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7. Del cómo el tipo misterioso me salvó.
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A R I A
No había ningún razonamiento que pudiera entender, pero el hecho de que algún tipo deambulaba por nuestra escuela, probablemente sin permiso, se volvió menos importante cuando se levantó del banco y mostró sus hermosas facciones. Fue uno de esos momentos en el que el único pensamiento que circulaba por mi mente era que soy una bastarda afortunada. Y estaba más que segura de que esas chicas que antes me acosaban estaban pensando de manera similar, si sus ojos depredadores y sus risitas peladas eran algo por lo que pasar.
Bueno, realmente no podía culparlas, porque ese tipo ciertamente tenía hombros anchos increíblemente atractivos. Probablemente debido a sus jeans negros, sus piernas parecían más largas y musculosas de lo que eran. Se había puesto una sencilla camiseta blanca debajo de una elegante chaqueta de cuero, con las mangas sueltas en los codos. Incluso en esos colores monocromáticos y aburridos, logró parecer un modelo. Entretenida con ese pensamiento, inspeccione su rostro claramente para buscar imperfecciones y, en consecuencia, me perdí en su rostro cincelado y estructurado.
Y cuando pensé que no podía verlo mejor, se enderezó el pelo desordenado y se puso un par de gafas de sol.
Seguro que sabía cómo hacer que las chicas se desmayaran.
- Hola señoritas – se acercó a nuestra conmoción y sus labios se curvaron en una adorable sonrisa, sin dejar rastro de la molesta mueca que había usado cuando se acababa de despertar.
Después de escuchar su tono juguetón, mi corazón saltó contra mis costillas. Me quedé allí sin responder con los ojos pegados al extraño. Era mucho más alto que Walter y probablemente más o menos de nuestra edad, tal vez uno o dos años mayor. Por el rabillo del ojos, vi a la chica de la cafetería y a sus amigas luciendo con las mejillas encendidas y las bocas abiertas.
Ahuequé mis manos alrededor de mi cara, comprobando si me estaba sonrojando como ellas. Desafortunadamente, parecía que mis mejillas también ardían. ¿Qué estaba pasando? Es decir, ni siquiera conocía a este tipo, y ahora estaba parada en ridículo, sonrojándome como una colegiala en su primera cita. ¿Estaba tan privada de novios que actuaría aturdida incluso por un extraño que, de ninguna manera, estaba coqueteando? ¿Todavía estaría babeando detrás de cada chico decentemente guapo, incluso cuando tuviera treinta?
- H-hola – la voz de la chica de la cafetería se volvió alegre y excesivamente azucarada, algo que me sacó de mi estupor.
No pensaba que alguna vez llegaría a este punto, pero estaba agradecida de que le dijera algo a él, en lugar de mirarlo inexpresivamente como yo. O más bien, estaba contenta de que hubiera distraído al misterioso chico, porque había comenzado a observarme con curiosidad que rivalizaba con la mía mientras miraba hacia atrás. Cuando ella habló, sus ojos se desviaron de mí hacia ella.
- Disculpa pero... - su voz era delicada y suave, nada como el tono feroz que había escuchado mientras me gritaba. - ¿Quién eres?
- Ah, perdón – la interrumpió sin ningún rastro de disculpa y metió las manos en los bolsillos de su jean. – Parece que interrumpí tu pequeña conversación – el tipo inclinó la cabeza y aunque llevaba gafas de sol, fácilmente podría decir que estaba examinando a la chica de la cafetería. - ¿O más bien tu acoso hacia ella?
La chica de la cafetería estaba un poco desconcertada por su repentina declaración. O tal vez con el hecho de que no permitió que terminara su propia sentencia.
- ¡N-no es así! – la chica tropezó con sus palabras de nuevo.
¿Qué pasó con toda esa confianza que tuvo cuando me estaba hablando? Miré hacia atrás al chico, su pequeña sonrisa retorció sus labios atrapando mi atención. ¿Alguien me estaba defendiendo por una vez? La chica cambió su peso de un pie a otro, tratando desesperadamente de encontrar una excusa para la situación.
- Estábamos...
- Pero sabes... - sus palabras fueron cortadas una vez más por el chico, y no pude parar de reír después de ver su expresión de sorpresa.
Ella me lanzó una mirada mortal, pero algo tan superficial no me podría intimidar y disfruté el momento. Ese tipo era simplemente brillante, y definitivamente me había alegrado el día. Se inclinó hacia la chica de la cafetería y le dio unas palmaditas en el hombro con tono de reproche.
- Si vas a acosar a alguien, la parte de atrás del instituto es el último lugar al que debes ir, es muy obvio – se metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y sacó una pequeña piruleta. Entonces se lo entregó a la chica de la cafetería con una sonrisa brillante. – Ahora sé una estudiante modelo y ve a casa.
Oh Dios, ¿esto era una cámara oculta? Porque desde el momento en que le entregó la piruleta no podía creer que este tipo estaba siendo completamente serio. Y la chica de la cafetería tampoco sabía qué pensar de la situación. Ella lo miró con clara incredulidad y conmoción, pero ese tipo simplemente le puso la mano en la espalda, la condujo con fuerza hacia la puerta y mantuvo la puerta abierta para que sus lacayas la siguieran.
Una vez que todas se fueron, cerró la puerta y se sacudió las manos. Parpadeé rápidamente, tratando de descubrir qué estaba pasando y quién era ese tipo (y con más urgencia, por qué iba a ayudarme), pero antes de que pudiera formular mis preguntas, se volvió hacia mí con expectación. Me quedé sin aliento cuando el tipo misterioso se acercó unos pasos y se quitó las gafas.
- Um, hola... - murmuré después de darme cuenta de que estaba esperando que hablara (pero mis pensamientos todavía estaban revueltos, por lo que no salió nada exhaustivo).
Miró su reloj y luego fijó sus ojos en mí, haciendo que mi corazón se contrajera un poco cuando vi su cara de cerca. Como dije, hoy había sido una bastarda afortunada.
Se revolvió el pelo con un poco de frustración después de comprobar el tiempo de nuevo. – Voy a matarlo por hacerlo una vez más.
Parpadeé un par de veces, sin entender realmente de qué estaba hablando. Ignoré el hecho de que estaba murmurando entre dientes para sí mismo. Pero luego se detuvo, como si acabara de recordar algo importante.
Me miró. - ¿Estabais hablando de Walter? – pude escuchar la esperanza en su voz. - ¿Walter Clark? – enfatizó cada sílaba.
- ¿S-si? – mi respuesta sonó más como una pregunta.
De repente me sentí nerviosa al escuchar ese nombre. Cuando se trataba de Walter, solo había problemas, así que tan pronto como este tipo misterioso dijo su nombre, mi cuerpo naturalmente se tensó. Tal vez Walter lo envió para acecharme y ver si había mantenido nuestra promesa.
- ¿Entonces lo conoces? – ahora sonaba más persistente. - ¿De qué hablaban? – dijo, señalando por donde se habían marchado las chicas.
Tragué saliva, vacilando sobre si debía decirle o no la verdad. Pero, ¿y si de verdad fue enviado por Walter? ¿Quién sabía lo que me haría si mentía?
- Ellas... - dudé por un segundo, pero su intensa mirada me obligó a hablar de nuevo. Suspiré con resignación. – Me estaban obligando a romper con él.
Después de escuchar mi confesión, el tipo misterioso se volvió mortalmente silencioso. Se paró frente a mí, contemplando visiblemente mis palabras, y para ser sincera, sus cejas tensas y su nariz arrugada parecían extrañamente perdidas en su rostro, por lo que había visto, normalmente confiado. En otra circunstancia, me habría reído al ver esa expresión facial, pero su conexión desconocida con Walter cambió de humor la situación. Solo quería que dijera algo y rompiera el incómodo silencio entre nosotros.
- Por lo que estás diciendo... - se aclaró la garganta, procesando lo que acababa de decir. - ¿Eres la novia de Walter?
Cada una de sus palabras fue dicha con prudencia, como si temiera ser malentendido. Su precaución de alguna manera encendió la irritación en mí. ¿Acaso yo estaba por debajo de Walter? ¿Por qué todos estaban tan sorprendidos?
- ¿Walter te pidió que salieras con él? – preguntó para confirmar sus pensamientos.
Asentí rápidamente. Y tan pronto como afirmé mi relación con él, se dobló y comenzó a reírse de forma poco atractiva, recordándome a una hiena que sale en los dibujos animados.
- ¿Qué es tan gracioso? – no traté de ocultar mi irritación.
¿Era extraño que hace unos minutos estuviese lista para casarme con este tipo, y ahora me daban ganas de darle una paliza?
Era hermoso y me había defendido, pero no tenía buenas cualidades. ¿Acaso no sabía que reírse delante de las personas –más bien en mi cara- era grosero?
- Oh, lo siento – jadeó entre otra carcajada. – Pero fue la mejor broma que escuché.
Se las arregló para enderezarse, y secándose las lágrimas de los ojos, me miró, alternando entre morderse el labio y masticar la mejilla para evitar reírse de nuevo. Lo cual funcionó bastante mal, porque cuando se encontró con mi seria mirada de nuevo, sus labios involuntariamente se enroscaron en una sonrisa, y bueno, dieron rienda suelta a una risa.
Gruñí de frustración cuando su risa sonó en mis oídos por enésima vez. Alejarme sería la mejor opción, pero tenía demasiada curiosidad por qué se reía del hecho de que yo era la novia de Walter. Además, necesitaba descubrir quién era, solo para saber a quién debería evitar en el futuro.
- Te voy a dar un minuto para que te calmes y me expliques qué es tan gracioso – amenacé, cruzando los brazos. Para mi sorpresa, dejó de reírse, pero aún tenía una gran sonrisa en la cara. Por mucho que no quisiera admitirlo, se veía increíblemente dulce y lindo con esa sonrisa. Y su encanto natural solo satisfacía mi enojo. - ¿Y? – levanté una ceja, esperando su respuesta.
- Eres una mentirosa convincente – me palmeó el hombro antes de tomar una respiración profunda.
- ¿Qué? – mi voz claramente se alzó con incredulidad.
Por primera vez en mi vida había sido honesta, ¿y que obtuve? Una burla. ¿Quién se creía que era?
- ¡No he mentido!
- Es imposible que seas la novia de Walter – dijo lentamente como si estuviera explicando un hecho obvio a un niño.
- ¿Por qué? – no podía dejar de preguntar.
Me miró por un segundo solo para suspirar pesadamente.
- Porque Walter odia a las chicas.
Bueno, eso era ciertamente sorprendente. Sobre todo cuando le vi besándose con una chica (bueno, mujer) como si nada. ¿Si tanto odiaba a las mujeres porque entonces iba a besarse con una? ¿Cómo debía interpretar eso? Gay no era eso seguro.
Espera.
¿Y si era una fachada?
Eso explicaría por qué me necesitaba para fingir ser su novia.
¿No?
No, claro que no. Si es gay, ¿qué necesidad tiene de besarse con una profesora? ¿Iba a estropear su reputación así como así? Además, le bastaba cualquier chica. Esa opción no podía ser viable en absoluto.
Entrecerré los ojos mientras miraba al tipo.
- ¿Y cómo sabes eso? - incliné la cabeza. - ¿Cómo sabes de la aversión de Walter hacia las mujeres?
- No dije que no le gusten – dio marcha atrás. – Dije que las odia.
Su corrección provocó un giro en mis ojos, porque, en realidad, no había mucha diferencia entre odio y aversión.
- Las trata como basura, juega con ellas y las abandona después de una noche, sin importar cuán hermosas o bonitas sean.
Apreté los dientes con ira. Lo que dijo coincidía con el Walter que conocía y odiaba, y ya había descubierto su falta de respeto hacia las mujeres por la forma en la que me trató en los últimos días.
- Bastardo... - maldije por lo bajo, pero el tipo parado a mi lado lo escuchó.
Se rió en silencio.
- Si... - pasó una mano por su pelo. – He creado a un monstruo.
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¡Lo siento, lo siento! Sé que me he tardado mucho en subir... me siento fatal. Pero entiendan que entre semana estoy casi sin tiempo por las clases, créanme cuando les digo que lo que más me gustaría sería subirles capítulo todos los días, pero no es posible... Cuando no subo capítulo no piensen que lo hago a propósito o algo así, realmente si no subo es porque no puedo.
De todas formas, les confesaré que mañana también voy a subir capítulo (no quiero adelantarme por si acaso), pero espero poder tener tiempo para subir capítulo, de recompensa por el anterior sábado que no subí. Así que hoy subo el capítulo que tendría que haber subido la semana pasada, y mañana subo el capítulo que toca xD.
Hay mucha gente que me ha estado preguntando si está basado en un anime y sí, está basado en un anime. Tiene muchos parecidos, pero yo lo haré diferente, así que tampoco se me vayan asustando (hay incluso gente que me ha dicho que cambie la trama de la historia) y... no voy a hacerlo xD, si no les gusta no la lean, yo no obligo a que lean mis historias, ustedes son libres de leer lo que deseen, pero no voy a cambiar nada porque alguien me lo diga...
En fin, ¿qué piensan del capítulo? ¿Qué opinan hasta el momento? ¿Quién creen que será ese tipo? ¿Y por qué Walter odiará a las mujeres? ...
Todo eso y mucho más próximamente en "El Playboy tiene un secreto." xD
Disfruten con la lectura <3
Cheeky Love, xx
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