pupilas en quien tenia enfrente, notando su enrojecido rostro, podructo de la intensa estimulacion que estaba recibiendo, su mienbro erecto miembro hacia bastante friccion con el adbomen del destructor, lo cual le provocaria un fuerte orgasmo, habiendo eyaculado sobre la area antes mencionada, manchadole con su propia esperma.

— ¡AH!

Fue un muy sonoro chillido, proveniente de los labios del más chico, con los parpados cerrados con fuerza y su boca abierta a más no poder, habia culminado finalmente. Seguido de eso, a los pocos segundos su compañero arqueo aun más su espalda de golpe repentino, eyaculando dentro de la cavidad anal ajena, llenando cada rincon de las palpitantes parades rectales de este con su abundante y calido esperma, el cual lograba escabullirce por fuera de esta misma entrada, bajando largos hilos de este blanco liquido por los gluteos del más bajo, manchando las sabanas a su vez.El destructor dejo caer su peso por un lado de su pareja, exhausto pero satisfecho, pasaron a abrazarse de manera cariñosa, mientras retomaban el control de sus respiraciónes y sus cuerpos entraban en un estado de relajación.

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El saiyajin de más altura se habia detenido abruptamente de su acto lo cual dejo en cierta forma confundido a su compañero, su pelo se torno gris al igual que la iris de sus ojos tomaron ese mismo color, el aura que este desprendia era pesado pero le hacia sentir un cosquilleo interno y placentero al orgulloso saiyajin por todo su cuerpo, haciendole estremecer sin siquiera ser penetrado nuevamente. Ahora retomaria la accion de embestirle en una forma bastante diferente que jamas habia provado, sus brazos flexionados y apoyados sobre el colchon se hundian cada vez más sobre este mismo, su pelvis tomo impulso hacia atras para impactar su cadera sobre los gluteos opuestos, habiendo tomado primeramente al más bajo de una de sus piernas por la zona de atras de la rodilla, levantandola, pudo adentrarse mejor, de una manera más profunda, su glande tocaba la nuez de este repetidas veces a una velocidad extrema, dando el efecto de que su miembro habia desaparecido, pero en realidad le estaba embistiendo con una furia mayor a la que tendria un destructor.

— ¡AH! ¡AH! ¡AH! ¡AH!

Los gemidos eran continuos, pero emitidos con dificultad, su respiracion estaba descontrolada y su corazón a mil, la estimulación recibida le hacia tocar el cielo de 6 maneras diferentes, siendo algo dificil para procesar por su mente, lo primordial en sus pensamientos era mantenerse aún respirando pero otra parte de su propia mente deseaba dejarse llevar plenamente por lo que estaba ahora recibiendo. Sus dedos se habia enterrado tanto en la piel ajena, ya bastante enrojecida y llena de rasguños esta misma, pequeños hilos de sangre comenzaban a salir de dicha area.

— ¡Goku! ¡Ah.....! ~

El nombre que por años se negaba ha pronunciar se le habia escapado justo al momento de su propio orgasmo, una gloriosa y placentera sensación al descargar toda aquella excitante tension que ardia por dentro y fuera de su cuerpo, manchando el adbomen del más grande con varios hilos de su calido semen. Sus paredes rectales palpitaban intensamente comprimiendo el miembro de su dominante ahora le tocaria a este mismo alcanzar el climax en una aun más potente eyaculación, su esperma habia sido expulsado en un blanco hilo grueso fuera de su enrojecido glande, recorriendo este mismo las paredes rectales de su pareja, siendo este mismo derramado hacia afuera al momento que retiro su aun erecto miembro. Ahora las manos del orgulloso principe se relajaron pasando a acariciar los cabellos negros y alborotados de quien tanto le habia hecho gozar.

— Te amo Vegeta...

Fueron las primeras palabras emitidas de Goku despues del acto, cerro sus ojos y le deposito un dulce y corto beso en los labios, dejando su peso a un lado de este, aun así le abrazo con uno de sus brazos, mientras este mismo se acurrucaba bajo la extremidad opuesta. Sus sonrisas fueron compartidas instantaneamente.

— Yo... también te amo...

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Las deidades seguian unidas en aquel afectuoso abrazo de pareja, con los ojos cerrados dispuestos a pasar a la fase del sueño cuando el grito del intenso orgasmo del orgulloso saiyajin, les sobresalto, abriendo ambos sus parpados a la misma vez con extremo asombro, por aquel sonido que logro traspasar con facilidad las paredes y que hasta jurarian que fue audible al rededor de todo el planeta.Habian salido de su habitación, quedandose parados debajo del marco de la puerta, el Kaio habia tomado del brazo derecho a su pareja recargando su cabeza en esta misma extremidad cerrando sus ojos y suspirando con cariño. Enfrente de sus presencias por el pasillo pasaron en una caminata tranquila los dos Saiyajines, Vegeta con solo la playera naranja de su pareja puesta la cual le llegaba casi hasta la rodilla, el más grande le abrazaba de la cintura, ya con varios pasos avanzados, alejados de las dos deidades Goku giro su rostro mirando al destructor para luego sonreirle con malicia y mostrandole la lengua, este acto hizo que quien lo recibia frunciera el entrecejo para luego verle con una disimulada y falsa indiferencia.

— Bills, ¿Qué significa ese gesto?

Pregunto con cierta ingenuidad alzando su cuello para visualizar al más alto.

— Significa que debo aprender a dominar el ultra instinto completo.

— ¿Va-vas a entrenar?

Su cuestión carecia de toda maldad, como su mirada misma.

— Por supuesto... es más ¿porqué no me ayudas?

Replico con bastante malicia esto ultimo, dando unos cuantos pasos hacia atras, volvieron a la habitación cerrando la puerta detras suyo. Sus voces ahora se escuchaban por fuera en el pasillo.

— He... he... dijiste que ibas a entre...

— Precisamente eso.

— ¿Ha...? ~ esta bien... ~

Notas del autor:

Lo había escrito desde hace tiempo pero no me acorde de subirlo hasta ahora. jijijiji 

Tiene el estilo como de 'rol' porque últimamente he estado muy metido en el roleplayer. XD