Capítulo diecinueve: Una acción, Liam Clark y Ariel Johnson.

Y así fue.

Rocé el brazo de la chica rubia (lejía) y besé a Liam Clark, conocido como uno de los Playboy's más grandes de Angels High, y por no hablar de uno de los más sexys. La sensación de los labios de Liam contra los míos era...

Emocionante.

Mucho más que cuando besé a Nathaniel.

Esta vez no sentí ningún remordimiento de besarlo, nunca, y nunca lo haría.

Y lo más emocionante de todo era que después de darle el beso a Liam, él me lo devolvió una milésima de segundo después. 

Nathaniel tenía razón. Yo había estado completamente ciega desde el principio.

Estaba ciega de no ver en lo que se había convertido Liam. Él no había estado con ninguna chica durante semanas, desde esa fiesta, y diablos, también estaba ciega para ver lo que sentí al rechazarle hoy en su práctica de fútbol.

Me dí cuenta de que había cambiado... mucho, cuando le rechacé, pensé que quizá no le importaría, que me miraría con sus ojos sin emoción alguna, y que actuaría como si nada hubiera ocurrido entre nosotros.

Pero cuando lo miré a los ojos antes de darle el beso, me dí cuenta de que eran los mismos después de nuestra conversación en el campo. Nuestros labios se movían en sincronía, y eso me hizo sonreír un poco durante el beso. Liam envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me besó con cuidado y amablemente. Dakota, la chica misteriosa (que esperaba que se hubiera ido ya), y su amigo, James, eran borrosos para mí. No quería saber nada.

Sólo quería concentrarme en el beso.

Hace apenas unos meses, yo era una ignorante. 

Lo único que me importaba era aprobar los exámenes con una +A, y finalmente inscribirme en una Universidad, apenas notaba a la gente a mi alrededor, excepto a Dakota. 

Después de que nuestros labios se separaron, y nuestros cuerpos a una pulgada el uno del otro, me dí cuenta de que la chica misteriosa ya no estaba en la escena, haciendo que sonriera triunfalmente.

Podía parecer traviesa, pero no me arrepentía en absoluto.

Cuando le miré, me sonrió, notando cómo sus ojos no estaban llenos de tensión ni de nada parecido a una carga sobre sus hombros.

- Bueno, Liam. - Comencé, aclarándome la garganta torpemente.

Siendo sincera, ¿quién demonios era yo para decir que tenía experiencia en hablar con alguien a quien acababa de besar? Mi situación con Nathaniel no fue buena, ya que literalmente, hui después de besarnos. Pero esta vez, no iba a huir.

- Has ganado. Ya tienes lo que querías desde el principio. Y... si tienes planeado ir a por otra chica...

Pero Liam me interrumpió ahuecando sus dos manos en mis mejillas, besándome por un breve momento. 

- Ariel, no quiero. ¿Crees que quería estar con esa rubia? Mierda, no. Yo lo que quería era... - Se interrumpió, rascándose la parte posterior de la cabeza. - Ponerte celosa.

Le miré boquiabierta, sin darme cuenta de que había hecho todo eso sólo para ponerme celosa.

- No lo voy a negar. - Respondí, sonriendo de nuevo, mirando hacia el suelo, recordando los últimos acontecimientos. - Funcionó muy bien. - Me reí, mirándole una vez más.

Y ahora que me acordaba.

Dakota estaba detrás mío.

Oh Dios mío.

Ahora ella ha visto toda la escena, y ella no dejará de decirme: ¡Te lo dije! hasta que nos graduemos. Afortunadamente, sólo quedaban unos pocos meses para eso.

Me dí la vuelta haciendo que mi pelo rojo se balanceara debido al movimiento, entonces vi a Dakota hablando con James, así que decidí no interrumpirlos. Aunque sabía que James era un Playboy y no quería que la lastimara, lo dejé pasar; me dí cuenta de que la gente podía cambiar, y, ¿quién sabe? Tal vez James podría ser otro caso.

- ¿Qué tal si te llevo a casa? - Oí a Liam susurrar justo en mi oreja.

Cazándome con la guardia baja.

- Hoy es día escolar, y como soy tu niñero, debería ser un buen modelo a seguir, así que te llevaré a casa, Cereza.

Me reí ante su nuevo apodo.

¿Cereza? Esa era buena.

- Modelo a seguir. - Repetí, riendo de nuevo mientras me daba la vuelta, enfrentándome a él. - Sí, claro.

Liam me dio una mirada juguetona, en blanco, lo que me hizo sonreír de nuevo.

- Bien, entonces, caballero, lléveme a casa.

* * *

El camino a casa fue reconfortante; lo que himos fue tener una pequeña charla y a veces había unos cortos silencios. No era necesario discutir sobre el beso de antes; era como si nuestra presencia lo hiciera por nosotros. 

Algo que yo no sabía era lo que él y yo éramos.

Y ciertamente esperaba que no fuéramos sólo amigos.

Sí, acabo de decir eso.

Suspiré una vez que aparcó el coche frente a mi casa, me froté las manos contra los muslos, tratando de encontrar una manera en la que decir adiós a... esto. Hoy había sido un día bastante ajetreado. 

Le había dado esa cachetada a la chica en la cafetería, me metí en problemas con el Director, limpié el asqueroso equipo de fútbol, rechacé a Liam, al chico más sexy de la escuela... y terminé besándole el mismo día en el Centro Comercial, sólo un par de horas después.

- Bueno... - Al darme de a dónde iba con esto, él me interrumpió.

- Te acompañaré hasta la puerta.

Sonriendo, asentí. Liam se bajó del coche y corrió rápidamente hacia mi puerta, abiréndola para mí, y aunque fuera a abrirla yo, me sentí halagada por su acción benévola.

- Gracias, Liam. - Dije, riéndome un poco. - O quienquiera que seas. - Bromeé, riendo de nuevo mientras Liam se reía, también.

Mientras caminábamos lentamente por las escaleras hacia la entrada de mi casa, sentí la mano de Liam agarrar la mía y entrelazar nuestros dedos. No miré hacia nuestras manos, ni a él, todo lo que hice fue sonreír tímidamente mientras miraba el suelo.

Una vez que los dos llegamos a la cima de las escaleras y ambos estábamos frente a la puerta; una repentina oleada de nervios se acumuló en mi interior. Sin embargo, no era inusual que me sintiera de esta manera.

No era una chica muy experimentada.

- Entonces... - Dije, mirándole directamente a los ojos.

- Entonces... - Repitió mientras me sonreía. - Uh, Ariel, quiero pedirte algo. 

Asentí con la cabeza, preguntándome que querría... pedirme. Enderezó su espalda sin soltar mi mano.

- Ariel Johnson, ¿te gustaría ser mi novia?

Mi boca tocó el suelo, y rápidamente me tapé la boca con las manos mientras le miraba a los ojos... completamente impactada y sorprendida. No me esperaba esto de él, y en realidad me dí cuenta de que él, Liam Clark, parecía completamente nervioso.

Bueno, al menos no era la única.

De repente una sonrisa se formó en mis labios, y cuando me soltó la mano, lo sacudí y lo envolví en un fuerte abrazo, y el envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.

Con la cabeza colocada en su hombro, pude sentir su sonrisa.

- Me encantaría, Liam Clark.

* * *

Siento enormemente la tardanza. Ayer no tuve tiempo de escribir, y hoy subo de milagro, ando muy atrasada de tiempo, lo siento de verdad. Odio prometer cosas que no cunplo. Odio hacerles esperar. Me siento de lo peor.

Pero, espero que les guste el nuevo capítulo. ¿Os gustó?

¿Qué opinas de él?

¡Pronto volverá a aparecer Nathaniel! Y ya verán, tengo un as jodido en la manga xD

¡Alabemos a esta pareja! ¡VIVA LARIEL!

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Cheeky Love, xx.