nine
capítulo dedicado a arlynlira ❤
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9. Sólo deseo ser invisible
No era alta, era de mediana altura. Mis brazos tenían grasa en vez de músculos, y lo mismo sucedía con mis piernas. Nunca había sido una persona atlética, así que me pregunto qué sucedería si otro chico trataba de forzarme de nuevo.
Nunca había pensado que estaría en una situación como esta, ya que la mayoría de la gente me había dejado sola, pero gracias al beso, estaba en esta situación muchas veces. Y cada vez que un chico usaba su fuerza contra mí, me dejaba totalmente sin defensa. Al pensar en Eric, sentí los nervios agolparme mientras cerraba la puerta del casillero.
La clase pronto iba a comenzar, pero había ido a mi casillero para coger el libro que necesitaba. Y mientras estaba allí, me permití pensar en ayer. En realidad, hoy de momento aún no había sucedido nada, pero aún así no podía evitar preocuparme. Sobre todo después de descubrir lo indefensa que estaba en esta situación. Si Malcolm no hubiese aparecido, me preguntaba qué podría haber pasado.
Malcolm.
Algo en mi corazón se agitó, y eso me molestó. Eché la cabeza hacia atrás para relajarme un poco. Se estaba convirtiendo en un problema que no podía controlar. Y si tuviera que ser completamente sincera, estaba aterrada.
Al darme cuenta de que tenía cinco minutos para entrar en clase, decidí ir al baño para calmarme. Tenía inglés y Malcolm estaría allí, no podía entrar con mis mejillas tan rojas. Si lo hiciera él seguramente se daría cuenta de que era debido a él, me moriría de la humillación.
Caminé rápidamente, fui al baño y me fui directa hacia el espejo. No había nadie alrededor, para mi suerte, por lo que me quedé frente al espejo, mirándome.
Mis mejillas regordetas estaban teñidas de un color rojo y mis ojos chocolate estaban muy abiertos. Mi pelo castaño y largo colgaba alrededor de mis hombros, suspiré mientras me colocaba un par de cabellos rebeldes. Me odiaba a mí misma por preocuparme por cómo me veía de repente, pero no pude evitarlo. Se había convertido en un mal hábito en el último año.
De repente, la puerta del baño se abrió. Desde el reflejo en el espejo, vi a tres chicas demasiado guapas entrar. En las películas serían tus típicas chicas malas estereotipadas, populares, pero en mi escuela, eran sólo algunas chicas de mi curso. Al menos, pensaba que se sería el caso.
-¿Eres Daisy? –preguntó una de las chicas, se habían acercado hacia donde estaba.
La rubia que habló era Luisa, la pequeñaja de pelo corto era Amy, y la morena alta era Ashley.
Me di la vuelta para hacer frente a las tres chicas y vi que las tres me estaban sonriendo. Las miré intensamente, entonces me di cuenta de sus falsas sonrisas, así que crucé los brazos sobre el pecho, preguntándome hacia dónde querían llegar. Estaba extrañamente agradecida de que fuesen tres chicas las que estaban frente a mí, porque sabía que no tendría suficientes fuerzas si eran chicos.
-Sí –dije finalmente, endureciendo los ojos hacia Luisa cuando ella sonrió.
-Lindo nombre –dio un paso hacia adelante, colocando una mano en su cadera.- Para una puta, quiero decir.
Rodé los ojos, cansada de las personas que solamente sabían llamarme eso o perra. Actualmente era usado a la ligera por toda la sociedad, y lo odiaba.
-¿Qué deseas? –pregunté rotundamente.
-¿Por qué estás guardando el beso? –preguntó Amy, frunciendo el ceño.
-Sí –dijo Ashley.- ¿Por qué estás arruinando el juego?
-Aquí es una tradición. Significa mucho para nosotros –escupió Luisa.- No sé por qué tienes que joderlo.
Me encogí de hombros, cansada de hablar con estas chicas. Tenían un aura de juzgar a todo el mundo y no me gustaba, por no decir que también tenía una mala sensación de que eran dramáticas con respecto a todo.
-Contesta –dijo Luisa de manera brusca, molesta.- Al menos dame una razón.
-La razón es tan simple como esto –dije, sonriendo con dulzura.- El juego es estúpido. Todos están un poco demasiado obsesionados con él. Estoy haciendo un favor a esta escuela al mantener el beso.
Sus ojos se abrieron y yo simplemente sonreí, lo que les llevó a estrecharme los ojos. Me di cuenta de que parecían como ofendidas y supe que tenía que salir pronto de allí.
-El juego es... es divertido –dijo Luisa, dando un paso hacia adelante con una mirada de fastidio.- Eres una asesina de estados de ánimo. No es extraño que todo el mundo te odie.
-Hmm –incliné mi cabeza hacia un lado y le hice un puchero.- ¿Estás molesta por el hecho de que ningún chico puede besarte porque no tienes el beso?
Su boca se abrió y los ojos de Amy y Ashley se abrieron con horror. Sabiendo que podría haber ido demasiado lejos, intenté salir de allí, pero de repente Luisa me agarró del brazo. Me empujó con fuerza y choqué contra la pared. Abrí los ojos cuando sentí la fría pared sobre mi espalda y antes de poder reaccionar, fui arrinconada por las tres chicas.
Los tres pares de ojos me miraban con odio y sus manos estaban cerradas en puños. Moví los ojos a mi alrededor, con la esperanza de encontrar un escape, pero no parecía haber ninguno. Tragué saliva, dándome cuenta de que me había pasado.
-¿Qué es lo que has dicho? –exclamó Luisa.- No te atrevas a hablarme así. Nadie tan fea como tú tiene el derecho a hablarme de esa forma.
Las otras dos chicas asintieron con aprobación y oí el timbre. La clase había comenzado y con mi corazón acelerado, supe que estaba en graves problemas. Esto no podía estar sucediendo ahora.
-Mira –empecé.- Yo...
-¡Cierra la boca! –me interrumpió Luisa.- Si no vas a pasar el beso, supongo que tendré que hacer que alguien te lo quite.
Abrí los ojos con horror cuando su mano voló hacia mí. Hice una mueca y me sorprendí cuando su mano se dirigió a la parte delantera de mi cuello en V, agarrando el final de la V, y tirando de él hacia abajo. Dio un tirón tan fuerte que partió la camisa y me quedé sin aliento, mirando hacia abajo y viendo que la había roto lo suficiente como para dejar visible mi sostén de color rosa. Las chicas se rieron y humillada, traté de cubrirme con las manos.
-Ahora los chicos irán detrás de ti –chilló Luisa, riéndose.- Alguien definitivamente tiene que robarte el beso.
-Luisa, debes rasgar su ropa un poco más –dijo Amy, sonriendo maliciosamente.- Vamos a hacer que los chicos se vuelvan locos.
Luisa sonrió de la misma manera. –Buena idea.
Con temor traté de buscar una manera de escapar, pero no podía con las tres chicas bloqueando mi camino hacia la salida. Eso me dejó incapaz de hacer nada mientras trataba de acurrucarme en la esquina de la habitación, sabiendo que no podía hacer nada. Podía luchar, pero la violencia no era algo que me gustase. Por eso, con el miedo bombeando a través de mí y con mi cara roja de la vergüenza, sólo esperé que esto pasase rápido.
Amy apartó mis manos y me quedé completamente expuesta a ellas, y la mano de Luisa voló de nuevo hacia mí. Pero antes de que pudiera hacer nada, la puerta del baño se abrió y para mi total sorpresa, Malcolm apareció ante mi vista. Cuando vio la situación, sus ojos se agrandaron y luego se encendieron de ira mientras irrumpía hacia nosotras.
Todas las chicas se miraron, y se apartaron como si fuera un Dios. Para mi sorpresa, Malcolm sonrió, lo que llevó a enrojecer mis mejillas. Simplemente me quedé donde estaba, mirando la escena delante de mí.
-Señoritas –dijo con simpleza.- ¿Qué está pasando?
-Nada –dijo Luisa alegremente.- Sólo le enseñábamos a esta puta una lección.
-¿Enserio? –levantó una ceja.- ¿Puedo participar?
Abrí los ojos a medida que movían la cabeza vigorosamente. Él sonrió y dio un paso más cerca de Luisa, haciendo que ella parpadeara con una sonrisa. En el momento en el que lo hizo su sonrisa cayó y sus ojos se oscurecieron, capturándonos a todos nosotros con la guardia baja.
-Mira. Si veo a alguna de ustedes, chicas, hablar, tocar, o incluso mirar a Daisy, me aseguraré de que nunca hubierais deseado que el Juego del Beso hubiese existido –dijo, con la voz como el hielo.- Lo juro.
Las tres chicas lo miraron con horror y miré a Malcolm con sorpresa. Pero a diferencia de ayer, estuve agradecida. Por haberme salvado de la humillación completa y la posibilidad de ser forzada nuevamente.
-M-Malcolm –tartamudeó Luisa.- ¿Por qué la defiendes?
-¿Me has oído? –él frunció el ceño.- Juro que...
-¡Está bien! –su cara cayó.- Está bien. Vamos chicas.
Sin decir una palabra, todas las chicas se precipitaron a salir del baño. El miedo estaba escrito en sus rostros, y me sentí feliz. La visión me hizo sonreír, pero miré a Malcolm, quien estaba aturdido por todo. Un par de chicas básicamente me habían asaltado y me sentí humillada, allí de pie sin poder defenderme. Con lo que pasó, sabía que no podía seguir con esto. No con lo locos que estaban mis compañeros.
Malcolm me miró y luego apartó la mirada bruscamente, haciendo que me pusiera colorada cuando me di cuenta de que mi sujetador estaba en exhibición para todo el mundo. Abrazándome a mí misma, me pregunté qué hacer, pero luego Malcolm se quitó su chaqueta. Se acercó a mí y con los ojos aún evitándome, me la entregó. Lo miré, sorprendida.
-Toma –dijo suavemente, mirando a la pared.- Está bien.
Me sentía extraña de coger su chaqueta, a pesar de que no había otra opción. Así que me quedé donde estaba, mirándolo. Malcolm luego suspiró y me miró, con cara de tristeza. Suavemente entonces tomó mi mano y le permití que me ayudase a ponerme las mangas de la chaqueta. Tirando de mí hacia adelante, me ayudó a ponérmela.
A medida que subía la cremallera habló. – Nuestra escuela está bastante mal.
-Sí –estuve de acuerdo, feliz cuando él se apartó.
Mis mejillas estaban rojas de lo que había hecho y mirando hacia abajo, vi que la chaqueta me quedaba grande. La gente probablemente iba a saber que no era mía, pero no había nada que pudiera hacer. Y si tuviera que ser sincera, realmente no podía importarme menos lo que pensasen. Después de este incidente, me di cuenta de que el rumor de que llevaba puesta la chaqueta de un chico era insignificante.
-¿Cómo estás tan tranquila? –preguntó entonces, mirándome con esos ojos verdes y dulces que hacían que mi corazón volara.
-No lo sé –me encogí de hombros.- Es sólo porque soy así. Interiorizo todo.
Eso era cierto. A pesar de que estaba molesta, asustada y avergonzada, trataba de no pensar en ello. Sólo trataba de seguir adelante y pensar en el futuro.
-Eso no es bueno –dijo, de repente agarrándose a mi brazo.- Un día vas a estallar.
Estaba a punto de decirle algo, pero de repente, Malcolm me empujó hacia adelante. Choqué contra su pecho y sus brazos volaron a mi alrededor, me sentí cómoda al instante. Era extraño y no podía dejar de suspirar, sabiendo que necesitaba esto. Abrazándolo, lo decidí dejar salir.
-Tenias razón –dije, enterrando la cara en su pecho.- Me arrepiento de tener el beso.
-Nuestros compañeros son gilipollas –me acarició el pelo suavemente.- Pero no dejes que ganen. No cedas.
-No lo haré. Pero quiero darles algo con lo que esté... segura. Pero, tiene que ser un acuerdo, una especie de negociación.
Malcolm se quedó en silencio por un momento y yo sólo permití que el silencio tranquilo nos envolviera. Estar en sus brazos era extrañamente agradable, por lo que sólo cerré los ojos y dejé que el momento se filtrara. Era un momento raro y no podía dejar de saborearlo.
-Está bien. Siempre y cuando estés satisfecha, haz lo que creas mejor.
Y con esas palabras, los sentimientos de malestar desaparecieron.
Sabiendo que alguien me estaba apoyando, sentí que lo que haría mañana sería lo correcto.
Para todo el mundo. Y traería la paz a mi escuela.
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Weeeee, tengo frío, sueño, son las once de la noche y me muero de verdad congelada en la silla D: me quiero morir, pero estoy sufriendo por ustedes, tenganlo en cuenta :) Como prometí que iba a subir capi aqui tamosh, jesjes, con más aventuras con respecto a Daisy (como nop pos). ¿Cómo han estado? Espero que bien, yo más feliz que una perdiz porque nu tengo clase pos :))))))))))).
En fin, ¿ahora les cae mejor Malcolm? ¿O siguen desconfiando? Es tan mono *_* ojalá yo tuviera aunque sea un amiguito así, pero como que no los hay D: me siento re solita xD
¿A que creen que se refiere Daisy con esa negociación? ¿Beso al mejor postor? Yo solo dije que era una buena idea, eso de hacerse rica por dar un beso...
Weeeee, se viene el dramatismo, you know that.
¡gracias por sus lindos comentarios y votos! Me inspiran cada vez que os leo <3 y por eso les amo.
Es todo linduras, nos vemos en cuanto se me descongelen los miembros del body.
Cheeky Love, ☯
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