Capítulo 1
♡
Estaba sentada en la vereda viendo como el camión de mudanza dejaba todas nuestras pertenencias en la nueva casa. Mi mamá no quería que entrara aún para que pudiesen acomodar los muebles, así que no tenía nada más divertido que mirar la situación.
Recorrí toda la cuadra con la mirada. Las casas eran todas bonitas, se notaba que en este barrio las familias eran muy adineradas. En mi familia éramos sólo mi mamá— llamada Karen— y yo, mi papás se separaron cuando tenía unos 10 años de edad aproximadamente y desde entonces nunca más vi a mi papá ni vino a visitarme. Según Karen, él nos pasaba dinero todos los meses para cubrir mis gastos, aunque con lo que mi ella ganaba era más que suficiente.
Fijé mi mirada en la casa de mis nuevos vecinos. Era un poco más grande que la nuestra ya que seguramente eran más personas las que vivían allí. En el jardín delantero había un chico que parecía tener unos 17 o 18 años que estaba podando el césped sin camiseta. Era bastante sexy y se notaban los años de gimnasio que su cuerpo tenía. Era rubio, tenía ojos celestes y era bastante alto.
Su vista que posó en mi y al ver que yo me encontraba mirándolo embobada por su figura sonrió con arrogancia y me guiñó un ojo. Idiota. Quité mi vista de él.
—Alex, cariño— me llamó mi mamá, que estaba a unos metros— Ya puedes entrar si quieres. Tu habitación está designada, tus cosas están ahí.
Asentí con la cabeza y me levanté del suelo. Le di una ultima mirada al chico rubio pero éste estaba concentrado en su trabajo. Entré a casa. Era realmente grande para que sólo vivamos mi mamá y yo, pero era realmente hermosa, me fascinaba.
Subí las escaleras en busca de los cuartos. Cuando finalmente los hallé, entre a los tres que había hasta que vi que uno tenía mis cajas de mudanza y mis muebles.
Me acosté en la cama y a los segundos recibí un mensaje de Whatsapp. Era de Nicole— mi mejor amiga. Cuando vine aquí a Los Ángeles tuve que dejarla a ella en mi ciudad natal pero prometimos seguir en contacto.
Nicky: Aleeex, como estuvo el vuelo? llegaste?
Contesté tan rápido como pude.
Yo: Sii, recién acaban de terminar de acomodar los muebles. Apenas me fui y te extraño demasiado.
Nicky: También yo :( Pero dime, algún vecino guapo?
Yo: En realidad, sí. Pero sabes bien que no estoy interesada en tener nada con nadie.
Nicky: Lo sé y creo que deberías superar al idiota de Nathan de una vez por todas. No merece que sigas triste por él.
Yo: No estoy triste, simplemente sé que todos los hombres son iguales. Los únicos dos hombres que amé me traicionaron de la peor manera. Nathan y mi papá.
Nicky: Amiga, te entiendo, pero creo que es momento de dar un paso adelante y dejar atrás todo eso.
Bloqueé mi celular y los dejé a un lado. Nicole tenía razón, era momento de empezar una nueva etapa de mi vida. Nathan no valía la pena. Además de que nunca lo volvería a ver porque se mudó lejos.
Me levanté de mi cama y me miré en el espejo. La tintura rosa de mi cabello se estaba yendo, necesitaba un retoque. Era algo que me había hecho hace algunos veranos, pero sinceramente me había gustado bastante el resultado por lo que decidí mantenerlo. La ropa que llevaba puesta me estaba comenzando a incomodar, hacía algo de calor y el jean y la chaqueta no ayudaban, por lo que decidí ponerme el pijama. Aunque fuera aún temprano para dormir, no iba a salir a ningún lado así que podría tranquilamente vestirlo para estar en casa.
Me puse el conjunto, que consistía en dos piezas. Por un lado una camiseta sin mangas que llegaba a la altura del ombligo y por el otro, un short tiro medio que era algo corto, pero nadie más que yo lo vería. Claramente no era un pijama que pueda usar en todos lados, era algo corto y no me sentía cómoda si otras personas me veían.
—Wow, ¿quién hubiera dicho que mi nueva vecina de cabello rosa iba a tener tan lindas piernas?— dijo una voz proveniente de mi ventana. Me sobresalté y rápidamente miré a la persona que acababa de decir eso.
Era el chico sexy que me había guiñado el ojo hace un momento. Estaba en su cuarto, pero su ventana coincidía a la perfección con la mía. ¿Cómo es que no noté esto antes?
En la primer cosa que se centró mi atención fue en que aquel chico estaba vestido con tan solo unos bóxers. No camiseta, no pantalón.
—¡Pervertido!— fue lo primero que salió de mi boca. Lo dije con cierto grado de enojo.
—Solo decía que esa pijama te queda bien— me guiñó un ojo— pervertido hubiera sido si miraba mientras te lo ponías. Aunque no voy a negar que espíe un poco.
Abrí la boca formando una "O". Le saqué mi lindo dedo del medio, a lo que respondió soltando una risa que dejaba a la vista una hilera de perfectos dientes parejos, blancos y brillantes.
—No me has dicho tu nombre aún.
—Tampoco tengo la intención de hacerlo— respondí cortante.
—Okey, Alex— hizo énfasis en mi nombre, para demostrarme que de todas maneras ya sabía cual era. ¿De dónde lo había sacado?—Increíblemente mi nombre es Alec. Se parecen, aunque el mío es mejor— estiró su mano a través de la ventana para que la tomara, como manera de "saludo", la cual claramente no acepté.
—Bueno, Alec, si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer antes que hablar contigo— posicioné mis manos en las cortinas para cerrarlas.
—Aguarda un momento— me detuvo.
—¿Ahora qué quieres?— dije irritada.
—La verdadera razón por la que te hablé fue para preguntarte si esto era tuyo— alzó una de sus manos y dejo a la vista unas bragas negras que definitivamente eran mías.
Sentí mis mejillas arder y por un momento quise que la tierra me tragara. Aunque si vemos el lado positivo, por lo menos no tiene las de Winnie Pooh.
—¿De dónde sacaste eso?— dije completamente avergonzada.
—Tu mamá se olvidó de entrar esta caja y la tomé antes de que alguien más lo hiciera— me la enseñó. Tenía escrito con marcador negro "ropa interior de Alexis". Bueno por lo menos ya se de donde sabe mi nombre.— No es que sea un pervertido y haya hurgado entre tus cosas, pero creo que tus bragas de Winnie Pooh son tiernas.
Ahora sí, mierda.
—Devuélvemela— dije y me asomé por la ventana.
—¿Y si no lo hago qué?— sonrió desafiándome — no tengo problema en conservar tus brasiers como recuerdo.
—¡Eres un pervertido asqueroso!— espeté— dame la caja.
—Ven y búscala— amplió aún más su sonrisa.
Justo cuando estaba por responder, alguien entró a su habitación, interrumpiendo de pronto nuestra charla. Era un chico alto, con unos hermosos ojos verdes y el cabello castaño y ondulado. Parecía de la misma edad que Alec. Tal vez era el hermano o un amigo.
—Alec, tu mamá dijo que suba...— comenzó a hablar pero se detuvo cuando me vió.
—Sam, ella es Alexis, mi nueva vecina. Y Alex, el es mi amigo Sam— nos presentó.
—No me interesa, dame mi ropa interior ahora— ordené furiosa.
—Te he dicho que vengas a buscarla— sonrió— pasa a través de la ventana.
—¿Qué está sucediendo aquí?— preguntó Sam confundido.
—El imbécil de tu amigo me ha robado la ropa interior y no quiere devolvérmela— le expliqué con rabia. Alec mantenía la sonrisa arrogante en el rostro.
—Alec, devuélvele la caja— insistió su guapo amigo— no seas un idiota.
El rubio rodó los ojos y me regresó la ropa interior. La tomé rápidamente y revisé la caja para asegurarme de que todo estuviese en orden.
—Discúlpalo, a veces se comporta como un imbécil— Sam pidió perdón por su amigo.
—Me di cuenta— fue lo último que dije antes de cerrar las cortinas.
Suspiré por el momento que acaba de vivir y me acosté en mi cama. Ni un día aquí y ya detesto a mi vecino.
♡
Alexis Parker en multimedia. (Ya se que la intérprete del personaje no lleva el cabello pintado de rosa pero imaginen que sí)
Se que fue corto, prometo que el resto serán más largos<3
Nos vemos el próximo viernes con un nuevo capítulo, gracias por leer ♡!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top