-Narrador Omnisciente-

Un sudor frío recorrió el cuerpo de la azabache, al mismo que tragaba en seco por tan inesperada confesión.

— N-No hace falta, que finjas más. Marinette. —Pronunció la peli café en el suelo.

Sus miradas no se apartaban una de la otra, mientras que a lo lejos los gritos se hacían presentes por parte de civiles atemorizados.

— Miss... Bustier... y-yo... —Ladybug no sabía pronunciar palabra. Los nervios la comían viva.

— Ya hablaremos después, lamento ponerte incómoda antes de la batalla —Habló.—. Ve a salvar a París.

Respiró profundo, analizando las palabras dichas por su maestra de clases. Sonrió agradecida.

— Sí, señorita. —Finalizó emprendiendo su marcha por los cielos gracias al yo-yo.

Una pequeña risa abandonó los labios de la mencionada, optando por esperar a la heroína de París en el techo de la escuela, recordando lo que la llevó al ahora.

Flash back.

Las clases habían terminado. Nino y Adrien tomaron sus cosas, para poder retirarse a lo que son sus vidas fuera de el Instituto. Seguidos por una acosadora de cabellos oscuros y su mejor amiga tecnológica.

— Marinette, aún no te vayas. —Detuvo la ojos miel.

La mencionada detuvo su andar, siendo observada por los tres anteriores. Alya encogió de hombros, Nino fue tras ella, Adrien se despidió con un abrazo rápido, mientras que Chloé buscaba hacerla sentir mal con sus palabras.

Al final, el salón quedó en completo vacío, a excepción de las dos féminas.

— ¿Sucede algo, Miss Bustier? —Cuestionó la detenida acercándose al escritorio de la mayor.

— No, es solo que, ¿no has tenido problemas con la alumna Bourgeois?

— Es algo fastidiosa —Rió.—, pero todo bien.

— Estás llegando muy tarde a clases, eso es típico de ti, sin embargo, tus desapariciones en horas de clase son preocupantes.

— ¿Pr-Preocupan-tes? ¿A qué se refiere? —Sonrió nerviosa.

— ¿Tus padres ya hablaron contigo, verdad? Normalmente no estás en clases de Educación Física o-

— ¡Sí! Ya me lo dijeron hace mucho, no hay de que estar pendiente. Es que, yo- voy al... ¡al baño! Y... me... ¿duermo ahí? —Interrumpió con una excusa que ni ella se creyó.

— Dormir —Pronunció.—. De acuerdo, pero-

El choque de una viscosidad colorida en las ventanas al exterior alarmó a las mujeres. Seguido de un rugido, el cual Marinette identificó a la perfección.

— Mylène —Susurró. Bustier volteó a verla, sin entender.— ¡Miss Bustier! D-Debo irme, mis papás estarán muy preocupados, ya sabe cómo son. —Mintió.

— ¡Espera!

La ojos cielo ya había abandonado el aula. Corrió tras ella, queriendo alcanzarla, lo cual fue en vano.
Salió de el colegio, Horrificadora hacía de las suyas de nuevo, junto a ChatNoir. Tomó a Max, Kim, Sabrina con la mano derecha, a Chloé, Rose, Aurora con la izquierda, y a Nathaniel e Nino con la cola, llevándolos dentro. Bustier se escondió tras la enorme puerta, observando como sus alumnos pedían ayuda. Y tras aquel monstruo, él felino cerraba el lugar, descubriéndola.

— Miren lo que trajo el gato —Rió.—. A mi compañera le servirá tu miedo. —Dijo al mismo que acercaba su brazo.

— ¡Ni lo intentes! —Gritó Ladybug golpeando su mano con el yo-yo.

—Él se acarició, dolorido.— Que oportuna, pequeño insecto.

— "Dónde el mal esté, el bien aparecerá para eliminarlo."

— Ahg, que cursi y empalagoso. —Rodó los ojos.

Raudo, la ojos cielo cargo en su espalda a la peli café, elevándose con su yo-yo. ChatNoir incrementó su báculo, evitando que ésta saliese por el techo, y la maestra se separe de su espalda.

— ¡Ladybug! —Gritó Bustier, cayendo.

La mencionada pasó la cuerda por una viga, acto seguido amarrarla de la cintura y quedase colgando. Él ojos esmeralda sonrió, comenzando una pelea cuerpo a cuerpo, aprovechando lo sucedido.
En un descuido, soltó la cuerda, la fémina gritó por la impresión, recibiendo el golpe en todo su cuerpo.

Alguien reprobará la materia.

— Eso dolió. —Se quejó. Levantó la vista, Ladybug corría en su dirección.

— ¡Vámonos! —Exclamó.

Copiando la acción anterior, con diferencia de que ésta vez lograron abandonar el lugar. Horrificadora queriendo detenerlas, escupió tras ellas, sin ningún éxito. El techo quedo completamente cubierto, secándose al instante.

— Bien hecho -Bufo sarcástico.—. Ahora hay que esperar.

La Akumatizada lo observó molesta, intentando darle un susto. Él rió.

— Ve y asusta tu reflejo, que de seguro así llegas a ser un titán. —Habló burlón.

Retirándose, siendo fulminado por la colorida. Una idea cruzó por su mente. Sonrió.
ChatNoir caminó con cierto toque creído, saltando al instante al sentir el típico reflejo de un felino. Su compañera lo atacó con la cola, queriendo golpearlo.

— ¡¿Qué te pasa?! —Cuestionó molesto.

Como respuesta, ya en el aire, no le dio tiempo de escapar, pues le escupió aquella viscosidad difícil de quitar.

— Ah mierda —Maldijo.-  ¡Oye, quítame esto!

Le dedicó una sonrisa victoriosa, desapareciendo de su campo de visión. Bufó. Al mismo que forcejeaba por safarse.

(...)

Por el Tragaluz frente al Instituto, Ladybug colgaba observando la situación, sujetando a una Miss Bustier que la tenía hasta las uñas.

— Será mejor bajarla. —Recomendó la heroína descendiendo con lentitud.

— ¡No, espera! —Exigió. Llamando su atención.— Quisiera hablar contigo. En un lugar lejos de la multitud.

— ¿Ahora? Pero-

— Por favor, es importante. —Rogó.

La china-francesa no tuvo más remedio que atender a la civil. Subiendo al techo, la posó a salvo sentada, debido a el golpe anterior, no podía mover un dedo sin tener que quejarse.
La miró a los ojos, esperando algún movimiento, mientras que ella desviaba la mirada, pensando en como le confesaría sus sospechas.
Marinette comenzaba a ponerse nerviosa, al mismo que el ambiente se tornaba tenso.

— ¿Y qué es lo que me quiere decir? —Habló rompiendo el hielo.

—Abrió la boca, comenzando a hablar.— H-He tenido... pesadillas —Explicó. Su contraria la veía atenta.—. Y en ellas... aparecías tú, Ladybug. O... Marinette.

Las pupilas de la Dupain-Cheng se dilataron por la impresión, tartamudeando a la vez.

— ¿M-Marinette, Y-Yo?- Está e-equivocada. —Negó.

Fin del Flash back.

Tarareó una canción, mientras esperaba paciente a su alumna. De fondo se escuchaba la batalla, y uno que otro grito.
Minutos después, ChatNoir salió por la puerta, alejándose de el lugar. Mientras que la capa bajo Miss Bustier desaparecía.

— ¡No otra vez! —Gritó horrorizada.

Afortunadamente, Ladybug la atrapó en brazos, Mylène ya no era Horrificadora, los jóvenes se ayudaban unos a otros a salir de los cascarones. Y la heroína le sonreía apenada. Sus aretes parpadearon, quedaban cuatro minutos.

— Es hora de irnos. —Anunció.

Asintió. Alejándose de el colegio.
Entró en la parada de el metro. Para después salir por la otra salida con sus ropas de civil.

— ¿Le invito algo en la panadería? Para poder hablar. —Tartamudeó la menor.

— Me encantaría, gracias.

El silencio incómodo las volvía a acompañar en el transcurso a la panadería de los padres de la azabache.

«¿Le llegará a decir a alguien más?»

Pensaba la portadora de los pendientes con inseguridad. Al mismo que deseaba saber el cómo su identidad se le salió de las manos ¿Se nota tanto las similitudes en lo físico?

— Marinette, hola cariño. —Saludó Sabine una vez las féminas ingresasen al lugar.

— Hola mamá. —«¿Cuando llegué tan rápido?»

— ¡Oh señorita, Bustier! ¿Qué se le ofrece? —Preguntó. La mencionada saludó.

— He venido a platicar con su hija.

— ¿Pasa algo con Marinette? —Apareció el Sr. Dupain.

«¿Por qué tiene que pasar algo para hablar con alguien?»

— No. Solo quería...darle algunos apuntes de mi materia. —Respondió rápido. Ahogando la pregunta anterior.

— ¿Volvió a desaparecer en clases?

— ¡No! —Exclamó la peli azul oscuro. Llamando la atención.

— Es que, M-Marinette es tan buen alumna y la representante de el grupo, y... queremos dar ideas de como arreglar el salón. —Mintió. Mientras la mencionada asentía nerviosa.

— Si ese es el caso. Siéntese por favor. Enseguida le traigo un aperitivo. —Sonrió la Cheng yendo a la cocina con su esposo.

— ¿Tus padres siempre son así? —Se sentó.

— Sí, quieren rellenar como piñata a cualquiera. —Rió. Seguida por la adulta.

— ¿Ya quieres hablar de ello? —Cuestionó. La sonrisa desapareció de su rostro.

— ¿Cómo lo ha descubierto? —Asintió sin verla a los ojos.

— Hace seis días comencé a tener pesadillas. Y en ellas, tu te transformabas en Ladybug.

— ¿Hace seis días? —Pensó.— ¡Claro! Usted fue Akumatizada.

— Akuma- ¿qué?

— Ha sido poseída por un Akuma de HawkMonth. Es sorprendente que lo recuerde.

— Entonces, la de el gís enorme, ¿soy yo? —Exclamó con horror.

— Miss Nightmare se hizo llamar. Es normal no recordar nada después de ser Akumatizado ¿Pero revivirlo en sueños? Tendré que pensarlo.

— Aquí tienen —Interrumpió la madre posando frente a ellas una bandeja con galletas y dos tazas de té.—. Disfrútenlo.

— ¿Tus padres lo saben? —Cuestionó una vez la Cheng se alejara.

— No. En teoría, nadie lo sabe. A excepción de usted.

— Te prometo que no diré nada. —Sonrió comprensible.

— Gracias Miss Bustier. Y lamento la caída. —Se rascó la nuca, nerviosa.

— No ha sido nada, el dolor ya se pasó. Además, es un gusto conocerte, Ladybug. —Susurró al mismo que le guiñaba.

Marinette rió. Sabiendo que su secreto estaría a salvo.

Por ahora.